Noticias
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✪ 2/11/2015 ✪
Actualizado el avatar y la primera imagen de la firma de Bastet, ahora las dos imagenes tienen mejor calidad y el avatar es más grande. ¿Que esto no es una noticia realmente? Eeh... uh... bueno...
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Pop Star Times
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Nueva mascota que hace furor en otros planetas, ¡Ahora disponible en Pop'Star!
¡Así es! ¡Las nuevas criaturitas más tiernas de la galaxia ahora están disponibles en la Tiendita de Mascotas de los Horrores!
¿Curioso nombre no? Que no os engañe, este pequeñín no es un horror para nada. Un animalito de lo más mono y cariñoso, un energético compañero que alegra a tanto niños como ancianos.
Por ahora han tenido un especial impacto en los habitantes de la Isla del Helado, que adoran sus nuevas mascotas. ¡Pero no faltará mucho para que estén por todo Pop'Star!
¿Qué esperas para conseguirte el tuyo propio? ¡Al escribir esto tengo el mío dando vueltas en mi pierna y lamiendo mis pies, es tan juguetón! ¡Pasaos cuando queráis por la galería de los Edificios Mantequilla, y no se arrepentirán!
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Evento Actual
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Crucero Star Ship
¡Sean todos bienvenidos al Star Ship! Disfruta de un relajante viaje paradisíaco a bordo del más exótico crucero de Dreamland, a través de las hermosas aguas del Océano Naranja. ¡Dado que es la innauguración, las entradas cuestan la mitad de su precio normal!
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NPC del Mes
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-Drake-
¡El NPC del mes de Febrero de 2015 ya está aquí!
El General Drake de los Shadow Riders ha sido un misterio durante años. Generalmente pasivo, encerrado en su habitación de la base con sus propios asuntos, se ha vuelto más activo en los últimos tiempos.
Tomando una participación en la odisea en la Fábrica, dándole traumas a Luminary Knight que definitivamente aumentaron su carácter para ser Luminary Umbrae o incluso organizando su propia investigación oceánica con la ayuda de la mismísima Princesa del Mar, por "motivos académicos" y con un nombre falso...
Pocas veces se ha visto a este hombre actuar, y muy pocos saben qué se trae entre manos y cómo reacciona ante las diversas situaciones. Sin embargo ese misterio es el que nos mantiene aún interesados en este personaje y los secretos que puede guardar. Por el momento, le daremos este pequeño homenaje acompañándonos durante todo marzo. ¡Felicidades Drake! Y que lo que tengas en mente no acabe con demasiados muertos...
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Publicado: 10 Mar 2015 8:38 pm Título del mensaje: Roberto.
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La inmundicia de los botes de basura se mezclaba con el olor a humedad de la tormenta que se propiciaba sobre la gran ciudad de Business City. Siendo la capital y única gran ciudad de todo el planeta Pop'Star, no era de extrañarse que fuese además de extensa, amplia en su población. Mientras que la mayoría de avenidas que llevan al centro y el centro eran lugares infinitamente concurridos, no era así con los alrededores, las afueras, aquella zona residencial donde iban a acabar los desechos de la ciudad. Ya sea la gente expulsada socialmente, los restos tóxicos de fábricas, o la misma maldad que se busca alejar constantemente, iban a parar al punto estable más cercano. La zona residencial de baja calidad de la ciudad.
En el interminable laberinto de calles de tierra, casas prefabricadas y callejones de hogares sin rejar, una persecusión se halla en progreso. Una pequeña entidad vuela a toda velocidad, escapando de tres figuras en la oscuridad. Colisiona con diversos objetos, botes y buzones, pero no disminuye su carrera. Intenta con todas sus fuerzas llegar a la luz de una más civilizada sociedad, intenta salir de los barrios bajos para llegar a las zonas más pobladas y menos caóticas de las afueras, o incluso intentar llegar al centro una vez más. Las tres figuras se vuelven nítidas ante las momentáneas luces de las calles. Son tres jóvenes humanos, uno de ellos portando un cuchillo y los tres corriendo a toda la velocidad. Sin ningún tipo de represión, sin ningún tipo de pudor de llamar la atención y mostrarse con un arma. Como si fuesen los reyes de la desolada calle nocturna.
Un golpe de luz de un auto ciega momentáneamente a la criatura que huye. A pesar de perder la visión, continúa su huida por el camino que recuerda unos momentos antes. Podemos, gracias al auto que se detuvo antes de atropellarle, ver su cuerpo completo. Una esfera rosada, con alas y pies, y un bolso marrón de cuero colgando de él. Un bronto burt.
Los chicos no tienen problemas en pasar frente al auto, incluso uno le golpea el parachoques de una patada en su frenesí de vandalismo. Aceleran el paso, su presa se escapa a zonas más concurridas. Donde podría haber testigos, o peor, un opresor listo a dar pelea y la represión que les hace falta. No pueden permitirse eso una vez más.
El bronto dobla una esquina y, en un acto instintivo, entra dentro de un negocio abierto a esa hora, y se esconde detrás de algo que no sabe bien qué es, pero sabe que lo ocultará. Cierra los ojos e intenta hacerse más pequeño aún, deseando que todo pase, que no lo vean, que logre escabullirse...
Unos acelerados pasos se oyen doblar la esquina y, para su suerte, seguir de largo.
El bronto permaneció así unos segundos más. Ante la duda, por el susto y la abrumadora falta de aire que ahora notaba que le invadía. Respiró agitadamente, con intención de no hacer ruido, para abrir los ojos y levantar la mirada lentamente...
-Ya se fueron, pero si vuelves te escondo otra vez.- Le dijo una voz adulta. Era un Cookin, sus manos flotantes y su gorro de chef lo delataban. Estaba detrás de un mostrador, al lado de uno de los clientes que se hallaba sentado en uno de los banquillos frente al mostrador. El cliente era alto, grueso, robusto y verde. Era un orco, y le miraba con indiferencia mientras sostenía en su mano una jarra de alguna bebida, que para su altura era un vaso más.
-¿Dónde estoy?- Preguntó, sorprendido por el repentino contacto civilizado. Miró para todas partes, había unas pocas mesas, algunos cuadros, muchos utensilios de cocina, y él estaba oculto detrás de una caja de teléfono. Estaba en un restaurante ligero, un negocio de fast food, un local de comida para llevar.
-Mi nombre es Rover Thenesee, y este es mi negocio: El Perro Porfiado.- El Cookin respondió a su pregunta y se presentó. Lo normal, lo que correspondía, era que el bronto se presentara también.
-Yo soy... Brandon, Brandon Burt.- Se acercó con miedo, revisando afuera y agudizando el oído. No había rastro de los asaltantes. Voló hacia uno de los bancos, y se sentó en el más alejado al orco que pudiera.
-Bueno Brandon, estoy por cerrar. Así que te sugiero que vayas buscando otro lugar donde esconderte.-
-¿¡Con esta lluvia!? No sé siquiera en qué parte de Business City estoy...-
-Estás apenas afuera del centro. Pero para tu suerte estás en una avenida, los autos pasan a cada rato, no tienes por qué tener miedo.-
-Pero mira si vuelven esos...-
-¿Es por el bolso, no?
-Sí, querían que se los diera.-
-No, ellos querían perseguirte, sacartelo, no se conforman con robar, ellos quieren la emoción de la persecusión, un golpe de adrenalina. Si se los dabas, seguro iban a matarte y punto.-
-¿Hice bien en correr?-
-Nunca haces bien en correr.- Dijo el orco. Su voz era ronca, profunda, lo que esperarías de un orco duro como él parecía ser. Vestía ropas comunes, pero tenía un gran escudo de bronce con un extraño grabado de dibujos de dragones en su espalda. Bajo éste ocultaba algo, pues se veían los mangos de algún tipo de arma, pero no se alcanzaba a ver cuales eran.
-¿Qué esperabas, que peleara?-
-Y si no, aprender a hacerlo, como todos deberían.-
-No soy muy bueno en eso...-
-Pero eres pequeño, y rápido. Deberías aprender a evadir y atacar.-
-Bueno ya, déjalo en paz Burgo. Ya estoy por cerrar, así que te aconsejo a tí también te que vayas.- Acotó el Cookin, retirando la jarra vacía del orco y comenzando a limpiarla con su trapo.
-¡¿TE HE PEDIDO CONSEJO?!- Gritó el orco, dando un golpe a la mesa. El Cookin saltó hacia atrás, sorprendido. Sin contar el bronto, que de un salto comenzó a volar otra vez, listo para volver a huir. -... Probablemente tengas razón, ya es tarde. Y tengo que preparar la cama para invitados. Vengo mañana, Roberto.- Repuso, sereno. Se levantó y se oyeron todos sus artilugios metálicos golpear entre ellos en su movimiento. Se alejó y tomó a Brandon de los pies, llevándoselo con él. El pobre no dijo palabra, prefería un orco que le invitase a dormir a dormir con 3 jóvenes armados... Después de todo, si tenía razón, era tan pequeño y ágil que podría escapar. Y ya estaba acostumbrado a tener compañeros grandotes, emocionalmente inestables y de mal carácter...
En cuanto a Rover, alias Roberto, aprendió una de las lecciones más fuertes y más difíciles de cumplir en el negocio: No aconsejes a nadie que no te lo haya pedido. _________________
HP: 7660.
MP: 7660.
ATQ: 7660.
Características: Narración NOTABLE Graduación PÉSIMA Aportes NORMAL Moderación MALA Ideas EXCEPCIONAL Como hacerle "Favores" a Bomber EXCEPCIONAL Xat NOTABLE Trabajo PÉSIMO Ganas NOTABLE.
Debilidades Físicas: Rascadme la cabeza.
Arma u objeto: Una muñeca inflable de Haruhi Suzumiya y una guitarra de juguete, de esas pequeñas de colores.
Grupo de Rol: Ninfómanos Anónimos
Link a tu ficha: http://comandopopstar.foros.ws/user.php?u=117
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Publicado: 23 Apr 2015 11:20 pm
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La lluvia amenazaba caer en un húmedo y gris paraje. Las nubes dudaban y el sol esperaba paciente el momento de la decisión. Mientras tanto en el mundo la vida seguía. Siempre cambiante, siempre adaptable y lista para soportar cualquier capricho natural que tuviese el clima. Los animales seguían buscando sobrevivir, mientras los seres pensantes seguían preguntándose para qué hacerlo. Y en la calle principal de Business City, cuando ésta dejaba de ser bonita, el portador de un gesto cansado organizaba las copas que hacía unos días había limpiado.
El reloj avanzaba lento pero seguro, y el sonido del silencio acompañado de una vivaz voz sin vida como lo es una estación de radio de música reflejaba todavía más la soledad del Cookin. Le resultaba raro encontrarse solo. No necesitaba hablar, pero la compañía silenciosa de alguien a veces es suficiente para que el alma se sienta en paz. Burgo no había venido ese día. Siempre venía a beber desde el mediodía hasta la noche. Decía trabajar de noche. "Debe ser un vampiro", pensó el cocinero, ya que parecía no dormir jamás. No sabía de qué trabajaba, pero un orco de oficina no lleva tantas armas, tales ojeras ni sabe jugar tan bien al solitario.
... Pensándolo bien, podría perfectamente ser un orco de oficina.
Las relaciones racionales son complicadas. Hay realidades, culturas, pasados y experiencias que chocan y nadie sabe si esos choques serán complementarios, fuertes, dolorosos o incluso placenteros. La relación entre Rover y Burgo era rara, dos hombres que pasaban el día entero solos, en silencio. Uno bebiendo, otro sirviendo, para terminar la jornada con un par de esferas estelares y a veces un "adiós." Tan ocasional como un "buen día." La única que hablaba era la radio, e incluso con sus chistes, optimistas comentarios y diversas canciones, apenas había una expresión en la cara de ambos. Rover jamás entendió a su mejor cliente, ni tampoco estaba del todo satisfecho con su falta de humanidad, a pesar de ninguno de ellos ser humano. Pero era soportable, estaba... Bien. Sólo bien.
Una ligera neblina inundaba el aire. Esa noche haría frío. El sol volvía a casa, sin la esperanza de tocar esa tierra ese día. Pero porfiado saldría al siguiente, a esperar su turno cual paciente con número. "Lo tengo merecido", pensó el cantinero. Su trabajo era bastante aburrido. Y el día de ayer había pasado algo interesante, un pequeño Bronto se escondió de unos delincuentes en su local, y luego se fue a la casa de Burgo a pasar la noche. Ese día Rover había aprendido que Burgo sí tenía una casa y sí dormía. Podría perfectamente ser un orco de oficina. Lo normal para que haya un balance cósmico y celestial del universo es que el día siguiente a tal experiencia sea aún más aburrido de lo normal. Bah, para él tenía sentido, y eso bastaba.
Un energético violín resonaba en una canción electrónica. No sabía de quién eran esas canciones y siempre olvidaba escuchar el nombre del artista al final, pero sí sabía que le gustaba cuando pasaban esas canciones de violín moderno. Entretuvo el oído mientras sacaba el polvo de las repisas con sus flotantes manos. Tan en lo suyo estaba, que no notó que pronto se oían unos pasos y revoloteos dentro del establecimiento.
-Buen día.
La grave voz resonó en los rincones de la cabeza del Cookin. La sorpresa amplificó el sonido y le hizo dar un pequeño salto. Se dió la vuelta; y ahí estaban. Y el orco y el bronto.
-Buen día.- Respondió indiferente. Estaba alegre de verle, aunque sea tan tarde, pero no iba a demostrarlo. Su relación era... Así, simplemente.
-Buenas tardes...- Saludó el bronto, aún tímido y cobarde como el día de ayer. Se le hizo raro verlo, pensó que se habría ido ya, pero ahí estaba. No tenía ninguna relación con él, así que pudo saludarle normalmente.
-Buenas tardes, señor... ¿Brendon, puede ser?- Dudó el nombre.
-Brandon, Brandon Burt.
-¿Qué les sirvo, ByB?- La charla animó el cansado espíritu de Rover, y en seguida tomó confianza. No importaba que volviera a estar cerca de la hora de cierre, alcanzaba para algo rápido e irse a dormir con la consciencia limpia.
-En realidad vengo a usar su teléfono...- Añadió por lo bajo el bronto, el orco solo asintió.
Sorprendido, e incluso algo indignado, el Cookin asintió también. No querían verle a él, claro, ahora que Burgo encontró a otro ser pequeño a quién molestar ya no necesitaba la compañía de su fiel tabernero. Ahora a fregar, ¿No?
-Seguro, ahí lo tienes- Respondió sin ánimo, en contraste a su emoción de hace unos instantes.
Burgo por su parte se sentó y se quedó en silencio. Miró la hora, y luego miró a Brandon, que sacaba una moneda de su bolsa y la llevaba al teléfono. Se volvió a Rover, y señaló un tarro que ya era básicamente su tarro personal de la repisa.
-Un Criminal Suave por favor.
Era la primera vez que Burgo pedía algo que no fuera Rey de los Suburbios. La primera bebida que pidió, y la que tomó por inercia hasta el momento. Aún sorprendido, pero en menor medida, el Cookin sirvió y permitió que el orco bebiera. Por su parte, el Bronto pedía rescate en voz baja. Su característica principal al momento. No se oía lo que decía, pero sí se distinguían palabras como "orco," "comida," y "camino."
Una sensación de curiosidad inundó al servidor. ¿Cómo fue esa noche de huéspedes? Tenía varias dudas de su mejor cliente, y Brandon parecía ser el tipo de bronto al que le hablas directo y suelta toda la verdad. Burgo por su parte seguía bebiendo, con la mirada perdida, en su mundo una vez más. Era como tener a un monstruo dormido en las puertas de tu casa, y constantemente le dejas pasar o le alimentas. Esa relación de distancia ya estaba cansando. Quizá fuera el día, el hecho de que luego de un día solo y sin clientes ahora tenga esta oportunidad, pero Rover estaba exaltado. Necesitaba romper el hielo, por Dios, necesitaba hablar.
-¿Y por qué un Criminal Suave? Siempre tomas un Rey de los Suburbios- La pregunta obvia.
-Porque hoy quería un Criminal Suave.- La respuesta obvia.
-¿Y por qué hoy querías un Criminal Suave?
-Porque me apetece.
¿Por qué era siempre tan distante, tan frío y cruel con él? Pasaban todo el día juntos, y no parecía tratarle como amigo. Sólo... Como un extraño.
Brandon colgó el teléfono, y voló rápidamente al lado del orco.
-¡Burgo, el doctor dijo que...!
-No me importa.- Respondió arisco.
Algo había sucedido, y nadie se lo estaba contando. No era por cotilla, si no mera preocupación y exaltación del momento que sentía esa necesidad imperiosa de saber. Un análisis visual mostró que Burgo tenía parte del pecho vendado, más precisamente en la cintura. Cubierto por su saco de cuero.
-Eh, no quiero ser responsable si te pasa algo.- Se excusó Rover, tomando devuelta el tarro y atrayéndolo hacia él.
-No eres responsable de nada.- Respondió Burgo, sosteniendo con fuerza el tarro e impidiendo que le quitaran su bebida.
Hablar con él era como hablar con una roca.
-Brandon, ¿Qué ha pasado?
-Yo.. Lo cierto es que...
-No ha pasado nada.- Brandon fue callado firmemente.
¿Por qué había que ocultarle cosas? ¿Acaso no tenía derecho a saber? ¿O qué secreto era tan grande que había que ocultárselo?
-Brandon, dímelo, te lo pido por favor.
Pero el Bronto no respondió. Complacido, el orco continuó como si nada hubiera sucedido. Pero no así Rover, que se había puesto firme contra aquél que era menor que él.
-¡Brandon, dime qué pasa, este es mi local y merezco saber!
-¡No te interesa que pasó!- Rugió Burgo, con su voz gruesa y su mirada asesina. Eso habría callado a cualquiera. Pero no a Rover, quién pasaba la mayor parte del día con él y se había acostumbrado a su aire y sus reacciones.
-¡Quiero la verdad, no puedo darle alcohol a una persona herida u operada, es contra la ley!
-¡Tus leyes no son las mías!- Un golpazo en la mesa hizo estremecer las flotantes extremidades del anfitrión. Pero éste no se inmutó, los golpes en la mesa y los gritos eran normales con alguien de tan mal carácter a tu lado.
-¡Pues lo siento, si me dices que pasa, no hay servicio!- Ambos firmes. El pequeño cocinero del tamaño de una bota de orco, y un orco fornido y testarudo.
-Bien, pues vete a la mierda, Roberto.- Y con estruendosos pasos, el orco se levantó y se fue, dejando el tarro vacío y sin pagar.
Y el silencio ruidoso se hizo una vez más. Aún más incómodo para todos. Brandon se quedó inmóvil, mirando la escena, pequeño ante la situación. Apenas el orco se fue, el aire de tensión se desvaneció con la música ochentera que inundaba el local.
El cookin no dejó de mirar a su mejor cliente hasta que lo perdió de vista. Entonces recobró movimiento, y volvió a respirar. Miró a Brandon; que estaba... Mirándolo con lástima. Condescendiente, triste e incluso desilusionado. No supo explicar qué vió en su mirada, pero le dolió.
Sin palabras, se alejó revoloteando las alas. Sin mirar atrás, perdiéndose en la oscuridad que sin darse cuenta había ahogado la luz del día. En unas horas habría que cerrar. Pero creyó que mejor sería cerrar temprano por hoy.
Había perdido a su mejor cliente.
Esa noche Roberto no pudo dormir, pasó la noche sentado en su sofá, recordando la escena una y otra vez. Hasta caer dormido en la madrugada bajo una tenue luz amarillenta de poca calidad, con una cerveza en la mano y la compañía de una muda televisión. Recordaba el rugido de Burgo y la mirada de miedo de Brandon... Que luego se hizo una mirada de decepción.
"Recuerda, Rover" se decía: No amenaces ni a un cobarde ni a un león herido. _________________
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ATQ: 7660.
Características: Narración NOTABLE Graduación PÉSIMA Aportes NORMAL Moderación MALA Ideas EXCEPCIONAL Como hacerle "Favores" a Bomber EXCEPCIONAL Xat NOTABLE Trabajo PÉSIMO Ganas NOTABLE.
Debilidades Físicas: Rascadme la cabeza.
Arma u objeto: Una muñeca inflable de Haruhi Suzumiya y una guitarra de juguete, de esas pequeñas de colores.
Grupo de Rol: Ninfómanos Anónimos
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