Noticias
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✪ 2/11/2015 ✪
Actualizado el avatar y la primera imagen de la firma de Bastet, ahora las dos imagenes tienen mejor calidad y el avatar es más grande. ¿Que esto no es una noticia realmente? Eeh... uh... bueno...
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Pop Star Times
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Nueva mascota que hace furor en otros planetas, ¡Ahora disponible en Pop'Star!
¡Así es! ¡Las nuevas criaturitas más tiernas de la galaxia ahora están disponibles en la Tiendita de Mascotas de los Horrores!
¿Curioso nombre no? Que no os engañe, este pequeñín no es un horror para nada. Un animalito de lo más mono y cariñoso, un energético compañero que alegra a tanto niños como ancianos.
Por ahora han tenido un especial impacto en los habitantes de la Isla del Helado, que adoran sus nuevas mascotas. ¡Pero no faltará mucho para que estén por todo Pop'Star!
¿Qué esperas para conseguirte el tuyo propio? ¡Al escribir esto tengo el mío dando vueltas en mi pierna y lamiendo mis pies, es tan juguetón! ¡Pasaos cuando queráis por la galería de los Edificios Mantequilla, y no se arrepentirán!
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Evento Actual
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Crucero Star Ship
¡Sean todos bienvenidos al Star Ship! Disfruta de un relajante viaje paradisíaco a bordo del más exótico crucero de Dreamland, a través de las hermosas aguas del Océano Naranja. ¡Dado que es la innauguración, las entradas cuestan la mitad de su precio normal!
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NPC del Mes
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-Drake-
¡El NPC del mes de Febrero de 2015 ya está aquí!
El General Drake de los Shadow Riders ha sido un misterio durante años. Generalmente pasivo, encerrado en su habitación de la base con sus propios asuntos, se ha vuelto más activo en los últimos tiempos.
Tomando una participación en la odisea en la Fábrica, dándole traumas a Luminary Knight que definitivamente aumentaron su carácter para ser Luminary Umbrae o incluso organizando su propia investigación oceánica con la ayuda de la mismísima Princesa del Mar, por "motivos académicos" y con un nombre falso...
Pocas veces se ha visto a este hombre actuar, y muy pocos saben qué se trae entre manos y cómo reacciona ante las diversas situaciones. Sin embargo ese misterio es el que nos mantiene aún interesados en este personaje y los secretos que puede guardar. Por el momento, le daremos este pequeño homenaje acompañándonos durante todo marzo. ¡Felicidades Drake! Y que lo que tengas en mente no acabe con demasiados muertos...
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Autor |
Mensaje |
Aleizer Crawley
Explorador
Registrado: 14 Jan 2012 Mensajes: 26 Promedio por Día: 0.02
Ubicación: Iglesia de Dream Land
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Objetos
Estado: Desconectado
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Publicado: 19 Apr 2012 7:02 am Título del mensaje: -Articulo- Recuerdos Sombrios
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La Iglesia estaba vacía aquella tarde, aunque se podría decir que casi siempre lo estaba.
El viento, susurrante y misterioso, entraba por los ventanales, inundando el edificio con un aroma primaveral bastante agradable. Sin embargo, la brisa iba tornándose cada vez mas en corriente. Se podía notar en el ambiente, una tormenta se acercaba y de las grandes.
El padre Aleizer se hallaba solitario en uno de los bancos que se usaban para las misas, sentado, acomodado ligeramente y con la cabeza echada hacia atrás. No obstante, pese a que su cuerpo estaba allí, su mente... no.
Cada día que pasaba se le hacia mas pesada su carga. Ser un Sacerdote como él no era una tarea fácil, y mucho menos... para alguien de su clase.
En realidad él jamas fue inculcado para la religión. Su padre fue el verdadero constructor de la Iglesia, y el primer Sacerdote de Dream Land. Él, como su hijo, fue adiestrado en... otras ramas muy diversas. Se le enseño Magia a muy temprana edad, pero no supo llevarla bien, por lo que su padre, conociendo la Hechicería religiosa, acabo por entrenarle para realizar Exorcismos y Curaciones de alto grado, cosa en la cual, se especializo bastante.
Si fue introducido en aquella Iglesia fue simplemente por el hecho de que su padre necesitaba ayuda con los niños del Orfanato. Si no hubiera sido por eso, estaría aun aislado, practicando magia como un simple hechicero. Por fortuna no fue así, aceptando su padre la buena ayuda que él le daba, dándole trabajo fijo.
Con el tiempo, se hizo buen amigo de uno de los Huérfanos, Nicholas. Ahora era mas conocido como Wolfwood.
Se llevaban tan solo unos pocos años, diez quizás, y ya de por si tenían bastante en común. Solía leer libros con él, o simplemente le contaba alguna historia que otra... También, mas secretamente, llego a mostrarle algunos libros de hechicería y exorcismo tomados de la biblioteca de su Padre. ... Lo cual, al final, le hizo ganarse alguna reprimenda que otra.
Nicholas se convirtió sin duda en su mejor amigo. Incluso cuando él mismo se enamoro y caso, llegando a tener una preciosa hija... Nicholas seguía estando allí, apoyándole.
Posiblemente... Si no hubiera sido por él, ya habría acabado con su vida haría mucho. Puesto que... No sentía absolutamente ganas de vivir. Notaba un vacío enorme en su interior, y busco en el amor una forma de rellenar ese agujero. Cosa que tampoco consiguió.
Su esposa se suicido, con el pretexto de demostrarle que la muerte no era la solución, y que solo conseguiría hacerle daño a las personas que quería. ... Pero incluso cuando ella murió... cuando vio su cuerpo ensangrentado y con el cuchillo en la mano... ... Solo pudo pensar... ... que hubiera querido verla morir.
Aquel mismo sentimiento lo tuvo cuando su Padre murió, atrapado en el incendio de la Iglesia, provocado, por cierto asesino y secuestrador de niños, que hizo estragos en Dream Land años atrás.
Se sentía un monstruo, alguien que no debía existir ni vivir. Pero debía hacerlo, ya no solo por... Los huérfanos, si no por su amistad con Nicholas, y por el recuerdo distorsionado de su padre y mujer.
Nicholas y él buscaron venganza, enfrentándose al asesino y derrotándolo, acabando con su vida como juicio del Señor. Ojo por ojo, Diente por diente.
No obstante, no se sintió satisfecho con ello. Al enfrentarse a él, quiso buscar una forma de rellenar el hueco de su corazón, algún tipo de emoción que le diera vida, o sentido a su vida. ... Pero de nuevo, no lo encontró.
Fue tan solo... Tan solo al conocer a cierto hombre... cuando realmente sintió una chispa en su interior, como una llamarada que se estaba iniciando en sus entrañas.
Kayne Ray. Un extranjero que se caso en Dream Land, con una mujer de bastante parecido a su difunta esposa... O al menos, eso le pareció.
Kayne y él eran parecidos, ¡Lo sentía! ¡Era idénticos!. Ambos no tenían metas en la vida, ambos solo existían por el deseo de otra persona... Y ambos estaban vacíos por dentro. Si... Era su igual, su semejante, su reflejo. ... Y con él se obsesiono, día tras día, noche tras noche... No hacia nada mas que pensar en él.
... Hasta que al final... Ambos, se enfrentaron. Aleizer, buscando una chispa mayor, y Kayne, por miedo a Aleizer y a sus intenciones.
... Casi podía notarlo en los dedos... El calor del combate, las chispas del metal... Si...
Aquel momento fue lo que le convirtió en lo que era.
Las llamas rodeaban a los dos individuos. Los trozos de madera desperdigados por el suelo hacían crecer el fuego aun mas, provocando una inmensa humareda alrededor de ellos.
Ambos estaban agotados, asfixiados. Tenían heridas que en cualquier otro momento se hubieran considerado muy graves, pero sabiendo lo mucho que habían aguantado, no eran mas que rasguños.
''¡Te tengo!'' Grito Kayne, corriendo hacia un lado y apuntando con su pistola a Aleizer, disparando varios tiros directos a su cabeza. Se movía increíblemente rápido, a la vez que apuntaba con mucha destreza y precisión.
Pero Aleizer no estaba para nada indefenso. Movió las Black Keys justo enfrente suya, cruzandolas, creando una posición perfecta de escudo. Las balas fueron bloqueadas al instante por el metal de las hojas, haciendo un sonido chirriante bastante molesto. ''¡¿Eso es todo lo que un Asesino puede hacer?!'' Respondió como burla, tensando sus piernas para resistir el impacto de las balas.
La cruz que colgaba de su cuello se movía violentamente de un lado para otro, presa de la tensión que provocaban los impactos.
Kayne paro en seco, levantando una fina humareda de tierra seca y cenizas. Arrojo su pistola actual a un lado, y se llevo la mano al traje, sacando de su interior un rifle de asalto modificado para que tuviera el tamaño de un arma pequeña. ''¡Entonces detén esto!'' Volvió a gritar, apretando el gatillo y manteniéndolo pulsado, arrojando en cuestión de segundos una ráfaga continua de balas.
''¡Maldito...!'' El Sacerdote tuvo que arrojarse al suelo, girando sobre si mismo, y echando a correr intentando ponerse a salvo de las balas. Busco con la mirada algo que usar como escudo, hallando una viga suelta que sobresalía del suelo. Rápidamente se tiro hacia arriba, colocándose detrás, oyendo al poco el ruido de los disparos chocar contra el acero de la estructura. ''¡Admítelo, Kayne, te encanta esto! ¡Te encanta el aroma de este combate!'' Grito lo mas alto que pudo, intentando sobrepasar el volumen de los disparos y del crepitar de las llamas. ''Si lo niegas... ¡Solo estarías mintiéndote a ti mismo! ¡Y al Señor!'' Aleizer miro las Black Keys, una entre cada dedo, apretándolas, preparándose. ''¡Pues conmigo no hay mentira tuya que valga!''
El chasquido del cargador sonó. El arma se había quedado sin munición. Kayne la miro decepcionado, aunque con un atisbo claro de rabia y enfado, y acto seguido la lanzo, tal como había hecho antes. ''Yo no me miento a mi mismo.'' Respondió, tirando de su cinturón y sacando una granada del mismo. ''Eres tu quien lo hace... Y eso solo te convierte en un pecador mas.'' Y entonces tiro de la anilla, lanzándola justo al lado de la viga.
Aleizer se quedo algo asombrado y paralizado al oír esas palabras, intentando ignorarlas por la fuerza con la que se habían dicho. ¿Como era posible que él continuara tan frío y pasivo como al principio? ¿Es que no sentían los mismos sentimientos?
Vio entonces aquel objeto rebotar al lado suyo. Era un hombre de iglesia, pero no idiota, y lo reconoció al instante, tanto, que su cara cambio a una asustada, levantándose de golpe y saltando.
La explosión fue grande, pero controlada. Levantando una inmensa humareda y trozos de tierra que se hallaban desperdigados por el suelo. La onda expansiva tiro por los suelos al Sacerdote, golpeándole con fuerza y sin compasión.
Aleizer tosió en el suelo, moviendo un tanto las manos para alejar el humo de su rostro, intentando así respirar mejor. Comprobo en seguida que todo su cuerpo estaba intacto, con tan solo algunas quemaduras en los hombros.
Intento levantarse apoyando el codo izquierdo en el suelo y levanto su espalda... Pero algo le hecho de nuevo contra el suelo, Manteniéndole así, medio tumbado y boca arriba. Inmóvil.
Con el pie sobre el hombro de su enemigo, Kayne lo mantuvo indefenso, en una posición que mostraba todo su cuerpo levantando, y apuntándole con otra pistola directamente a la cabeza. ''Yo no soy tu...'' Murmuro el hombre, con el rostro manchado con sangre propia. ''No soy como tu. ... Tu no tienes nada. No eres mas que un monstruo.'' Continuo, soltando el seguro y llevando el dedo al gatillo. ''... Y es a eso a lo que me he dedicado siempre... ... A eliminar... a los monstruos como tu.''
El sonido del disparo se escucho, pero también el de la bala rebotando contra una superficie metálica, perdiéndose en la tierra.
Aleizer se había levantado en el momento justo, golpeando con el antebrazo a Kayne en el pecho, y atrapando con sus manos el brazo de él, desviándolo a una posición aleatoria.
''Alguien que mata a otros monstruos... No es mas que un monstruo... Cometes los mismos actos de las personas que asesinas...'' Respondió Aleizer, apretando un poco los dientes y haciendo fuerza para que Kayne no se resistiera. ''Así que... no eres diferente a mi... ¡Después de todo!'' Aquel grito saco todas sus energías, doblándole el brazo a Kayne hacia la espalda, y empujándolo hacia atrás, dándole el tiempo exacto como para recoger las Black Keys y levantarse.
Kayne se sorprendió al ser contraatacado por su enemigo, obligándose así mismo a reponerse alejándose un par de pasos de él.
Aleizer se irguió del todo, estirando sus brazos hacia los lados, provocando que las Black Keys quedaran en perfecta posición.
El viento soplo con mayor intensidad, creando una especie de torbellino de cenizas y llamas alrededor de la estructura derruida.
Ambos enemigos estaban preparados, listos para combatir de nuevo... Sin compasión, sin siquiera un sentimiento mutuo... Luchaban por ideales distintos, y sus propios estilos de combate lo demostraban así.
''¡¡Aleizer... CRAWLEY!!'' Grito Kayne, furioso.
''¡¡Kayne... RAY!!'' Imito Aleizer, mostrando una sonrisa satisfecha.
''¡AAAHHH!''
''¡ARHHG!''
Los dos rivales se echaron el uno contra el otro, en un grito de Guerra que resonó en la distancia y mas allá, acompañado de las llamas y del temporal que tenían encima. Una batalla climática entre dos iguales que diferían en muchas cuestiones.
Kayne disparaba sin ton ni son a su enemigo, moviéndose y llegando incluso a usar el arma como cuerpo a cuerpo, intentando golpearle con ella.
Aleizer, por su parte, movía sus brazos con destreza infundada, haciendo cortes precisos y mortales en todas direcciones, bloqueando de vez en cuando los disparos que le llegaban.
Así se mantuvieron por un rato, esquivándose y atacándose, sin llegar a alcanzarse si quiera...
Hasta que... por un error de calculo, Kayne piso mal, enganchándose al suelo, momento el cual Aleizer aprovecho, girando su cuerpo esbelto hacia él, empuñando las Black Keys, dispuesto a darle el golpe mortal que buscaba.
... Pero Kayne también tenia sus ideas. En un movimiento desesperado, agarro la pistola con ambas manos, usándola como una especie de escudo improvisado.
Las hojas chocaron contra el metal del arma, y en un primer momento fueron bloqueadas por esta... Pero obviamente aquello no duro mucho. Las Black Keys eran armas afiladisimas, y la pistola de Kayne no estaba fabricada para resistir ese tipo de ataques, por lo que acabo siendo cortada por la mitad... Algo que solo desencadeno lo peor.
El arma al momento exploto, en un pequeño pero potente estallido, que no solo desarmo a Kayne, si no también a Aleizer, pues sus Black Keys salieron volando a causa de la onda expansiva.
Ahora ambos combatientes estaban sin armas, sin protección, sin nada mas que sus propios cuerpos, aun vivos pese a la intensidad del combate y el rumbo que había ido tomando.
La sangre de ambos corría en pequeños hilos por sus cuellos y frentes, y el sudor les empapaba por igual, intensificado por el increíble calor de la zona.
No les quedaba otra... Debían seguir, usando lo que quedaba de ellos.
Aleizer fue el primero en atacar. Con la sotana de Sacerdote ya destrozada, se podía ver perfectamente su ancho y duro pectoral, al igual que parte de los hombros, también cargados en musculo puro.
El puño de aquel siervo de Dios era enorme, como una roca, e impacto sin compasión en el cuerpo de Kayne, dándole en el estomago.
Kayne abrió la boca a causa del golpe, escupiendo saliva y algo de sangre. Pero podía aguantarlo.
En seguida agarro el brazo de Aleizer, haciéndole una hábil llave, y girando su cuerpo hacia atrás, quedando a su espalda. Ahí, aprovecho, y golpeo con fuerza la nuca del Sacerdote, usando su codo y parte del antebrazo.
Ahí fue cuando la batalla perdió el control...
Aleizer se repuso, girándose, y empezando de nuevo a golpearle en cualquier parte del cuerpo que alcanzaba. Mientras que Kayne le bloqueaba y le devolvía algunos de sus ataques, usando tanto piernas como manos.
Estaban igualados, muchísimo. Tanto, que en ocasiones realizaban el mismo movimiento, provocando que sus patadas chocaran, o que sus puñetazos se golpearan el uno contra el otro.
Patadas, cabezazos, mas puñetazos y patadas... Uno, dos, tres, cuatro, y hasta cinco golpes seguidos por parte de Aleizer... Aquello se había convertido en una pelea desesperada, a vida a muerte.
Y así continuo... A lo largo de unos increíbles e intensos minutos, en el que los cuerpos de ambos quedaron aun mas destrozados, con huesos rotos, y algún que otro daño en los órganos.
''Lo ves... Kayne... ¿Ves que tenia razón?'' Anuncio Aleizer, estirando sus brazos en ambas direcciones. ''Adoras esto... Disfrutas peleando contra mi... Y lo único que deseas ahora es quitarme la vida con tus propias manos...''
Kayne suspiro, agotado, aprovechando para limpiarse la sangre de los labios y de la que salia de su boca. ''Tal vez... Tengas razón con lo ultimo...'' Respondió, intentando mantener una fría e irónica sonrisa.
Pero pese a que no lo pareciese, su mirada estaba fijándose en cierto punto brillante del terreno, justo al lado de Aleizer... Era la primera pistola que uso en el combate, y la cual había arrojado... dejando una bala en el cargador.
Intensifico un poco su sonrisa, coloco sus puños delante, y estiro las piernas. Iba a por él.
Aleizer sonrió también al ver aquella actitud de su rival, imitándole, limpiándose la sangre de los labios. Pero a diferencia suya, el Sacerdote hizo un movimiento mas, agarrando el crucifijo de su cuello y llevándoselo a los labios, besándolo con suavidad. ''Solo Dios sera testigo de esta pelea. Él se pondrá de parte del que considere mas justo.'' Aseguro, colocándose en posición de ataque.
Ambos contrincantes aguardaron unos segundos, esperando a que sus cuerpos cargasen la energía necesaria... Luego se lanzaron a por el otro.
Los ataques de Aleizer constaban exclusivamente de puñetazos limpios y directos, la mayoría, directos al pecho y estomago de Kayne.
Kayne, por su parte, buscaba de nuevo la forma de bloquearlos, pero esta vez, quería algo mas... Acercarse a aquel arma, sin que Aleizer se enterase.
Cuando su enemigo buscaba alejarse, Aleizer le buscaba, se giraba a donde fuese y le golpeaba aun mas fuerte. Pero extrañamente no había rabia en el rostro del Sacerdote... Solo, disfrute, placer... todo esto resumido en una sola sonrisa que adornaba sus labios. ... Y posiblemente, fueron estas emociones, las que le cegaron y le impidieron ver todo el plan de Kayne.
Y fue ahí, justo en el momento en que Aleizer intento buscarle otra vez, cuando Kayne, en una ágil acción, se agacho, tomo la pistola con su mano derecha, y coloco el cañón apuntando al rostro del Sacerdote justo cuando este estaba con el puño levantando en dirección suya. Obligándole a parar en seco.
Un tenso silencio se sintió. Ni el viento lograba romperlo ya.
Aleizer, desarmado y desprotegido, estaba indefenso ante el arma que portaba ahora su supuesto igual. Por primera vez las tornas se habían desequilibrado... Y posiblemente, esa vez, seria la ultima.
''Ya esta, Crawley.'' Pronuncio Kayne, con el dedo encima del gatillo. ''Este es el final. No habrá mas después de esto. Y lo sabes.'' Sus palabras sonaban distantes, aun frías... Pero con algo escondido en ellas, como un eco lejano... que solo Aleizer sabia reconocer.
''... Tienes miedo... ¿No es así?...'' Pregunto de pronto Aleizer, manteniendo su puño cerrado, a un par de milímetros del rostro de Kayne. Si le hubiera golpeado con toda la fuerza e impulso que llevaba, habría sido fatal para él. ''Sientes... Miedo hacia mi...''
Kayne no supo que responder, por primera vez, no lo supo. Se quedo en silencio, paralizado, y realmente aterrado. Aleizer había llegado a lo mas profundo de su mente, había sacado lo peor de él. ... Y solo el acto que iba a cometer ahora lo probaba.
''... Adiós, Aleizer.''
El chasquido del arma, y el ruido del disparo rompieron el tenso silencio de una vez. Después de aquello, solo el golpe de un cuerpo caer al suelo se oyó, creando una extraña paz en aquel reducto de llamas que lentamente se iban apagando.
Kayne miro al cuerpo inerte de Aleizer, pero acabo por desviar la mirada, cerrando incluso los ojos. Se había acabado, pero no lo sentía así, era como si Aleizer siguiera allí, riéndose, por haberle demostrado algo que seguramente ya sabia desde un principio, pero que no podía admitir... por miedo.
Levanto su arma observándola desprecio, y acto seguido la arrojo, justo encima del cadáver.
Tras eso abandono el lugar, desapareciendo en la lejanía... Intentando olvidar lo que en esas horas ocurrieron.
...
Aleizer abrió los ojos.
El sonido de las ventanas chocar contra la pared le despertó. Se había quedado dormido, y en todo aquel tiempo, la tormenta ya había llegado hasta allí. El viento entraba y salia con fuerza, moviendo las ropas del sacerdote.
''... Ahm...'' Bostezo ligeramente, levantándose. Se notaba raro, húmedo... Y entonces se dio cuenta, estaba sudado, bastante, incluso algunas gotas aun corrían por su cuello, dándole una sensación fría. ''... A este paso voy a enfermarme.'' Murmuro, avanzando rápidamente a las ventanas, cerrándolas con toda la delicadeza que pudo usar.
Aquel sueño... No, mejor dicho, aquellos recuerdos... ¿Tan importantes eran para él? ¿Tanto se había obsesionado con ellos? Hm, posiblemente... Si.
Aleizer se quedo de pie, plantado en medio de la Iglesia, pensativo. ''Me pregunto... que hubiera pasado si hubiera sido yo el Ganador...'' Pensó en voz alta, estirando sus manos delante de él, mirándolas. ''... No soy mas que un monstruo, ¿Verdad?''
''¡Padre Aleizer!'' Una voz sonó en la entrada de la iglesia, una voz infantil pero cargada de Ímpetu.
El Sacerdote sintió como su espalda se estiraba de golpe, por la sorpresa mas que nada. Sacudió su cabeza y compuso la mejor sonrisa que supo poner, girándose.
Se trataba de uno de los huérfanos, Kimi. Era un niño de tan solo 11 años, bastante activo y aventurero... Le recordaba en especial a Nicholas de pequeño.
''Buenas tardes, Kimi. ¿Venias a preguntarme algo?'' Sugirió, avanzando hacia el niño, con las manos entrecruzadas en la espalda, pose característica suya.
''¡Buenas tardes padre!'' Saludo, aunque en seguida negó repetidas veces con la cabeza. ''No, no, no. ¡La madre Margaret me ha pedido que le diga, que vaya al Orfanato un momento! ¡Es para un asunto muy raro rarísimo!'' Aseguro el niño, moviendo sus brazos agitadamente, lleno de energía.
Aleizer asintió entonces, colocándose al lado del pequeño chico y posando su amplia mano sobre la cabeza del mismo, rascandosela amistosamente. ''Entonces no la hagamos esperar. Si no, podría enfadarse y dejarnos sin cena a los dos, ¿No te parece?'' Bromeo, sonriendo un poco mas.
El niño asintió muchas veces, componiendo una amplia sonrisa, justo antes de salir corriente por la puerta de nuevo, saliendo de la Iglesia rumbo al Orfanato.
...
La brisa le golpeo directamente el rostro, sacudiéndole los cabellos en todas direcciones.
Ese era su destino... Ese era su hogar. Jamas debía olvidarlo. Él no tenia el derecho a salir por el mundo como Nicholas hizo, y tampoco a fundar una familia como su padre hizo. ... Es mas... Su propia hija le odiaba.
¿Que le quedaba a parte de aquella iglesia y aquellos niños? Nada.
El sacerdote hecho a andar, cerrando las puertas de la iglesia tras de si. Tras eso, avanzo directo al edificio del Orfanato.
''Tenias razón, Kayne...'' Murmuro para si mismo. ''No somos iguales... Jamas lo hemos sido...''
''Y yo solo he pecado al creer que si.''
Aleizer se adentro en el edificio, recomponiendo su sonrisa y sus aires de sacerdote amable... Pues tal vez era una mentira, pero era una mentira agradable.
... Los monstruos como él debían estar atados... Encadenados a una falsa realidad... Si no, solo le quedaría una opción... La muerte que ahora tanto temía. _________________ //PV: 50 - PM: 12 - ATK: 5//
-Fuerza: Notable
-Destreza: Excepcional
-Agilidad: Pésimo
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Notable
-Sabiduría: Normal
-Espíritu: Malo
-Raciocinio: Normal
·Debilidades Físicas: Ataques perforantes. Hechicería.
·Armas / Objetos
-Black Keys
Link a la Ficha: http://comandopopstar.foros.ws/t821/aleizer-crawley/
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