Comando Pop'Star

Aiza Rosch

País Arcoíris era conocido mayoritariamente por su lugar mas famoso, la Fuente de los Sueños. De resto, era una región casi inexplorada, y valga la redundancia, poco habitada. Casi nadie estaba interesado en adquirir terrenos, en establecer viviendas... Nada.
Sin embargo, sus bajas temperaturas equiparables a las Montañas Iceberg, pero sin sus tormentas ni accidentes de terreno lo habían colocado en el punto de mira de una de las empresas mas idealistas de cara al futuro en Pop Star: Arcadis.

La costumbre de Arcadis por colocar bases en cada lugar interesante era bastante conocida, al menos por sus inversores y afiliados. Pero lo que en aquellos últimos años habían hecho en País Arcoíris era algo totalmente distinto. Decenas de establecimientos de todo tipo, desde campos de pruebas, hasta estaciones lanza misiles. Muchas habían quedado abandonadas en pro de otras, pero siempre manteniéndose en un estado de incógnito para la población. Como si no existieran.
Armamento pesado, misiles enormes, incluso cabezas nucleares y armas de ultima generación, como los recientes ZEKE. Todo entraba y salia, ya fuera por carretera o por aire, y nadie jamas se había dado ni cuenta.

Pero por aquellas pasadas semanas algunos lugareños cercanos habían escuchado rumores, incluso visto personalmente a vehículos de la empresa pasar por ahí, y no precisamente a escala pequeña. Una autentica movilización, mas allá de la normal, y toda a un único destino... La mas famosa e importante base de la zona. Campo Zefir.

Un helicóptero comenzó a descender hacia la zona de aterrizaje, haciendo sonar en seguida la típica música de reconocimiento, como señal. Varios soldados y operarios se acercaron a la pista, preparándose. Aquel día recibirían una visita especial, la del propio Presidente.
Nada mas aterrizar, las compuertas se abrieron, sin esperar si quiera a que las hélices pararan de moverse. Mas guardias salieron del vehículo, junto con un par de miembros importantes de la Cámara en Arcadis. Justo detrás de ellos, salio Aïza, totalmente trajeado y con el símbolo de la nueva nación cosido en el lateral.

''¡Señor Presidente!'' Llamo uno de los operarios, acercándose a él. ''¡Le estábamos esperando! ¡Hemos preparado el salón de reuniones, como usted pidió!'' Le contó, aunque con una voz algo nerviosa. Parecía asustarle la presencia de Aïza. ''... ¡Le llevare hasta allí, acompáñeme!''
Dos filas de soldados se colocaron a ambos lados, todos en pose militar. A todos, absolutamente a todos, se les notaba nerviosos e intimidados. No era de extrañar, y mas viendo las noticias recientes que envolvían a la figura del Presidente.

Un mes atrás se anuncio la primicia que inicio todo: La independencia de Arcadis respecto a Arcadia. La empresa cuyo nombre le dio a la ciudad, se había convertido en la dueña del Gobierno, y a la cabeza, como no, estaba Aïza.

Vayne, el anterior presidente, desapareció, pero eso no fue mas que la punta del iceberg.
Todos los miembros de SOLDADO, a excepción de los rangos mas altos, fueron ejecutados al día siguiente de la proclamación de Aïza, dejando el ejercito Arcadiano en manos nuevas. Una milicia compuesta de Soldados mejorados, pero no por Eco y Magia, si no por Implantes cibernéticos.
Luego, a las semanas, cuando el Gobierno de Arcadia reacciono, se anuncio la gota que colmo el vaso, una proclamación de Conflicto Abierto contra ellos. Dejando la decisión de una Guerra en manos temblorosas.

Desde entonces los susurros habían acompañado cada comida, cada conversión, cada momento de la rutina Arcadiana.
''Este hombre nos llevara a la Guerra...'' ''¿Quien se cree que es?'' ''Estúpidos científicos y su fría razón...'' La población estaba disgustada, asustada, puesto que un Gobierno Autoritario se había establecido, y mucho peor que el de antes.
Y esos Soldados que allí se encontraban, meros humanos de casa humilde... No eran distintos. Entre ellos murmuraban insultos hacia Aïza, y hacia sus guardaespaldas, todo, casi en silencio.

El operario llevo al Presiente dentro de la instalación principal, guiándolo por los pasillos que subían y luego bajaban hacia el interior de la tierra, donde estaba la mayor parte del emplazamiento. Aquel lugar era enorme, incluso mas de lo normal.
Aïza en todo el trayecto no dijo nada, simplemente se limito a asentir de vez en cuando, sin dejar de caminar en ningún momento. Sus compañeros de la Cámara le seguían también, aunque no tan tranquilos como él. Ellos si que sentían las criticas, y a veces no sabían como cuajarlas, y mas cuando no era culpa de ellos.

Un par de mugidos se oyeron entonces, además de unos golpes.
''¡¿Que es eso?!'' Pregunto sorprendido uno de los acompañantes, agarrándose a la barandilla.
''Oh, ¿Eso? Son los nuevos Gekko que el Señor Presidente encargo.'' Contesto amablemente el Operario, deteniéndose incluso para explicárselos mejor. Sin embargo, Aïza continuo andando, ignorandoles. ''... ¡Señor Presidente, espere!'' El Guía en seguida corrió hacia él, junto con el resto de Miembros de la Cámara. Ninguno de ellos sabia como funcionaba su mente, y no podían arriesgarse.

Al final, fue el Presidente el que abrió la ultima puerta, que llevaba a un enorme despacho, justo en la parte superior. Desde allí, por las cristaleras, podía verse todo el complejo, incluso los helicópteros que seguían viniendo.
''No perdamos mas tiempo, señores.'' Soltó Aïza nada mas entrar. ''Tomad asiento y preparad vuestros argumentos.'' Fue sentándose mientras hablaba, justo en la silla mas alejada, y como no, la mas grande y cómoda.

El Operario se quedo en la entrada, observando medio pasmado, aunque basto que Aïza le mirase para comprender que no tenia nada mas que hacer allí, por lo que sin si quiera despedirse, salio lentamente y sin hacer ruido.

Una vez que todos estuvieron sentados y cómodos, el grupete de la Cámara comenzó a sacar papeles de sus archivadores, poniéndolos sobre la mesa. Solo cuando reunieron el suficiente coraje, empezó la reunión.
El primero, y posiblemente, el que mas se lleno con valentía, miro directamente a Aïza, poniendo una cara seria y algo enfadada, aunque se notaba que le costaba. ''Señor Presidente, como puede ver, todos hemos traído ya no sugerencias, si no criticas hacia lo que usted y sus medidas han traído a nuestra... Recién nombrada Nación. Hm... Incluso eso es un tema que también nos gustaría tratar.'' Declaro el hombre, manteniéndose todo lo rígido que pudo.

Aïza se le mantuvo mirando en todo momento, a la vez que pronunciaba un silencio que duro mas de lo deseado. Aquel hombre ya estaba hasta expulsando sudor por la frente cuando el Presidente se decidió a hablar.
''Como ya he dicho, si tenéis criticas, podéis decírmelas. Os escuchare y daré toda mi atención hasta el final.'' Respondió, cruzando los brazos sobre la mesa.

Los miembros de la Cámara se miraron incrédulos, y alguno que otro pareció incluso sonreír. Todos, al unisono, ordenaron sus papeles, preparándose para sus comentarios.

''País Arcoíris.'' Empezó uno. ''País Arcoíris no es una propiedad de Arcadia... Digo, Arcadis. Ejem... Es un territorio exclusivo del Reino de Dream Land. Al instalar bases por la zona, estamos incumpliendo las leyes de política en fronteras. El Rey podría considerar que estamos invadiéndole. Y no estamos listos para meternos... En otra Guerra.'' Cuando el hombre termino de hablar, miro a sus compañeros, los cuales asintieron a la vez.

''La Guerra contra Arcadia es casi inminente.'' Comenzó otro. ''Dos Guerras... Mas las que estarán venir si seguimos con esta actitud. Perdone que sea tan brusco, señor, ¡Pero es que estos últimos meses han sido una locura!''

Dos de los hombres se miraron, intercambiándose unos papeles. ''Además... Hm...'' Uno de ellos comprobó el informe que acababa de coger. ''... Tenemos muchos gastos de terceros. Gastos que ni siquiera salen en la pagina oficial. Como... Una cabeza nuclear modificada, enviada a un contacto desconocido hace meses.''
''Justo después de eso recibimos noticias de una fuerte explosión en el Cielo. Algo, fuera de lo natural. ¿No le parece extraño, Señor Presidente? Tenemos constancia de que la tecnología en grupos como... ¿Como se llamaban?''
''Shadow Riders'' Le dijo su compañero, pasándole la hoja.
''¡Esos! Pues, esos Shadow Riders... Tenemos constancia de que tienen la tecnología para fabricar Bombas Nucleares, ¡Pero no para trabajar con Eco! O al menos no a esas alturas.''

''Por otro lado, Señor, tanto que a usted le preocupa la seguridad en sus Instalaciones, ya sabia de antemano la invasión a una de ellas. Concretamente, en la que almacenamos el Proyecto Nocturne. Sin embargo, no envió a nadie para asegurar la zona, ni siquiera para informar mejor. Quien sabe lo que habrán robado allí. Material de suma importancia, ¡Tal vez hasta las propias armas! Y no queramos pensar en los Androides...''

La única mujer que había ahí, rechoncha, y poco atractiva, saco varias fotos de su archivador. ''Y en relaciones exteriores tampoco estamos a salvo. ¿Tenemos noticias acaso de la Señorita Alice? Desapareció, y su familia nos esta echando las culpas de ello. Mas enemigos que añadir al saco.'' Para decir aquello, empleo un tono un tanto distraído. Solamente cuando enseño las fotos, se le ilumino la cara. ''Ademas, lejos de eso, ¿Se ha enterado de la nueva leyenda urbana en Arcadis? Un Crío de pelos plateados, que se dedica a matar Soldados por toda la Ciudad. Pero creo que esto demuestra que no se trata únicamente de una fantasía.''
Las imágenes eran claras. Una figura de tamaño medio, con una especie de muleta en la mano derecha, entre los restos de unos Soldados, y de un Gekko.

Todos parecieron aplaudir mentalmente lo dicho por la mujer, la cual, halagada, movió la cabeza en gesto de gracias.

Pero tras eso... Volvió a hacerse el silencio. Podrían haber seguido haciendo mas criticas, pero pareció ser entonces cuando volvieron a darse cuenta de con quien estaban hablando. Alguno que otro intento rematar diciendo algo, pero con un volumen tan bajo que ni se escucho.
Todos esperaban ya la respuesta de su Presidente, la cual, por desgracia o por fortuna... No tardo en llegar.

''Ya veo.'' Dijo simplemente. Aquello fue como una bala. Pequeñas, pero letales.
Los Miembros de la Cámara bajaron sus miradas, sudando, preocupados. Si él no hubiera estado delante, ya se habrían comido las uñas. ¿Como era posible que aquel simple hombre les aterrase tanto? Tal vez fuera por su aspecto antinatural, con aquellos cabellos azules y largos, o su personalidad fría y vacía, como las maquinas que siempre encargaba... Podría ser cualquier cosa, pero principalmente... Era porque sabían de lo que era capaz.
''Entonces, estáis de acuerdo con que he actuado mal como Presidente, y que mis decisiones han llevado a la ruina a todo por lo que... Luchamos en el pasado. ¿O me equivoco?'' Su voz no sonaba enfadada, irónica, ni siquiera irritada... Era neutral, demasiado neutral.

Nadie dijo nada. Todos se mantuvieron callados y quietos en su asiento, incluso guardaron sus papeles, por si Aïza los miraba una vez mas.
''... Muy bien entonces.'' Aïza se levanto de su asiento, manteniendo aun las manos en la mesa. ''Os preguntareis porque hemos tenido esta pequeña charla aquí, en vez de en vuestras Cámaras en Arcadis.'' Soltó, con un volumen mas alto. ''La razón es simple. Porque quería traeros al único lugar donde me siento yo mismo. Donde siento que realmente no estoy rodeado de termitas. Y donde por supuesto... Puedo hacer lo que me plazca, sin vosotros detrás.''
La puerta se abrió de golpe, sobresaltando a los Miembros de la Cámara. Docenas de Soldados entraron al unisono, perfectamente equipados, y con sus armas preparadas. Pero había algo extraño en ellos. No llevaban traje militar, ni armadura. Todo el metal que podían ver, estaba unido al resto de la carne.

''¿¡Que significa esto!?'' Grito el mas asustadizo de los Miembros, cayéndose de la silla. ''¿¡Es que pretendes encarcelarnos por lo que hemos dicho!?''
Aquello provoco en Aïza una reaccion que... En cualquier otra persona se hubiera considerado, agradable. Pero en él, resultaba aun mas escalofriante. Una fina y pequeña sonrisa.
''¿Encarcelaros?'' Pregunto el Presidente. ''Creo que mas bien estas pensando... En que pretendo ejecutaros. ... Lamentablemente no es el caso, ni para lo primero, ni para lo segundo.''

Los Guardias agarraron a esos Hombres, inmovilizandolos, con tanta fuerza que ni siquiera pudieron resistirse, y mas de uno grito de dolor.
''Os pienso mostrar lo que ustedes sois incapaces de ver. Puesto que si, estoy al día de todo lo que me habéis dicho, y ya tengo soluciones preparadas. ¿Quieres oirlas?'' Acabo preguntando una vez mas, pero sin dejar tiempo a responder. ''El tema de esta Región. La Solución es simple. ... Lo Reclamaremos. País Arcoiris se convertirá en parte de la Nueva nación. Y aquel que intente detenernos... Le aplastaremos. Igual que hemos hecho siempre.'' Aïza cruzo sus manos en su espalda, empezando a andar. ''Y si, eso incluye al retrasado y ya decaído Imperio de Arcadia. Si intentan interponerse, les eliminaremos y robaremos su territorio. ... Todo por el Bien de la Ciencia, claramente.''

Aïza entonces miro al hombre, aquel que dijo lo de la Cabeza Nuclear. ''¿Pues acaso duda usted de que halla tomado alguna decisión fuera de esa filosofía?'' Le pregunto, andando una vez mas. ''La detonación de esa Bomba. La infiltración realizada en una de nuestras Bases... Recalco, abandonadas... Todo eso ha sido por el Bien de la Ciencia. De NUESTRA Ciencia.''

''En cuanto a la joven Alice... ¿Creéis de verdad que me importa? Si ha muerto, y sus restos están en algún basurero lejano... Mejor todavía. Si por el contrario ha sido capturada, y vayan a saber que le han hecho... Mejor aun.'' ''Su destino final es algo que no nos incumbe. Y si su familia pretende hacer algo, que lo haga. Su fortuna no podrá comprar una victoria contra nosotros.''

Finalmente, Aïza, se detuvo en la esquina donde estaba aquellas fotos, agarrándolas con cuidado y mirándolas. ''Sin embargo... A usted la perdono, Señora... Smalhod. Estas fotos son algo que si me interesa. ¿De donde dice haberlas obtenido?''

La mujer estaba horrorizada, casi llorando, pero en cuanto Aïza le pregunto, ella no pudo hacer mas que levantar su mirada, tragando saliva. ''... Contactos de la Cámara... Ciudadanos... todo eso...'' Contesto, bajando la mirada en seguida, intentando tragarse las lagrimas.

''Ya veo. Así que no soy el único que tiene ojos por ahí rondando. Perfecto.'' Murmuro relativamente, con un tono de voz alto, pero bajo a la vez. ''En ese caso hemos acabado. Agradecedle a la Señora Smalhod su colaboración, gracias a ella, vais a mantener un empleo estable.'' Esas palabras no sonaban para nada esperanzadoras, y menos dichas con aquel tono serio y frió. ''... Justo a los pies de esta Nueva Era.''

Los Soldados parecieron reaccionar ante esas palabras, arrastrando de forma violenta pero controlada, a los Ex-Miembros de la Cámara, y sacándolos de allí en cuestión de segundos, acompañados de los gritos de dolor y desesperación que no podan parar de soltar.
Aïza, por su parte, volvió a sentarse en la silla, manteniéndose quieto hasta que dejo de oír sus voces. Solo entonces, después de unos minutos, se llevo el dedo a la oreja, donde estaba el transmisor.

La llamada fue contestada rápidamente, cosa que le reconforto, acomodandose.
''Esta todo solucionado, Ansem. He quitado al Consejo de en medio, ya puedes intervenir en la Ciudad.'' Dijo, retirando el dedo. ''Hm... Si, no los voy a ejecutar, no te preocupes. ... Lo se. No valdrán mucho, pero con un par de retoques podrán luchar igual que cualquier Cibersoldado.'' Comento, haciendo que su silla girase hacia el ventanal, mirando el paisaje. ... Desde alli podia ver como sus Soldados metian a esos hombres en el Helicoptero en el que vinieron.
''... Muy bien, mañana me reunire con los Shadow Riders. No, no hace que te presentes, me las arreglare yo solo. Al fin y al cabo, solo he de darles un poco de platica y enseñarles sus juguetes, no me costara.''

Entonces algo se paso por la cabeza de Aïza, moviendo su brazo y agarrando al momento aquellas fotos, mirándolas una vez mas.
''Por cierto... Parece que tenemos a otro individuo mas rebelado. ¿Hm? No, no me refiero al Ciborg. Me refiero a tu Marioneta... Ya sabes, Weiss.'' Un silencio pareció hacerse entre los dos. ''... Si... Es raro que siga con vida. Lo investigare, no te preocupes.''

El edificio tembló durante unos instantes, y en la distancia, las plataformas del suelo empezaron a abrirse... Pudiendo verse como un enorme RAXA, que recordaba a una Fortaleza con Ruedas, emergía al exterior.
''Primero esos Androides... Luego el Ciborg, y ahora el Cuerpo viviente. Ya va siendo hora de que tomemos las riendas, y le demostremos a este mundo de lo que somos capaces. Pero aun así, no quiero que en el ataque a Business City intervengas. No esta vez. Tu Magia y sus amigos Oscuros solo serian un problema, y prefiero darles un buen estreno a mi nuevo ejercito.''
Aïza espero a la respuesta de Ansem, sonriendo triunfante cuando esta llego. ''Muy bien. Entonces cambio y corto. Ya hablaremos cara a cara otra vez, amigo mio.''
El pitido que emitió el transmisor indico el fin de la llamada, provocando que Aïza se llevara el dedo a la oreja, apagandolo.

Ya todo estaba hecho, y él no tenia nada mas que hacer. Con todo planeado, con todo yendo sobre ruedas... ¿Que mas podía pedir? Su trato con Shadow Riders seria el primer paso hacia la Guerra Mundial, y su ataque hacia Business City, la forma perfecta de estrenar a Arcadis como Nación armada. Atrapar a los nuevos fugitivos no era una prioridad, tan solo una forma de mantener callado a Ansem.

Aïza observo en silencio como la fortaleza andante, a la cual había llamado COCOON, ponía rumbo hacia su destino... La Ciudad de Business.
Él tenia sus propios planes, y al final, la Mano de la Ciencia... Su mano... ganaría la batalla. Nadie podia cambiar eso... Ni siquiera Ansem.
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//PV: 50 - PM: 12 - ATK: 5//

-Fuerza: Normal / Excepcional
-Destreza: Notable / Notable
-Agilidad: Notable / Normal
-Constitución: Normal / Notable
-Resistencia: Excepcional / Normal
-Carisma: Mala / Mala
-Sabiduría: Normal
-Espíritu: Pésimo
-Raciocinio: Normal

·Debilidades Físicas: Daños en su columna. Electricidad. Golpes fuertes en la cabeza.

·Armas/Objetos

-Katanas Solidus & Liquidus
-Subfusil P90

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