Noticias
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✪ 2/11/2015 ✪
Actualizado el avatar y la primera imagen de la firma de Bastet, ahora las dos imagenes tienen mejor calidad y el avatar es más grande. ¿Que esto no es una noticia realmente? Eeh... uh... bueno...
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Pop Star Times
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Nueva mascota que hace furor en otros planetas, ¡Ahora disponible en Pop'Star!
¡Así es! ¡Las nuevas criaturitas más tiernas de la galaxia ahora están disponibles en la Tiendita de Mascotas de los Horrores!
¿Curioso nombre no? Que no os engañe, este pequeñín no es un horror para nada. Un animalito de lo más mono y cariñoso, un energético compañero que alegra a tanto niños como ancianos.
Por ahora han tenido un especial impacto en los habitantes de la Isla del Helado, que adoran sus nuevas mascotas. ¡Pero no faltará mucho para que estén por todo Pop'Star!
¿Qué esperas para conseguirte el tuyo propio? ¡Al escribir esto tengo el mío dando vueltas en mi pierna y lamiendo mis pies, es tan juguetón! ¡Pasaos cuando queráis por la galería de los Edificios Mantequilla, y no se arrepentirán!
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Evento Actual
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Crucero Star Ship
¡Sean todos bienvenidos al Star Ship! Disfruta de un relajante viaje paradisíaco a bordo del más exótico crucero de Dreamland, a través de las hermosas aguas del Océano Naranja. ¡Dado que es la innauguración, las entradas cuestan la mitad de su precio normal!
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NPC del Mes
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-Drake-
¡El NPC del mes de Febrero de 2015 ya está aquí!
El General Drake de los Shadow Riders ha sido un misterio durante años. Generalmente pasivo, encerrado en su habitación de la base con sus propios asuntos, se ha vuelto más activo en los últimos tiempos.
Tomando una participación en la odisea en la Fábrica, dándole traumas a Luminary Knight que definitivamente aumentaron su carácter para ser Luminary Umbrae o incluso organizando su propia investigación oceánica con la ayuda de la mismísima Princesa del Mar, por "motivos académicos" y con un nombre falso...
Pocas veces se ha visto a este hombre actuar, y muy pocos saben qué se trae entre manos y cómo reacciona ante las diversas situaciones. Sin embargo ese misterio es el que nos mantiene aún interesados en este personaje y los secretos que puede guardar. Por el momento, le daremos este pequeño homenaje acompañándonos durante todo marzo. ¡Felicidades Drake! Y que lo que tengas en mente no acabe con demasiados muertos...
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-Lucius-
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Publicado: 08 Apr 2014 12:39 am Título del mensaje: El Secreto del Anfitrion
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Hacía una tarde magnífica allá en el Santuario de los Oradores del Vacío. En una tarde como la de aquel día, más de un monje aprovechó el buen tiempo para sentarse a leer un buen libro en el suelo del césped, acariciado por los rayos del sol, mecido por el suave viento y el relajante sonido de la cascada.
Aquello fue justo lo que pretendía hacer Lucius ese día, y por ello mismo se dirigió a la Biblioteca a por un buen libro. Aunque estuviera en una excelente forma física, tenía el espíritu de un erudito, y le encantaba estudiar, leer y aprender. Con el paso de los días, los meses y años, había ido recorriendo libro por libro aquella inmensa y apreciada Gran Biblioteca de la que todos los usuarios pasan no sé por qué de los Oradores del Vacío. Poco a poco, cual biblotecario, empezó a conocerla de principio a fin. Y no era una biblioteca cualquiera, desde luego, como cabría esperar de un lugar como el Santuario de los Oradores del Vacío.
La arquitectura Antigua era, sin lugar a dudas, peculiar. Y no nos referimos al estilo estético, sino a la configuración interna de los edificios. Llenos de pasillos a ninguna parte, entradas secretas, laberínticos pasajes e incluso escondrijos secretos. La Gran Biblioteca no era una excepción. En ella, se atesoraba todo el saber de los grandes Antiguos, escrito en su propia lengua, además de numerosos libros que los propios Oradores del Vacío habían ido atesorando allí, mayormente llenos de información sobre dicha raza y los Medallones.
Lucius creía conocer en mayor o menor medida todos los pasajes, libros y salas privadas de la Gran Biblioteca. Por eso se sorprendió mucho al encontrar, por primera vez, un libro original, de los Antiguos, que hablaba sobre la arquitectura de la Biblioteca del Santuario. Rápidamente lo abrió, y antes de empezar siquiera a leerlo, fue a compararlo con el que tenían los propios Oradores del Vacío. Su sorpresa fue aun mayor cuando encontró, sin siquiera esperarlo, justo lo que buscaba. Había una sala en concreto que no estaba presente en los planos. Una sala que jamás había pisado nadie. Un diamante oculto.
El libro podía esperar. Lo que realmente importaba era la sala que había descubierto. Fue inmediatamente a donde marcaba el plano, y tardó un buen rato en descubrir por qué no la habían visto nunca. Había una estantería en medio de la pared que a su vez ocultaba el mecanismo secreto. Tuvo que mover toda la estantería (era bastante fuerte, así que no supuso realmente un problema) para abrir el camino. Después de averiguar cómo funcionaba el mecanismo de apertura, entró.
A primera vista, la habitación era como las demás salas privadas de la biblioteca, una pequeña habitación con una mesita, un par de sillas, una estantería vacía y un par de cosas más, como velas y todo lo necesario para estudiar cómodamente. Hasta ahí, todo normal. La cuestión es que sobre la mesa había un único libro cerrado.
La sala, además, estaba completamente impoluta, sin rastro alguno de polvo. Y aquello sólo podía significar una cosa: alguien más aparte de él conocía esa instancia, y la había estado usando recientemente.
Y el libro... el libro sin duda era mucho más interesante que cualquier otro que hubiese encontrado anteriormente. Incluso más que el que había encontrado minutos antes. Estaba también escrito en Antiguo, y contenía, esta vez, un plano no ya del interior de la Biblioteca, sino de todo el Santuario de los Oradores. Había muchas salas que desconocía, pero una en concreto llamó su atención: estaba rodeada por un círculo rojo. Pero no con rotulador actual, sino con la tinta que usaban los propios Antiguos.
El libro podía esperar. El otro libro también podía esperar. Había encontrado una sala que era de especial importancia para los antiguos habitantes de aquel lugar, una enorme sala que desconocían. Una sala que podía ser tan importante o más como la del Medallón del Vacío, en la que encontraron a Lider. Al nivel de aquel descubrimiento.
No podía esperar. Debía investigarla de inmediato. ¡Debía saber qué secretos se ocultaban allí! Se dirigió raudo y confiado hacia la entrada de aquel misterioso lugar. Aquella investigación llena de fructíferos e inmediatos descubrimientos supuso tal deleite en Lucius que olvidó lo fundamental: por qué estaba la sala impoluta, por qué estaba oculto ese libro. Pronto descubriría que es mejor que algunos secretos permanezcan siempre en la sombra...
La puerta secreta daba a un estrechísimo pasillo que desembocaba en una larga escalera de caracol. No había luz alguna, así que tuvo que sacar una gran linterna y colgarsela de la mano. Bajó peldaño a peldaño, hasta que desembocó en otro pasillo algo más ancho. Había varias habitaciones a los lados, y una enorme puerta al final.
Abrió la puerta de la primera de las habitaciones, y el hedor a muerte le obligó a taparse la nariz. Metió la mano y la linterna iluminó el lugar. Estaba completamente lleno de polvo, insectos y... esqueletos humanos. Aún conservaban la ropa, así que era imposible que fueran de la época Antigua. Lucius se sobresaltó cuando descubrió que las ropas que llevaban aquellos cadáveres... eran túnicas como las de los Oradores. Por un momento, creyó incluso que se trataban de hermanos oradores, pero entonces, al acercar la luz, observó que el color de las túnicas, gracias a Dios, no era blanco, sino amaranto.
Abandonó la sala con repulsión y la cerró de inmediato. No quiso entrar en las otras tres. Se dirigió directo hacia la última, la que yacía detrás del gran portón del final del pasillo...
Aquel enorme portón no pegaba en absoluto con el recinto. En absoluto. Pero estaba lleno de óxido por el paso del tiempo. Estaba perfectamente encajado en la pared. No era tecnología actual. Solo podía deducirse que era, por paradógico que pareciese... Antiguo.
El cierre en su día habría sido complejo, pero a día de hoy aquel portón no era sino un enorme tapón de metal, del que sólo había que tirar para abrirlo. Le costó bastante esfuerzo, pero consiguió moverlo lo suficiente como para abrir un resquicio por el que colarse.
//Imagen ilustrativa de la arquitectura de la sala. (Ignorar las cápsulas)//
//Cápsulas//
..............
La sala en la que entró era bastante grande, aunque no desembocaba en ninguna más. Tenía forma de elipse, y en la pared de el fondo se encontraban tres enormes cápsulas interconectadas con unos enormes tubos del techo. Dos estaban vacías... pero la última...
...La última contenía a un Antiguo.
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-Attius Wilsh-
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Publicado: 08 Apr 2014 1:08 am
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"Bonito espécimen ¿verdad?" oyó una voz detrás de sí, cerca de la puerta. Se giró, y comprobó que se trataba de Attius Wilsh, el Anfitrión del Santuario de los Oradores del Vacío.
De pronto todo cobró sentido. Recordó los momentos en los que descubrió a Lider, fundó la orden de los Oradores del Vacío e instauró las famosas Vías del Espíritu y del Guerrero. En todo momento, Attius había estado allí. Attius siempre estuvo allí, en la Isla. ¿Quién aparte de él conocería si no los secretos que había descubierto hasta ahora? ¿Quién, si no, aparte de él? Era claro que el que había ocultado aquel libro era Attius. También la existencia de aquella sala. También la existencia de aquel Antiguo.
"¿¡Qué significa todo esto!?" exclamó Lucius, desconcertado. "¿¡Por qué no sabíamos nada de todo esto!? ¡Ni Lider, ni yo!"
Pasito a pasito, el anciano Attius empezó a acercarse mientras le respondía.
"¿Sabes? Hay un dicho muy popular que reza: 'la curiosidad mató al gato'. ¿Nunca lo has oído?"
No respondió a la pregunta, y aquello encolerizó aun más a Lucius Walthiers. En su estancia en el Santuario de los Oradores del Vacío, había compartido absolutamente todos sus descubrimientos con los otros altos cargos, la Lider y el Anfitrión. "¡Teníamos un Antiguo en un tanque de estasis aquí dentro, y lo sabías! ¡Estamos hablando de un Antiguo, maldita sea! ¡Se supone que no hay secretos para la Líder!" exclamó. "¡¡No hay secretos para la Líder!!" repitió.
"Tsk tsk tsk..." chasqueó la lengua en desagrado. "Verás... la diferencia entre tú y yo es que yo tengo visión de conjunto... Amplitud de miras, una perspectiva distinta en la vida..." continuaba acercándose a él. "Mientras que tú te dedicabas a maravillarte con los entresijos de una niña albina, yo me dedicaba a asegurarme de que todo permaneciese en su debido lugar. Hay cosas que jamás deben verse, secretos que jamás deben ser alterados. Individuos que deben permanecer siempre en su debido lugar... y si no lo hacen... ¡MORIR!"
Justo en aquel instante, extrajo la hoja oculta y se la clavó a Lucius en el lado izquierdo del pecho... en el corazón. _________________ Arma u objeto: Cuchillos.
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-Lucius-
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Publicado: 08 Apr 2014 7:24 pm
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El ataque fue inesperado. La herida: fatal. Attius no era cualquiera: era el mejor asesino, el instructor por autonomasia. Sabía dónde apuntar. La robusta constitución de Lucius no sirvió de nada ante la afiladísima hoja oculta de Attius.
Empezó a desangrarse, y a vomitar sangre. Le había perforado bastante hondo, y sabía que en cuestión de minutos acabaría por perder demasiada sangre y moriría allí mismo. Pero no era su propia vida lo que ocupaba más la mente de Lucius. Era... la genuina estupefacción ante el movimiento del que creía su amigo.
"Por... ¿por qué?" preguntó, vomitando sangre. ¿Por qué? ¿Por qué lo había hecho? No lo comprendía. ¿Acaso...-?
"En ningún momento formé parte de todo esto." contestó Attius, extrayendo la hoja de aquella herida, dejándo que Lucius cayera al suelo. "Yo os permití entrar. Yo os permití encontar a la niña y yo os permití establecer vuestra pequeña secta. E incluso me ofrecí a ayudaros con los entrenamientos. Pero jamás compartí vuestros objetivos. Todo este tiempo, habéis estado leyendo lo que yo os he permitido. Información suministrada gota por gota, lo justo para satisfacer vuestra sed, pero nunca saber la verdad."
"La... ¿verdad?"
El encapuchado monje le dio la espalda y comenzó a encaminarse hacia la cápsula donde estaba el Antiguo.
"Nada es verdad. ¡Todo esta permitido!" recitó, alzando los brazos. "¡Durante todos estos años habéis estado comiendo de mi mano! ¡Conformándoos con mis astutas medias verdades!" Tocó el cristal de la cápsula donde estaba. "La verdad escondida tras toda esta farsa. La auténtica identidad de Líder. La de este especímen. La razón por la que los Medallones permanecían dispersos, alejados los unos de otros, protegidos por monstruosos Guardianes. La razón por la que existan dos más, el del Todo y el de la Nada. La razón por las que os dejé montar por mi todo vuestro escenario." se giró hacia su víctima, se agachó, le levantó la cabeza y acercó la cabeza a su oído.
"...Es una pena que jamás vivirás para saber la verdad."
Aquella fue la oportunidad que Lucius estaba esperando. Aprovechó que su rival se había acercado tanto que pudo propinarle un puñetazo en toda la mandíbula, lanzándolo un metro al suelo.
"¡Pshiiiu!" exclamó, imitando el sonido de una bala acabada de disparar. "Podría haber sido peor." concluyó. Se levantó, escupió sangre y tiró al suelo un pequeño frasco de cristal vacío, del que goteaban los restos de un líquido verde. "Podría haber necesitado dos de estas pequeñas joyitas."
"Hay algo que tampoco te he contado yo mismo... No estoy tan cachas por pasar tan solo unos días por el gimnasio..." dijo, arreglandose la capa y volviéndose a colocar el sombrero.
"Alteración genética, lo llaman ahora. Aunque el Padre Chapel lo llamaría más bien... Alquimia Regenerativa."
Desenfundó ambas pistolas y apuntó directamente a Attius. "Verás... mi cuerpo no es el de una persona normal. Podría decirse que he tomado esteroides. Esteroides alquímicos. Y el líquido que acabo de tomarme no hace sino reactivar justamente esas modificaciones. Acelera la regeneración de mis tejidos del cuerpo... A costa de acortar los telómeros de los cromosomas. En otras palabras: puedo curar la más grave de las heridas, incluso un pulmón perforado... a cambio de acortarme años de vida."
Con un gesto hábil cargó ambas pistolas. Puede que Attius fuera el Maestro Assassin, pero él también era un Maestro. Se había sometido, desde pequeño, a un riguroso entrenamiento, que no sólo incluía ejercicios físicos y mentales, sino también someterse a numerosos experimentos de 'innovación y desarrollo' por parte del Padre Chapel.
Ahora era él quien lo tenía a su merced. Se había dado la vuelta a las tornas. "Y ahora... ¿por qué no me hablas de esa 'verdad', Attius?" inquirió. "¿Quién es el de la cápsula? ¿Por qué nos lo has ocultado? ¿Qué es lo que sabes de Líder, los medallones y qué más nos has escondido?" _________________ //Nivel 26: PV 300 PM 75 Daño 55//
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-Attius Wilsh-
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Publicado: 18 Apr 2014 3:42 pm
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Aquel inesperado puñetazo dolió bastante más de lo que a Attius le hubiera gustado. Se limpió la sangre de la boca, y, desde el suelo, miró a su adversario. Le estaba apuntando con las famosas pistolas-uzi-dispara-misiles suyas. Debió haberlo supuesto de antes, y más teniendo en cuenta la cruz que llevaba cada una engarzada.
"...¿Chapel?" repitió "¿Padre Chapel, has dicho?"
Empezó a reincorporarse con lentitud, sabiendo de antemano que Lucius no iba a apretar el gatillo. No hasta que le diera las respuestas que andaba buscando, al menos. "¿Entonces... después de todo, la fundación de los Oradores del Vacío fue cosa suya... y tú no eras más que una marioneta en sus manos?"
"¡Las provocaciones no servirán de nada, viejo amigo!" respondió Lucius, extendiéndo el brazo hacia Attius sin dejar de apuntarle. "¡El Padre Chapel y yo somos uña y carne en todo esto! ¡Por supuesto que la fundación de los Oradores del Vacío fue cosa suya! ¡No soy más que el brazo ejecutor de su voluntad, y la suya es la voluntad de Dios!"
"¿La voluntad de Dios?" Attius se llevó la mano a la cabeza, haciendo un gesto de dolor. "¿La resurrección?" Parecía genuinamente sorprendido. "Ju... juju... ¡JA JA JA JA JA JA JA! Por todas las realidades, ¿es que os habéis vuelto locos? ¿Se está volviendo senil tu amiguito Chapel? Hasta hacía tan solo unos veinte años hacíais exactamente lo contra..."
"¡Silencio!" le interrumpió Lucius. "¡Nadie tiene derecho a cuestionar al Santísimo Patriarca de la Iglesia de Dreamland! ¡La infabilidad pontificia es incuestionable!"
"Ju... hablas exactamente igual que el otro sacerdote. ¿Os lavan el cerebro en serie, o es que los de tu calaña sois todos iguales?"
"¿¡Cómo!? ¡¿De qué diantres estás hablando?! ¿¡Qué otro!? ¡No ha habido nadie de la Iglesia aquí antes que yo!"
"Sí... sí que lo hubo. Pero lo maté. Al igual que a los demás."
Los ojos de Lucius se abrieron como platos cuando comprendió lo que había oído. Los cadáveres de la habitación... esos que llevaban esas extrañas túnicas amaranto... ¡habían sido hermanos de fe!
"¡HIJO DE...!" cortó la frase de inmediato, pues Attius ya no estaba delante suyo. Se giró a tiempo para esquivar otra cuchillada mortal, ésta vez justo directamente detrás de su espalda. "¡Tsk!" le oyó murmurar.
"¡No voy a caer en el mismo truco dos veces!" gritó Lucius, disparándole como respuesta. "¡Te mueves muy rápido para ser un anciano! ¡Muy bien, asesino! Si no vas a responderme por las buenas, lo harás por las malas!"
"...Heh... si así lo deseas..."
"...Así será."
Los ojos de Attius se iluminaron con un feroz brillo blanco, haciendo que su semblante se asemejara más al de una estatua que el de un hombre real. De las manos de éste surgió otro brillo similar, y pronto empezó a hacerse cada vez más y más grande. Se movía como tres veces más rápido, esquivando todas y cada una de las balas que disparaba el Cowboy. Casi con total tranquilidad, Attius extendió los brazos, abrió las manos y un enorme agujero se abrió tras de sí, como si hubiera rasgado el mismísimo espacio-tiempo. Pronto una enorme ráfaga de viento empezó a surgir de todas partes, empujando hacia el agujero, que comenzó a absorber numerosos objetos pequeños del laboratorio. _________________ Arma u objeto: Cuchillos.
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-Lucius-
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Publicado: 01 Jun 2014 9:29 pm
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"¡¿Una Explosión de Vacío?! ¿¡Aquí en medio, estás loco!?" gritó Lucius, desconcertado. "¡Estamos en el interior del Palacio, a bastantes metros bajo tierra!" Hasta trocitos del techo empezaron a despegarse de la roca y salieron disparados hacia el Agujero Negro. Lucius corrió rápidamente a refugiarse, a alejarse todo lo posible del epicentro del Agujero. A espaldas de una de las columnas de la amplia sala, como si se tratase de cobertura sacó las armas y buscó a su enemigo.
"¿¡Te has parado a pensar cual es el por qué de la caída de los Antiguos, Lucius?! ¡¿Cuál fue la causa de la desaparición de tan magnífica raza?!" dijo la voz de Attius. "Tsk..." No podía verlo. Le había perdido de vista. Empezó a conjurar una Barrera protectora, y justo entonces Attius apareció frente a él, lanzándose con la cuchilla directa a su cuello. Lucius levantó las armas y bloqueó justo a tiempo antes de que éste le degollara el cuello. "¿Lo sabes?" preguntó el monje, levantando las cejas en gesto arrogante, mientras que con la mano libre, a escondidas, comenzaba a generar unas Triesferas. "¡Jugaron a ser Dioses, Attius!" respondió Lucius, que intuyó las intenciones de su rival "¡¡Como tú!" gritó, e inmediatamente apretó el gatillo de las dos Uzis. Pero las balas no afectaron a Attius, quien, sonriente, empezó a brillar con un aura de color roja... Una barrera protectora. Su enemigo alzó las manos con la triesfera, y justo antes de que las lanzara, Lucius terminó de invocar su propia barrera, esta de color azul, con lo que el disparo, al chocar contra la barrera antimágica, provocó una pequeña explosión en la que ambos salieron volando.
"¡Yo estuve allí, Lucius!" clamó Attius, levantándose a la vez que su rival, y sacando varios cuchillos de entre sus manos. "¡Estuve allí y lo vi todo! ¡Creyeron que podían equipararse a una divinidad! ¡Hicieron todo lo posible por convertirse en algo como ellas! ¡Pero fracasaron!"
Tras decir aquello, disparó un haz de cuchillos a Lucius, quien se vio obligado a tirarse al suelo para esquivarlos... cayendo así en la trampa de Attius: acercarse lo suficiente al Agujero de Vacío...
¡¡BOOOOOM!! La explosión alcanzó la espalda de Lucius, lanzándole cerca de Attius y obligándole a soltar las armas. Éste empezó a acercarse a él con lentitud. "¡Fracasaron y se convirtieron en monstruos!" continuó "¡¿Quieres saber por qué se crearon los Medallones, Lucius?! ¡Ja ja ja ja! ¡JA JA JA JA! ¡¿Quieres saberlo antes de morir?!"
Levantó la muñeca y la hoja oculta brotó de nuevo del mecanismo. Se agachó hasta Lucius, y apuntó una vez más a su cuello. Esta vez tenía la barrera roja, así que no podría golpearle con un puñetazo.
"¡Se crearon para contener a los monstruos en los que se habían convertido ellos mismos! ¡El Medallón del Agua para contener al Kraken de las Profundidades del Mar! ¡El de Medallón del Fuego para contener al Golem de Ceniza en las profundidades del Volcán DeDeDe!" empezó a citar Attius, uno a uno. "¡El Medallón de la Oscuridad para contener al Fantasma de Sombras! ¡¡Y el Medallón del Vacío para contener a tu estúpida Líder!!"
Empujó la cuchilla, hundiéndola en la garganta de Lucius... atravesándole... ¡literalmente! ¡Se trataba de una ilusión, y no del auténtico Lucius! Un enorme misil fue directo hacia Attius, ¡impactándole directamente en la cara! No recibió daños por el impacto gracias a la barrera... ¡pero sí de la Explosión de Vacío que se generó posteriormente, atrapándole!
"Crees que nací ayer ¿verdad?" dijo Lucius entonces, saliendo de su escondite. Al parecer se había lanzado a la Explosión de Vacío de Attius, tragándose todo el ataque... y cuya barrera azul sólo pudo proteger de la mitad de los daños, desapareciendo finalmente. Pudiendo así ganar tiempo para crear las Ilusiones. "¿Crees que creeré a ciegas todo lo que salga por esa boca, como me creí las demás mentiras? ¡No, querido amigo, soy estúpido, pero no tanto! Los Medallones no se crearon para contener a los monstruos, ¡sino los monstruos para proteger a los Medallones! ¡¡Para protegerlos de gente como tú!!"
La Explosión de Vacío no tardó en accionarse, siendo Attius esta vez el que se tragó toda la explosión mágica, y siendo esta vez su barrera la que acabara anulándose. _________________ //Nivel 26: PV 300 PM 75 Daño 55//
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-Attius Wilsh-
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Publicado: 07 Jun 2014 11:03 pm
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Una jugada muy inteligente por parte de Lucius, pero no era el último as bajo la manga de Attius. Se levantó luego de la explosión, y ambos quedaron en tregua unos segundos, mirándose fijamente.
"¡Si no vas a contarme más que mentiras sobre los Antiguos... ¿por qué no cambiamos de tema, Attius?" Mientras que Attius unía sus manos, Lucius parecía estar jugando con las balas de sus revólveres. "¡La habitación los cadáveres desparramados por todo el suelo!" Una vez ambos cañones volvieron a su lugar, comenzó a dispararle con uno sólo de ellos. Attius comenzó a correr esquivando velozmente cada bala, y se acercaba cada vez más a Lucius. Cada vez más. Peligrosamente cerca. "¿¡Quienes eran!? ¿¡Eran hermanos de fe!?" Attius se lanzó a Lucius, y éste trató de quitárselo de encima de una patada, pero antes de que se diera cuenta, la patada atravesó a Attius. ¡Otra ilusión!
"¡Túnicas rojas! ¡Máscaras blancas! ¡Agentes de La Sombra, naturalmente! ¡Si hubieras entrado en la otra sala, habrías visto todas las máscaras colgadas en la pared!" En ese momento, una figura desde atrás de él comenzó a atacarle por la espalda, diversas puñaladas y cortes en la espalda, en los brazos, en los hombros y cortes al cuello. Lucius se dió la vuelta, ¡Pero Attius se dió la vuelta con él, aún atacándolo por detrás!
"¿¡Creías de verdad que en esta isla sólo vivía yo!? ¿¡Que tú fuiste el primero en poner pie extranjero sobre tierra virgen!? ¡Ja ja ja ja! ¡Claro que no! ¡Antes que tú y los Oradores del Vacío... estuvo La Sombra!"
El cowboy, desesperado, lanzó un Ultrasonido para detener la avalancha de cuchilladas. Éste aturdió al viejo asesino, pero sólo lo suficiente para que bajase la intensidad de sus ataques, no detenerlos.
"¡Cht, maldita sea!" Lucius no tuvo más opción que pegar un salto y comenzar a disparar desde los aires. El asesino se agachó, y a pesar de que un disparo le dió de lleno en su hombro, saltó también y se lanzó sobre su oponente. Antes de que se dieran cuenta, habían quedado en el suelo y Attius sostuvo las manos de Lucius con una mano y con el codo, quedando una mano libre para apuñalarle en la cabeza y terminar con esto de una vez. Pero sin embargo... no lo hizo. Le apoyó la mano en la frente, con fuerza, casi como intentando exprimirla.
"¡Yo era uno de ellos, Lucius! ¡Yo pertenecía a La Sombra! ¡Aprendí sus secretos y luego maté a todos! ¡A todos y a cada uno de ellos! Pues descubrieron que yo sabía demasiado, que el conocimiento es poder y la información el arma más peligrosa de todas."
El cowboy le pegó una última patada, con la cual logró sacárselo de encima. La fuerza que tenía el anciano era increíble, dejó a Lucius mareado por unos instantes... para antes de que se diera cuenta, Attius ya había hecho que cayera en su trampa: le había efectuado un Silencio Mágico. ¡Y ahora no podía usar ningún tipo de magia! Apuntó su arma hacia Attius, que venía lentamente hacia él, sabiendo que no podía hacer nada más que disparar, algo totalmente inútil a ese punto.
"¡Ja ja ja ja ja!" el monje reía, mientras zigzageando se acercaba a Lucius. El Cowboy por su parte retrocedía, retrocedía sin dejar de disparar. "¿Y sabes qué es lo más divertido de todo? ¡Que las túnicas de los Oradores están basadas en el diseño de las de La Sombra! ¡En lugar de rojo como la sangre, gris y blanco como el Vacío! ¡Gris y blanco, como lo último que verás al morir!"
Attius ya podía saborear los dulces momentos del final del cowboy. Éste, cansado pero aún no derrotado, comenzó a correr hacia Attius. El cual, sorprendido por la perseverancia de su oponente, corrió hacia él también. Sacó una cuchilla y la empuñó con fuerza. Iba a terminar esto ahora mismo.
Antes de la colisión, Lucius se echó al suelo y se deslizó por debajo de Attius. Disparó con precisión y le dió justo en la espalda. "¡NNNGH!" Attius soltó un alarido de dolor. "¡¿Pero qué demonios?!" ¡Esos no eran disparos normales! Una aguja envenenada que comenzó a Drenar su Vitalidad, ¡Y otros disparos envenenados con Veneno de Serpiente! Lucius no había estado jugando con su arma... ¡la estaba preparando! ¡Por eso no usó su segundo revólver desde entonces! Attius lanzó otro aullido de dolor, y corrió tambaleante a esconderse detrás de una cápsula. Ambos venenos mostraron al instante sus efectos, y ésto lo debilitó con fuerza. Lucius se levantó y le persiguió hasta su escondrijo, pero para su mala suerte, ¡Ya no se encontraba allí! Había, literalmente, Desaparecido.
"¡Bonito truco, Lucius!" podía oír sus pisadas, tac, tac, tac tac se acercaban a él, "¡La Via del Guerrero y la Via del Espíritu! ¡Caminos y directrices dictados por Lider, palabra sagrada, fundamentos de la filosofía Oradora!" Lucius podía detectar perfectamente la sorna y la mofa de sus palabras. "¡Filosofía que también perteneció a La Sombra, y que yo desformé a mi antojo! ¡No sólo acabé con ellos, Lucius! ¡También con todo su legado! ¡Pervertí su simbología! ¡Desformé sus ideales!" su voz sonaba imperante, resonando por la cerrada habitación, como si proveniera de todas partes y a la vez de ninguna. Lo peor era el miedo. El no saber de donde vendría, la incertidumbre y la impotencia de no poder deducirlo con claridad.
"¡NADA ES VERDAD, LUCIUS! ¡TODO ESTÁ PERMITIDO! ¡JA JA JA JA JA JA!" repitió, una vez más, como si en sí misma dicha frase fuera La Verdad, y aún así se ciñera a sus propias reglas. "¡Ni siquiera la filosofía que Lider propaga es cierta! ¡Ni siquiera el objetivo por el que cree que nació es el verdadero! ¡Todo, absolutamente TODO lo que os ha dicho son mentiras que como vosotros se tragó a rajatabla! ¡MENTIRAS CREADAS POR MÍ! ¡La Sombra intentó matarme, y recibió su debido castigo! ¡Maté a todos sus integrantes, me apoderé de su isla y de su legado! ¡Y cuando te enviaron a ti para recuperarla, me bastó con engañar y pervertir a su integrante más preciada! ¡¡ELLA!!"
"¡Maldito bastardo!" Lucius perdió los nervios, y pareció entrar en un frenesí de ira y odio. Cambió el modo de su pistola a lanza granadas, y disparó a todas partes. Cambió el modo a lanzallamas, y descargó las llamas en un círculo completo alrededor suya. "¡¿DÓNDE ESTÁS?! ¿¡¡DÓNDE ESTÁAAAAAAS!!?" gritaba. Pero Attius no aparecía por ninguna parte. De hecho, ni siquiera sus pisadas podían oírse ya. Se había curado de alguna forma, y había vuelto a entrar en Sigilo. Sólo podía oírse su voz.
"¡Eso es, Lucius! ¡Nada es verdad! ¡NADA! ¡Le hice creer a Nanako que el objetivo de su gente no era otro que el de destruir el Universo entero a través del Vacío y el Todo! ¡Que debía generar un Nuevo Mundo a través de los Medallones! ¡JA JA JA JA JA JA! ¡¡JA JA JA JAJAJAJA!! ¡Pero por supuesto que ese no era el objetivo de La Sombra... SINO EL MÍO!"
"¡¡Un Mundo Nuevo!! ¡¡Un Nuevo Mundo para los hermanos Nergal y Attius Wilsh! ¡Para los Sin Nombre y todo lo que representan! ¡Menuda ironía poética, no te parece?! ¡El mayor enemigo de Los Sin Nombre... resultó ser su mejor aliado!!"
Se acercaba a él. Lucius lo sabía. Se acercaba y no podría hacer nada para evitarlo. Todas esas palabras... todas esas verdades que estaba oyendo... Ni siquiera podía saber si eran ciertas de verdad, o si le estaba engañando de nuevo. Le tenía dominado, le tenía dominado por completo.
...Había ganado.
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...Lucius apuntó el cañón de su arma a su boca, y disparó. _________________ Arma u objeto: Cuchillos.
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-Attius Wilsh-
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Publicado: 25 Jul 2014 1:23 am
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"...Bah..." Attius se hizo visible otra vez, y bajó del techo. y se acercó al cuerpo inerte de su contrincante. Tenía el puñal en mano, pues sabía que no era de fiar... Aunque... en realidad, no sería la primera vez que veía a alguien quitarse la vida o enloquecer tras observar siquiera un atisbo del Caleodoscopio de las Realidades...
Tomó un cuchillo y lo lanzó con fuerza hacia la cabeza de su inerte oponente... El cuchillo se clavó. El cuerpo no se movió. Lucius estaba... muerto. Muerto de verdad.
"Ah..."
Attius dió un gran suspiro, y se relajó. Le pegó una patada a la cabeza del cuerpo. "Estúpido iluso... has muerto en medio de un océano de mentiras, verdades y medias verdades..." Se sentó frente a la cápsula, de espaldas a ella, justo delante del cuerpo del cowboy. Sus ojos dejaron de brillar con aquella luz blanca. Le dolía todo el cuerpo, la espalda... Se sentía viejo. Más viejo.
"Cada vez que uso estos poderes... Cada vez que altero el transcurrir del tiempo a mi favor... Pierdo mi propio tiempo. Segundo tras segundo. Minuto a minuto. Tal vez para vosotros lleve siglos vivo... Pero en realidad, es justo todo lo contrario. Envejezco, viejo amigo... Soy joven, pero me muero de viejo...." Suspiró.
"De haber querido matarte, lo habría hecho en cuanto llegaste, hace ya un largo tiempo. No, Lucius... No tendrías por qué haber muerto. Si hubieras mantenido tu curiosidad infantil bajo control... Si hubieras permanecido bajo el velo, 'bajo el manto de La Sombra'... No habría tenido que matarte. Heh... Hasta te apreciaba. Es una lástima... Una auténtica lástima... Por culpa de todo esto he perdido varios años de vida... Heheh... como tú... cuando te tomaste ese frasco verdes resucit-"
A la velocidad de un rayo Lucius se levantó, agarró a Attius y lo estampó contra la cápsula. "¡¡HIJO DE PERRA!!" le gritó, escupiendo cristales y el tapón del frasco vacío. Claro. Al dispararse en toda la boca, se aseguró de que la bala también alcanzara el cristal. Provocando que su cuerpo muriese, si... pero que al cabo del rato, absorbiera el líquido y resucitase. Con su enorme fuerza, lo estampó contra el cristal de la cápsula, una y otra vez.
"¡¡MALDITO BASTARDO!!" lo estampó una vez más contra el cristal. Sangre a brotar de la cabeza de Attius. "¡¡Espera!! ¡¡Para!!" gritó el anciano. Pero era imposible, Lucius estaba encolerizado. Lo estampó una vez más. El cristal de la cápsula comenzaba a agrietarse, un montón de humo empezó a salir de la misma. "¡¡LA CÁPSULA!!" gritó Attius, desesperado. "¡¡VAS A HACER QUE LA CÁP-" Lucius le volvió a estampar contra la cápsula, y éste cedió por completo. Bajo el sonido de los cristales romperse, una inmensa cantidad de humo negro surgió de la cápsula, una cantidad inconmensurable, hasta el punto de que Lucius tuvo que soltarle y apartarse de inmediato. Quemaba, el humo quemaba... No, más bien estaba cargado de energía eléctrica... por todas partes.
El humo no dejó de salir. Attius, que aún seguía vivo, se apartó de la cápsula en cuanto pudo. Miró horrorizado a Lucius, entre el humo y la niebla. "¿¡QUÉ HAS HECHO!?" gritó. La auténtica desesperación cruzaba su rostro. Era la primera vez que Lucius veía al Maestro Attius así. Él, que siempre estaba calmado, que nunca mostraba expresión alguna en su rostro... ahora estaba pálido. Lleno de auténtico horror y terror en su rostro.
"¿¡PERO QUÉ HAS HECHO!?"
El humo negro empezó a salir cada vez más y más, a extenderse por todas partes, a subir subir y subir... a escaparse hacia el exterior. El humo no paraba de surgir de la cápsula, como si no tuviera fin alguno.
"Hu... huhuhu... HUHAHAHAHAHAHA ¡¡HA HA HA HA HA HA HA!!"
La risa, más que provenir del interior de la cápsula, parecía provenir de toda la habitación... No... provenía hasta del propio humo que les rodeaba. Cuando se disipó... sólo quedó una figura frente a ellos...
"............." _________________ Arma u objeto: Cuchillos.
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-Yami-
Príncipe de las Tinieblas
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Publicado: 25 Jul 2014 2:31 am
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☥ //VS Figura Desconocida// ☥
~//PV: 1650 ATQ: 70 PM: 380//~
La inquietante figura no dijo nada. Sencillamente, empezó a correr directa hacia los excombatientes, con una daga en la mano y una cadena en la otra. Lucius no tardó en darse cuenta de que fuera lo que fuera que hubiera salido de aquella cápsula, era peligroso. ¡Y empezó a disparar! Pero la figura era ágil, y con elegantes movimientos zig-zageantes esquivó cada uno de los disparos. Al mismo tiempo Attius también llegó a la misma conclusión, pero aquello fue tan de imprevisto que sin tener tiempo alguno para establecer una estrategia concisa, se limitó a lanzarle unos cuántos cuchillos, mientras reculaba hacia atrás.
"¡Vamos a necesitar mucho más que eso si queremos detenerlo, viejo amigo traidor!" exclamó Lucius, soltando los casquillos y guardando las armas. Se preparó para recibir al enemigo con las propias manos y su elevadísima fuerza, algo que sin duda la figura no se esperaba, pues rápidamente se vió superada por la superioridad física del cowboy. Así lograría darle el tiempo suficiente a Attius para que conjurase un hechizo... y retuviera al misterioso enemigo... o tal vez no.
Un tercer ojo apareció iluminándose sobre la frente de su adversario, por encima del turbante. Acto seguido, su pelo comenzó a moverse sólo y erguirse, su piel se tornó pálida, de sus hombros surgieron unos extraños pinchos, y sus ojos... sus ojos pasaron a tener un intenso color dorado.
"¡¡MIND CRUSH!!"
Gritó aquella figura, tras soltarse, apuntándo con la mano a Lucius Walthiers. El Cowboy abrió ampliamente los ojos y se llevó la mano a la cabeza, gritando y gritando de dolor... ¡Pero no le había hecho nada físicamente! Tan solo... había, literalmente, hecho pedazos su mente... De un solo grito. Había dejado, completamente, indefenso a su enemigo... de un solo grito.
//-100 PM (Transformación)// //-100 PM (Mind Crush)// _________________ //Yami Sleight (Sleight poseído por Yami) 800 PV 70 ATQ 80 PM//
Armas: Una garra mágica, una cimitarra robada con poderes eléctricos y una daga. Una afiladísima cadena de púas.
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"Os propongo un juego, y una apuesta. Os propongo el Yami no Game... el Juego de las Sombras..."
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-Attius Wilsh-
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Publicado: 09 Feb 2015 5:45 pm
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"¿¡Pero qué!?" ¡No podía ser! "¿¡Quién demonios eres tú!?" exigió saber el anciano Assassin, pero temía ya conocer la respuesta. Ya había escuchado ese grito una vez... Hacía cuatromil años atrás en el tiempo. "¡No puede ser!" De verdad que no podía creerlo. Tenía que asegurarse. Desapareció y corrió en dirección a la figura desconocida. A través de su invisibilidad, le agarraría, y leería su mente. Sólo así podría saber con certeza si lo que tenía presente, si el individuo que creía estar viendo con sus propios ojos ahí y ahora había regresado. Y solo entonces, sabría por qué.
Pero de algún modo, la figura podía verle. La Invisibilidad de La Sombra no funcionaría contra su ojo milenario. Así que cuando Attius se acercó lo suficiente, aquel hombre de pelos de fuego y ceniza le agarró del cuello, lo levantó del suelo y empezó a estrangularle.
"¡Ggghhhaaa!" Attius se zarandeó. Ya le habían agarrado del cuello hacía unos minutos, y la fuerza de este rival no se asemejaba en ninguna forma a la de Lucius. Puso ambas manos sobre los brazos del hombre, y los ojos del anciano volvieron a iluminarse de blanco otra vez. Le miró a los ojos y condujo su magia a través del propio cuerpo de su enemigo. Pudo verle.
...Era el Faraón. El Rey de Terrus. El Príncipe Semidios de las Tinieblas.
"Mi querido Kaspar, el Falso Profeta... Ha pasado mucho tiempo... ¿Qué tal te ha ido todo? ¿Habéis disfrutado de los cuatromil años de vida QUE ME ARREBATASTEIS?
Sabiendo que el Profeta acabaría usando uno de sus sucios trucos contra él, soltó su cuello e inmediatamente extendió la mano, empujándolo a través de la fuerza mágica de los de su raza {STARWARS YESH}, lanzándolo mágicamente y estampándolo contra el Cowboy.
"¡Maldita sea! ¡¡Maldita sea!!" Attius intentó gatear y alejarse como pudiera, pero el Faraón le levantó con aquella telequinesis. "¡Dime, oh gran profeta! ¿¡Previste esto!? ¿¡Previste mi retorno!?" Attius empezó a formar con la mano unas Triesferas, así que el Faraón lo volvió a lanzar contra la pared.
"¡UAAAAAGGGGRRRHHHH!" Fue entonces cuando Lucius se levantó, y gritando como una fiera disparó una docena de misiles contra el Faraón, pillándolo por sorpresa, y derribándole. "¡¡Maldito sea el momento en que los Tres Semidioses Infernales regresen de sus tumbas a traer el apocalipsis de nuevo a nuestras tierras!! ¡¡Alabada sea La Balanza que nos protege a todos!! ¡¡Alabado sea el Dios!!" gritó Lucius, mientras seguía disparándole. Attius se recuperó como pudo, molesto, endiabladamente molesto. "¿¡Alabada sea La Balanza!? ¿¡Alabado sea el Dios!? ¡¡Maldita sea, Lucius Crawford, aclárate!! ¿¡Crees en uno, o en otro!? ¿¡Eres consciente de las contradicciones que estás diciendo!? ¡Si por un casual creeis que son lo mismo tú y tu amigo senil os habéis vuelto PATÉTICOS!" se sacudió la túnica y negó los daños por todo su cuerpo, y a regañadientes, los de Lucius. "Se-"
Uno de los Misiles de Vacío Lucius salió rebotado en dirección a los dos Oradores. La explosión les alcanzó de lleno, derribándolos. Tras la montaña de humo, se alzó nuevamente aquel hombre. Tenía claras magulladuras en todo el cuerpo, pero el aura negra que lo rodeaba seguía igual de intensa que nunca, y sus cabellos seguían moviendose solos como una siniestra llama negra.
"¡¡Dime, profeta!!" insistió, llamándole. En su mano estaba cargando una esfera de energía púrpura y negra. "¿¡Acaso creíais tú y tus amigos de La Sombra que me retendríais en esa tumba por el resto de la eternidad!? ¡¿Que bastaría con aislar el alma del cuerpo de un Semidios para incapacitarlo para el resto de su eterna vida?!" el tono de su voz aumentaba cada vez más, al igual que su ira. "¡¡OS EQUIVOCÁSTEIS!!"
En cuanto vieron cómo les lanzaba aquella esfera de energía oscura, Lucius y Attius saltaron cada uno en direcciones opuestas. La explosión los lanzó aún más lejos a cada uno de ellos. Attius sacó los cuchillos; Lucius recargó sus pistolas. Ambos se lanzaron al unísono contra el Faraón, que con una daga en la mano y el alfanje en la otra, fue parando uno a uno los golpes de sus adversarios. "¡Y aún después de cuatromil años, La Sombra sigue existiendo!" exclamó el Faraón, mientras bloqueaba los ataques de Attius, y sin dejar de mover el alfanje eléctrico creaba un campo magnético que repelía las balas. "¡Sois como una plaga de ratas, profanando estas tierras sagradas! ¡Serpientes desagradecidas! ¡Sufriréis la ira y venganza del Faraón!" _________________ Arma u objeto: Cuchillos.
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-Lucius-
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Publicado: 18 Jul 2015 4:55 pm
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Después de semejante grito, la figura oscura les volvió a lanzar fuera con aquella fuerza mágica de repulsión. Volvió a extender la mano hacia arriba, y una nueva esfera de oscuridad purpúrea comenzó a formarse en sus manos.
"¡El Semidios de la Oscuridad! ¡El Príncipe de las Tinieblas! ¡El Faraón de las tierras desiertas de Terrus!" recitó el Cowboy. "El Padre Chapel nos advirtió de esto! ¡Nos advirtió del día en que los demonios regresarían, y traerían al falso dios de vuelta a la tierra sagrada de las estrellas!" exclamó, sin dejar de dispararle todo su armamento a la figura de oscuridad. "¡¡Y entonces llegará el fin de los hombres, pues estos dejarán de ser libres por siempre!!" "¡¡No podemos dejar que esa cosa salga ahi fuera!!"
"¡Sigues sin entender nada en absoluto!" le contestó Attius gritándo, mientras creaba una gran Barrera protectora frente a ellos, de color azul. Lucius hizo lo mismo, creando otra barrera, pero de color roja. El faraón les lanzó la cadena de púas, pero ésta fue repelida por el escudo mágico. Inmediatamente después les lanzó la esfera, y ésta fue repelida por la barrera azul. ¿¡Habían ganado algo de tiempo!? "¡Este no es el sujeto del qu-!"
Attius fue interrumpido por la cadena de púas, que se enrrolló por todo su cuello, levantándolo del suelo y empezando a ahogarle. ¿¡Pero... qué!? ¿¡Cómo había logrado atravesar las barreras!? Se suponía... ¡¡se suponía que no podía entrar!!
El dueño de la cadena se acercó lentamente.
Lucius.
"¿¡Qué...!? ¿¡Cómo...!?" logró balbucear mientras trataba de agarrar la cadena, apartándola de su cuello, cortándose los dedos con las púas de ésta. "¿¡Te has vuelto loc...!?"
No...
...............Nooooooo......................
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-Attius Wilsh-
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Publicado: 18 Jul 2015 5:05 pm
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Al grito le sucedieron numerosos disparos, en ráfagas precisas y peligrosas, que habrían perforado a Attius Wilsh de no ser por la rápida reacción de éste al activar una Barrera. Los disparos estaban hechos por manos experimentadas, tal y como lo haría un notable experto, tal y como lo haría Lucius Walthiers.
Pero el hombre que tenía frente a él ya no era el que conocía de siempre. En el lugar del ojo de cristal ahora sólo se veía una macabra calavera, y en el único ojo que le quedaba al Cowboy ahora brillaba uno muy diferente, rojo, como la sangre. Le había crecido el pelo una barbaridad, y ahora le caía sobre los hombros. ¡¡Había poseído a Lucius!! Disparó inmediatamente al anciano atrapado, que no pudo evitar que las balas le golpeasen, atravesando su cuerpo y sus ropas, provocando numerosas heridas y agujeros por toda la carne. El musculoso pistolero soltó un grito monstruoso y golpeó de un manotazo al aire a su espalda, impactando en alguien... ¡Attius! Su enemigo había provocado una Ilusión, pero el Faraón había sido no sólo capaz de ver a través de ella!
"¡¿Una ilusión, profeta?! ¿¡EN SERIO!? " gritaba el Faraón, acercándose paso a paso, ahora en el cuerpo de Lucius Walthiers, su antiguo... 'amigo', si es que de verdad podía llamarse 'amistad' a la relación de mentiras que habían tenido el uno del otro... "¡¡No puedes utilizar una ilusión contra el maestro de la ilusiones!!" gritaba. ¡Y pensar que él, Attius Wilsh, había sido sido hasta ahora el gran maestro de las ilusiones a través de las medias verdades y medias mentiras! ¡Capaz de crear su propio velo de la verdad semitransparente y semiopaco! ¡Su propio Manto de La Sombra a base de nada más que palabras y trucos! ¡¿Pero de qué le servía manipular el pasado contra alguien que había estado allí, alguien que había VIVIDO todo aquello! Tanto verbales como mágicos... ¡Ninguno de sus trucos servirían contra el Faraón, pues él ya los había visto todos antaño!
"¡No puedes matarme!! ¡Si lo haces, todo habrá sido en vano!" empezó a crear no uno, sino dos Explosiones de Vacío. Éstas se generaron a toda velocidad, como aceleradas, y inmediatamente después de que las lanzara, explotaron sobre su enemigo, generando también dos enormes columnas de humo. "¡Tú y tus dos 'hermanos'! ¡Aún estáis a tiempo de evitar que él regrese!!" gritaba el monje, mientras corría directamente hacia la columna de humo. Haciendo acrobacias, a través de su vista de águila esquivaba las balas e intentos de golpes del musculoso Lucius, al tiempo que trataba de eliminarle con la hoja oculta. "¡Sólo tienes que escucha-...!"
Pero sus palabras fueron detenidas cuando la cadena de púas se le ató y clavó sobre el cuello, viniendo directamente detrás de sí. ¿¡Qué!? ¡¿QUÉ!? ¡¡Pero si estaba ahí delante suya!! ¡Lucius estaba delante suya, y no era una ilusión! ¡Se habría dado cuenta! ¡¡Se habría dado cuenta!!
Cuando se giró hacia atrás lo comprendió todo...
No se trataba de Lucius.
No se trataba del Faraón.
...Sino de su cómplice.
"Lo siento mucho, heh... Me temo que el enfrentamiento se acaba aquí y ahora. No tenemos mucho tiempo pero ¡ey! Al menos yo no te mataré, anciano... ¡Dulces sueños!"
Y un fuerte y preciso golpe de Sleight en la nuca dejó KO al anciano orador. _________________ Arma u objeto: Cuchillos.
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-Yami-
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Publicado: 19 Jul 2015 3:21 am
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Sleight estaba en muy mal estado. Se agarraba el hombro, y parecía bastante dolorido. Los golpes que había recibido... especialmente esa doble Explosión de Vacío que había lanzado no sabía cómo tantas espadas y hasta dos cadáveres...
Una niebla negra se apoderó nuevamente del lugar. Pero en lugar del techo, ahora cubría gran parte del suelo. Tenía bastante altura, más o menos llegaba hasta las rodillas. El Faraón la miró. Luego centró de nuevo la vista en su compañero, Sleight, y dio un par de pasos hacia él.
"Anfitrión..." dijo Lucius entonces. "No... Sleight. Tu cuerpo... ¿Estás bien?"
"¡Nah, nada que no pueda arreglarse con un par de pociones y unas cuantas vendas!" exclamó el chico, tomándose, efectivamente, una poción grande. Pero ambos sabían que haría falta más que una poción para curar eso. Por desgracia, sabían que aún les quedaba algo por hacer... Aquello para lo que habían venido.
"...Anfitrión..." lo llamó Lucius. "Una vez más, te agradezco la ayuda y..."
"¡Nah, no sigas! ¡Ya nos pondremos pastelosos cuando terminemos! ¡Podrías comprarme algo, por ejemplo! Ejem... pero no con mi dinero ¿eh?" Sleight extendió entonces la mano hacia Lucius. Éste poco después cayó al suelo, desplomándose: el Alma del Faraón había regresado a su reconocido anfitrión. Los ojos de Sleight entonces cambiaron de color, y un símbolo reconocido: el ojo de Horus, apareció en la frente de Sleight por unos momentos. Sleight había dejado de ser Sleight. El Faraón había vuelto a tomar el control.
"Ciertamente, tenemos poco tiempo, y no sé qué es esta niebla de aquí..."
-Creía que eran parte de tus efectos especiales.-
-Hay cierta similitud, no lo pongo en duda. -
-Si esa niebla no es tuya ¿de quién o qué es?.-
-Sea lo que sea o de quien sea...-
-...nos habrémos esfumado antes de que aparezca.-
Se acercó a aquella cápsula de estasis con el cristal roto... Aquella de la que Attius y Lucius habían estado hablando tanto. El humo que había salido hacía cerca de media hora ahora se había esfumado... sustituido por la niebla negra que casi parecía estar obcecada en meterse y tapar por completo la cápsula.
Yami-Selight pulsó un botón, y ésta se abrió. Y colgando del cuerpo congelado de aquel congénere, se hallaba aquello a lo que había ido a buscar.
La Llave Milenaria
Acercó su mano al brillante y ansiado objeto... uno de los que le pertenecían por derecho. Uno de los que necesitaba para abrir su sarcófago, donde se encontraba su cuerpo verdadero. Y con él, la otra mitad de su poder...
La agarró y levantó del cuello sobre el que colgaba.
...
Y entonces los ojos del 'espécimen' se abrieron por completo, y su mano agarró con fuerza la muñeca de la mano de Yami-Sleight. Éste se sorprendió por completo, y se puso serio. Muy serio.
"...¿Es que no vas siquiera a darme un abrazo por el reencuentro, viejo amigo?"
Sin dejar de apretarle la muñeca con una enorme fuerza, el espécimen sonrió. Y pese a que le apretó aun con más fuerza, e hizo rechinar los dientes del mercenario persa, éste no soltó la llave. No la soltó cuando, horrorizado y completamente consciente de lo que tenía frente a él, de a quién tenía frente a él, le vio levantarse, apoyándose sobre su muñeca. No la soltó cuando éste, de pie, sonrió y le habló.
"Anda. Mira qué pajarito asoma la cabeza por estos lares... ¡Pero si es mi viejo amigo el pelopunta! ...Aunque te noto algo distinto. ¿Has cambiado de peluquero?"
"...¿Os lo habéis pasado bien La Sombra, Ahina y tú? No sé cómo le jugásteis, pero sí sé cómo me lo vais a pagar... Porque, después de todo, diría que cuatromil años... es mucho tiempo... Creo que ya va siendo hora de que me cobre mi pequeña venganza... ¿no te parece?"
~//Seth, el Semidios de Sacrum//~
~//Príncipe de la Tormenta//~
_________________ //Yami Sleight (Sleight poseído por Yami) 800 PV 70 ATQ 80 PM//
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