Comando Pop'Star

-Farah- · Publicado: 30 Aug 2013 9:45 pm

¡Por todos los dioses! ¿¡Qué hacía Kron ahí!? ¡Kron, maldita sea, en la Guarida! ¡¿Cómo había entrado?! ¡Era imposible que la hubiera seguido! Se había asegurado que no lo hiciera, y ella conocía el desierto tanto como Sleight! Bueno, quizá no tanto, ¡pero desde luego no se quedaba atrás!

"¡Es Kron!" susurró al oído de Hank, su jefe y amigo. "¡Es Kron, maldita sea!" Daba igual cómo hubiera entrado. ¡Ahora estaba en la boca del lobo! Ellos eran 40 y él solo uno. O dos, si su extraño amigo se ponía de su lado. ¡Tenían que capturarlo! Hank lo sabía bien, Hank no le traicionaría en eso ¿verdad? ¡No tendría sentido! Y seguro que el acompañante de Kron aceptaría un jugoso soborn...

...

.......

¿Estaba viendo un fantasma?

"Que me parta un rayo si no te pareces a Sael Khelat I-Sabbah." dijo Hank por ella. Por todos. Estaba tan estupefacta como todos los 39 ladrones restantes del grupo, y su rey habló por ellos.
¿Qué... demonios... había traído Kron de entre los muertos?

Khaldun · Publicado: 31 Aug 2013 2:21 am

Aquel hombre, a diferencia de Kron, que seguía impresionado por la cantidad de objetos y detalles que contenía el interior del escondite, simplemente continuo su paso, firme, decidido... Sabiendo claramente por donde ir y por donde no. Incluso esquivando alguna que otra trampa simple que los Ladrones mismos habían colocado en su época, a riesgo de que un extraño entrase y se pusiese a vagar sin rumbo por el interior.
''Ya estamos cerca'' Murmuro Khaldun, con un tono mas tranquilo que antes. Parecía haberse enfriado de golpe, o al menos eso parecía, comparándolo con su actitud inicial, mas animada y relajada, como si nada importase. Aunque... Pensándolo, era hasta normal. ¿Como iba a estar si no? Llevaba mucho tiempo fuera del mundo, lo cual... No quería decir, que hubiese estado durmiendo.

El Mundo de las Sombras era todo lo contrario a un mundo del sueño... Mas concretamente, se parecía a una eterna pesadilla, hecha realidad. Un autentico infierno, donde las almas de aquellos que no merecen descanso, vagan por toda la eternidad... Perdidos, en la oscuridad. No hay castigo, mas que él que uno mismo se imponga. Y aunque eso pueda parecer una bendición, o una tontería, en realidad, llega a ser la peor de las torturas. -Estar completamente solo... En silencio... Llega un momento en que tus demonios internos se te aparecen. Tus recuerdos, tus errores... Todo. Atormentándote, por cada paso que das- Pensó Khaldun, rememorando esos momentos... Todos esos siglos, que paso deambulando, buscando la salida. -No hay peor demonio que la mente de uno mismo. Eso seguro...-

Por ello, poder pisar ahora una tierra que no intentara tragarte. Ver la luz del sol. Respirar el aire fresco... Incluso arenoso del Desierto. Para Khaldun... Era todo una bendición... Un paraíso... Un... Oasis, al final de todas esas sombras. Ademas, aunque era normal, le seguía resultando extraño que todo se mantuviese exactamente igual a como lo dejo en sus últimos días... ¿Es que acaso ninguno de los Reyes de Ladrones posteriores a él hizo ningún cambio? ... Creyó que su sucesor era un hombre inteligente, que mantendría la gloria de los suyos. Tal vez, incluso llevándola mas aya. ... Bah, ¿Por que negarlo? En realidad esperaba encontrar las arcas llenas, los almacenes repletos, y todo cubierto de cuadros, objetos valiosos, oro, y demases tesoros. ''... Pero en fin, parece que incluso hay menos que la ultima vez...''

Intentando ignorar semejantes detalles materialistas, el Rey de Ladrones procedió a acercarse por fin a la puerta, posando sus grandes manos en ella, y empujándola con suma facilidad, como si apenas pesase. Esta crujió fuertemente, abriéndose de par en par y dejando visible la Sala del Trono...

''...'' Un tenso silencio se hizo cuando puso su pie derecho en el interior, seguido de Kron, que también paso. Por supuesto, allí se encontraban los 40 Ladrones de Desierto Soleado, cada uno de ellos, sentados en sus respectivos puestos, siendo el numero 41 el propio Rey, Sentado en el Trono del Fondo. ... Empezando pro ahí... Estaba claro que Khaldun no se estaba fijando en el rostro de ninguno de ellos, tan solo, la posición de cada uno. Analizando con su mirada los innumerables detalles de esa sala... Techo, suelo, paredes, pilares... Su trono, los cuadros, las velas... Queriendo hacerse aun mas a la idea, de que era real. ... Y por esto mismo. Ignoró lo que ese Rey le dijo.

''Bonita cara...'' Murmuro, rascándose la barbilla mientras clavaba sus ojos en una de las estatuas hechas a su honor. ''Si, si. Preciosa. Yami mataría por tener un rostro así.'' Casi parecía que la situación no iba con él... Que nadie le estaba mirando a él... Que nadie... Estaba sorprendido por su presencia ahí. Hasta que por fin... Paso un rápido vistazo por cada uno de los ladrones, acabando en el hombre del fondo, mirándole fijamente.
''... Bonita calva.'' Soltó de golpe, mientras se llevaba la mano a la cabeza. ''En mis tiempos también me dijeron que me cortara el pelo. O que al menos, lo recortase un poco. ... ¿Pero sabes?'' Y de un tirón, se bajo la capucha, dejando caer su cabellera ~~Pantene~~ plateada hacia atrás. Una melena que quedaba bien reflejada en todas las estatuas y dibujos. ''¡A las mujeres les encanta mi melena! ¡JA!''

Con semejante frase de inicio, Khaldun espero que alguien al menos soltase una risa, o una mera sonrisa, pero al observar que todos seguían igual de callados y pálidos, como si estuviesen viendo un fantasma, suspiro profundamente, estirando su espalda. ''Vaya, vaya... Realmente sois unos novatos difíciles...'' Comento, rascándose la oreja. ''No se cuantos miles de años fuera, y me encuentro con esto. ¡Si, si! ¡Precioso! Ains.''
Sacudiendo sus ropas y su melena, Khaldun quedo completamente erguido, incluso colocando una pose con los brazos metidos en su tunica, similar a la del dibujo sobre el trono, claramente, queriendo imitarla. Y tras eso, miro con sus ardientes ojos y una sonrisa al trono. Tanto al Rey Calvo, como a la mujer que tenia al lado.

''Hola. Mi nombre es Khaldun y los 40 Ladrones.
Y durante los próximos treinta minutos vamos a hablar de como vuestro Rey ha vuelto a la maldita vida.''

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''Hola, me llamo Khaldun y los 40 Ladrones''
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-Espíritu: Malo
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·Debilidades Físicas: Hechicería Luminosa. Proyectiles. Daños en sus heridas.

Armas/Objetos:

-Espada Mellada
-Puñal de Hueso

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-Farah- · Publicado: 31 Aug 2013 3:52 pm

{''Hola. Mi nombre es Khaldun y los 40 Ladrones."

LOL

}

"Por toda la arena del desierto..." murmuró Farah. ¡Ese era el plan de Kron! ¡Ése era el maldito plan de Kron! ¡Traerse ni más ni menos que a Khaldun I-Sabbah, el primer Rey de los Ladrones, para deshacerse de una vez y para siempre de sus enemigos! ¡Maldita sea! ¡¿Qué podían hacer?! El honor de los ladrones les impedía enfrentarse con el portador del Anillo Milenario, esto era: su jefe, a no ser que le desafiaran por el control del clan, pues de lo contrario estaría cometiendo traición a todos los efectos. Y si ella se rebajaba a la altura de Kron... entonces ¿cómo podría llamar a eso victoria? Había jurado que tomaría su venganza, pero de una forma acorde con la legalidad, en respeto a su difunto padre. No, tenía que respetar el código, aunque fuera el de unos ladrones, pues eso era en lo que ella se había convertido para sobrevivir.

Si Kron se hacía con el Clan de los Cuarenta Ladrones... ¡No! ¡Tenía que evitarlo, a toda costa! Si no... ¿¡si no cómo iba a poder recuperar sus dagas!?

-Kron- · Publicado: 31 Aug 2013 4:57 pm

Sonrió. No tenía que decir nada, ¡no tenía que hacer nada! Khaldun I-Sabbah era, por derecho, el dueño de todo aquello. ¡El portador del auténtico Anillo Milenario! ¿Quién iba a pensar que conseguiría no un aliado frente a la entrometida sacerdotisa y su Faraón, sino también, contra su vieja enemiga... Farah.

La situación no era tan divertida para Hank, Farah y los treinta y nueve ladrones restantes. La figura que tenían frente a ellos era legendaria, pero también temida y antigua, demasiado antigua, de hacía miles y miles de años. Habían mantenido intactas las estatuas de su fundador por respeto y admiración, pero para ellos era como si estuvieran viendo a un fantasma, una amenaza, aquello podía ser bueno o malo. Posiblemente, ambas cosas. Y tras la gran época de bonanza que habían vivido al mando de Hank... ¿se les había acabado la buena racha?

Hank permaneció en su asiento, pensativo. Se estaba tomando muy en serio todo aquello. Las imagenes no mentían. Aquello no era una ilusión, y todos lo sabían. Tenía delante al mismísimo Sael Khelat, y era obvio que había venido a reclamar SU trono.

"Mi rey..." murmuró, teniendo que toser para alzar su voz y dejar de tartamudear. "EXrey. No os llamaré impostor, pues está bien clara vuestra identidad, y el parecido con las estatuas." indicó, señalándolas. "Os presentais ante mí y mis ladrones, os hacéis llamar Khaldun y los Cuarenta Ladrones {XD}. Sois Khaldun I-Sabbah, en efecto, pero no veo un séquito detrás de vos. En cambio, yo sí que lo tengo. Yo soy Hank, Hank y los Cuarenta Ladrones, pues según vuestro propio credo ellos son mi familia, y la familia se lleva en el apellido." les recordó a todos, mirando uno a uno a sus súbditos ladrones, incluyendo a Farah, para que éstos recordaran quién estaba ahora al mando.

Farah se medio desplomó con fuerza en el brazal del trono de Hank, para susurrarle otras palabras. Podía verse en su rostro que estaba bastante desesperada, ansiosa e iracunda. Hank asintió, en silencio, para volver a dirigir su mirada hacia los dos recién llegados. Negando con la cabeza, empezó a hacer preguntas, las preguntas que todo su séquito se estaba planteando. "¿De dónde diablos habéis salido? ¿Os ha resucitado él?" señaló a Kron. "¿Bajo qué precio? ¿Es que acaso es nuestro bienamado y legendario rey una farsa, un títere a los pies de ese hombre?" comunicó, señalándo a Kron. Los ladrones empezaron a murmurar en voz baja, evalentonando aún más a su jefe. "¡Vuestro acompañante no es bienvenido aquí!" continuó. "Ya destruyó un reinado, e infligió heridas inborrables en el corazón de muchos. ¿Es que habéis venido a destruir vuestro propio reinado, Sael Khelat I-Sabbah y los Cuarenta Ladrones?" inquirió. "¡Vuestro acompañante no es más que un asesino, un traidor y el responsable de la caída del Rey del Desierto Soleado, Sharaman III! ¡De toda la destrucción de la casta real!"

"Pffft..." empezó a reir Kron, pero hizo un esfuerzo para aguantarse la risa. "¿Y desde cuándo a los ladrones os importa quién reine?" contestó. "Sharaman III es agua más que pasada. ¿Cuánto hace de ello, veinte años? ¿Veintidos? Veinte o veintidos años en los que los Cuarenta Ladrones se han visto libres de prácticamente cualquier represión por parte de las autoridades. ¿O realmente me vais a decir que al Rey DeDeDe o al Gobierno de Business City le importa un mísero pimiento vuestra existencia? ¿Realmente la 'prosperidad' que habéis tenido estos últimos años se la debéis a Hank? ¿A Sleight? ¡Ja ja ja ja! No, querido amigo... ¡me la debéis a mi!"
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Khaldun · Publicado: 01 Sep 2013 12:10 am

Pese a la vez anterior, en esta ocasión si que se molesto en escuchar a toda la gente que tenia delante, y demasiado bien. Empezó por oír las palabras de aquel que estaba sentado en su trono, mientras paseaba la vista por el resto de ladrones, incluyendo a la mujer de al lado. No hacia falta ser muy inteligente como para entender que esa gente estaba confundida. Por un lado... Debían darle respeto al actual Rey de Ladrones, pero aquel al que tenían delante ahora... Era el primero de todos. No un predecesor, no un sucesor... No, el primero.
¿Como tendría que haberse sentido Yami si de golpe hubiese aparecido el primer Faraón de la historia de Egipto? ¿Y como tendrían que haberse sentido todos sus súbditos? ... Aunque claro, esa era una comparación un tanto exagerada. Aunque eso, a fin de cuentas, era un reino, era un reino de bastardos, mentirosos, saqueadores... Ladrones. ... Cosa que... Le resultaba difícil de creer viendo lo que tenia delante.

''Hey, calvito...'' Soltó de golpe, sacando su mano del traje y extendiéndola hacia delante. ''... No voy a decir la semejante tontería de: 'Respeta a tus mayores, y sobretodo a tus muertos'. Pero... Si que diré lo siguiente... Ejem...'' Khaldun sacudió su hombro, haciéndolo crujir levemente, igual que su cuello, comenzando avanzar un par de pasos, hasta quedar a tan solo cuatro metros del trono. ''... ¿¡QUIEN DEMONIOS TE CREES QUE SOY!?''
Su grito fue desgarrador, lo suficiente para dejar eclipsada toda aquella parrafada soltada por Kron, que ni minimamente le intereso. De todo lo ocurrido, tan solo la actitud de los ladrones, del calvo, y de la mujer, le ponían de quicio. Le ponían... Peor que muerto.

''¿Que no tengo ningún séquito detrás mio? ¿Que no tengo ningún ladrón tapando mis espaldas? ¡JA! ¡Lo mismo podría decir de ti, mi amigo boliche! ¡Pues lo único que yo veo tras tu espalda es un trono! ¡Una pared llena de adornos! ¡Y NADA MAS!'' Pese a que conservaba la sonrisa, era mas una sonrisa de enfado sádica que de alegría, pues era en serio, se había mosqueado.
Sus brazos se extendieron a los lados, señalando con sus manos a todos los ladrones de la sala, y con un tirón, levanto la cabeza al techo. ''Para ti, esta gente no son tu familia. ¡Son tus meros súbditos! ¡Y tu! ¡No eres mas que un Rey de Ratas! ¡¿O es que has olvidado lo que es un ladrón?!''
Cuando Kron se acerco hacia Khaldun, este rápidamente reacciono, golpeándole la espalda tan o mas fuerte que antes, y obligandole así a echarse hacia delante, para que todos le viesen. ''¡Pero mas me hace gracia la cantidad de cosas que tu novia te esta susurrando al oído en este momento! ¿Que que hago aquí? ¿Que por que me acompaña este saco de huesos? ¡Bueno! ¡Digamos que en términos generales somos...! Hmm... ¡Algo así como amigos!''

No era imbécil, había escuchado los 'supuestos delitos' que ese tal Kron cometió, por eso, decir abiertamente que Kron era su AMIGO, tendría que haber dejado a todos en esa sala patidifusos. Mas incluso de lo que ya estaban. Sin embargo, Khaldun amaba el espectáculo, ¡Adoraba actuar!, y pese a que en ese instante no estaba mintiendo, conocía los tiempos que tenia que dejar pasar para que el drama se asentase, y que así, su siguiente frase, provocase mas impacto.
''Si... Un montón de huesitos blancos que acudieron a mi tumba a intentar saquearla. ¡A intentar llevarse lo que se me dio para mi descanso... ETERNO! Sin embargo, para su mala suerte, yo soy... ¡Khaldun!'' Todas sus palabras eran acompañadas de diferentes gestos con sus manos, cambiando de posición con su mirada, para que así, pareciese que le estaba hablando a cada uno de los ladrones, y no solo al aire. ''Su voz, su aliento, sus meras intenciones... Pude notarlo desde el mas allá. ¡Y esa ambición! ¡ESA AVARICIA! ¡ME...! ¡ME...! ¡ME GUSTO! ¡Me gusto lo que estaba observando! ¡No tengo porque negarlo! ¡Este maldito malnacido me agrado!'' Y sin cortarse ni un pelo, poso su enorme mano en el cráneo de Kron, sacudiéndolo varias veces, mientras sonreía. ''¡Un saqueador dispuesto a todo para llevarse su premio! ¡Una mera serpiente que se arrastra por las arenas, buscando su siguiente tesoro! ¡Mordiendo, estrangulando y destrozando todo aquello que se ponga en su camino, o intente perjudicarle! ¡JA! ¡El Espíritu de un verdadero Ladrón! ¡MALDITA SEA!''

Su ultimo acto con Kron, fue cuando sacudió tan fuerte su cabeza, que prácticamente le volvió a tirar contra el suelo. Sin embargo, esta vez no siguió con él, si no que dirigió su mirada hacia el tal Hank. Y no una mirada cualquiera. Si no... SU mirada. La mirada de un Rey de Ladrones. De un Rey de Saqueadores. De un Rey... que Robo su propia Vida.
''Si tienes algún problema con que este hombre sea mi amigo. Entonces tendrás que pasar por encima de mi. Pero ya no solo de mi. Si no de todos estos hombres que nos rodean. ¡Y ya no solo de ellos!... Si no también por encima de ti mismo.'' Como antes, dejo que sus frases se asentaran... Y cuando oyó los primeros murmullos entre la gente, le señalo.
''¡Pues si intentases encarcelarlo o asesinarlo por los crímenes que ha cometido! ¡Entonces te recuerdo, que todos en esta sala somos igual que él! ¡Igual de Ratas! ¡Igual de Serpientes! ¡Igual de Asquerosos y Horripilantes! ... ¡Je! ¡Tal vez no estemos hecho de huesos como él! ¡Pero a ojos de la gente..! ¡Él, yo, tu, y todos aquí, somos lo mismo! ¡Y ESO, ES LO QUE IMPORTA!''

''¡Somos Ladrones! ¡Buscados por la Justicia, y odiados por los Gobernantes! ¡No somos buenos! ¡Ni aspiramos a serlo!''
''¡Tan solo...! ¡¡VIVIMOS DE LOS RESTOS VALIOSOS DE ESTA SOCIEDAD IMPURA!!''

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-Kron- · Publicado: 01 Sep 2013 10:51 pm

{...DIOS. DIOOOOOS. MEGAEPIC POST.}

Ante las aplastantes palabras de Khaldun I-Sabbah, el primer Rey de los Ladrones, los treinta y nueve ladrones presentes en la sala no pudieron sino... aplaudir. Aplaudir y vitorear al recién llegado. ¡Exacto! ¡¡Exacto!! ¡Todos y cada uno de los 40 ladrones debían estar orgullosos ¡¿Quién mejor que el propio Sael Khelat para conocer el código de los ladrones!?

"¡¡JODER!!!" Hank se levantó inmediatamente del sillón, cogió su Anillo Milenario, el que había pasado de rey a rey y que demostraba su lugar como jefe de los cuarenta, el que había arrebatado a Sleight alzándose así él como el legítimo Rey de los Ladrones y... lo tiró al suelo.

"¡Esto es lo mejor que le ha pasado nunca a este jodido clan! ¡Me niego a perdérmelo!" exclamó, y empezó a aplaudir. Miró a sus compañeros ladrones, pero vió que estos no reaccionaban en absoluto, que no aplaudían y que estaban bastante confusos. Aquello le cabreó. Cerró el puño con fuerza, porque tenía ganas de pegarle un puñetazo a alguien. "¿¡Recordáis por qué eché a Sleight!?" gritó alzando los brazos, en una posición altamente intimidante y agresiva para los treinta y nueve ladrones a los que se dirigía. "¡¿EH!?" gritó. Miró uno a uno varios de los ladrones, pero ninguno se atrevió a responder. "¡PORQUE ERA UN ENCLENQUE!" gritó, empujando a uno. "¡Porque era un blandengüe, un cobarde y un santurrón!"

Luego se acercó a Khaldun, y lo señaló. "¡ESTE HOMBRE!" gritó. "¡ESTE HOMBRE HA DICHO EN TREINTA SEGUNDOS LO QUE YO QUISE DECIRLE A SLEIGHT! ¡ES ÉL Y SÓLO EL EL QUE DEBERÁ GOBERNARNOS, JODER! ¡LARGA VIDA A SAEL KHELAT I-SABBAH, NUESTRO NUEVO REY!" gritó, y fue entonces cuando los otros ladrones gritaron también, aplaudieron y vitorearon a su nuevo rey.

Porque si algo era Hank, era un maldito ladrón. Podía ser amigo de Farah, podía ayudarla si ella se lo pedía. Pero él no era un noble, ni nada por el estilo, a diferencia de su amiguita. Él era, sobretodo y con orgullo... ¡un maldito ladrón!
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-Farah- · Publicado: 01 Sep 2013 11:32 pm

Increíble. Sencillamente, increíble. Farah también había quedado francamente sorprendida por el discurso del Primer Rey de los Ladrones. Dejando a un lado sus raices, si sólo tomaba en cuenta su propia faceta de ladrona, hasta ella podría estar de acuerdo con ello. Le sabía mal, pero REALMENTE Sleight había sido un cerdo, y un auténtico enclenque liderando a los ladrones.

Se inclinó ante Khaldun como hicieron todos los ladrones después del discurso de Hank, incluido el propio Hank. Realmente, no le molestaba la aparición de Khaldun I-Sabbah. ¡Era el fundador, por todos los ancestros! Ella se sabía bastante bien el código de los ladrones, y nada, nada en absoluto de lo que había dicho Khaldun se contradecía con este, ¡sino todo lo contrario!

Normalmente, había una pequeña y corta ceremonia en la que se colocaba el colgante milenario en el cuello del nuevo Rey, simulando una coronación, y después se le recordaban algunos fragmentos del código. ¿Pero quién iba a recordarle el Código al propio creador del mismo? ¿Qué Anillo Milenario iban a colocarle si él mismo ya lo tenía?

No, no hacía falta ceremonia alguna. Khaldun I-Sabbah había aparecido allí sin más, había soltado un par de palabras y se había erigido como el Rey de todos ellos, sin mayor dificultad alguna, aceptado por unanimidad absoluta.

Desde que lo perdió todo, el Gremio de los Cuarenta Ladrones había sido un segundo hogar para ella. Contribuyó a echar a Sleight porque las reformas que éste propuso destrozarían las tradiciones en las que se asentaba su hogar. Además, le había robado una posesión altamente preciada. No, en absoluto, no tenía nada en contra de Khaldun I-Sabbah. Realmente pensaba que era lo mejor que podía sucederle a su gremio...

...Pero sí que estaba en contra del ingreso de Kron a su nuevo hogar.

"¡Mi Rey!" exclamó Farah, levantándose y poniéndose el puño en el corazón. "¡Sólo puede haber 40 Ladrones, pero decís que queréis hacer ingresar a Kron! ¡Es un declarado enemigo mío, y solicito un duelo contra él jugándome el puesto! ¡Ese hombre fue el responsable de la muerte de mis padres, la caída del califato de Ciudad Naranjo y literalmente de la destrucción de mi vida! ¡Por no mencionar que me robó objetos de gran valor! ¡Con vuestro permiso, solicito un duelo!"

Khaldun · Publicado: 03 Sep 2013 1:44 pm

Cuando Khaldun creo a los 40 Ladrones, muchos siglos atrás, lo hizo bajo una clara intención, que poco tenia que ver con simplemente robar... Por supuesto, él no estableció realmente la orden criminal que se asentó perpetuamente en Desierto Soleado. Ni mucho menos. Era mas, los 40 Ladrones tampoco fueron una idea suya, si no de su antecesor. No obstante, al ser el primero en poner un orden fijo y estable a esos criminales buscados por el Faraón, se gano el titulo que aun conservaba.
-Si un Rey viste con oro... Incluso si es robado. Eso me convertía a mi en uno. Je... En un maldito Rey de Ladrones...-
En el pasado, los suyos tenían claro el verdadero motivo de sus robos, de sus atracos, de sus hurtos... De su inmenso daño al reinado del Faraón. Lo tenían claro, porque ellos fueron como él... Soldados traicionados, guerreros apartados por el alto poder, incluso algún que otro noble renegado... No solo eran gente de calle, y sin embargo, todos se comportaban igual. Igual de leales. ... Pero ahora...

''Tsk... ¡Venga ya, no aplaudáis por algo tan obvio!'' Rugió Khaldun, con su sonrisa aun el rostro, mientras se rascaba fuertemente el pelo. ''Cuando todos entrasteis aquí, sabias perfectamente a que veníais. ¡Je! ¡Que yo aparezca y reclame el trono que me pertenece, no es mas que otro paso en esta oscura historia de nuestro Clan!'' Y tras decir semejantes palabras, el autoproclamado Rey, se acerco hacia el arrodillado Hank, mirándole con los brazos cruzados. ''Y tu. ¡Levanta! ¡Y lo mismo los demás! Aquí no estamos para celebraciones baratas sobre quien manda o quien no. ¡Aquí estamos para lo que estamos!''

Con su típico gesto, Khaldun agarro el soporte del trono, y de un pequeño salto se sentó en él, acomodándose de forma gustosa, como si ese asiento estuviese hecho de algodón. ... Aunque en realidad era mas solido e incomodo que una roca...
''Malditos dioses, y maldito todo. ¿Cuanto tiempo hace ya que no siento mi trasero y mi espalda?'' Murmuro, restregándose un poco con la parte trasera del trono. ''¡Cuanto lo extrañaba! ¡AJ AJ!'' Un trono bañado en oro, con diferentes adornos egipcios, como el ojo de Ra, bien puesto por encima. Estaba claro que no fue fabricado por ellos, si no mas bien... 'Tomado prestado', a cierto Gobernante del Desierto. No obstante, para Khaldun era una parte indispensable de él, incluso si odiaba ser el Rey de toda esa gente, poder sentarse en ese trono era magnifico. -Es como ponerle todas mis posaderas en la maldita cara de ese Yami. ¡EXACTAMENTE IGUAL! ¡JAJAJA!-

No obstante, su buen humor se desvaneció parcialmente... Pues sus oidos no tardaron en captar la peticion de Farah. ''¿Un duelo dices? ¿Para pelear por tu puesto en el Clan?'' Cuestiono Khaldun incrédulo, tras haber escuchado la propuesta. ''... ¿Me estas hablando en serio?'' Su vena del cuello se hincho, e incluso llego a cerrar los ojos, bastante indignado. ''Maldita sea...''
Se trataba, ademas, de la chica de antes, la que estuvo susurrándole cosas al calvito. Y como seguía sin caer en la idiotez, ya se imaginaba a que vino esa actitud. No es que ella tuviese un problema con él ... Si no con el saco de huesos que se trajo consigo.

''¡¿Veis por que ser el Lider es tan duro?! ¡Siempre aparece alguien que me causa un bonito dilema!'' Soltó él, volviendo a sentarse en el trono, resignado, apoyando su cabeza en la mano, en una pose orgullosa. Así podía mirarles a los dos... A Farah y a Kron, con un gesto reflexivo... Pensando cual seria su veredicto, en ese primer 'juicio' como Rey de Ladrones. ... Y tras 60 segundos... Sus ojos se abrieron de golpe, junto a una sonrisa... Tan sádica como la de antes.

''Muy bien... ¡Muy bien! ¡Pelead por el puesto! ¡Luchad hasta la muerte! ¡HASTA QUE NO QUEDE MAS QUE DAR!'' Su rugido fue lo suficientemente cargado, como para obligarle a levantarse de golpe, estirando sus brazos. ''¡SI! ¡SERA UNA FANTÁSTICA FORMA DE EMPEZAR ESTA NUEVA VIDA! ¡JA!''

¿Por que negarlo? Fue Soldado, después de todo. La batalla, el combate... Todo esa bruma de sensaciones violentas eran su mundo, y poder disfrutarlo como espectador... Le satisfacía demasiado.
''No te lo tomes a mal, Huesitos Blancos. Tengo total confianza en ti, ¡E incluso apostaría porque ganaras! Pero como entenderás, desde que me amenazaste... He tenido curiosidad sobre lo que eres capaz de hacer.'' Explico, con su mano estirada, mirando a Kron, para luego dirigir sus ojos a Farah. ''Y lo mismo va por ti. ¿Que este esqueleto con cerebro ha jodido tu vida? ¡Bueno! ¡Al menos no lo hizo un Faraón Megalomano! ¡AJAJAJA! ¡Ja...! ¡... Je...! ... ¿Que? ¿Nadie ha pillado el chiste? ... ... ¡Bah, que os zurzan!''

Khaldun dio un gran salto hacia delante, lo suficieente, como para pasar del trono, a estar frente a frente con Farah. ''Pero... ¿Sabes? Odio que manchen mi salón con sangre. Sobretodo si es sangre de los míos. Hm... Por ello, no tolerare que luchéis mano a mano.'' Su brazo derecho se estiro hasta quedar justo delante de la chica, pero de forma que Kron también lo viese. En él se hallaba encajado un extraño aparato dorado, parcialmente circular, con diversos sellos egipcios gravados en las placas del lateral.

''Vuestro Duelo sera un Juego de las Sombras. Combatiendo con Espíritus... Y poniendo al vuestro propio en la apuesta...''
''... Y el que pierda... ¡Jeje...! ¡Bueno!... Solo puedo deciros que suplicara morir lo mas pronto posible.''

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-Carisma: Notable
-Sabiduría: Pésimo
-Espíritu: Malo
-Raciocinio: Excepcional

·Debilidades Físicas: Hechicería Luminosa. Proyectiles. Daños en sus heridas.

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-Kron- · Publicado: 07 Apr 2014 2:53 am

"¡Jajajajaja! ¡Así que quieres jugar con los mayores, eh?" rió Kron, ajustándose el guante mientras oía el a Farah retarle. "Mi querida y estimada Farah, siempre tan ingenua y entrometida... Desde que eras una mocosa siempre estuviste dándome problemas y más problemas."

"¡Acepto tu duelo! ¡Acabaré contigo de una vez por todas! Debí haberlo hecho hace mucho tiempo..."

Fue entonces cuando el entrometido del rey de los ladrones se puso en medio de todo aquello. ¿Un duelo de sombras, decía? Le entraron ganas de escupir sobre el suelo. Otro entrometido. ¿Resultaría ser igual de molesto que aquella sacerdotisa y su Faraón? Tal vez debería haberse marchado y acabado con él... Humph. Pero entonces no habría encontrado nunca la entrada a este lugar...

"...Bah. Muy bien, Alteza. Lo haré con vuestras reglas. Supongo que es parte del trato."

-Farah- · Publicado: 07 Apr 2014 1:28 pm

No pretendía matarlo, desde luego. No, ella no se rebajaría a su nivel. Aquella vez, cuando lo tuvo atado y con la vida en sus manos en la pirámide del Faraón, podría haberlo matado, y no lo hizo. Ella no quería rebajarse a su nivel, sino detenerlo. Ajusticiarlo. No que muriera, sino que pagara en vida todo el daño que había causado. A su familia, al reinado, y a ella misma.

Se alegró cuando Sael Khelat aceptó la propuesta del duelo. No podía haber sido de otra manera, ¡estaban hablando del legendario Rey de los Cuarenta Ladrones! Gran parte del código de los ladrones surgió gracias a él, y si él mismo no respetaba el código... ¿quién lo haría?

"Gracias por esta oportunidad, Alteza. Acepto las condiciones. Daré lo mejor de mi."

Ganaría. Debía hacerlo. No podía permitir que aquella sabandija siguiera campando a sus anchas. Aquella persecución se había alargado demasiado tiempo. Era la hora de la verdad. Al fin.

Khaldun · Publicado: 31 May 2014 2:33 am

Y lo que en un principio fue emoción, pronto termino convirtiéndose en pura y amarga decepción, pues no era tonto, era de todo menos eso, por lo que para él fue muy fácil ver... ¡QUE ESOS DOS IDIOTAS NO TENÍAN IDEA DE LO QUE ERA UN JUEGO DE LAS SOMBRAS! ¿Y como, se preguntaran algunos? Sencillo. ¡PORQUE DEBERÍAN ESTAR TEMBLANDO DE MIEDO SI ASÍ FUESE! ¡Tan solo dos personas en todo el Egipto podrían mantener la compostura ante semejante proposición! ¡UNA! ¡Era él mismo, obviamente! ¡Y LA OTRA! ¡El Faraón! ¡¿Quien si no?!
''¡Tsk, tsk, tsk! ... Maldita panda de cabezas huecas... ¡¿Es que os habéis vuelto todos idiotas mientras estaba muerto?!'' Chillo, para de golpe, meterles un tortazo a los dos, justo en la espalda. ''¡Un duelo de las Sombras es algo serio! ¡MUY SERIO! ¡No os hacéis idea de cuanto! ¡Que os lo toméis tan a la ligera solo demuestra vuestra ignorancia! ... ... ¿Pero que se le va a hacer? ¡Mi deber como Jefe es no solo lideraros, si no también adiestraros! ¡Y eso mismo haré hoy! Tomároslo como un regalo de presentación. Para que luego digan que no son generoso y todo.''

Y sin mas dilación, Khaldun agito su brazo, echando a andar, con la intención de que TODOS los ladrones allí presentes le siguiesen. De esa forma, les guió hasta una entrada que había a la derecha del Salón, una entrada que llevaba a la cámara de los tesoros, aunque estaba claro que no era allí a donde pretendía dirigirse Sael Khelat. No... Por eso, con la atenta mirada de los ladrones, el hombre golpeo con su puño un pequeño ladrillo que sobresalía de la pared, ladrillo que se metió hacia dentro, haciendo sonar el sonido de una maquinaria...

''Al Faraón no es al único al que le encanta ocultar cosas...'' Murmuro, con una amplia sonrisa de satisfacción, mientras veía como el suelo de enfrente comenzaba a abrirse, mostrando una oscura escalera que iba hacia abajo. ''... A mi también. Por eso nunca jugábamos al escondite. ¡JE!'' Y con su grave risa, Khaldun inicio la bajada, sin tomar antorcha ni nada. Total, ¿Para que? Recordaba el numero exacto de escalones. 37. El resto de sus hermanos ladrones tan solo tenia que seguirle y no les pasaría nada malo. ... Bueno, nada malo... Unos cuantos murciélagos salieron disparados hacia arriba en cuanto notaron a Khaldun, pero de resto, nada tenia porque salir mal.

Y con esa mentalidad positiva, el Rey de Ladrones alcanzo junto al resto de su séquito una larga sala con forma de coliseo. Sorprendentemente, estaba bien alumbrada, pues hasta tenia antorchas en cada una de las paredes. ... No obstante, las llamas que tenían eran azuladas, oscuras... para nada naturales. ¿Y que decir del propio ambiente que se respiraba? No parecía que estuviesen en la misma guarida, si no en un lugar mas cercano a las Sombras
... Aunque claro, como era obvio, Khaldun o no pareció sentir esto, o le dio igual, pues como si tal cosa, empezó a saltar grada tras grada, hasta alcanzar el circulo central. ''¡Aquí es donde combatiréis, Farah, Kron! ¡Aquí es donde pondréis en juego vuestra alma! ... Pues no. No estaba bromeando. El que pierda este duelo, acabara en el mismo lugar donde yo he estado por los últimos 4000 años. Con su espíritu vagando eternamente, en un torno repleto de oscuridad, maldiciones, y horrendas criaturas feas. ¡Tanto como la cara de Yami! ¡JAJAJAJAJAAJAJA! ¡JAJA! ¡Ja! Je... ... ... ¿Que? ¿Tampoco habéis pillado ese? ... ¡Venga y que os zurzan!'' De nuevo... esa emoción había vuelto dentro de si mismo, podía verse con claridad en sus ojos fogosos, y sus gestos emotivos. ''En cualquier caso... Sois unos novatos. Por lo que como experto duelista que soy, os iré enseñando a medida que combatís. ¡Lo básico, al menos!''

Khaldun movió primero su brazo en dirección a las gradas, indicándole ahora a todos los Ladrones que se sentasen, a excepción de como no, Farah y Kron, a los que con esa misma mano, señalo en donde debían colocarse. Uno en cada extremo del campo. Tras eso, Sael se dirigió a un sucio baúl de madera que había en una esquina, el cual abrió de una patada, para sacar de su interior... Un aparato dorado como el que tenia él en su brazo.

''Esto es un disco de duelo. Es lo que se usa para invocar a los monstruos espirituales. Cada uno puede contener hasta TRES monstruos distintos. También tiene soporte para CINCO hechizos Mágicos que os ayudaran en el combate. ... Ambos me pertenecen a mi, así que son de buena calidad.'' Explico, quitándose el disco que tenia puesto, y lanzandoselo a Kron. Acto que repitió con el que acababa de sacar, pero dándole este a Farah.
''Para iniciar el duelo debéis colocaros el disco en el brazo, agitarlo, y dejar que el lateral se extienda. Una vez hecho eso, debéis seleccionar un Monstruo o un Hechizo, que podréis ver en las placas que hay grabadas por encima. ¡SOLO PODÉIS INVOCAR UN MONSTRUO CADA VEZ! ... Excepto en circunstancias especiales que no voy a explicar ahora. No obstante, los hechizos si que pueden utilizarse en todo momento. ¡PERO RECORDAD! Solo tenéis 5. Si los gastáis todos, os quedáis sin ellos. ¿Lógico, verdad?''
Y tras tanta explicación, Khaldun termino sentándose en un trono de piedra que había en el extremo medio del campo, a modo de arbitro. ''Los monstruos que invoquéis compartirán un hilo de vida con vosotros. Es decir, si el monstruo es atacado, sea de la manera que sea, vosotros recibiréis ese mismo daño. De ahí que un Duelo de las Sombras sea algo serio. ... Y como bien ya dije, el que pierda, no solo recibirá una buena descarga, si no que ira derechito al mundo de los muertos. ¿Entendido? ¿Eh? ¿Eh? ¡PUES EMPEZAD DE UNA VEZ!''

''¡QUE COMIENCE EL DUELO!''

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''Hola, me llamo Khaldun y los 40 Ladrones''
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//PV: 50 - PM: 12 - ATK: 5//

-Fuerza: Notable
-Destreza: Normal
-Agilidad: Normal
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Notable
-Sabiduría: Pésimo
-Espíritu: Malo
-Raciocinio: Excepcional

·Debilidades Físicas: Hechicería Luminosa. Proyectiles. Daños en sus heridas.

Armas/Objetos:

-Espada Mellada
-Puñal de Hueso

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-Farah- · Publicado: 31 May 2014 3:47 pm

-Vale, esto no era lo que quería... Gulp-

Tragó saliva. Así que si perdía, moriría y su alma se iría al infierno para siempre. Así de contundente. Demonios ¿y para todo esto había intentado siempre no reducirse al nivel de Kron, jamás tratar de matarlo, sino arrestarlo? ¿Para que llegara Sael Khelat y le obligara a matarlo? O peor aun ¿la matara a ella?

"...No quiero matar a nadie." dijo Farah, decidida. "¡Renuncio a mi puesto como integrante de los 40 ladrones a favor de Kron!"

Khaldun · Publicado: 02 Feb 2015 12:56 pm

''........'' ... Si bien Khaldun era un hombre paciente, con un claro sentido racional, y un código de conducta propio... También era cierto, que en el mundo existían cosas que le ponían de muy mal humor. De muy, pero que muy mal genio. Entre ellas, obviamente, estaba el Faraón. Yami. Si, si... Ver solamente ese estúpido peinado tri-color que él tenia, le daban unas ganas increíbles de agarrar su disco de duelo, y meterselo de lleno por donde le cupiese. ... ... Pero claro, esa era solo una de muchas cosas, y ni siquiera la peor. Nah... Que va. Porque de haber sido así, la respuesta que dio Farah no le habría puesto los ojos así de abiertos. Ni las lineas de la cara así de tensas. Ni tampoco, le habría hecho apretar tanto aquel trono, haciendo crujir sus nudillos. No, No, y No. Claramente... Su paciencia exploto en aquel instante. De ahí que no tardase demasiado en reclinarse, levantándose con lentitud.

''... ... ¿Sabéis una cosa, amigos míos?...'' Pregunto él entonces, dirigiéndose a todos los allí presentes, con un tono seco y tosco, mientras avanzaba firmemente hacia delante. ''Durante estos últimos... Cuatro mil años... Tuve la grata curiosidad e ilusión de saber que había sido de mi orden. De mi clan. De mis cuarenta ladrones...'' Y a la vez que caminaba, su rostro permanecía hundido hacia abajo, siendo imposible ver que cara puso, pues las sombras de su pelo lo tapaban por completo. ''Pues tal vez... Tal vez no serian los mismos hombres y mujeres que yo conocí una vez... Y posiblemente... ni se parecerían a ellos... ... ... Pero eso me daba igual... Me daba absolutamente igual... Porque lo que nos une a nosotros, los ladrones, es algo que va mas allá de las identidades... de los nombres... del aspecto, de la vestimenta, y de la sangre... ... Se trata de algo que transciende el tiempo mismo. Una voluntad inquebrantable... Absoluta... E irrompible... ... ... Basada en el simple acto del hurto.''

Y finalmente, Khaldun se paro en seco, quedándose quieto, a menos de un metro de Kron. Y allí, en medio del silencio sepulcral que se había formado, soltó una profunda bocanada de tenso aire, comenzando ahora si a elevar la vista, subiendo su rostro, poco a poco... ''... ... Pero tras tan larga espera... Vagando, y vagando por el oscuro infierno... ... ¿Que es lo que me encuentro al volver? ... ¿Que clase de... Ladrones, pretenden recibirme? ... ... ...'' ... Mirando pues así, fijamente... A la causante actual de su inmenso enfado.

''Si no una panda de moralistas... Burdos y estúpidos..''
''Incapaces de ni siquiera hacer algo tan fácil... Como robar la vida de otro.''

El tono que empleo para decir esas palabras fue bastante exagerado, pues hasta resonó por toda la sala de una forma muy distinta a las anteriores. Es decir... no se trato de un eco, ni de una resonancia de su voz. Si no que mas bien, dio la impresión de que fueron las paredes y los techos los que hablaron al unisono... Ademas, no fue solo el sonido, si no también los efectos que estos causo en el área. Pues de pronto, los presentes pudieron observar como esas antorchas de fuego azul cobraban fuerza, elevándose, crepitando... Incluso soltando pequeños chasquidos y explosiones, igual que si les hubiesen echado pólvora encima. Y por supuesto, en medio de todo se hallaba Khaldun, el cual, incluso pasados varios segundos desde su declaración, permaneció con la mirada clavada en Farah. Y es que, tanto ella como Kron también estaban en el centro, sintiendo aun mas la carga que se respiraba en el aire. En silencio. En pausa. Tal y como una calma... Justo antes de la tempestad mas intensa... ... ...

....................................................

..........................

............

''... ... ... ... ...................... Esta bien. De acuerdo.'' ... Dijo sin mas él, cortando de lleno la perturbadora calma. ''¿No quieres matar a Kron? ¿No quieres batirte en duelo con él? Pues vale. Me parece correcto. No lo hagas entonces. Nadie te va a obligar.'' Y mientras... hablaba de esa forma mucho mas tranquila, calmando incluso su rostro... Khaldun fue moviendo de mientras las manos, posando al final una de ellas sobre el hombro de Kron. Quedándose así. Quieto. Durante otro par de segundos. Tal y como si quisiese que Farah masticara y tragase lo oído. Que asimilase. Y que lo aceptase.

''Ya que en tal caso...''

... ... ... ... ...

... ... ...

... ...

... Acabando al final por darle un fuerte empujón a Kron. Lanzandolo lejos de la arena. Y quitandole en el proceso... El Disco de Duelos.

''¡Sera A MI a quien tengas que combatir!''

... Y al soltar Khaldun semejenate frase, acabo por ocurrir aquello que ya muchos habían visto venir desde el principio de los acontecimientos... Y es que, las antorchas de fuego azul, tanto por sus continuos y violentos movimientos, como por la debilidad de la pared en la que se hallaban... acabaron por ceder. Desprendiéndose del muro, y cayendo con sequedad en el suelo de piedra. ... Sin embargo, en vez de apagarse, y devolver la sala a las tinieblas... dieron lugar a un fenómeno que a mas de uno le resulto aterrador... Pues el propio piso se incendió. Cubriéndose de golpe de una serie de columnas flameantes de color azul. Las cuales, de manera extraña, no llegaron a propagarse, si no que mas bien... salieron directas a un objetivo en concreto. Reptando. Arrastrándose. Guiándose por la voz del Rey de Ladrones. Hasta acabar por rodear la arena de Duelos por completo. Permaneciendo entonces estáticas ahí. Como un muro fantasmal. ... Que extrañamente, en vez de calor... ... Daba hasta frío.

No obstante, pese a todo el espectáculo formado a su alrededor, Khaldun aun tenia mas de si, terminando por extender sus brazos a ambos lados, siendo el derecho en el cual llevaba ahora el disco acoplado. ''¡Jeje...! ¿Y que? ¿Pensando una forma de escapar?'' Le pregunto con ironía a Farah, mirándola sonriente. ''¡AJ, AJ! ¡Puedo hasta imaginármelo! Seguro que tratas de calcular cuantas quemaduras te harías si saltases el muro. Y cuanto tardarías en apagarlas. ¡Tsk, Tsk! Algo muy firme por tu parte, la verdad. ¡A fin de cuentas! ¡Querrás escapar de esta situación de locos en la que se te ha metido! ... ... Pero lamento decepcionarte... ¡NO ES ASÍ DE FÁCIL! ¡AJ AJAJAJAJA! ¡Pues para empezar! ¡Lo que tienes a tu alrededor no son ni siquiera llamas! ... O al menos, no las que usarías para calentarte en una fría noche de invierno. ¡Nah! ¡Que va! En realidad son flamas del inframundo. ¡Llamas que arden y se retuercen entre la eterna oscuridad del mundo de las Sombras...! Así que... No te aconsejaría si quiera que te acercaras a ellas. Pues como las toques, lo que arderá no sera tu carne y piel. ... Si no directamente tu Alma.'' Y endureciendo al final su tono, el hombre elevo el brazo, apuntando hacia Farah con decisión. ''... ¡Por tanto! ¿Que opciones te quedan? ¿Eh? ¿Eeeeeh? ¡¿EEEEEH?! ¡PUES SOLO UNA! ¡Y ESA ES LUCHAR! ¡OBVIAMENTE! Luchar contra MI. ¡Y GANARME! ¿Y por que, te preguntaras? ... ¡PUES PORQUE ASÍ ES COMO FUNCIONAN LAS COSAS EN ESTE SITIO! ¡¡ASÍ ES COMO YO LAS HICE!! ¡Tsk...! ¿O que te piensas que es esta Guarida? ¿El Templo de Hathor... o de Bastet? ... ... ¡PUES NO! ¡¡NO LO ES!! ¡Aquí los problemas se deben solucionar con la misma fiereza por la que comenzaron! ¡Y no tratar de ir de...! ¡De...! ... ... ¡AGH...! ¡MORALISTAS POR LA VIDA! ¡¿O es que acaso no te das cuenta?! ¡¿O ES QUE ACASO NINGUNO DE AQUÍ SE DA CUENTA?!'' Gritando y rugiendo, el brazo de Khaldun acabo por agitarse a un lado, igual que su mirada, la cual dejo de clavarse en Farah para ahora mirar a los Ladrones que observaban desde las gradas. ''¡Nosotros somos Ladrones! ¡¡LADRONES!! ¡No almas caritativas que perdonan, y tratan de solucionar los asuntos de manera pacifica y armoniosa! ¡¡LA JUSTICIA NO SIRVE PARA NOSOTROS!! ¡Ni para unas cosas, ni para otras, NI PARA NINGUNA! ¡Estamos fuera de esas cadenas morales! ¡Y por tanto, no podemos pretender ser buenas personas! ¡PUES NUESTRA LABOR, MANCHA TODO INTENTO DE SERLO! ¿Como vamos a pretender no rebajarnos al nivel de un asesino, si para la justicia, todos los criminales somos de la misma calaña? ¡Nosotros robamos! ¡Nosotros saqueamos! ¡Y nosotros tomamos lo que no es nuestro! ¡Por ende, pecamos! ¡Pecamos, pecamos, y pecamos! ¡Y a veces, de todos los males al mismo tiempo! ... Y eso es algo que hay que aceptar. Pues si no lo hicieses. Si no... ¡Entendieses!, lo que significa en verdad ser un Ladrón. ... ... ¿Entonces, que demonios haces aquí? ¿Que pintas en esta orden? Nosotros jamas nos hemos dedicado a hacer el bien. Solo a robar. Ni repartimos nuestros botines. Ni damos ayuda gratis a quien la pida. ... ... Por tanto... Si nos pusiésemos con tecnicismos, de a que debemos o no rebajarnos... Estaríamos siendo unos auténticos hipócritas. Y por tanto. Unos imbéciles tarados.''

Poniendo un punto claro en su discurso, Khaldun giro el cuello de nuevo a Farah, mirándola en silencio por unos instantes, sin hacer o decir nada. ... Hasta que al final. De un único tirón. ... ... Se quito el colgante. El Anillo Milenario. Dejándolo caer sin cuidado alguno al suelo.. ''Mm... Por supuesto, esto es lo que YO pienso. Y aunque mi palabra pesa mas por ser la del Rey de Ladrones, no dejo de ser un miembro como cualquiera de los presentes... Por tanto... ¿Crees en ese punto de vista que tienes? ¿Crees tener tu la razón? ¡Jejeje! ¡No hace falta que huyas, o que rechaces tu puesto como Ladrona! Tan solo... ¡Necesitas derrotarme! Y entonces tendrás al Huesitos Blancos en tus manos. ¿Quieres enjuiciarlo? ¿Encerrarlo? ¿Deportarlo? ... ¿O hacer una sopa con él? ¡PUES PUEDES HACERLO! ¡Pero primero, tendrás que pasar por encima mio! ¡Y de mi forma de pensar! ¿Y que mejor forma de hacerlo que esta? ¡¿Con un Duelo de las Sombras?! ¡AJ, AJ! ¡Hasta rechazare usar este estúpido Anillo! ¡Para igualar ligeramente las cosas! ¡Je...! Ambos nos batiremos en la Oscuridad. ¡Y la sentiremos fluir por nuestras pieles hasta que uno de los dos salga triunfante! ¡Jejejeje...! ... ¡Dioses...! ¡Siempre que lo pienso, me entra el subidón! ¡LLEVO SIGLOS ESPERÁNDOLO!''

''¡Así que hoy...!''
''¡Lo voy a disfrutar como nunca!''
''Jejeje... ¡AJAJAJAJAAJAJAJ!
''¡¡AJ AJA AJAJAJAJAAJAJAJAAJAJAJAJAJAA!!''

''¡¡QUE COMIENCE EL DUELO!!''

Sin borrar esa sonrisa emocionada del rostro, el Rey de Ladrones elevo el brazo derecho a lo alto, provocando que su Disco de Duelo se encendiese, emitiendo primero un ligero resplandor dorado, que seguidamente lo llevo a abrirse, mostrando las tres pestañas que lo componían. ... ... No obstante, al hacer ese gesto, también le permitió a Farah ver algo mas. ... Algo extraño y llamativo... Que si bien en circunstancias normales no seria para tanto... dada la situación en la que estaba metida, no pudo evitar fijarse. ... ... Hmm... Era una especie de... ¿Tatuaje? Se hallaba dibujado sobre la piel de Khaldun, recorriendo desde el bíceps, hasta el principio del antebrazo. Tenia forma de serpiente. De Serpiente larga y ondeante. Aunque muy, muy simple. No disponía ni de rasgos, ni de detalles, ni de nada. Solo era la forma. Hecha con una linea ennegrecida... ... que Farah juraría que también era violeta. Como... ... Como... ... ... Si brillase tenuamente en ese color... ... Aguardando... ... ... Esperando... ... ... ... Siseando silenciosamente algo... ... ... ... ... Que resonaba en el crepitar de las azuladas llamaradas... ... ... ...

... ... ... ... Hmf. En fin. Khaldun bajo nuevamente su brazo, dejando que el disco quedara frente a él, cosa que obviamente provoco que su manga volviese a caer, tapando esa... ... misteriosa... y a la vez atrayente marca... ... ... En serio, se había sentido muy rara de solo observarla. ... ... Pero... ¡Tampoco es como si lo que sucedía a su alrededor fuese menos extraño! ... ¡Si, eso! Tenia a un Rey de Ladrones majara, que pensaba combatir contra ella, en un estilo de juego... ¡Que ni siquiera le habían explicado bien! Tan solo sabia que tenia tres monstruos, y... cinco hechizos... ... O algo así. No obstante, ni le dijo como usarlos, ni que hacían... ¡Todo era un total halo de misterio! Y no seria tan problemático... ¡DE NO SER PORQUE SU PROPIA VIDA ESTABA EN JUEGO!

''¡AJ, AJ! ¡PUES MUY BIEN! ¡Como yo soy el retador, te toca a ti hacer los honores! ¡EL PRIMER TURNO ES TUYO! ¡Aprovéchalo! ... Porque vamos... Jejeje... Rara vez pierdo yo un duelo... Je... Así que... ¡Ya sabes! ¡Da todo de ti misma! ¡Pues yo no voy a contenerme! ¡AJ, AJ AJAJAJAJAJAJAAJAJA! ¡Y SI! ¡SE QUE ESO A SONADO TREMENDAMENTE FATAL! ¡¡ASÍ QUE MEJOR TODAVÍA!! ¡AJAJA AJ AJAJAJAJAAJAJAJA!!'' ... Por todos los... Dioses. Se notaba que no mentía a la hora de decir que disfrutaba muchísimo de esos duelos. Tanto, que su nivel de locura se había disparado. ... Uf... Cosa que no ayudaba en nada. Y menos, si tenia que dar ella el primer movimiento. Pues Khaldun se quedo ahí, aguardando por ella, con la sonrisa cada vez mas amplia, gozando como nadie del momento...
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''Hola, me llamo Khaldun y los 40 Ladrones''
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//PV: 50 - PM: 12 - ATK: 5//

-Fuerza: Notable
-Destreza: Normal
-Agilidad: Normal
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Notable
-Sabiduría: Pésimo
-Espíritu: Malo
-Raciocinio: Excepcional

·Debilidades Físicas: Hechicería Luminosa. Proyectiles. Daños en sus heridas.

Armas/Objetos:

-Espada Mellada
-Puñal de Hueso

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-Kron- · Publicado: 03 Feb 2015 6:15 pm

Oh jojojojo... Ciertamente, el devenir de las circunstancias era cada vez más y más divertido. ¡Oh, vaya por dios! ¡La chica no quería matarlo! ¡Qué penita! "Ahora ya es demasiado tarde para eso, princesita." exclamó Kron, sonriente. A diferencia de Farah, él sí quería matarla, oh, vaya que sí... "El Juego de las Sombras ya ha comenzado, y..."

Sael Khelat se levantó de su trono entonces, interrumpiéndole, y pasó a soltar un discursito nostálgico sobre sus viejos tiempos de ladrón. Bah. Y luego el espectáculo de luces. Aún así, se mantuvo al margen, y le dejó hablar. Por mucho que Kron tuviera su vida en sus manos, esta era su casa, sus reglas, su reino y su fiesta. Hasta las mismas parades le reconocían y hablaban al mismo tiempo que él. O algo así.

Khaldun miró fijamente a Farah tras soltar el discurso, analizándola, probablemente midiendo hasta qué punto llegaba la voluntad de la chica. Lejos, demasiado lejos. Lo comprobaría rápidamente.

''... ... ... ... ...................... Esta bien. De acuerdo.'' soltó entonces el Rey de Ladrones: "¿No quieres matar a Kron? ¿No quieres batirte en duelo con él? Pues vale. Me parece correcto. No lo hagas entonces. Nadie te va a obligar."

"¿¡Qué!?" la voz de Kron sonó como un verdadero trueno en la habitación. "¿¡Cómo!? ¡Su alteza, esto es intolerab-" Khaldun puso fuertemente la mano sobre el hombro de Kron. Antes de que pudiera volver abrir la boca, el ladronzuelo le empujó fuera del ring, quitándole el duel disk de un rápido juego de manos.

"¿¡Q u é d e m o n i o s , S a e l - K h e l a t !? ¿¡Q U É D E M O N I O S!?" esta vez fue la voz de Kron la que sonó de ultratumba, áspera y peligrosa. Antes de que pudiera levantarse, Khaldun se declaró como el nuevo combatiente, y las llamas azules de aquellas antorchas cayeron, rodeando el ring y cercando a los combatientes. Ya nada podría entrar ni salir, pues aquellas llamas pertenecían al Mundo de las Sombras... y tocarlas sería comprar un billete de no retorno al infierno.

"¡HUMPH!" se levantó, apretando su esquelética mano con fuerza. "¡TEN CUIDADO CON CÓMO ME TRATAS, CADÁVER! ¡NO OLVIDES A QUIÉN LE DEBES TU MISERABLE NO-VIDA, Y QUIÉN PUEDE MANDARTE DE VUELTA A LA TUMBA!" advirtió, lleno de cólera. Le habían arrebatado el placer de acabar con la vida de su peor y más molesta enemiga, y aquello no le hacía gracia. Ninguna. Gracia.
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Características:
Fuerza Normal Destreza Notable Agilidad Normal Constitución Pésima Resistencia Normal Carisma Notable Espíritu Excepcional Sabiduría Notable Raciocinio Notable

-Farah- · Publicado: 03 Feb 2015 10:29 pm

"¿¡Moralistas estúpidos!? ¿¡Hurtar una vida!? ¡No somos asesinos!" contestó Farah, muy en desacuerdo. "¡Somos ladrones, maldita sea! ¡Robamos riquezas, no vidas! ¡Un verdadero ladrón conoce la diferencia!"

El mismísimo Rey se levantó de su trono, subió al ring y la miró fijamente. ...Entonces, le dijo que no sería necesario que se batiera en duelo con Kron. ..."¿Eh? ¿En serio?" Farah no podía creerselo, seguro que había algún truc-. Vaya. Ahi estaba el truco. Cuando tiró a Kron al suelo de un empujón lo supo enseguida.

Tendría que enfrentarse al propio Sael Khelat en un duelo.

No había salida, aquel fuego gélido les había cercado a los tres.

"¡No, no y no! ¡Os equivocáis, mi Rey! ¡Os equivocáis completamente! ¡Así no es como funcionan las cosas! ¡Puede que vos reconstruyerais a los Cuarenta Ladrones, y que vos creaseis esta guarida y su magia! ¡Puede que los ayudarais a sobrevivir en tiempos convulsos, pero la institución es, y será, ante todo, un Gremio de Ladrones! ¡Así fue como la fundó Cassim y los Cuarenta Ladrones, y así fue como la institución se ha conservado durante generaciones y generaciones!" replicó. "¡Cuando un ladrón roba una vida deja de ser un ladrón y se convierte en un asesino, y siento deciros que los criminales no son ajusticiados de la misma manera! ¡Ya no!"

"¡Y hay justicia en estos salones! ¡Se reparte el botín, se mantiene el número exacto, se protege a los nuestros y se mantiene la guarida intacta! ¿¡Qué creéis que somos!? ¿¡Escoria!? ¿¡Os da igual aumentar nuestra lista de crímenes!? ¡Se supone que robamos por lujo y por necesidad! ¡No por venganza, ni odio ni sangre!"

"¡Prefiero los preceptos de Cassim Naranjo y los Cuarenta Ladrones a los vuestros, Sael Khelat Khaldun y los Cuarenta Ladrones! ¡Mi opinión es que debemos respetar una línea!"

Extendió su disco de duelo imitándole a él cuando lo hizo. No entendía el Duelo de Sombras. Pero debía ganar, no podía perder, no podía echar a perder toda una vida de lucha, toda una vida en la que siempre trató de no cruzar la línea y convertirse en aquello que tanto despreciaba. Toda una vida en la que tras perderlo todo, luchó por seguir adelante.

Miraría el listado de monstruos e invocaría el que considerara más defensivo. Leería los hechizos. {No se cual duh, si no se que tengo}

{Hola me llamo Khaldun y los Cuarenta Ladrones y durante los próximos 20 minutos van a presenciar un Duelo de Sombras en el que Farah perderá (?)}