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Actualizado el avatar y la primera imagen de la firma de Bastet, ahora las dos imagenes tienen mejor calidad y el avatar es más grande. ¿Que esto no es una noticia realmente? Eeh... uh... bueno...
¡Así es! ¡Las nuevas criaturitas más tiernas de la galaxia ahora están disponibles en la Tiendita de Mascotas de los Horrores!
¿Curioso nombre no? Que no os engañe, este pequeñín no es un horror para nada. Un animalito de lo más mono y cariñoso, un energético compañero que alegra a tanto niños como ancianos.
Por ahora han tenido un especial impacto en los habitantes de la Isla del Helado, que adoran sus nuevas mascotas. ¡Pero no faltará mucho para que estén por todo Pop'Star!
¿Qué esperas para conseguirte el tuyo propio? ¡Al escribir esto tengo el mío dando vueltas en mi pierna y lamiendo mis pies, es tan juguetón! ¡Pasaos cuando queráis por la galería de los Edificios Mantequilla, y no se arrepentirán!
Evento Actual
Crucero Star Ship
¡Sean todos bienvenidos al Star Ship! Disfruta de un relajante viaje paradisíaco a bordo del más exótico crucero de Dreamland, a través de las hermosas aguas del Océano Naranja. ¡Dado que es la innauguración, las entradas cuestan la mitad de su precio normal!
NPC del Mes
-Drake-
¡El NPC del mes de Febrero de 2015 ya está aquí!
El General Drake de los Shadow Riders ha sido un misterio durante años. Generalmente pasivo, encerrado en su habitación de la base con sus propios asuntos, se ha vuelto más activo en los últimos tiempos.
Tomando una participación en la odisea en la Fábrica, dándole traumas a Luminary Knight que definitivamente aumentaron su carácter para ser Luminary Umbrae o incluso organizando su propia investigación oceánica con la ayuda de la mismísima Princesa del Mar, por "motivos académicos" y con un nombre falso...
Pocas veces se ha visto a este hombre actuar, y muy pocos saben qué se trae entre manos y cómo reacciona ante las diversas situaciones. Sin embargo ese misterio es el que nos mantiene aún interesados en este personaje y los secretos que puede guardar. Por el momento, le daremos este pequeño homenaje acompañándonos durante todo marzo. ¡Felicidades Drake! Y que lo que tengas en mente no acabe con demasiados muertos...
"¡Ja ja ja! No es muy buen agüero referirse a un hombre por su futuro título de difunto. Por favor, continuad llamándome Mirzel." solicitó. Le sorprendió la respuesta del Ballad. Sabía que era Grande, como todos los Reyes, pero no lo creía que fuese Justo. Hasta ahora. Sí... efectivamente, la concepción del rey de lo que era Justo o no se correspondía ya demasiado con el mundo real... Digamos que su parte de Crane lo sabía perfectamente. Sin embargo, su parte de Mirzel, la sangre noble que corría por él... era igual de orgullosa que un Ballad, o que cualquier otra de noble casta. Y en cierto modo, compartía y agradecía que el Rey de Héroes entendiese y aceptase que Elisabeth Mirzel no era una personalidad grata en aquella casa, aún pese a la amistad personal que Harald Ballad hubiera podido llegar a tener con ella.
"Llamarlo catacumbas no es correcto. No hay galerías, ni pasillos estrechos. Es un amplio sótano a modo de mausoleo, en el que en distintas salas se fueron depositando las cenizas de nuestros difuntos. No hay cadáveres, ni tierra. Sólo mármol, ceniza, monumentos y estatuas."
En cuanto abrieron la puerta, se toparon con Jarelle Mirzel y con Finn Crane Mirzel. "¡Ah, Jarelle, Finn, este es el señor Rey de Reyes. Harald Paddra Ballad." La mujer, cautelosa, se mantenía detrás del niño, con una mano sobre su pecho para tenerlo controlado. "Encantada." dió una reverencia al estilo oriental. "¡Encantado!" la siguió el niño.
"Ahora mismo nos dirigíamos al sótano sellado. Jarelle, ¿nos acompañas?" la mujer asintió de un gesto con la cabeza, sin perder de vista al Rey de Reyes en ningún momento, al cual miraba con suspicacia. Séneca se agachó hacia su hijo. "Finn, vamos a levantar el sello del sótano, así que quiero que avises a ¿puedes avisar a Fawkes de ello y guardar la casa por mí?" El niño pareció decepcionarse: no todos los días aparecía el Rey de Héroes delante de él. Sin embargo, le había dicho que iba a levantar el sello del sótano, y Finn sabía que aquello era cosa seria. Muy seria. Hasta el punto de que la casa entera podría infectarse con bichos y monstruos como no tuvieran cuidado. Y entonces la casa se llenaría de fantasmas y tendrían que llamar a Plark el Exterminador. Sí. Un asunto muy serio. "Vale pero... ¿Por qué lleva un uniforme escolar?" murmuró el pequeño en respuesta, señalando a Harald, a lo que Crane respondió en silencio con una sonrisa y unas palmaditas en el hombro, antes de incorporarse y encaminarse hacia el sótano con Jarelle.
"El sótano ha permanecido sellado cerca de doscientos años." dijo Jarelle, mientras bajaban las escaleras. "Allá por la época de la Sanguijuela. ¿Por qué habríamos de abrirlo ahora? Quién sabe qué horrores se encuentran allí. Volver a sellarlo no será fácil, y naturalmente no es de mi agrado la presencia de corrupción, podredumbre y pestilencia oscura en mi casa. Por no hablar de los peligros que puedan tener para nuestra familia." movió los ojos hacia el Rey de Héroes. "¿Qué buscáis ahí?" A diferencia de Crane, ella no parecía tenerle miedo. Pero no era una bravuconería ingenua. Era una mirada afilada y fría. Como el de una madre dispuesta a defender a sus crias y hogar con uñas y dientes. _________________
Armas: Bastón plegable y mágico de rubíes. Magnum Desert Eagle de oro.
-Características-
Fuerza Normal Destreza Normal Agilidad Normal Constitución Normal Resistencia Normal Carisma Notable Espíritu Excepcional Sabiduría Notable Raciocinio Normal
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La mirada y rostro de Harald continuaron serenos, aguardando a que su anfitrión procediese a abrir la puerta, preparándose ya para andar hacia el destino en mente. ... No obstante, antes de que pudiese dar si quiera el primer paso, y justo en el instante en que Crane giro el pomo, la figura de una mujer y de un niño se aparecieron frente a ellos, concretamente, las de la esposa e hijo de Seneca Crane. ''... Hm.'' Un improvisado encuentro que uno no sabría decir si le ofendió o molesto, pues aunque una de sus cejas se levanto ante la sorpresa, tampoco es que dijese nada que hiciese referencia a ello, ni tampoco realizo gesto alguno. Tan solo le echo un rápido vistazo a la mujer, y luego otro al niño, siendo en este... en donde sus ojos permanecieron clavados mas tiempo. ... Aunque de nuevo... pese a su intuida seriedad, su rojez ocular, y su actitud típica hasta ahora... ... Harald seguía sin parecer enfadado. Siendo tan así, que incluso cuando fue a apartar los ojos, para dirigirlos a la puerta, el Rey Dorado... sonrió. Finamente, y con discreción. Pero sonriendo a fin de cuentas. Procediendo pues a caminar, con las manos metidas en los bolsillos, destacando aquel... ejem, uniforme escolar que llevaba.
Aunque en fin... la cosa es que Crane le hizo un mandato a su hijo, haciendo que se fuese, y dejandoles así solos a los tres, lo cual significaba... que se les había unido la esposa del Mirzel. La susodicha Jarelle. Una mujer, que por sus gestos y mirada, no parecía muy tranquila respecto a la presencia de Harald Ballad alli, y mucho menos ante su petición actual. ... Pero ya fuese porque el Rey de Héroes no se entero, o porque lo ignoro completamente, este siguió sin decir nada. Bajando escaleras, firme y serio, lenta y silenciosamente, ... ... al menos, hasta que...
"El sótano ha permanecido sellado cerca de doscientos años. Allá por la época de la Sanguijuela. ¿Por qué habríamos de abrirlo ahora? Quién sabe qué horrores se encuentran allí. Volver a sellarlo no será fácil, y naturalmente no es de mi agrado la presencia de corrupción, podredumbre y pestilencia oscura en mi casa. Por no hablar de los peligros que puedan tener para nuestra familia.''
''¿Qué buscáis ahí?''
... Sin miedo en su voz. Sin nerviosismo, cuidado, o sombra de duda. Simplemente soltó lo que pensaba como haría ante cualquier otra persona, en cualquier otra situación. Seria y fría, atreviéndose incluso a mirar fijamente a Harald, exigiendo un motivo. ... ... Y claro esta... ante semejante actitud... ni siquiera la actual calma silenciosa del Rey de Héroes pudo ignorarla, y aun bajando las escaleras, mirando hacia abajo, se dispuso a responder.
''Mujer, ante ti tienes al mismísimo Rey de Héroes. Monarca de Babylonia, y dueño de todo lo que existe, ha existido, y existirá en un futuro por todo este mundo. ... Lo cual incluye esta Mansión, y por consecuencia, a vosotros.'' Contesto con autoridad, pero sin perder de vista su camino, ademas de su equilibrada placidez, tal y como si lo que acababa de decir fuese algo tan obvio, que solo valía la pena ser explicado ante un niño pequeño. ''Y pese a que normalmente no suelo prestar atención a tales sucias posesiones Mestizas... En vuestro caso he decidido hacer una excepción, por el mero hecho de juzgar cuan dignos sois. ... Así que estad tranquila. Hasta que decida cual sera mi veredicto, ni la muerte ni la desgracia harán presa de vuestro hogar o familia.''
Aquella respuesta fue terminada con una incrementada sonrisa en sus labios, tratando de disimular la pequeña risa que estuvo a punto de darle, siendo entonces, cuando su cabeza cambio de su rumbo, y se dirigió a Crane.
''Me agrada tu mujer, Mirzel. Pese a conocer su posición, tiene el valor y la actitud de plantar cara al peligro, todo con tal de defender a los suyos. Del riesgo que sea. ... ¡Jajajaa! ¡Sin duda, una ingenuidad exquisita! ¡Jaja!'' Comento complacido, hasta riendo un poco. ''Una de mis amadas prometidas posee esa misma actitud. Por lo que siéntete afortunado. Hallar a una Mestiza así, sin duda merece su reconocimiento extra.'' _________________
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//PV: 247(170 + 77)/ PM: 49(42 + 7)/ ATQ: 29//
-Fuerza: Notable / Excepcional / Pésima
-Destreza: Normal / Normal / Normal
-Agilidad: Normal / Normal / Normal
-Constitución: Normal / Normal / Mala
-Resistencia: Normal / Notable / Normal
-Carisma: Excepcional / Normal / Notable
-Sabiduría: Pésimo / Pésimo / Notable
-Espíritu: Notable / Notable / Normal
-Raciocinio: Malo / Malo / Excepcional
·Debilidades Físicas:Golpes Físicos. / Ataques Perforantes. [Armadura] / Hechizos o Ataques de Luz. Luz Solar. Daños en la cicatriz del cuello.
·Armas/Objetos:
-Ea - Espada de la Ruptura
-Enkidu - Cadenas del Cielo
-Cuchillos
·Guardian Force:
-Fuerza: Excepcional
-Destreza: Notable
-Agilidad: Notable
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Malo
-Espíritu: Pésimo -Sabiduría: Normal
-Raciocinio: Normal
"'Hombre', ante tí tienes a la mismísima Señora de esta Casa. Última Heredera de la familia Finn, ahora extinta, dueña de esta mansión que pisais, mujer libre y con los pies en la tierra. A diferencia de vos, que os creéis dueño señor y ombligo del mundo. Siento tener que ser la aguafiestas: el mundo no os pertenece. Ni tampoco las personas que habitan en él. Tengáis o hayáis tenido la gloria que tengáis. Seáis el hijo de Mozart o el sobrino de Chiquito." contestó sucesivamente con autoridad. "Estoy tranquila, no os preocupéis. No me habéis visto cabreada. ¿Verdad cariño?" su cabeza se giró hacia su marido.
Seneca Crane tosió incomodado. Uuuuugh, si él destacaba en el noble arte de la diplomacia, su mujer lo hacía en... el peligroso arte... de la franqueza absoluta. Bien era cierto que el Rey no era dueño del mundo. Bien era cierto que podía matarlos fácilmente. El noble arte de la diplomacia consiste en saber cómo hacerles oir a la gente exactamente lo que quieren oir. El peligroso arte de la franqueza era un polo opuesto completamente.
No respondió al comentario sarcástico y ácido de su autoinvitado huésped. En su lugar, permaneció en silencio, hasta llegar al último piso del sótano. Había frente a ellos una enorme y metálica puerta rectangular, pero similar a las de los bancos. Séneca Crane sacó una llave de su chaqueta. Miró a Jarelle, que permanecía de pie con los brazos cruzados. Finalmente la mirada tranquila y suplicante de su marido la hizo ceder, y ella también sacó una llave distinta, que colgaba de su cuello. Cada uno de ellos abrió una cerradura, y la puerta se abrió hacia fuera. Frente a ellos había... Otra puerta. Esta, de madera, madera vieja, muy vieja.
Séneca Crane levantó su espada su cetro y bajo el suelo se reveló un pentagrama a pintura roja, en absoluto desgastado, marcado a fuego en la puerta, además de numerosos candados, flotantes y etéreos, frente a la puerta. El mago levantó una mano. Su mujer hizo lo mismo. Canalizaron un rayo mágico que desactivó una primera barrera delante de los candados. El cetro de la familia Mirzel entonces canalizó su propio rayo, abriendo uno a uno cada uno de los candados. Finalmente, una gota de sangre de Séneca Crane abrió y desactivó la última de las barreras.
Abrieron la puerta entonces por el manillar de la misma. La madera chirrió como nunca.
//Imagen ilustrativa. La pequeña piscina es de agua negra y sobre esta se hallan los restos de una enorme vasija negra, rota y descompuesta. A poca distancia, rodeando al charco negro hay una surco cuadrado lleno de agua mágica, limpia y cristalina, que brilla con los colores del arcoiris.//
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Andando a paso firme, lento, y seguro, Harald fue bajando las escaleras por detrás de Jarelle y Crane, permitiendoles a ellos dos marcar el camino, sin mostrar molestia por ello, pues tanto su rostro como su pose se mostraban complacidas. Y claro, hallándose así, su atención no pudo evitar enfocarse en las sinceras palabras que la mujer le soltó, a modo de respuesta a su anterior declaración, haciendo uso de un tono directo y claro, sin sentir miedo o presión ante la presencia del hombre que la acompañaba, muy relajada. Un sentimiento que hizo contraste con lo transmitido por su marido, que tras escuchar tal contestación, sin duda sudo un poco en gota fría. Y es que pese a que él le planto cara a Harald Ballad anteriormente, dando su complicada versión de la historia, aquello no podía compararse a... bueno... Llevarle la contraria tan libremente. Cosa que Jaralle había hecho. Así por las buenas. Y causando que por otro breve instante, el único sonido que viniese del Rey de Babylonia fuesen sus pasos sobre los escalones, resonando en completo silencio. Y dado que Crane ya se había acostumbrado a tales reacciones por parte de su invitado, para él, no fue muy de extrañar que al cabo de unos segundos, Harald Ballad... se echase a reír.
''¡Jajaja! ¡JAJAJAJAJAAJ! ¡¡AHAAHAHAHAHAAHAHAHA!!'' Soltó y soltó el hombre, riendo en puro gozo, con la diversión y el gusto bien reflejado en la amplia sonrisa de su rostro. ''¡Ay...! Hacia tiempo que no me reía tanto con las palabras de alguien que no fuese un payaso... Jejeje... ¡AJ, AJ, AJ!'' Y tal era el sentimiento que se le escapaba, que aun mientras andaba, Harald termino por mover su mano, limpiando varias de las finas lagrimillas contentas en sus ojos, sacudiéndolas poco después, fijando así su mirada en Jarelle. ''Sin duda tu arrogancia es exquisita, mujer. Pese a ser una mestiza, y una ignorante de pies a cabeza, sabes transmitir la máxima autoridad que alguien de tu nivel puede tener. Algo que muy pocos hacen en esta repulsiva Era... ¡Por lo que te felicito nuevamente, Mirzel! Tu gusto en mujeres es digno de aplauso. ... ... Y lo mismo va por ti... Finn. Tal vez esperaba encontrarme con un adorno como esposa, pero claramente has sabido superar mas allá de mis expectativas. ¡Así que elogiate a ti misma por eso! ¡HAHAHAHA!''
Y tan a gusto con su declaración, Harald Ballad conservo la amplia sonrisa por el resto de la bajada, siendo en los últimos dos pasos cuando sus manos salieron de los bolsillos y coloco un rostro expectante, digno de la circunstancia, para observar lo que venia a continuación. Al fin y al cabo, tal y como le contaron anteriormente, la puerta que tenían delante se hallaba sellada tanto física como mágicamente. Haría falta un ritual, por lo que por su parte, solo quedaba esperar atento mientras lo llevaban a cabo, cosa que hizo, limitándose a mirar todos esos rayos de luz y efectos mágicos poco interesantes para su persona, siendo únicamente cuando escucho el crujir de la puerta el momento en el que el Rey Dorado soltó un suspiro satisfecho y se adelanto sin mas, avanzando hacia adelante, introduciéndose a si mismo en el interior de la cámara...
Si... Si, si... Claro que si. Fue dar el primer paso, dar la primera bocanada de aire, escuchar el primer crujido, y sentir el primer escalofrió... y los recuerdos del pasado le vinieron vivaces y directos, tal y como si los tuviese delante, observándolos en primera persona, a modo del eco olvidado del pasado que solo él podía intuir. ... Pues en efecto... Todo cuanto había en aquella sala, desde el principio hasta el ultimo detalle, se hallaba exactamente igual a como lo contemplo 200 años atrás. Cuando la ultima pelea del Another Heaven termino, y junto a su Master, se apresuro a reclamar aquello que Lilith les juro y perjuro . ... Solo para entender en el ultimo momento lo profundo de su engaño... ... ...
''¿Hmmm...?'' ... No obstante, sus ojos enrojecidos, que habían estado paseándose de un lado a otro tras entrar, acabaron posándose finalmente en un elemento del cual no tenia constancia en su cabeza, y este era... aquel extraño surco cuadrado repleto de agua multicolor, tan pura y reluciente, que sobresalía enormemente entre todo el ambiente corrupto del resto de la habitación. De ahí, que sin perder mucho tiempo, Harald Ballad acabo por desviar levemente su mirada hacia atrás, observando a Crane, aunque... manteniendo la sonrisa, eso si... ''¿Agua de la Fuente de los Sueños? ... ¡Je! ¿Tanto pánico le tenia tu familia a los restos de su propia participación, que rodearon la corrupción con este liquido santo? ¡Que triste! ¡AJ, AJ!'' Comento a modo de burla él, llevando la mano a su frente, haciendo varias negaciones lentas. _________________
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//PV: 247(170 + 77)/ PM: 49(42 + 7)/ ATQ: 29//
-Fuerza: Notable / Excepcional / Pésima
-Destreza: Normal / Normal / Normal
-Agilidad: Normal / Normal / Normal
-Constitución: Normal / Normal / Mala
-Resistencia: Normal / Notable / Normal
-Carisma: Excepcional / Normal / Notable
-Sabiduría: Pésimo / Pésimo / Notable
-Espíritu: Notable / Notable / Normal
-Raciocinio: Malo / Malo / Excepcional
·Debilidades Físicas:Golpes Físicos. / Ataques Perforantes. [Armadura] / Hechizos o Ataques de Luz. Luz Solar. Daños en la cicatriz del cuello.
·Armas/Objetos:
-Ea - Espada de la Ruptura
-Enkidu - Cadenas del Cielo
-Cuchillos
·Guardian Force:
-Fuerza: Excepcional
-Destreza: Notable
-Agilidad: Notable
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Malo
-Espíritu: Pésimo -Sabiduría: Normal
-Raciocinio: Normal
{"¡Por lo que felicito nuevamente, Mirzel! Tu gusto en mujeres es digno." LOL XDDD}
"No, si os parece la ibamos a dejar campar a sus sanchas por nuestra propia casa." contestó Jarrelle la 'digna no mujer florero'. "Un poco de podredumbre y enfermedad por aquí, putrefacción por allá. ¿Tendríamos que servirle vino y pan a los umbríos también?" preguntó al aire.
"Efectivamente, sí. Mi abuelo el mártir se apresuró a sellar este sitio, y por supuesto lo hizo bien. Este mausoleo es sagrado para nuestra familia: las cenizas de nuestros antepasados descansan aqui. Habría sido un insulto dejar que este lugar se echara a perder, después de todo."
Cuando Harald se acercase, una niebla de color purpúrea se manifestaría delante de los restos de la urna y él, justo sobre el pequeño cuadrado de agua. Una silueta femenina, hecha de niebla, como si se tratase de un fantasma. Tenía una apariencia extraña, irreal, con 'restos de color' por todas partes, especialmente los bordes. Parecía que 'pixeles' de color flotasen aqui y allá a su alrededor. Era como un holograma tridimensional, pero parecía viva.
Llevaba como un vestido clásico, del mismo color que su cara, aunque había restos de pixeles negros, tal vez el diseño original fuera de ese color. Tenía pequeñas manchas de sangre en las manos y brazos. Había un gran número de cintas que caían de su antebrazo. La más destacable se conectaba directamente con su otro antebrazo, formando un pequeño circulito.
"....................Um..."
La chica estiró un brazo hacia Harald, ofreciéndole un objeto.
Parecía un cuaderno o diario personal normal, aunque al parecer también flotaban píxeles a su alrededor.
Había una pluma dentro del cuaderno, en la última página sin rellenar. La muchacha, con su expresión impávida, hizo un gesto de escribir con un boli.
¿Le estaba pidiendo un autógrafo? _________________
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''¡JAJAJA! ¡Por supuesto que no, Finn! Tan solo me parece divertido el interés de preservar esta sala. Al fin y al cabo, si tanto odio le tenéis a Elizabeth Mirzel, no veo porque este no se extiende al resto de antepasados anteriores a ella.'' Respondió Harald de forma irónica, volviendo a llevarse las manos a los bolsillos. ''No obstante, considero de agradecer el esfuerzo de tu abuelo, Mirzel. Y también el de tu padre, y el tuyo propio, por mantener este sitio intacto hasta mi llegada. ... Hmm... De no haberlo hecho, supongo que habría supuesto un gran problema a la hora de exponer mi juicio. ... ... Tal vez hubiera tenido que castigaros preventivamente. Algo difícil y agotador para mi persona, pues no me agrada imaginar Castigos inmediatos.''
Con una sonrisa paciente, el Rey de Héroes le dio otro vistazo contemplativo al centro del mausoleo, siendo entonces cuando asintió un par de veces, para acabar pues por darse la vuelta, dirigiendo su persona al completo al Matrimonio que esperaba tras él, mirándolos con seriedad, pero al mismo tiempo... con satisfacción. Una satisfacción material, por supuesto, que uno mismo podría tener al observar un objeto o animal que le agradase, y que por ende, merecía un especial respeto. El justo para su posición.
''... Pero supongo que no hará falta llegar a tales extremos... Pues para mi sorpresa, aunque a la vez esperanzadora creencia... ... La Familia Mirzel ha sabido sobrevivir como es debido en estos últimos 200 años. Y ya no solo eso, si no que ademas, ha logrado actualizarse y mejorar en aquellos aspectos que habrían quedado anticuados o aburridos bajo mi juicio.'' Declaro solemne, poniendo un énfasis especial en el tono con el que se expresaba, dejando claro que aquello era mas importante que un mero comentario al azar, tratándose, sin lugar a dudas, del 'juicio' que llevaba mencionando desde su llegada a la Mansión. ''... ... Si, si, si... No me estoy equivocando al decir esto. Tanto tu, Mirzel. Como tu esposa, Finn... Sois dignos merecedores de compartir el legado del Master que me invoco. Al igual que el apellido, y las implicaciones que eso amerita. ¡Jajaja! Ambos seréis unos Mestizos ignorantes. Pero comparados a la mayoría, sois lo mas cercano a lo que yo podría considerar como... Súbditos de Babylonia. ... ... Por supuesto, vuestras vidas siguen siendo inferiores a estos últimos. Pero bien sea lo que se pueda. ¡AHAHAHAHA!''
Sus risas bien humoradas parecían indicar lo hasta hora obvio, y eso era que se hallaba a gusto con la situación. No estaba enfadado, ni tenso, ni rabioso, ni decepcionado. Si no que al contrario. Era tal y como si estuviese en su propia casa, charlando con allegados cercanos, y contemplándolos de una manera que para Senneca Crane solo podía significar que nadie iba a morir hoy. ... Al menos, nadie de su familia. ... ... Y esperaba que tampoco nadie de su personal. Uf, Uf...
Pero en fin... Tras reírse unos cuantos segundos, Harald Ballad volvió a girarse, elevando una de las manos y agitándola un poco, chasqueando los dientes en el proceso. ''¡Tsk...! Y si, claro esta. No me he olvidado de vuestros dos hijos. ¡Ellos también merecen ser contemplados y considerados! ... ... ... Sin embargo, no corre prisa, y tampoco es algo que pueda hacer por mi mismo... Así que el asunto puede esperar a luego. ... Uhm, supongo que la hija mayor no tardara en volver de ese sitio donde se reúnen los Mestizos de su edad, ¿Verdad? Aguardare hasta ese momento, y sera entonces cuando avise al encargado de llevar a cabo el dictamen. ... Hasta entonces... Puedo entretenerme con esto.''
Y dejando caer el brazo, el Rey de Heroes observo con gravedad el centro mismo de la sala, allí en donde se encontraba el charco negro, rodeado del agua pura y multicolor. ... Sin embargo, su atención estaba especialmente centrada en el primero, siendo hacia allí a donde sus pasos posteriores pretendían dirigirse. Avanzando en silencio. Sin decir nada. Y haciendo uso de un rostro que bien podría catalogarse de cauteloso. ... ... ... Un rostro, que justo en el instante en que fue a posar su pie sobre el surco cuadrado, se desdibujo, tornándose medianamente sorprendido, viéndose pues obligado a retroceder ese medio paso. Al fin y al cabo, delante suya, acababa de aparece... Una figura femenina.
''¿Oh?'' Su semblante serio fue transformado en uno curioso, fascinando parcialmente por el extraño suceso que le había cortado el ritmo musical. No obstante, en vez de ofenderse, ... cosa que normalmente habría hecho... Harald permaneció quieto, dejando sus brazos y piernas tal cual estaban, conservando la posición, y por tanto, la postura autoritaria pero elegante.
''Mostrarse de esta manera tan brusca en presencia de un Rey no es algo aconsejable, muchacha. ... ... ... Pero esta bien, lo tolerare. Un entretenimiento extra para mi estancia aquí nunca viene mal, ademas de que no negare que resultas llamativa.'' Hablo él, moviendo el brazo un par de veces, sin apartar la vista o el rostro de la recién llegada, contemplándola, de pies a cabeza. ''Hmmm... No aparentas ser una Mestiza. Pero tampoco pareces provenir de la mugre corrupta. ... Uhmmm... ... ... En fin... ¿Que mas dará? El asunto es que eres una invitada. Así que... ... ¡MIRZEL! ¡Trae el vino!'' ... Ordeno de repente, sacudiendo hasta el brazo hacia él, a modo de indicarle que fuese corriendo a buscarlo. ... Aunque... ''... ... ... O mejor no. ¡Olvídalo! Ya he bebido suficiente por hoy. Mas alcohol podría alterar mi percepción. ¡Tsk, Tsk...!''
Fue en ese entonces, mientras negaba con la cabeza, cuando la joven de extraña composición estiro su brazo y le ofreció a Harald lo que parecía ser... un diario. Un diario personal, bien colorido, y repleto de adornos y pegatinas en cada solapa, siendo en una de ellas donde se hallaba firmada el nombre del propietario, nombrada como 'Adalid'. ''¿Hmm? ¿Adalid? ¿Así es como te llamas?'' Cuestiono, observando pues como la chica insistía con un gesto de manos, el cual, unido al apreciado contenido en el interior del propio cuaderno, llevaron a Harald Ballad a levantar finamente la ceja, mirando tanto al diario como a su dueña.
''¡Hmf! ¿Mi autógrafo? ¿Es eso lo que quieres?'' Y como nada mas preguntar, la tal Adalid asintió automáticamente, el Rey de Héroes acabo por suspirar. ''La Firma de Harald Paddra Ballad esbozada sobre cualquier superficie, le da un valor inmenso a dicho objeto. Tan o mas que la vida de 100 hombres. ... Uhmmm... Por tanto, puedo entender el atrevimiento, muchacha. Aunque... ... dado lo que veo... tiene pinta de ser esta una colección, ¿Verdad? ... Tsk, Tsk... En ese caso... ¡Mi nombre debería estar en la propia portada! ¡Glorificado, y bien visible para quien ose mirarlo! ... ... ... Aunque al mismo tiempo... También puedo entender que prefieras mantenerlo guardado y protegido. ¡Oculto! ¡Para que solo tu puedas deleitarte al leerlo! ... ... Y dicho sea, que prefiero eso ultimo. ¡JAJAJA! ¡Muy bien, muy bien! ¡Tenla aquí!''
Y sin mas dilación, el Rey de Héroes tomo la pluma, la sacudió, y con una elegancia y rapidez digna de la cuna de la que provenía, dibujo sobre la pagina señalada aquella 'obra de arte', haciendo uso de letras bien grandes a la par que estilizadas, dándole pues honor al diario de Adalid.
-Fuerza: Notable / Excepcional / Pésima
-Destreza: Normal / Normal / Normal
-Agilidad: Normal / Normal / Normal
-Constitución: Normal / Normal / Mala
-Resistencia: Normal / Notable / Normal
-Carisma: Excepcional / Normal / Notable
-Sabiduría: Pésimo / Pésimo / Notable
-Espíritu: Notable / Notable / Normal
-Raciocinio: Malo / Malo / Excepcional
·Debilidades Físicas:Golpes Físicos. / Ataques Perforantes. [Armadura] / Hechizos o Ataques de Luz. Luz Solar. Daños en la cicatriz del cuello.
·Armas/Objetos:
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·Guardian Force:
-Fuerza: Excepcional
-Destreza: Notable
-Agilidad: Notable
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Malo
-Espíritu: Pésimo -Sabiduría: Normal
-Raciocinio: Normal
Parecía que el Rey de Reyes estaba de buen humor. Ufff. Seneca Crane se pasó la mano por la frente para secarse el sudor. Y todo gracias al noble arte de la diplomacia. ¿Todo? Umm... sospechaba que Jarelle había tenido algo que ver. A su manera, con sus encantos. La envidiaba, en realidad: él tenía que esforzarse y darlo todo en su diplomacía; a ella, la franqueza le salía del alma.
Se sorprendió cuando la mismísima Adalid de los Sueños y las Pesadillas se presentó frente a ellos. Y no tanto por la presencia de la chica, -su abuelo el caído había sido el que personalmente había hecho rodear el mausoleo del agua sagrada- sino por la reacción de Harald Ballad. La interacción que ambos tuvieron. Eso fue lo más sorprendente. No sabía siquiera cómo describirlo, o analizarlo, o de qué parte exactamente sorprenderse más. La ignorancia {ajajajaj sabiduría} del Rey de Héroes respecto a quién (qué) tenía delante, la petición y cancelación instantánea del vino, la petición que le acababa de hacer la Adalid, que Harald firmara o que la Adalid sonriera al recoger y mirar la firma que el Rey de Héroes le había dado.
Sí. La Adalid sonrió. Una sonrisa pequeña, muy pequeña, casi imperceptible. Pero no oculta ni nada de eso. Simplemente, pequeña. De hecho, aún seguía, sonriente mirando el diario.
{:>}
"....................Gh" Parecía que le costaba pronunciar. "....................Ga... Gra...... Gra..." No era un tartamudeo... Era más bien... como alguien con la voz afónica, ahogada.
"Gracias."
Finalmente lo consiguió.
Hizo desaparecer el diario. Su expresión volvió a la impavidez anterior. Permaneció en su sitio, de pie, aunque no dijo nada más. Tampoco miraba a ninguna parte en particular. Tenía la mirada perdida por ahí. _________________
Armas: Bastón plegable y mágico de rubíes. Magnum Desert Eagle de oro.
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Una vez dio su firma, y Adalid se dispuso a observarla, Harald simplemente volvió a recomponer su pose anterior, llevando las manos a los bolsillos, mirando de mientras la reacción tranquila de la misteriosa chica, con un rostro placido, conservando la fina sonrisa orgullosa. Por supuesto, no dijo nada mas, ni siquiera ante el tartamudeo agradecido que recibió por parte de Adalid, limitándose únicamente a cerrar los ojos y a asentir con la cabeza, a modo elegante. Y así, quieto y en silencio, el Rey de Heroes permaneció por unos cuantos segundos, dejando que la muchacha guardase su Diario y se dispusiese a mirar a otra dirección, sin llegar a extrañarse por tal extraña actitud. A fin de cuentas, cuando los ojos de Harald volvieron a abrirse, estos se enfocaron directamente en lo que tenia delante... El Charco de Agua Negra.
''Hm...'' Y aun callado, el Rey retomo su intención anterior andando los pocos pasos que quedaban, acercándose al centro de la corrupción, a los restos ruinosos de la Corrupta Vasija que 200 Años atrás fue preparada para el ganador del Another Heaven. Unos fragmentos sueltos, que pese al desgaste y a los años, conservaban su forma y apariencia, como piezas de un puzzle, a las cuales Harald observaba cada vez mas cerca, siendo solo en el instante en que su pie piso el surco de agua pura, cuando el avance se detuvo, quedando pues quieto, a una distancia próxima pero segura, sin parar de contemplar el conjunto oscurecido...
Manteniendo el silencio.
Manteniendo la porte firme.
Sin hacer o decir nada.
Dejando que pasaran los segundos.
... Hasta que sin mas...
''... ... ... Mirzel.'' ... Llamo de pronto Harald, no girando la cabeza ni la mirada. ''En la confesión familiar de nuestra anterior conversación, distes a entender que desconoces la naturaleza del deseo de Elizabeth. ¿Verdad? ... Hmm... Imaginaste que seria una meta egoísta, en la que solo me incluyó a mi, sin compartirlo con nadie mas. Fuesen familiares, amigos, o allegados personales...'' Le recordó, usando una voz reflexiva y seria, en un ambiente que poco a poco fue enfriándose a la par que ensombreciéndose, solo que en esta ocasión, mas que por el propio Harald, se debía a la tan cercana presencia de esa oscura corrupción... ''Un deseo codicioso y voraz... ... Uhm... He de suponer que tanto tu, como tu padre, y como tu abuelo, creísteis eso dado el legado que os cedió mi Master. ... Incluso sin conocer los detalles, no os quedaba mas remedio si no creer esa posibilidad. ... ... ... Siendo tal que así... No perderé el tiempo cuestionando cual crees tu que fue dicho deseo. Y en su lugar, tanto a ti como a tu esposa, os haré una cuestión que deberéis responder con toda la sinceridad de vuestro corazón. ... Sin mentiras. Falsas verdades. O adornos de por medio.''
... Y fue decir aquello ultimo, y el rostro del Rey de Héroes se movió ligeramente hacia la derecha, lo justo para que el reflejo de sus brillantes ojos rojos se viese, pero no el resto de su faz. Tal y como si se tratase de una advertencia. De una clara idea de que lo que decía iba muy en serio. Y que por tanto, debía ser tomado por pinzas. Siendo así una situación delicada... Sobretodo tras los progresos logrados hasta ahora.
''Hmf... Muy bien... Responded a esto.''
''Si hubieseis estado en la misma posición de Elizabeth Mirzel hace 200 años''
''Como participante en el Another Heaven''
''Y cabeza de la aun rica familia Mirzel...''
''¿Que habríais hecho en su lugar?''
''¿Que habríais buscado pedir como deseo?''
''... Hm...''
''Tenéis un minuto para responder.''
''No os retraséis.''
Igual que un latigazo dado por palabras, Harald Ballad dejo aquella cuestión en el aire, manteniendo esa mirada a reojo hasta la advertencia final, siendo entonces cuando la cabeza se giro nuevamente frente al Charco, aguardando callado a que el tiempo transcurriese, o que el Matrimonio se atreviese a contestar... _________________
__________________________________
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-Fuerza: Notable / Excepcional / Pésima
-Destreza: Normal / Normal / Normal
-Agilidad: Normal / Normal / Normal
-Constitución: Normal / Normal / Mala
-Resistencia: Normal / Notable / Normal
-Carisma: Excepcional / Normal / Notable
-Sabiduría: Pésimo / Pésimo / Notable
-Espíritu: Notable / Notable / Normal
-Raciocinio: Malo / Malo / Excepcional
·Debilidades Físicas:Golpes Físicos. / Ataques Perforantes. [Armadura] / Hechizos o Ataques de Luz. Luz Solar. Daños en la cicatriz del cuello.
·Armas/Objetos:
-Ea - Espada de la Ruptura
-Enkidu - Cadenas del Cielo
-Cuchillos
·Guardian Force:
-Fuerza: Excepcional
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-Espíritu: Pésimo -Sabiduría: Normal
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{Oh dios la gran pregunta final. O_____OUUU LA PRUEBA FINAL}
La mirada de la Adalid se centró directamente en Harald cuando la pisó el muy bestia en cuanto puso un pie en la línea divisoria marcada por el agua sagrada.
"Sin adornos ni florituras ¿eh?" respondió Seneca Crane, llevándose la mano a la barbilla. "Es difícil, Su Alteza. Es difícil..." el hombre parecía estar tomándose en serio la propuesta de Harald. Estaba sudando de nuevo, no por nerviosismo, sino por concentración. De repente el peso que Harald había puesto sobre sus hombros... ¿Tal vez quería que empatizaran con Elisabeth Mirzel entonces? No... Pues él, Séneca Crane, también llevaba la carga de un Another Heaven a su espalda. Era algo más profundo... "Yo... Mi deber sería pedir algo en pos del bienestar de este mundo..." La Adalid giró la cabeza hacia él. "Pero... pero creo que no sería capaz de hacerlo. Pediría un deseo más egoista... Creo... Supongo... Pero aún así... ¿Qué pediría?" realmente estaba esforzándose en pensarlo. "Yo... No creo en los milagros... He aprendido a no esperar demasiado de la vida. A disfrutar del presente que uno se fragua con el día a día, y a guardar los pies en la tierra. Me temo... Me temo que no tengo respuesta, Rey de Héroes."
"Me temo que no tengo respuesta." repitió, cerrando los ojos. "Sinceramente, no habría llegado hasta allí. No habría sacrificado la Casa de los Mirzel para ganar. No sacrificaría a la familia. Jamás. Quien no arriesga, no gana, {VERDAD SEÑOR TOHSAKA!?} así que yo me temo que yo me encontraría entre los perdedores." confesó, con una leve sonrisa culpable.
...
Jarelle... por su parte...
"Pediría evitar la catástrofe de la extinción de mi familia." sentenció de inmediato, llamando la atención de su marido inmediatamente. "Pediría una boda por todo lo alto, con ambas familias: la suya y la mía." señaló a Séneca. "Pediría poder sonreirle a mi madre, y decirle: ¡Eh, mamá! ¡Me he casado con un mismísimo Mirzel!" abrazó con un brazo a su marido. "Pediría que él hubiera tenido la ocasión de conocer a mi hermano, y a mi tío, y a todos los demás." se le estaban saltando las lágrimas, lágrimas que cuidadosamente, el señor Mirzel le secó. "No pediría otra cosa que ser feliz. Sin tener que matar ni ver morir asesinado a nadie." Séneca Crane terminó dándole un cálido abrazo de consolación.
Se hizo el silencio. Jarelle era fuerte, así que se recompuso rápido. Más rápido que Seneca Crane, que parecía bastante agotado, casi como si hubiera envejecido un millar de años. La Adalid los observaba en todo momento, al igual que Harald, y parecía que fueran los dos los que estaban haciendo aquel juicio final.
.....................
"¿Y tú, Adalid de los Sueños?" cuestionó. La Adalid posó sus ojos sobre los de ella. " ¿? " "¿Qué pedirías tú? ¿Cuál sería tu deseo? ¿Cuál es el sueño de un sueño? ¿Cuál sería el sueño de la propia Fuente de los Sueños?"
".............." miró interesada a Jarelle Finn. Como si la pregunta que le acababa de hacer fuera extraña, exótica y sorprendente. "..........¿Quién yo?" preguntó, y esperó como treinta segundos. Como no pasaba nada, y todos la miraban, dedujo que la que tenía que hablar era ella, efectivamente. "......Yo no pido deseos." empezó a decir, como si fuera lo más normal del mundo. "Yo los concedo." exclamó, y le parecía una respuesta tan obvia que no hacía falta decir nada más.
Pero Jarelle seguía insatisfecha por la respuesta. "Eso no es una respuesta." le hizo saber, negándole con el dedo. Insistía. ¿Pero por qué? ".........................." miró a Harald, que la miraba a ella, y después a la Urna, que también la miraba a ella, al suelo, y de vuelta a Jarelle. ".....................Uh....." frunció el ceño. "........No......... sé....." contestó confundida, para regocijo de Nerox. ".........................."
Silencio.
Expectación.
Mirada inquisitiva de Harald Paddra Ballad.
"..........Uuuh........."
Confusión.
Silencio otra vez.
Tiempo congelado.
Za Warudo
"..........¿Pero en serio tengo que responder?........."
Todos asintieron con la cabeza. Incluso la Urna.
.........
"........Supongo que Sueños.""Dar muchos sueños. Aunque... eso ya lo hago..." se rascó la cabeza. "¿Firmas?" inquirió, mirando a Harald de nuevo, como si le estuviera preguntando a él. Impasibilidad suprema. Juez. Era como si Harald Ballad les estuviera haciendo su propia Prueba del Alma a todos ellos. {OP} Volvió a girarse hacia Jarelle. ".....Sueños y esperanzas. Amor. Dinosaurios. No sé. Más hadas. Prohibir cosas ¿Felicidad? Felicidad. Pasear. Pasear estaría bien. Abrazar gente. Más Pruebas del Alma. ¿Hacer travesuras? Pesadillas. Darles pesadillas. Pero eso tambien lo hago. Las pesadillas también me gustan. También soy la Adalid de las Pesadillas..." una sonrisa bastante más siniestra se esbozó en sus labios por unos momentos. Más píxeles blancos y erráticos en la cara. Líneas como la televisión estática.
Pero pasó rápido.
".......¿Pasteles? Podría compartirlos con Kirby..." _________________
Armas: Bastón plegable y mágico de rubíes. Magnum Desert Eagle de oro.
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Fuerza Normal Destreza Normal Agilidad Normal Constitución Normal Resistencia Normal Carisma Notable Espíritu Excepcional Sabiduría Notable Raciocinio Normal
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Como era de esperar, el Matrimonio no tardo mucho en dar pie a sus respuestas, siendo el primero en hablar Crane, que con voz nerviosa pero paciente, fue barajando las posibilidades y opciones que se le pasaban por la cabeza, llegando todas ellas a oídos de Harald Ballad, el cual las escuchaba y escuchaba en silencio, aun sin hacer ni un solo movimiento. Ni siquiera cuando el hombre de negocios acabo hallando la respuesta adecuada, y la soltó de lleno, admitiendo ya no solo no tener ni idea sobre su Deseo, si no ademas, de su baja confianza en lo que seria participar, con todo lo que suponía, en un Another Heaven.
Luego de él, sin dejar mucho margen para el silencio, su esposa Jarelle contesto también, expresándose de manera mas directa y clara, a la par que concreta, relatando así aquel deseo lógico para una mujer que lo había perdido todo al renunciarlo por amor, en una tragedia triste, la cual con solo expresar, termino hasta por llevarla al llanto, siendo consolada rápidamente por su marido. ... Y si, claro esta, el Rey de Héroes percibió dicha escena en toda su profundidad, sobretodo tras haber sido comunicado de toda la historia con anterioridad. Y posiblemente por ello, su rostro se giro de nuevo otro poco, observando con mirada seria, pero benigna, la escena que el matrimonio protagonizo. Mirándolos durante unos cuantos segundos... ... hasta que para su sorpresa... la mujer de los Finn decidió incluir a la extraña muchacha en aquello. Cuestionandole la misma pregunta. A lo que Harald reacciono, mirándola de reojo.
Fueron contestaciones débiles y sencillas, dadas con una voz baja, que dificultaba aun mas el escucharla correctamente. Pero de todas formas, el Rey de Heroes atendió a cada letra que esta muchacha expreso, incluyendo aquellas que no llevaban a ninguna parte, o que acababan de manera brusca en un corte inconsciente. Uhmm... Visto así, la chica parecia algo demasiado fragil. Como un cristal bien pulido, que podía romperse fácilmente si lo tensabas demasiado. Algo que a él le resulto que sucedería en bastantes ocasiones, manteniendo la vista enfocada. Y claro esta. En aquellas miradas que la propia niña le hacia a él, Harald se las respondía, llegando a levantar la ceja en varios momentos, o hasta a asentir cuando esta se cuestionaba su implicación en aquello.
Como era de esperar, Adalid dio una contestación basada en peticiones vagas y simples. Deseos que cabrían de esperar de un niño pequeño, o de alguien extremadamente inocente y sincero, dándole mas sentido todavia a la impresión que Harald tuvo sobre ella, siendo tan así, que al final no pudo evitar escaparsele un suspiro.
''Tus peticiones son castas e inmaculadas. Aunque al mismo tiempo densas y frondosas. ... Hm. Sin duda una forma interesante de ver el mundo, muchacha. ... Pero supongo que es la forma lógica... Aquellos de tu naturaleza, tan sencillos pero importantes, poseen un lugar desde donde la Creación se contempla de maneras muy distintas a las observadas por la mayoría.'' Declaro entonces el Rey, con tono monótono y claro, dándose la vuelta del todo hacia atrás. ''No es de extrañar pues... que aquellos mortales concedidos con el don de la curiosidad, no dejen de intentar aproximarse lo mas posible a un lugar como el vuestro. Incluso si eso significa que tengan que hacer sacrificios...''
''En sus posesiones.''
''En su ámbito.''
''En su nombre.'' ''... O en el Linaje de su Sangre.''
Y sin mas, conservando el rostro impasible, Harald Ballad elevo su brazo derecho por encima de su propia cabeza, juntando los dedos corazón y gordo de la mano, para dar así un seco chasquido, tan sonoro, que dado lo cerrado de la habitación, genero hasta un poco de eco. Sin embargo, mas allá de los efectos sonoros, el resultado importante vino casi instantáneamente después, cuando frente al Matrimonio, entre ellos y el Rey, emergió uno de los portales dorados de la Puerta de Babylonia. Un portal algo mas ancho que el usado con anterioridad, y del que poco a poco, descendiendo a ritmo lento, comenzó a vislumbrarse, lo que parecía ser...
Una alargada urna de cristal.
Recubierta enteramente por un mantel rojizo.
¿Uhh...? A clara vista, uno podía intuir que se trataba de una urna de exposición. Aquellas en las que se guardaba algo, y esto quedaba visible con seguridad, protegido del exterior. No obstante, por culpa de esa tela, dicho interior se hallaba oculto. ... Al menos... parcialmente. Por las esquinas y dobladuras, era posible vislumbrar un ligero reflejo de... liquido. Tal y como si se hallase repleta de agua, o de algún fluido transparente. Ademas, dichos reflejos también hacían intuir colores distintos a los de la tela, dando a entender, que debía haber algo mas, seguramente conservado en el liquido. ... ¿Pero el que?
''Vuestras respuestas delatan aquello que sospechaba desde hacia un buen rato, herederos de los Mirzel.'' Soltó de pronto Harald, avanzando unos cuantos pasos hacia adelante, directo a la urna de cristal. Y en el proceso, justo cuando paso al lado de Adalid, su brazo derecho comenzó a descender hasta posarse sobre la cabeza de la chica, dando unas cuantas palmadas suaves. Ademas, también la miro por unos segundos. Con esos mismos ojos serios, imperturbables y directos, ... pero que sin duda no mostraban sentimientos negativos. Tan solo eran como sus caricias. Y al igual que estas, en el instante en que redirigió la vista hacia adelante, su brazo se aparto, andando el par de pasos que quedaban, hasta colocarse justo frente a la Urna de cristal, ... solo que mirando en esta ocasión al Matrimonio.
''...''
''...''
''... Ustedes dos...''
''... ...''
''... ...''
''No sois auténticos magos.''
...
... ...
... ... ... Aquellas palabras... Aquellas palabras tan repentinas y súbitas... cayeron como un cubo de agua fría. ... O al menos... Así tuvo que ser la sensación que Crane y Jarelle recibieron. Pues sin puntos o comas que le diesen otro sentido a lo dicho, sumado al silencio que hizo tras declararlas... Casi hasta resultaba parecer el mazazo final del juicio. Alargándose y alargándose la quietud. Extendiéndose por unos segundos, que pese a no ser muy largos, si que lo aparentaron. Siendo las manos del Rey, ocultas de nuevo en sus bolsillos, las que dieron paso a la continuación de su discurso.
''Poseéis apellido de Mago. Provenís de un linaje de magos. Y sin duda alguna, por vuestras venas circula sangre de mago... Conjuráis hechizos, sabéis de magia, y la habéis estudiado lo mejor que se puede... Guardáis recelosamente vuestros secretos, vuestros dones y talentos... Y de hecho, protegéis vuestro origen con todo el orgullo que un buen sucesor podría tener. ... ... ... Pero aun con todo. Seguís sin ser auténticos Magos. ... O al menos... Auténticos Herederos de una antigua Casa de Magos. Porque de serlos verdaderamente... La respuesta a vuestro deseo tendría que haber sido otra. Habría sido un deseo mucho mas claro. Mucho mas conciso. Y por consecuencia, mucho mas típico. ... ... Ya que si... Sin lugar a errores, de ser ambos Magos dignos del antiguo linaje que poseéis...
''Habríais entonado el mismo deseo que Elizabeth tuvo una vez''
''Y al igual que ella...''
''Todos sus antepasados.''
''Todos sus iguales en otras Familias.''
''Y todos esos Magos...''
''Que llevan eones buscando la misma meta exacta.''
-Fuerza: Notable / Excepcional / Pésima
-Destreza: Normal / Normal / Normal
-Agilidad: Normal / Normal / Normal
-Constitución: Normal / Normal / Mala
-Resistencia: Normal / Notable / Normal
-Carisma: Excepcional / Normal / Notable
-Sabiduría: Pésimo / Pésimo / Notable
-Espíritu: Notable / Notable / Normal
-Raciocinio: Malo / Malo / Excepcional
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-Fuerza: Excepcional
-Destreza: Notable
-Agilidad: Notable
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-Resistencia: Normal
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-Espíritu: Pésimo -Sabiduría: Normal
-Raciocinio: Normal
La neblinosa chica levantó uno de sus lazos como si se tratara de una tira de Lilith de sus extremidades en cuanto vio la mano de Harald acercarse a ella, y estuvo a punto de repelerla defensivamente apartándola de un débil latigazo con la cinta, pero se detuvo. Aunque se llevó las dos manos a la parte de la cabeza donde el Rey de Reyes Héroes le había acariciado, como si estuviera asegurandose de que no le hubiera puesto un sombrero o algo. "..........Mmmhhfff......." Su expresión permaneció impertérrita, lo cual daba lugar a una escena un tanto graciosa.
..............
Le había dolido en sobremanera el comentario de Harald. 'Vosotros dos no sois magos auténticos'. Sinceramente, para alguien como él, era uno de los peores insultos que le podía haber soltado nunca. Imaginaba que su mujer sentiría lo mismo. Un insulto muy duro. Muy grave. De los que un amigo jamás te diría a la cara. Curiosas, las vueltas que da la vida. Había llegado a respetar al Rey de Héroes. Después de aquello... Casi diría que se había ganado su enemistad, si no fuera porque era una minúscula hormiga frente a él. Así que como buen inferior, se limitó a callar y asentir. Bendita fuera su paciencia: Jarelle no la tenía. Igualmente, Seneca Crane retomó su actitud pensativa y trató de contestar lo mejor que podía al invitado frente a él. "Hum... Se me ocurren tres posibles ideas... Una, Poder. Otra, Vida Eterna. Y la tercera... es más propia de los Alquimistas que de los Magos... Un catalizador inagotable, algo como una Piedra Filosofal."
"Diría que el primero es el más probable. ¿Pero qué uso tiene el Poder en sí mismo? Ella ya tenía poder. Os tenía a vos. El mayor servant que hubiera participado en cualquier Another Heaven hasta la fecha. Ella ya tenía el poder para conseguir la mejor victoria que lograría en su vida. ¿Por qué iba a querer desear poder, cuando no había mejor premio que conseguir a través de él que el que se cumpliese su mayor deseo?"
Jarelle se limitó a cruzarse de brazos y no contestar. _________________
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Seguramente Harald capto el rostro molesto y dolido de Crane, pues al verle así, una sonrisilla irónica se dibujo rápido sobre su boca, andando pues otro par de pasos, acercándose, hasta quedar al lado de la urna de cristal, frente a esta. No obstante, en vez de centrarse en esa reacción por parte de su interlocutor, el Rey de Héroes prefirió esperar a oír las hipótesis del mismo, cerrando los ojos mientras las escuchaba, asintiendo varias veces... Para al final, en gesto directo, sacudir un tanto su brazo, volviendo a mirarle a los ojos.
''Por mas margenes y diferencias que existan entre las civilizaciones, los deseos de todas ellas son reiterados e insistentes. Nunca cambian. Pasen los siglos que pasen... Desde las mas antiguas, hasta las mas modernas...'' Dijo él, extendiendo su palma abierta... ''Mortales encadenados a una existencia sutil y efímera, carentes de poder, o de energía para llevar a cabo sus deseos. Obligados a cargar con una creciente frustración por no ser capaces de aprovechar al máximo su potencial. Y es esta frustración, tan ardiente y viva, lo que les impulsa a seguir adelante en un intento de alcanzar lo inalcanzable. De conseguir lo inconcebible. Y de superar sus propios orígenes, siguiente la ruta de sus sueños e ideales...'' ... Para entonces, cerrarla en un puño. ''... No obstante, ¿Como consigues eso, Mirzel? ¿Como logras tomar las estrellas, cuanto tus propias manos son incapaces de sostenerte a ti mismo? Hm... La inmortalidad, la energía, o el poder... Al igual que el dinero, la influencia, la fama, o el amor... Son metas básicas, pero difíciles de lograr o mantener para la mayoría. Casi todo el mundo las busca. Pero casi nadie conoce el método para hallarlas. Y en caso de alcanzar una... ¿Que hay de las demás? Sigue siendo imposible obtenerlo todo. Sigue siendo impensable hallar el camino al éxito absoluto. Puedes buscar toda tu vida las diferentes rutas, y terminaras arrepintiéndote en tu lecho de muerte. ¡Pues ni siquiera yo! ¡Rey de Héroes! ¡Y dueño del jardín en el que tu y tus antepasados habéis nacido...! ... Poseo todo. En si, soy similar al resto de mortales en ese detalle. En mi limitada capacidad para vivir este mundo. Esta realidad. Tal vez haya alcanzado una reencarnación completa... Al igual que la inmortalidad. Tal vez a mi disposición tenga las mejores amas jamas concebidas por la mano del hombre, Dioses, y el propio Universo. Puede incluso que mi fama sea infinita. O que mi peso personal sea suficiente para tumbar a quien se ponga en mi camino. ... ... Pero al final del día... Pese a todo... Sigo sin estar al nivel absoluto del que he hablado. Sigo sin estar... en la misma cima... Que alguien como ella''
Y si... Señalando con el dedo indice, Harald apunto directamente a Adalid. Sin mirarla. Pues sus profundos ojos continuaban mirando con fijez a los de Crane. Brillando en breves destellos. Que marcaban el mismo ritmo que de las palabras que entonaba. Haciendo uso ya no de su Carisma, ni de su Titulo, o de su sola Gravedad... Si no de la propia verdad de sus palabras. Otorgándole una intensidad a las mismas, que sin duda debería haber dejado atónito a cualquiera. {Eso sigue siendo carisma, pero ok, Haraldo}
''Y siéndoos sincero al respecto, en lo personal... Yo nunca he buscado algo así. Estoy mas que satisfecho con mis posesiones, con mi ser, y con mis limitaciones. Y aunque bien es cierto que he expandido alguna que otra... Esto solo ha sido por la voluntad auto impuesta de mis emociones. Mas concretamente, aquellas provenientes del amor que siento hacia mis dos Princesas... ... Hmm... Por ellas movería el mundo entero. ¡Por ellas! ¡Sacudiría las estrellas y la misma creación! ¡Y superaría cualquier limite, con tal de estar a su lado! ... ... ... Pero nada mas. Porque mi limite es el que ellas marcan. No una obsesión caprichosa basada en avanzar y avanzar porque si... ... ... ... Uhm. Y he ahí la división, Senneca Crane y Jarelle Finn. Pues vosotros dos sois iguales a mi. Igual que el resto de mortales, que tarde o temprano, aceptan que la única y autentica felicidad se halla en lo que hay al alcance de la mano. Tratar de ir mas allá de eso, por metas abstractas... Resulta... Inhumano. E hipócrita, en cierto sentido. Tsk, Tsk... Ya que en lo que ustedes creéis como correcto, primero va vuestro amor, vuestra familia, y vuestra sola identidad. Y ya luego, lo que surja. ... ... Je... Muy diferente, sin duda, de ya no solo a como pensaba Elizabeth...''
''Si no a todos los Magos...''
''Desde el principio de la razón.''
... Y sin mas, en un súbito movimiento, el Rey Dorado agito la mano, agarrando la tela roja de la Urna, para retirarla rápidamente en un solo tirón. Esto causo que el mantel saliese volando hacia la derecha, apartada del recipiente y de su contenido, ... el cual... como era de esperar... quedo visible para todos los presentes. ... ... ... ... Un contenido sin duda especial, que hizo pasar de la sorpresa al horror en cuestión de segundos. Y es que ahí dentro... claro y reconocible... Había... ... Había...
... ... ...
Un brazo humano femenino.
Cortado desde el hombro.
Y conservado en perfecto estado.
... ... Y en el cual, a plena vista, emitiendo finos brillos rojizos...
Tenia marcada...
Una extensa hilera de Sellos de Comando.
Cuarenta y dos en total.
-Fuerza: Notable / Excepcional / Pésima
-Destreza: Normal / Normal / Normal
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-Resistencia: Normal / Notable / Normal
-Carisma: Excepcional / Normal / Notable
-Sabiduría: Pésimo / Pésimo / Notable
-Espíritu: Notable / Notable / Normal
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La Adalid bajó las manos de la cabeza y repitió su sonrisa siniestra cuando Harald Ballad la señaló, designándola como 'alguien capaz de tomar las estrellas'. Harald no la vio, pero sí Séneca Crane y Jarelle Finn. Dicha siniestra mueca se mantuvo en todo momento hasta que... le cayó encima y sobre la cabeza el mantel rojo que Harald lanzó por ahí.
"..........Gheegh....... ¡Agh!"
Y así se quedó.
Con el 'mantel'... sobre la cabeza.
{XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD}
................
Los ojos de Séneca Crane y Jarelle Finn se abrieron en absoluta sorpresa cuando Harald Ballad reveló el sangriento y aberrante contenido del recipiente.
"¿Qué...? ¡Aparta esa cosa horrible de mi vista!" suplicó Jarelle, enormemente asqueada y horrorizada. La Adalid se asomó levantando la manta con las dos manos, a ver qué es lo que era aquella cosa tan horrible. "¿¡Qué demonios!? ¿¡Cómo se os puede pasar por la cabeza hacernos ver esto!?" Séneca Crane se apresuró a taparlo con lo único que tenía a mano: su propia chaqueta de color carmesí, su favorita y una de las más caras.
"..........¿Qué pasa? Sólo es un cadáver. No va a hacerte nada..."
Dicen que la ira más temible es la del hombre más paciente. Si Harald Ballad quería que Séneca Crane dejase la diplomacia, y también que perdiera la paciencia por completo, con eso último ya lo había conseguido. Le miró a los ojos, con el puño cerrado. "¿¡Qué tipo de mente perturbada tenéis!? ¿¡Creéis que conocer el desprecio que le profesamos a Elisabeth Mirzel os da derecho a exhibir su cadáver descuartizado delante de mí y de mi esposa!?" Harald Ballad le sacaba varios centímetros de altura a Séneca Crane. Por no mencionar los kilómetros de poder que los separaban a ambos. Pese a ello, Seneca Crane no se acobardó ni se amilanó. "¡Exhibís y tratáis delante de mi y de Jarelle, delante de todos los Mirzel en este lugar sagrado un miembro descuartizado de uno de los nuestros, como un maldito trofeo! ¡Me causais repulsión!"
"....Halaaaa...." se oyó un murmullo detrás.
"Sí, he visto los Sellos de Comando." Séneca Crane le dio la espalda, agarrando su cetro. "Cuarenta y dos en total. Sé lo que son y sé para qué sirven. Comprensiblemente, los habéis conservado para el próximo Another Heaven. Cualquiera lo haría: semejante arma no tiene lugar para desaprovecharse. Muy bonito. ¿Queréis un aplauso?"
Jarelle tomó la palabra. "Si eso es todo, marchaos. ¡Fuera de esta casa! A no ser que tengáis algo útil de verdad que decir. Porque hablais mucho de vuestra grandeza y lo pequeños que somos en comparación, pero a la hora de la verdad no hacéis más que comportaros como una alimaña creida. ¡Marchaos de una vez! ¿O en serio tenéis algo verdaderamente importante que decirnos? ¡Qué sorpresa! ¿¡Así que no habéis venido sólo a burlaros de nosotros y de nuestros antepasados, y a mostrarnos más de vuestra enfermiza galería de miembros de familiares descuartizados!? ¡¡Ya estoy harta de vuestra obstentosa impertinencia!! ¡¡Marchaos de una puñetera vez!!" gritó, a puño cerrado, y tan iracunda o más como su marido.
..................
"..........Basta. Dejad ya de discutir."
Para el bajo tono de voz con el que acostumbraba a hablar, la Adalid impuso uno más fuerte en aquel instante, haciendo el completo silencio y redirigiendo la atención a ella. Se había quitado la manta sobre la cabeza en algún momento, y ahora, sosteniéndola con uno de sus lazos, la llevó hasta la vasija de Harald, sustituyendo la chaqueta de Crane por dicho mantel.
"Estaba bien tener algo de compañía inteligente y sobretodo pacífica, para variar." dijo, sacudiendo con otro lazo la chaqueta de Séneca Crane, y luego pasándo otra tira de tela, planchándola. Luego se la devolvió, de hecho, dejándola más nueva que antes. "No como los idiotas de ahí detrás." señaló con el dedo gordo detrás de su espalda. Dos feroces Umbríos habían surgido de los restos corruptos de la pútrida urna, y con sus garras afiladas y fauces abiertas, se lanzaron con un instinto salvaje directamente hacia la Adalid. Un sólo golpetazo con una de sus tiras de lazo bastó para que los Umbríos se disolvieran en mil y un brillitos de colorines, que cayeron al suelo, sobre la tierra de una grieta en el suelo, haciendo aparecer una pequeña plantita, muy verde y recién nacida.
"..."
Miró a la planta que había salido sola.
{Planta: :>}
".................."
{Planta: :> :>}
"¡Affgh! ¿¡Veis lo que pasa!? Discutís, me ponéis nerviosa, se me escapa la Energía Estelar y salen plantitas." se cruzó de brazos y les miró.
........................
Silencio.
"...No tiene gracia, ¿sabéis?" exclamó. "En este lugar no llega la luz del sol, así que se va a morir. Lentamente, en agonía y soledad. A las plantas les gusta la compañía de otras plantas. A eso se le llama un bosque."
Acercó uno de sus lazos a la pequeña planta y... la arrancó de cuajo.
"Hala. Eutanasia. ¿Estáis contentos?" les reprendió, acercándose la planta sin vida para mirarla de cerca. "Otra muerte más sobre mis manos... Parece que era una amapola amarilla. Una lástima." como no ponía ninguna expresión en la cara, no sabían si estaba siendo dramática, si estaba triste o si estaba enfadada. O las tres cosas. Ante la duda, siempre las tres.
Cerró el puño sobre la planta y ésta desapareció. Señaló a Harald con un lazo entonces. "Mostrar dicho brazo sin miramientos, directamente y sin anunciarlo previamente a los cuatro vientos es tu forma de hacerlo con el debido respeto. ¿Correcto?" inquirió. "Forma errónea." le golpeó con un leve chasquido. "Imagina que es el brazo arrancado de una de tus queridas. ¿Duele, verdad? Duele. Aunque la odien, Elisabeth es parte de su familia. Más cuidado y más respeto la próxima vez."
Apuntó entonces a Séneca Crane. "La visión del brazo arrancado de un familiar, aunque fuera uno que odias, ha sido un auténtico shock para ti. Además, te ha insultado antes, y por lo visto durante todo el día, así que tu paciencia ha llegado a un límite. Comprensible, pero no justifica la reacción excesivamente sensible. Es sólo un cadáver. No busques excusas para empezar a insultarle y echarle de tu casa. Ni siquiera ha terminado de hablar." golpeó esta vez a Séneca Crane y a su mujer al mismo tiempo. "Y os lo digo a los dos. Jarelle, la empatía es un anillo del alma muy bello, pero usarlo erróneamente es prácticamente como no tenerlo. Anillo del Alma, dioses, dónde está mi cabeza. Quería decir... Uh... Sentimiento no es la palabra... creo... Bueno, lo que sea. Ya me entendéis. "
Señaló con el mismo lazo a Harald. "Tú te has equivocado. Le has insultado, y al parecer, desde que llegaste." señaló a Jarelle. "Tú has estado a la defensiva-ofensiva desde el principio." señaló a Séneca. "Tú, Séneca, has perdido la paciencia y las buenas formas." bajó el 'brazo' de tela entonces. "Todos os habéis equivocado. Todos habéis estado arañando y a la defensiva con el linaje de vuestra sangre y al final ha pasado lo que tenía que pasar. Y yo he matado una planta. Así que ahora mismo os vais a disculpar entre todos. Disculpa múltiple formalizada."
"Empiezo yo. Perdón, umbrio convertido en planta, por ahorrarte una existencia agónica. Listo."
...
......................
"..........Vale, está bien." se dijo a sí misma. Miró a la Urna tras de sí. "Mis disculpas por no salvar a esos dos últimos. Meh, hago lo que puedo. Ni siquiera tengo por qué hacerlo, ¿sabes?... Geh. Además, me has hecho daño." señaló la sangre de sus brazos. "Y además, eres una pesada, no sé qué hago disculpándome. Disculpate tú, bestia. Hasta Nightmare es más civilizado que tú."
Cerró los ojos, sacudió la cabeza. Y luego apuntó a Séneca Crane con el lazo. "Tu turno. ¿Sí?"
Séneca Crane suspiró y se cruzó de brazos. "...Humph... Supongo que sí..." acabó diciendo. "Sí." reafirmó, recuperando una postura más elegante, más propia de un Mirzel. "Sí. Tenéis razón: me he excedido, y he reaccionado de una inadecuada manera. Tenéis mis disculpas." dió una sentida reverencia. "El juego del despacho, la petición-amenaza de juzgar a mis hijos, la aparente idolatría que profesáis a Elisabeth Mirzel... la afirmación de que ni Jarelle ni yo somos auténticos Magos... y la horripilante visión del miembro descuartizado de un miembro de nuestra familia... Han sido tantas cosas... Que no he podido soportarlos. Tenéis mis sinceras disculpas"
"¿Jarelle?" la apuntó a ella entonces. "......." de brazos cruzados, con las manos apretándolos, la mujer parecía que no daría su brazo a torcer. Dio un profundo suspiro. "Sí." contestó. "Sí, sí. Es cierto. Estas no son formas de tratar a un invitado, no de los Finn, y desde luego que no de los Mirzel. Mis disculpas. Os he visto desde el principio como un intruso, y no como un huésped. Mis disculpas." repitió.
Y finalmente la Adalid apuntó a Harald Ballad. "¿Harald?" _________________
Armas: Bastón plegable y mágico de rubíes. Magnum Desert Eagle de oro.
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Fuerza Normal Destreza Normal Agilidad Normal Constitución Normal Resistencia Normal Carisma Notable Espíritu Excepcional Sabiduría Notable Raciocinio Normal
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Dado el tono que empleo al matrimonio en su respuesta a las palabras y acciones del Rey Dorado, y dada la situación que les rodeaba, uno habría imaginado que Harald reaccionaria de forma tosca o incluso violenta, sintiéndose ofendido, puede que hasta molesto, por tales... insultos que le propiciaron ambos. Sobretodo, la mujer de los Finn. Y es que el humor de este hombre no era algo con lo que se pudiese jugar así como así. Si desvariabas un poco tus palabras, fácilmente podías dar por terminada tu vida allí mismo. Y considerando que hasta Adalid reacciono de manera estupefacta, uno podría esperarse lo peor por parte de Harald. El cual había permanecido ahí quieto, frente a la pareja, recibiendo y escuchando atentamente cada una de sus palabras. Manteniendo la firmeza. Manteniendo el silencio. Manteniendo la apariencia. ... Pero no su sonrisa. No, no, no... De hecho, tras varios segundos atendiendo a tales ofensas, su mueca sonriente se borro.
Dejando en su lugar...
Bien marcada y visible...
... ... ...
Una aun mas amplia sonrisa dentuda.
Alargada. Agrandada. Y profundamente eufórica.
Por todas esas risas ahogadas, que trataba de contenerse...
''Pff... Huhu... Hahaha....'' Si... Por mas extraño que pareciese, el orgulloso Rey de Héroes se estaba tomando todo lo oído igual que con un chiste, soltando finos chasquidos y suspiros, como si en cualquier instante fuese a explotar en una colosal carcajada. No obstante, incluso si esto podía ser fácil de malinterpretar, era bien obvio que Harald les había escuchado. Cada palabra. Cada oración. Y cada implicación que estas contenían. Y a su vez, tampoco tenia pinta de ser un desprecio absoluto a las criticas del Matrimonio, porque de haber sido así, ni les habría dejado terminar. Fue... respetuoso, en lo que mas pudo. Tolerando hasta los gritos y berridos de la mujer, con esa sonrisa gustosa. La cual, solo acabo cambiando, en el instante en que Adalid intervino. Y no por nada en especial... Simplemente, que el Rey de Héroes desvió su atención hacia ella, aflojando la mueca, hasta afinarla.
Y asi, de nuevo en silencio, Harald aguardo, observando como un espectador mas tanto las palabras como los gestos de Adalid, no perdiéndose ninguno. Contemplo a los salvajes Umbríos, que en un solo ataque fueron despachados, y visualizo como uno de ellos era literalmente convertido en una pequeña amapola. Haciendo levantar la ceja ante tal peculiar escena, aunque sin descuidar la pose. En su lugar, solo fue moviendo la cabeza, conservando su típica mirada neutral. Y otra vez, no porque ignorase o no tomase en serio a Adalid, pues cuando esta le dio aquel rápido pero fino latigazo, el Rey de Héroes chasqueo los dientes en un bajo quejido, cerrando hasta uno de los ojos en el proceso. Siendo tras aquello, cuando su atención volvió a dirigirse al matrimonio, contemplando las reacciones que estos tuvieron, a base de una placida sonrisa.
"Todos os habéis equivocado. Todos habéis estado arañando y a la defensiva con el linaje de vuestra sangre y al final ha pasado lo que tenía que pasar. Y yo he matado una planta. Así que ahora mismo os vais a disculpar entre todos. Disculpa múltiple formalizada."
... ... ... ... ...
"Empiezo yo...''
... ... ... ...
Adalid apunto con su brazo a Senneca Crane. "Tu turno. ¿Sí?"
... ... ...
Luego a Jarelle. "¿Jarelle?"
... ...
Y finalmente... "¿Harald?"
...
...
...
''... ... ¡Ja! ¡Jajajaa...! ¡AJA JAAAJA...! ¡¡AJ AJA AJAJAJAJAJA AJ AJ AJAJAJAJA!!''
''¡AH AHA HA HAHAHAHAHAA! ¡¡AAH AHAHAHAAHAHAHAHAHAHAHA!!''
... Su desfogada e implacable risa inundo el ambiente cerrado del mausoleo por unos cuantos segundos, extendiéndose y extendiéndose, hasta el punto de que Harald se llevo la mano a la cara, tapandosela, como si realmente quisiese parar pero no pudiese lograrlo, siendo tan así, que al final, encorvado hacia adelante, y con los ojos llorosos por el jubilo, el Rey de Héroes soltase unos cuantos suspiros. Calmando poco a poco su humor. Su entusiasmada explosión. Para entonces, sin estirarse, y reabriendo su enrojecida mirada, ... ... contemplar fijamente a Adalid, sonriendo malévolamente.
''Agradezco de veras tu intención, muchacha astral... Pero aquí no hay nada por lo que pedir disculpas.''Declaro de golpe él, con voz siniestra, acorde a la mirada que había puesto, tan fría y afilada... ''Ni por un lado, ni por el otro. ... Jeje... De hecho... En todo caso, lo que debería hacer es agradecer tal espectáculo. Pues mas allá de entretenerme... me ha facilitado mucho las cosas en mis argumentos.''
La espalda de Harald se estiro al poco tiempo de anunciar aquello ultimo, ensombreciendosele ambos ojos por la posición de sus cabellos, pero sin resultarle esto una preocupación en lo mas mínimo, ya que tranquilamente, y con total naturalidad, el hombre retrocedió unos cuantos pasos, quedando justo detrás de la urna de cristal, posando pues, su mano derecha por encima.
''Por ello, sustituiré dicho 'Perdón' por algo que aclarara vuestras dudas. Un relato transcurrido al tiempo, y que tiene como protagonista a una joven pero brillante familia, que aun surgida en medio de una era convulsa y agitada, supo encontrar ya no solo su lugar, si no el peso necesario para hacerse notar, y relucir altivamente hasta las puertas del presente.''
''Siendo el nombre de tal tenaz estirpe...''
''La Familia Mirzel.''
''¿Cual es la meta final de un Mago? ¿Cual es su limite? ¿Por que avanza y constituye su hechicería? ¿Por que deja descendencia? ¿Por que busca siempre un heredero al que pasarle sus conocimientos? ... ... ... Je. La respuesta es simple. Y tan solo hace falta echar un vistazo a lo mencionado anteriormente. Pues un Mago, por encima de sus riquezas, su historia, su fama o gloria... Es un investigador. Vive y busca en pro del Conocimiento. ¿Pues que es este don si no la fruta prohibida ante la cual gira todo? Con conocimiento, puedes obtener cualquier cosa. Incluyendo los deseos mas básicos y añorados por los mortales, renegados del alcance de su mano... Teniendo la formula correcta, el diseño, la ruta, el guion, la receta, o tan solo la idea de lo que hacer y lo que no... hasta el mortal mas incapaz, puede convertirse en un Dios entre los hombres. E incluso, llegando a metas mas absurdas... A un Dios entre las Estrellas. Algo insuperable. Inalcanzable. Y que con tan solo una pizca clave de información, se puede tomar...''
''Solo que claro, suena muy fácil ¿Verdad? No es como si con desearlo un solo hombre fuese a recibir la Sabiduría que necesite. {Excepto Lumus, que con Sabiduría Pésima, era un Erudito Arqueólogo de los Antiguos} Como con cualquier otra cosa en esta vida, debe buscarla, trabajarla, y a veces, hasta ganársela. En un trabajo que puede llegar a durar años o décadas completas, investigando cada mínimo detalle, todo con tal de obtener un único conocimiento nuevo. Y eso... Si la investigación no resulta en un fracaso. Por lo cual, sucede lo mismo que con los otros deseos mortales. Un esfuerzo demasiado grande, por el que siempre aspiraras a mas, sin llegar a obtener algo mayor que una misera pizca...''
...
''... Pero entonces... ¿Cual era la motivación de los Magos? Que durante siglos y milenios, desde épocas incluso mas arcaicas que la mía, han perdurado obstinados, tratando siempre de mantener sus secretos a buen recaudo, pasándoselos de cabeza en cabeza, tal y como si dichos conocimientos fuesen mas valiosos que el mayor Tesoro del mundo... ... ... Je. Simple.''
''Y es que a diferencia de cualquiera de los otros deseos''
''El del Conocimiento, posee un nexo.''
''Un lazo. Un vinculo. Una unión...'' ''Una Raíz'' ''Y es esto lo que los Magos tan incansablemente han buscado''
''Ya que si logran crear un camino. Una ruta para alcanzar dicho punto...''
''Tendrán en sus manos el mismo Origen.''
''... Y por ende...'' ''Todo el conocimiento habido y por haber del Universo.''
La mano de Harald se extendió hacia adelante al decir aquello, apuntando a Crane y solo a Crane. Observándolo a su vez con un rostro sereno, en el cual de golpe se dibujo otra sonrisa. Irónica, y burlona.
''... Y ahí es donde entra tu amada familia. Los Mirzel. Pues ellos no eran distintos al resto de magos que han habido. Compartían esa misma meta. Esa sola obsesión. Y para alcanzarla, idearon métodos propios, igual que el resto de Linajes de otras Casas... Al fin y al cabo, incluso si para los Magos la existencia de dicha Raíz es cierta y verdadera, su naturaleza, ubicación, constitución, o presencia... Son desconocidas. Contados son los afortunados que lograron alcanzarla. No dejando información alguna del como o el cuando. Hm... ¿Es la Raíz un lugar físico en el Universo? ¿Una estrella lejana en el firmamento? ¿O tal vez se trata de un evento cósmico ocurrido en el principio de los tiempos? Puede que ni siquiera eso, puede que sea un cumulo psicológico del saber general. Puede que incluso un eco proveniente del futuro mas lejano. O algo... que invisible, se encuentra dentro de cada ser vivo inconscientemente. ... Jeje... Y es que esa era la idea que tus antepasados tenían. La barca a la que se agarraron, y a la cual empujaron, generación por generación...''
''Aspira a mantener el flujo adecuado... Hm... Si el Universo es como una gran corriente en la que todo avanza al son de su dirección, sin duda los Seres Vivos forman parte de la misma. Nacen, mueren, y viven en medio de una espiral que no deja de moverse. Por lo cual, si uno mismo consiguiese equilibrar su mente, su cuerpo, y su espíritu, entrando en contacto con el flujo interno, para así acceder al flujo externo y universal... Tendría vía libre para moverse hacia el principio. Al Origen mismo. Como una especie de viaje astral, capaz de desafiar las leyes de la razón...''
''Y bajo esa idea, tu Familia se trabajo en sus intenciones, cambiando las maneras y los métodos de equilibrar su propio flujo. Variando. Variando. Y variando. Uhm... En un comienzo, lo intentaron con la relajación. Luego, haciendo uso de la meditación. Mas adelante del sueño. Y tras eso, del coma auto-inducido. Lamentablemente... al verse incapaces de controlar sus propias mentes en dichos estados tan pasivos, trataron de forzar al flujo hallándose activos. Empezaron ejercitándose, practicando artes marciales y técnicas especiales de respiración, pasando por estimulación de los nervios, de los músculos, y hasta de los huesos. Por supuesto, también lo intentaron trabajando su Magia, y su Espíritu, y todo lo que tuviesen dentro de si mismos... Probando, probando, probando, probando, y probando. Siendo la obligación de cada Cabeza de Familia el avanzar lo mas posible en la búsqueda de la Raíz. Ya que así, al morir, podrían dar un legado digno de sus antecesores, haciendo pues uso del puro ensayo y error...''
''Sin desviarse''
''Ni una sola vez''
''Del objetivo principal.''
''Por los siglos de los siglos.''
''Hasta alcanzarlo.''
''Como entenderás... Tal destino hacia de esta Sala algo muy diferente a un mero Mausoleo de descanso. Jejeje... Para tus Antepasados, era como el reloj continuo que marcaba los segundos que les restaban. Un recuerdo proveniente de sus pasados y de sus futuros. El peso inexorable de la responsabilidad y el deber. Oprimiéndoles la libertad de decisión. ... De esa manera... Con el paso de los años, cada Mirzel terminaba por tomar esa obligación como su mayor deseo personal. El significado de toda su existencia. Mayor incluso que sus hijos, matrimonios, amigos, o demás familiares... Para ellos, ni siquiera el Linaje era importante. Tan solo la manutención del Apellido. De ahí, que tampoco fuese tan rara la unión entre matrimonios de conveniencia, entre Magos y Magas, con tal de dar herederos dignos para la Casa Superiora. E incluso... si por algún casual estos descendientes resultaban tener una hechicería inferior a la esperada, simplemente eran sustituidos en herencia por algún sobrino, primo, o hasta... Aprendiz externo a la familia. Hm. Siempre y cuando jurasen mantener los secretos Mágicos a buen recaudo, solo la calidad Mágica importaba. ... ... Y tal era así... que por poneros un ejemplo... Elizabeth no era la hija del anterior Cabecilla Familiar. Era su sobrina. Una sobrina que dejo en la sombra a sus propios hijos. Arrebatandoles su lugar en la familia, en la herencia, y hasta en la historia... ... Pues imagino, que en vuestros registros... No habrá nada que los mencione, ¿A que no? ¡AHAHAHA!''
''¡Y es que así es el destino de un Mago, Mirzel! ¡ESE! ¡Es el método que ellos gozan para vivir! ... Uno totalmente opuesto al vuestro. Paralelo, incluso. Tsk. Siendo ese el motivo de que a mis ojos no seáis auténticos Magos. Ni vosotros, ni vuestros hijos. Y seguramente, tampoco vuestros futuros herederos. Ya que en vuestra ignorancia, habéis perdido el peso de la responsabilidad pasada, librándoos así de tan estúpida carga... ... ¡Pues así es, Mestizos míos! Nunca me ha agradado tal naturaleza en los Magos. La considero hipócrita, y relativamente engreída. Y mas aun, tras haber presenciado con mis propios ojos esa tan absurda meta que tienen...
Al decir aquello, la mano de Harald se dirigió levemente hacia su rostro, señalándose a los ojos, en donde su iris rojizo centelleaba, marcando todavia mas la extraña pupila estirada que poseía...
''Detesto a los Magos, pero no a vosotros. Pues no lo sois. En su lugar, deberéis ser Hechiceros... O algo por el estilo. ¡Je...! Aunque en fin... Tampoco es como si el termino importase. ¡El hecho es el que es! Y es que ustedes dos me habéis demostrado una pasión propia digna de mi paladar. Que al igual que aquel vino favorito que me hiciste probar, Mirzel... pese a no ser el mas esplendido y majestuoso... Goza de un claro valor original. Decente y decoroso. Como tiene que ser... Por tanto... Mujer y Marido serán Mestizos hasta la médula. ... Pero sin lugar a dudas...''
''Son de los Mestizos de mayor valor...''
''Que he encontrado hasta el momento.''
-Fuerza: Notable / Excepcional / Pésima
-Destreza: Normal / Normal / Normal
-Agilidad: Normal / Normal / Normal
-Constitución: Normal / Normal / Mala
-Resistencia: Normal / Notable / Normal
-Carisma: Excepcional / Normal / Notable
-Sabiduría: Pésimo / Pésimo / Notable
-Espíritu: Notable / Notable / Normal
-Raciocinio: Malo / Malo / Excepcional
·Debilidades Físicas:Golpes Físicos. / Ataques Perforantes. [Armadura] / Hechizos o Ataques de Luz. Luz Solar. Daños en la cicatriz del cuello.
·Armas/Objetos:
-Ea - Espada de la Ruptura
-Enkidu - Cadenas del Cielo
-Cuchillos
·Guardian Force:
-Fuerza: Excepcional
-Destreza: Notable
-Agilidad: Notable
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Malo
-Espíritu: Pésimo -Sabiduría: Normal
-Raciocinio: Normal
La verdad es que a los 'espectadores' por igual les disgustó en un primer momento la respuesta de Harald Ballad, al menos por parte de los Mirzel. A cada uno de una manera, y equivalentemente cada uno reaccionó de una forma distinta. Jarelle se cruzó de brazos, Seneca Crane recuperó el control de la conversación. En cuanto a la Adalid...
Um... La Adalid no reaccionó, así que no había forma de saber nada con certeza. En algún momento dejó de tener forma y se transformó en mera niebla. No obstante, seguía ahi y no se marchó. Seguía escuchando.
Al final, le dejaron hablar, y afortunadamente el resto del discurso iluminó un tanto el ambiente al entender un poco mejor a qué se refería el Rey de Héroes.
Séneca Crane notó que Harald Ballad había cometido varios errores en su discurso, como el afirmar que los Mirzel no conocerían la rama de la familia de la que procedía Elisabeth Mirzel, o de la costumbre de incluso adoptar como un Mirzel a alguien completamente ajeno a la familia, y de tratarlo como si tuviera la sangre de uno de ellos. Su esposa, Jarelle, sí que no lo sabía, puesto que no había leído toda la bibliografía, diarios y testimonios de cada uno de los Mirzel, que iban dejando para los seguidores. Efectivamente, el conocimiento: traspasado de Mirzel a Mirzel. Los errores y éxitos relatados, sin ocultar ni un solo dato, puesto que servirían a los que vendrían detrás. Pero en fin... Esos errores históricos eran de esperar de alguien con la sabiduría del Rey de Héroes. Efectivamente, si fuera tan solo un poquito más sabio, un mínimo en el cero absoluto, sabría de relaciones humanas, y tendría unos mínimos modales. Pero como siempre, el papel del inferior subalterno era callar y escuchar. "Ah, pero tengo una pregunta, Rey de Reyes." dijo Séneca Crane, entonces, siguiendo lo que se esperaba de él. "Sin duda, estáis esperando a que os la pregunte." recalcó, de hecho. "Caeré en la pequeña trampa." bromeó sonriente: "Si tanto os disgusta un auténtico mago, alguien como Elisabeth Mirzel... ¿No es, entonces, hipócrita la idolatría que le profesáis?"
Alguien que conociera a Harald, y entendiera cómo se expresaba, sabría que la última frase que había soltado era una, de hecho, una muy cálida y amistosa, sentida y salida del corazón. Una pena: ni Crane Mirzel ni Crane Mirzel Finn tuvieron el gusto de conocerle en profundidad. Y en cuanto a la Adalid... No tengo ni idea. _________________
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