Comando Pop'Star

-Ahina- · Publicado: 17 May 2014 1:27 am

"..."

Una vez más, Lilith llegó, puso orden y se fue. Así, sin más. Bueno, se fue a la cocina a preparar algo. Nunca había comido algo preparado por Lilith, así que ~~tenía miedo~~ la verdad es que tenía curiosidad. Suspiró, e hizo caso a lo que le dijo. 'Sigue leyendo.' 'Es solo una amiga para él'.

"Eso espero" murmuró, desganada. {=_=} Y siguió leyendo.
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~//PV: 800 ATQ: 70 PM: 100//~
~Armas~: Tridente
~Debilidades~: La electricidad. La Magia de La Sombra. La Magia Estelar concentrada.
~Características~:
~Fuerza~: Normal ~Destreza~: Excepcional ~Agilidad~: Notable ~Constitución~: Mala ~Resistencia~: Normal ~Carisma~: Excepcional ~Sabiduría~: Notable ~Espíritu~: Sobrenatural ~Raciocinio~: Notable

"¿De verdad creíais que así ibais a destruirme?"

Harald Ballad · Publicado: 19 May 2014 12:02 pm

Poco después de esa pelea, Enkidu y yo nos hicimos amigos, compañeros fieles en esta vida mortal. Eramos inseparables, y juntos, comenzamos no solo a reformar Drezed, como yo bien le asegure, si no a recorrer el mundo, viviendo innumerables aventuras en tierras lejanas. Desiertos, bosques, praderas, montañas, glaciares, océanos... Visitamos cada maravilla de la época, mientras recolectamos nuevos tesoros que añadir a mi Puerta de Babylonia. Huuum... Pues, aunque me cueste admitirlo, tras la pelea que tuve con Enkidu, necesite rellenar la bóveda varias veces. Es el precio a pagar por usar semejante habilidad. No obstante, fue interesante. Encontramos y descubrimos armas legendarias, objetos míticos, y alguna que otra pieza de tecnología, que por esos años, seria llamada brujería. Siendo uno de esos fabulosos bienes, cierta... Espada, protegida y custodiada por la Bestia Humbaba, Guardián de los Bosques, y mascota de los Dioses.
Fue un monstruo difícil de derrotar pues aprovechaba la frondosidad del bosque para tendernos emboscadas y obligarnos a retroceder. Sin embargo... Enkidu estaba conectado a la naturaleza. A ese mundo puro y natural que nos rodeaba. Por eso, al final del día, logramos tenderle nosotros una trampa, inmovilizando sus enormes patas, y decapitándolo. ... Y si, eso puso furioso al Señor del Bosque, pero para cuando se entero de que su mascota había pasado a mejor vida, Enkidu y yo ya estábamos lejos de allí, con el premio en nuestras manos.

Y ese es tan solo un ejemplo. En pocos meses, nosotros dos, limpiamos los alrededores de Drezed, protegiendo a la población de esa cantidad insana de Bestias que habían aparecido repentinamente. Y créeme, ERA EXCESIVO. Jamas antes tal cantidad de Monstruos Divinos puso sus pies sobre la tierra, o sobre los mares, o sobre los cielos. Casi parecía que algo grande iba a suceder pronto, y que estaban ahí para prepararse...
... Sin embargo, las circunstancias me impidieron pensar mucho mas allá, pues cuando menos me lo esperaba, mi Reino recibió la visita... De la Loca de los Gatos

Bastet-Sejmet. Hija de Ra. Diosa de la Armonía. De los Gatos. Benefactora de Babylonia... Y un largo etc de títulos que no voy a escribir ahora porque ni los recuerdo. Tan solo diré que era muy conocida, y que varios de los templos que queme en mi pasada rebeldía, le pertenecían a ella. Es por eso, que no me extraño demasiado que precisamente ella viniese al palacio. Exhibiéndose en sus mejores galas, con la intención de... 'Pararme los pies'.
Obvio, vino en son de Paz, presentando respetos hacia mi Corona, y preguntando el porque de mis actos. ... ¿Pero acaso creía que yo era idiota? Podía ver sus intenciones a kilómetros. Y es que del mismo modo que Bastet-Sejmet era una Diosa Pacifica, también era lo contrario. ... Uno de esos estúpidos sistemas Divinos que mezcla títulos y mas títulos por falta de personal... Aunque en fin... Si se había mostrado así conmigo, era únicamente por lo de siempre: 'No quedar mal'. Por ello escuche su discurso, observe sus expresiones, y lo pensé todo con la fría calma de un Rey. Para así, tras una pequeña pausa... Echarme a reír.

''¡¿Continuar esta desfachatez?! ¡¿La prosperidad de mi reino?! ¡JAJAJAJA! ¡Ay, Bastet...! ¿Por que me da la impresión de que has estado 'jugueteando' por ahí, antes de venir hacer lo que te dijeron los otros Dioses?'' Cuestione yo a modo de burla, riéndome con toda la pasión y orgullo del que disponía. Y claro, la cara de la gata en ese momento fue un poema, por lo que sin dudarlo mas, chasquee los dedos, provocando que de un extremo de la sala entrase una figura.
''¿Ves a ese chico de ahí? ¡Ese es mi fiel compañero! ¡Mi único amigo! ¡Y mi igual! ¡Enkidu!'' Anuncie, mientras se acercaba junto a un elegante león que ambos teníamos de mascota. ''¡Y quiero que recuerdes su nombre, pues fue él quien me convenció y devolvió a la realidad! Ya no has de preocuparte mas por el bienestar o la seguridad de este reino mio. Los templos se están reconstruyendo, las sacerdotisas volviendo a sus trabajos, y las leyes anti-religión anulando.'' Y mientras explicaba, Enkidu se sentó a mi lado, a la vez que nuestro felino se posaba sobre mis piernas, dejando en una especie de imagen poética, mi rango en ese instante.

''Es decir, tu trabajo ha terminado incluso antes de empezar''
''Puedes marcharte, Bastet. Y recuerda comunicarle a los Dioses ese mensaje.''
''La Guerra entre ellos y yo, ha terminado''

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//PV: 247 (170 + 77) / PM: 49 (42 + 7) / ATQ: 29//

-Fuerza: Notable / Excepcional / Pésima
-Destreza: Normal / Normal / Normal
-Agilidad: Normal / Normal / Normal
-Constitución: Normal / Normal / Mala
-Resistencia: Normal / Notable / Normal
-Carisma: Excepcional / Normal / Notable
-Sabiduría: Pésimo / Pésimo / Notable
-Espíritu: Notable / Notable / Normal
-Raciocinio: Malo / Malo / Excepcional

·Debilidades Físicas: Golpes Físicos. / Ataques Perforantes. [Armadura] / Hechizos o Ataques de Luz. Luz Solar. Daños en la cicatriz del cuello.

·Armas/Objetos:
-Ea - Espada de la Ruptura
-Enkidu - Cadenas del Cielo
-Cuchillos

·Guardian Force:
-Fuerza: Excepcional
-Destreza: Notable
-Agilidad: Notable
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Malo
-Espíritu: Pésimo
-Sabiduría: Normal
-Raciocinio: Normal

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-Bastet- · Publicado: 22 May 2014 1:45 am

"¿Se rió en tu cara? ¡Ja ja ja!" exclamó uno de los niños mientras señalaba a Bastet, riendose también en su cara. "¡Aggghhh, pues sí ¿vale?!" fue la respuesta de la chica gata, provocando que en los demás niños también se produjera un aluvión de risitas. Una de los más pequeñas, aburrida, aprovechó la distracción de su hermanito mayor y se escaqueó para trepar la fuente y aguerridamente, tratar de trepar la espalda de Bastet para conseguir tocar esas épicas orejitas, y comprobar si eran de verdad.

"En mi, (au), defensa, he de decir que, (ay, ay, ay no me tires del pelo), si bien tardé lo suyo en ir a cumplir lo que se me asignó en el Consejo de Dioses, no fue porque me la pasé jugueteando por ahí!" tuvo que agarrar a la niña y apartarla de ella, sentandola encima suya y agarrandola para que se estuviera quieta.

"¡Soy una diosa muy ocupada! Bueno, era. Ya no, realmente. Porque como os he dicho, como nadie cree en mi, nadie me pide favores. Y como nadie me pide ayuda, no puedo brindarla. Desde luego que no puedo ayudar a todo dios, pero... pero alguien podré ¿no? Con tanto no hacer nada me estoy volviendo perezosa =w= Menos mal que todavía no he engordado ni nada por la falta de ejercic..."

Le tiraron otra bola de papel para que dejara de irse por las ramas. Esta vez, le dio en todo el ojo, a la pobre. "¡Uy, perdón!" se excusó un chaval. {>_Ò}

"¡EJEM! ¡Estaba muy ocupada! Los Ishtar siempre fueron fieles sirvientes del Faraón y los demás dioses, así que no podía ignorar una petición de ellos. Eran mis confidentes, y su casa era mi casa. Necesitaban gemas, ¡muchísimas gemas rojas! Y daba la casualidad de que yo sabía cómo conseguirlas. Así que después de ayudarles, decidi poner fin al reinado de despotismo y villanez de Harald Paddra Ballad. ¡Y cual fue mi sorpresa, cuando tras llegar, presentarme con el debido respeto y formular los deseos de los dioses, se rio directamente en mi cara! ¡EN MI CARA! Como comprenderéis, me quedé de piedra. Demonios, había hecho hincapié en mostrarle el debido respeto ¿¡por qué él no hacía lo mismo!?

Y claro. Pronto entendí lo que había pasado. El canalla de Enkidu se me había adelantado. Así de simple. Pero en aquel momento aquello no tenía por qué ser malo...¿No? El problema se había resuelto solo. Algun otro Dios o intento de uno había mandado a su propia mensajera. Enkidu. La criatura del bosque.

Recuperé la compostura una vez más, parpadeé y no oculté mi muestra de asombro. "¿Entonces... habéis decidido rectificar?" exclamé, geniunamente sorprendida. "Asombroso..." murmuré. Con tan solo el empujoncito de Enkidu, Harald reconoció públicamente sus errores y empezó a trabajar para resolverlos. El reinado de represión terminó tan rápido como comenzó.

"No esperaba menos de vos, Rey de Héroes. Realmente, me habéis sorprendido." le hice saber. "Vuestra grandeza equipara ciertamente vuestra fama, pues sólo un auténtico rey es capaz de reconocer sus errores ante sus súbditos. Ciertamente, me he decidido. Merecéis una recompensa. Ven, rey de Héroes. Ven, y sé mi amante. Te concedo mi pasión. Serás mi marido y yo seré tu mujer. Enjarzaré para ti una nave de lapislázuli y oro, cuyas alas serán áureas y cuyas astas de bronce. Tendrás Gemas de los Arcoiris que engarzar a tus ya poderosas armas. En la fragancia de los cedros entrarás en nuestra casa, y cuando en nuestra casa entres, ¡El umbral y el tablado besarán tus pies! ¡Se humillarán ante ti reyes, señores y príncipes! El producto de colinas y de llano te ofrecerán por tributo. Tus cabras engendrarán crías triples, tu Puerta de Babylonia se llenará de abundancia y tesoros, tus cosechas serán las más fértiles, y tu prosperidad no tendrá rival."

"¿Ciertamente me has convencido?" "¿Mereces una recompensa?" "¿Ven, sé mi amante?" "¿Así te declaraste, Basty?" "¡Ja ja ja, pero que torpe!" "¡Así, no me extraña que te rechazara!" exclamaron los niños, uno a uno.

"Vale, vale." dijo Bastet, con cara irritada {¬¬U} "Reconozco que no tuve mucho tacto ahí... Eran otros tiempos, ¿vale? Y me creía muy guay, como si me mereciera todo lo que quisiera y pudiera tomarlo. ¡Como una niña consentida! Vosotros no seréis así ¿verdad?" hubo un silencio... "Ajá... Pues ya sabéis. A cambiar esa actitud, antes de que acabéis explosionados junto a un cometa gigante."

"¡Bien! Naturalmente, el Rey de Héroes tampoco se tomó aquello muy bien. Como vosotros, reaccionó con cierta... sorna, por llamarlo de alguna manera. Se echó a reir, y respondió...

"¡Ja ja ja ja! ¡JA JA JA JA JA! ¡Es el mejor chiste que he oído en años! ¿Porque es un chiste, no, Diosa de los Gatos? ¿Y qué te daría yo como regalo para tomarte en matrimonio? ¿Aceite para el cuerpo y vestidos de seda? ¿Caviares y trufas? ¿Manjares dignos de una divinidad, bebidas propias de la realeza? ¿Qué te daré yo, las alhajas y joyas que llevas? ¿El oro del que presumen tus templos, cien veces mayor que el de mis palacios? ¿O tal vez la compañía de un rey, cuando puedes tener la de dioses? ¿Qué te daré yo, si te tomo en matrimonio?

¡No te necesito! Tengo a Enkidu, mi fiel amigo, y no necesito a nadie más en mi vida. ¡Solo uno acompañara al Rey de Héroes en esta vida! ¡Y ese es Enkidu! Tú no eres más que un brasero que se apaga con la pasión del momento, dejándote frío. No dejas más que una boquete en el alma de quien conquistas, por el que entran las ráfagas de viento y los huracanes. Un palacio que aplasta al valiente, que lo adormece en cojines y mantas. Un turbante cuyo aparo deja mucho que desear, pues ni proteje del sol ni del frío. Pez que ensucia a los porteadores. Odre que empapa al que lo carga. Piedra blanda que debilita el baluarte de piedra. ¡Calzado que oprime el pie de su propietario! ¡Dime, Bastet! ¿A cuál amante amaste siempre? ¿Cuál de tus amos te agradó constantemente?

¡Venga, atrévete a desmentirlo! ¿Necesitas, oh gran Bastet, que mencione uno a uno a tus amantes? ¿Por qué no hablamos del joven Tammuz, amante de tu juventud? Mitad hombre, mitad pájaro. Le condenaste a llantos año tras año, pues le rompiste sus alas y jamás pudo volver a volar. Después amaste a un león, perfecto en la fuerza. Siete tumbas y siete muertes distintas decretaste para él. Luego amaste a un corcel salvaje, famoso en batalla: el látigo, la espuela y la brida decretaste para él. ¡Para él decretaste un galope de siete leguas, le obligaste a beber agua cenagosa! Amaste al guardián del rebaño de tu propio palacio, el cual siempre amontonó para ti cabritos y los sacrificó. Pero tú le afligiste, transformandole en lobo para que sus propias reses huyeran de él, y sus propios perros le mordiesen las entrañas.

¡Ah, pero mi caso favorito es el de Isullanu, tu jardinero y el de tu padre! ¡El que siempre colmaba tus cestas de dátiles, y diariamente adornaba tu mesa! Tus ojos se levantaron hasta él, fuiste hasta él. "¡Oh, Isullanu mío, probemos tu vigor! ¡Extiende tu 'mano' y toca nuestra 'modestia'!" dijiste. Pero Isullanu te rechazó ¿no es cierto? "¿Qué deseas de mí?" te preguntó. "¿Acaso no ha cocido mi madre, no he comido ya para tener que probar el manjar hediondo, impuro?" Cuando le oiste hablar así, ¡le castigaste y le convertiste en un topo gigante! ¡Le colocaste en medio de la tierra! ¡No puede subir a los cielos, no puede bajar al infierno!"

"No necesito tus mentiras, Bastet-Sejmet. Si me amas, me tratarás como a ellos."

Cuando oí todo aquello, todo lo que me dijo... directamente, me hizo llorar. Así de claro. Y por todos los dioses, ahora lo recuerdo y es supervergonzoso." reconoció, liberando una mano para rascarse la cabeza. La niña pequeña salvaje intentó aprovechar para escapar y huir, pero no pudo zafarse. {Ò_Ó} "Lo cierto es que ni siquiera le respondí. Ascendí a los cielos (llevandome por delante el techo y todo), y salí corriendo de allí. Rayos. ¿Quién no reaccionaría así? Y lo peor es que tenía razón, pero yo no quería escucharle. Tenía toda la razón, y ya está. Como también tenía razón mi padre, Ra, NOVA o como lo queráis llamar. Cuando Harald Ballad me dijo todo eso... fui corriendo a llorarle a papá. Ay madre. Lo que viene ahora es lo peor de la historia...

"¡Padre! ¡PADRE!" grité en Paradiso, el hogar de todos los dioses, llorando desconsolada, buscando a alguien que me ayudase a negar la realidad. Ra, el Dios del Sol se presentó ante mí. "¡Padre mío! ¡El Rey de Héroes ha acumulado insultos y deshonras sobre mí! ¡Harald Ballad... ha enumerado mis hediondos hechos! ¡Mi fetidez e impureza!"

"Pero, en verdad, tú incitas más el caos y la discorida sobre tus amantes, Bastet, que la armonía. En eso te pareces más a tu hermana Sejmet que a mí. ¿Qué he hecho mal, hija mía, para que seas así? ¿Cuál ha sido mi error? Ciertas son, las palabras del Rey. Acciones que tú y Sejmet venís realizando. En verdad, hija mía, así ha sido. Harald Paddra Ballad ha citado tus hediondos hechos. Tu fetidez e impureza."

Santos dioses, aquello fue bastante directo y brutal. Estando yo como yo estaba... en pura vena Sejmet... No fue precisamente una buena idea. Saqué los colmillos, las garras y la expresión de mi cara se hizo intensamente severa. Estaba cabreada. Muy cabreada.

"¡¡PADRE!!" le grité. "¡¡MALDITA SEA!! ¡HAZME JUSTICIA! Entrégame un arcángel de Paradiso, un monstruo que castigue a Harald Paddra Ballad por semejante insolencia! ¡Soy una diosa, maldita sea! ¡¡Y no una diosa cualquiera!! ¡SOY SEJMET, LA DIOSA DE LA IRA Y VENGANZA DIVINAS! Si no lo haces... ¡si no lo haces, abriré las entrañas de la mismísima tierra! ¡Quebraré las puertas del Reino de las Sombras, levantaré a los muertos y haré que superen a los vivos! ¡Instauraré el mismísimo INFIERNO en la tierra!"

"Halaaaaaaaaaa" exclamaron los niños. "¡Gata mala, muy mala!"

"Agh, definitivamente. Tengo un grave problema de doble personalidad. En realidad, todos los dioses que asumen los dominos de poder de otro les pasa exactamente eso. Por eso precismente nos dividimos el trabajo... =_="

"¡Sigue la historia, Sejmet! :D" dijo uno de los niños. "¡A mi me molan los malos!" "¡Yo prefiero a Basty! D:" clamó otro. "Niños niños, calmaos. Hay Bastet y Sejmet para todos. Ra escuchó atentamente mi deseo, pero podía negarse perfectamente si quería. La única forma de forzar a Ra a cumplir mis deseos era invocándolo a través del Cometa NOVA, pues este Cometa concede siempre un deseo después de invocarse.

"Si hago lo que me pides..." respondió Ra, "...habrá siete años de malas cosechas. Habrá caos e inocentes morirán. ¿Has cosechado grano para la gente? ¿Has cultivado hierba para las bestias? ¿Has acumulado gemas para usar contra los demonios?"

No había hecho nada de eso. "Entonces, no puedo darte a un Arcángel." me respondió. "¡Está bien! ¡¿Crees que me voy a rendir?!" le grité, desapareciendo de su vista. Si los viejos dioses no iban a conceder mis deseos... Tendría que acudir a los nuevos. Isis. Osiris. Seth. ¿La primera? Se negó a ayudarme, decía que no era problema suyo. ¿El segundo? No pudo atenderme, estaba demasiado ocupado y me transmitió una disculpa formal.

No fue sino el tercero el que se dignó a darme una audiencia. Seth. El Dios de las Tormentas. O debería decir, el recién resurgido dios. Escuchó mi caso y mi petición. "Nadie debería insultar a los dioses. Ni elegir a un monstruito del bosque en lugar de una diosa. Especialmente a una mujer tan delicada y hermosa como tú." me respondió, acariciandome una mejilla. "Se hará lo que dices. Enviaré una bestia de mi creación. Un toro fuerte, bravo, rebosante del poder de la más furiosa tormenta. Irá hasta allí y observaré la batalla. Mi monstruo derrotará a tus enemigos y sembrará la discordia. ¿A quién quieres que mate? ¿A Harald Paddra Ballad, el reyecito, o a su amiguita Enkidu, la criaturita del bosque? ¿O quieres que mate... a los dos?"

"A Enkidu." le dije.

"Mata a esa zorra de Enkidu."

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"¡NO HAY DIOSA MEJOR QUE YO!"

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~//PV: 777 ATQ: 77 PM: 107//~
~Armas~: Guantes Garra/Garras naturales. Sistro mágico (instrumento musical). Hari: la Administradora de Corazones (llave espada).
~Debilidades~: El fuego. La Magia de La Sombra.
~Características~:
~Fuerza~: Notable
~Destreza~: Excepcional
~Agilidad~: Notable
~Constitución~: Mala
~Resistencia~: Notable
~Carisma~: Excepcional
~Sabiduría~: Notable
~Espíritu~: Sobrenatural
~Raciocinio~: Malo

Harald Ballad · Publicado: 22 May 2014 2:26 pm

Si bien su presencia en mi palacio no me sorprendió, cuando Bastet se puso a hablar casi me caigo al suelo de la risa. Y no, no estoy exagerando, realmente me eche a reír hasta un limite en el que Enkidu tuvo que golpearme para que calmase y no me ahogase. ¿Y por que te preguntaras? Bueno... básicamente, la muy idiota, me pidió matrimonio. A MI. ELLA. Ay dioses... ¿Con quien demonios se creía que estaba hablando? ¿Con que Rey se creía estar dirigiendo? Si, sin duda ella era la patrona de mi ciudad, y sin duda, su nombre infringía respeto, sobretodo el de Sejmet. ¿Pero y eso a mi que me importa? Tal vez mi guerra contra los dioses hubiese parado, pero mi rabia hacia los mismos no, y Bastet, era un perfecto ejemplo del porque.
Seré franco... llamarla Puta se queda corto. Y no, no me refiero a lo que podrías imaginar. ... Bueno, si, pero aparte de eso, su actitud hacia los hombres que seducía. Pues no hubo NI UNO SOLO que no sufriese su estúpida ira infantil. NI UNO SOLO. Y así de claro se lo hice saber, describiendo uno por uno a todos esos amantes que ella tuvo, y los destinos que todos sufrieron. Y si, por supuesto que si, mientras lo hacia, continué riéndome en pura carcajada, 'imitando' parcialmente alguna de las historias que narraba. Jeje... Menos mal que Enkidu me metió otro codazo, porque en serio, me habría quedado a gusto insultándola todo el día. Ademas, la Diosa de los Gatos no es que tuviese mucho humor, y tras echarse a llorar, rompió mi techo y se fue volando de allí, a disgusto de mi compañero, que luego dijo que me había pasado un poco bastante.

En cualquier caso... los días pasaron monótonamente, sin incidentes importantes. Enkidu y yo continuamos nuestra laboriosa tarea de cazar monstruos y recolectar tesoros, nada de lo que merezca la pena recordar. ... Sin embargo, pronto supimos que nos equivocábamos, y que esa paz que creíamos tener estaba a punto de acabarse.

Los primeros rumores llegaron a mis oídos semanas antes de que lo viese con mis propios ojos. Una tormenta enorme, similar a un ciclón, y que arrasaba con todo lo que se cruzaba por su camino. Hm... Para cualquiera, la respuesta lógica habría sido la que yo di: 'Un simple temporal'. Pero por desgracia no era así. Mis súbditos me contaron como los nubarrones avanzaban y avanzaban, cruzando los cielos y la tierra, como si caminase, siendo cada paso, una huella de pura destrucción, hambre, y enfermedades.
En ese momento, tanto a Enkidu como a mi se nos ocurrió lo que podría ser, no obstante, aunque fue un acto bastante estúpido, renegamos de creernos tal cosa, pues jamas imaginamos que los Dioses serian tan imbéciles, como para liberar a Gugalanna, el Toro de los Cielos, así como así. ... ... Cosa que lógicamente, resulto ser cierta.

Tsk... Tres Bestias que pertenecen respectivamente al Cielo, al Mar y la Tierra. Tres bestias que traen la destrucción si es necesaria. Y que fueron puestas bajo custodia de los tres nuevos Dioses. Es decir, no eran meros monstruos que añadir a la colección. Si no auténticos medios naturales, de características sobrenaturales, capaces de destruir el mundo, si por algún casual, saliesen todos juntos. ... Y yo, tenia que quitar de en medio a uno de ellos.

El Toro ya se había acercado a las proximidades de Babylonia, y no tardaría mucho en alcanzar la ciudad, algo que no podíamos permitir bajo ninguna costa. Por esto mismo me prepare a conciencia, reorganizando la cúpula. Tenia constancia de que entre mis tesoros habían armas capaces de matar a un Dios, o de rasgar montañas, o incluso objetos de todos los colores y tamaños con otra infinidad de efectos impresionantes, como por ejemplo, la nave dorada que Enkidu y yo usamos para aproximarnos sin problema al Gugalanna, construida, como no, por los Antiguos...
Pero ejem... La cosa es que debía tener algún elemento capaz de matar a esa Bestia. El problema, es donde, pues como comprenderás, con la cantidad de tesoros que tengo, no voy a recordarlos todos. Simplemente los acumulo y acumulo. Nada mas. Por eso... como no disponíamos de mucho tiempo, decidí usar esa arma que le robamos al Humbaba. Arma de la que no tenia ni idea, pues ni me moleste en probarla. Sin embargo, observando su aspecto, supuse que debía ser algún tipo de espada mágica o algo por el estilo. Y sinceramente... la llamo espada porque no se me ocurre una mejor manera de definirla. Parecía una lanza, pero a la vez un taladro, aun así, cuando los tres segmentos de los que se compone giran, se forma un filo capaz de cortar. Algo que me pareció muy extraño, pero que no dude ni un segundo en utilizar.

... Decisión, de la que mas de una vez me he arrepentido.
Y al mismo tiempo... alegrado.

Mis recuerdos de ese momento son confusos... pero a la vez... claros. Aprovechándonos del abierto y claro cielo, comencé a mover la nave alrededor del Toro, manteniendo su atención fija en mi. Dispare varias armas contra él. Armas, que obviamente, eran absorbidas por su cuerpo gaseoso y tormentoso, como si atacase a una nube. Obvio, solo era una manera de provocarle, pues el objetivo real era que Enkidu le atrapase. Él se quedo en tierra, y usando la Cadena de los Cielos, el grillete divino que mantenía al Toro atado, lo encadeno, tirando hacia abajo, en un intento de mantenerlo aferrado al suelo. Y seguro que pensaras '¿Como es posible que la cadena no se rompiese?' Bueno... La Cadena de los Cielos tiene un efecto interesante, y es que, cuanta mas fuerza tenga el objetivo, mas resistente y firme se hará, condición que el Gugalanna cumplía a la perfección.
En cualquier caso, cuando el Toro cayo al suelo, Enkidu soltó las cadenas, sangrando por las manos debido al tremendo esfuerzo que tuvo que hacer. Y fue ahí cuando yo y mi arma entramos en acción.

Es aquí cuando mis recuerdos son mas borrosos... se que eleve la espada, y comencé a depositar energía mágica en ella, poco a poco. Eso provoco que los segmentos girasen, cada vez mas rápido, exponencialmente. Cosa que a su vez, causo chispas en el arma, pero que yo, ignore. Mis ojos estaban fijos en el toro, y cuando creí que ya era suficiente, baje de un tajo la espada... ... viendo para mi sorpresa, el resultado final.

//Dibujo hecho por Harald, y que esta en el libro que lee Ahina//

No soy muy bueno dibujando, pero espero haber captado la impresión que tuve, pues eso, es lo que yo vi en ese momento. Justo delante de mis ojos, justo enfrente de mi cara... Casi pareció que todo el mundo a mi alrededor había dejado de existir. Que ni siquiera mi cuerpo estaba presente en ese momento. ... ... No... ¿A quien pretendo engañar? No es que pareciese, ES QUE FUE ASÍ. La espada bajo, y un tremendo torrente de energía rojiza cayo no solo sobre el Toro, si no sobre la tierra que pisaba, los cielos que dominaba, y los mares que nos rodeaban. Y tal cual he dicho... TODO, absolutamente TODO, dejo de existir por un momento. Siendo mi única visión... Una tierra muerta y ardiente.
Por lo que he leído, antes de que naciesen los primeros hombres, esta estrella era una bola de gas caliente, ¿Cierto? Pues eso es lo que yo vi. Lo que esa espada me mostró. Un estado del mundo que pisaba que yo desconocía. Como si... conscientemente, el arma quisiese mostrármelo, por una razón aun por hoy desconocida. Pero que sin duda, logro un efecto importante, pues cuando toda la luz desapareció, y volví a la realidad, continué absorto, inmerso en esa imagen y su posterior escenario... incluso si lo que tenia delante en ese momento, también era bastante impresionante.

Gugalanna no había muerto, no. Sencillamente... se desvaneció. ... Junto a un enorme trozo del desierto que sobrevolaba.
Tarde un poco en reaccionar, pero cuando lo hice, no supe si echarme a reír, o llevarme las manos a la cabeza del puro terror. ¿Que demonios ocurrió? ¿Y como?... Del Toro solo había quedado su enorme cráneo dorado, cráneo, que se quedo ahí, siendo cubierto rápidamente por las secas dunas.

Al poco tiempo le pregunte a Enkidu lo que él vio, pues al fin y al cabo, estaba cerca del área de visibilidad cuando el Toro fue atacado. ... Y es gracioso, pues sus palabras, aun hoy... Me dan escalofríos al recordarlas.
''Amigo mio... No se que es esa cosa que llevas entre tus manos. Ni quien la construyo. Ni con que propósito. Pero si algo puedo decirte con seguridad, es que no fueron los Dioses. Mas bien, creo que Humbaba era uno de los muchos Guardianes que tuvo ese objeto, en un intento de tratar de ocultarlo. Ademas, pienso que sea lo que sea, tampoco es un arma, si no algo a un nivel completamente distinto.''

''Como una estrella caída...''
''... Capaz de de dividir los Cielos, los Mares y la Tierra.''

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//PV: 247 (170 + 77) / PM: 49 (42 + 7) / ATQ: 29//

-Fuerza: Notable / Excepcional / Pésima
-Destreza: Normal / Normal / Normal
-Agilidad: Normal / Normal / Normal
-Constitución: Normal / Normal / Mala
-Resistencia: Normal / Notable / Normal
-Carisma: Excepcional / Normal / Notable
-Sabiduría: Pésimo / Pésimo / Notable
-Espíritu: Notable / Notable / Normal
-Raciocinio: Malo / Malo / Excepcional

·Debilidades Físicas: Golpes Físicos. / Ataques Perforantes. [Armadura] / Hechizos o Ataques de Luz. Luz Solar. Daños en la cicatriz del cuello.

·Armas/Objetos:
-Ea - Espada de la Ruptura
-Enkidu - Cadenas del Cielo
-Cuchillos

·Guardian Force:
-Fuerza: Excepcional
-Destreza: Notable
-Agilidad: Notable
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Malo
-Espíritu: Pésimo
-Sabiduría: Normal
-Raciocinio: Normal

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-Ahina- · Publicado: 23 May 2014 2:09 am

Ahina bajó el diario y quedó en silencio, pensativa. Aquello ultimo que habia leido había resultado... esclarecedor. No solo ya por lo que había llamado a Lilith antes (que se le había pasado tan rápido como habia llegado), sino porque lo último que había leído... La involucraba a ella.

Isis, Osiris y Seth. Así llamaron a los 'Tres Nuevos Dioses'. Y resultaban apropiados, desde luego. Isis, la Diosa egipcia de las Aguas. Osiris, el Dios egipcio del Inframundo. Seth, el Dios egipcio de las Tormentas.

Los Mares, la Tierra y los Cielos. Esos eran los dominios de cada uno. Esos eran los dominios de ella y sus dos amigos. Esos eran los dominios que habían alcanzado los Photron, su raza, en aquel planeta. En aquel relato, estaban hablando de ellos. De hecho, recordaba la petición de Bastet, por lo que definitivamente el relato ocurrió hace unos cuatromil años, en su epoca, después de su ascenso a Diosa, lo que significaba que Harald era contemporáneo de ella. ¡Menuda sorpresa! Aunque si Harald Ballad tenia un arma capaz de rasgar esos elementos... Miró hacia la cocina. Sacudió la cabeza y trató de olvidar... sus malos presentimientos, y volvió a la lectura.
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~//PV: 800 ATQ: 70 PM: 100//~
~Armas~: Tridente
~Debilidades~: La electricidad. La Magia de La Sombra. La Magia Estelar concentrada.
~Características~:
~Fuerza~: Normal ~Destreza~: Excepcional ~Agilidad~: Notable ~Constitución~: Mala ~Resistencia~: Normal ~Carisma~: Excepcional ~Sabiduría~: Notable ~Espíritu~: Sobrenatural ~Raciocinio~: Notable

"¿De verdad creíais que así ibais a destruirme?"

-Bastet- · Publicado: 25 May 2014 12:09 am

"¡Rey de Reyes!" le grité desde los cielos. "¡Tu insolencia no ha sido olvidada, y este de aquí es tu castigo! ¡Este es Gugalanna, el Toro Celestial de las Tormentas!" Miré a Seth, que se encontraba junto a mí, en su forma terrible, y con los brazos cruzados. "¡Esto es lo que te pasa cuando deshonras a Bastet-Sejmet, ni más ni menos que la Diosa de la Ira y Venganza Divinas! ¡Que la ira del Ojo Derecho de Ra caiga sobre ti y tu tan querida compañera! ¡Que la venganza de Sejmet aplaste y destruya a tu amada Enkidu de una vez por todas, y para siempre!"

Pero la cadena de Enkidu atrapó a Gugalanna, y éste no pudo moverse. Harald Paddra Ballad abrió su Bóveda Celestial, y sacó un arma que yo jamás había visto. Era algún tipo de lanza mágica, con extraños mecanismos que se movian como algún tipo de herramienta perforadora Antigua. Pero el arma no era de los Antiguos, desde luego. Ni tampoco Precursora. Y ciertamente, no tenía un origen Divino. Fuera lo que fuera, sus poderes resultaron ser sorprendentes, hasta el punto de que tanto Seth como yo nos quedamos sumamente sorprendidos. La facilidad con la que acabó con Gugalanna fue... brutal.

...Y aquello suponía un peligro para todos nosotros.

Seth y yo nos miramos. "Acaba con Enkidu." le indiqué. "Voy a mi Templo. Es hora de levantar los sellos. Es hora de que la hija de Ra desate todo el poder de su papaíto...." me forzé a sonreir, como si la perversa idea que recorría mi mente me gustara, pero estaba temblando. De verdad, que estaba temblando de miedo. Me hice creer que era por el arma de Harald Ballad, pero en realidad... Era miedo a mi misma. Y sobretodo, culpabilidad. Culpabilidad porque sabía que lo que estaba diciendo, y que lo que iba a hacer... Estaba mal. Retorcidamente mal.

Pues en el fondo, sabía que lo que estaba a punto de hacer era pérfido, cruel y malvado. Tan fétido e impuro... como yo misma. Iba a aprovecharme en beneficio propio, por primera vez en toda mi vida, del auténtico poder de la Diosa de la Armonía...

"Si el Rey de Reyes no quiere amarme... Le obligaré a ello. Si Harald Ballad no quiere casarse conmigo... Le obligaré. Soy la Diosa de la Armonía. Eso significa que puedo invocar a NOVA. Y con todo el derecho del mundo pedirle un deseo. El que sea. ¡NYAJA JA JA! ¡PUEDO OBLIGARLE A QUE SE CASE CONMIGO Y A QUE ME AME POR SIEMPRE JAMÁS! ¡Y LO MÁS IMPORTANTE, HARÉ QUE JAMÁS OLVIDE QUE ME RECHAZÓ! ¡ESE SERÁ SU CASTIGO, SEGUIR ODIANDOME, PERO TENER QUE AMARME EL RESTO DE SU MISERABLE VIDA! ¡RECORDAR QUÉ ME DIJO, QUÉ SENTÍA Y QUÉ OPINABA DE MI, PERO TENER QUE AMARME IGUALMENTE! ¡Y SUPLICAR QUE NO ME CANSE DE ÉL COMO CON LOS OTROS! ¡NYAJA JA JA JA JA JA JA JA JA!"

Los niños se quedaron blancos de terror. Bastet suspiró, dejando salir a la niña entre sus brazos y correr hasta su hermanito. Les miró con tristeza y continuó.

"Sí. Da miedo ¿eh? No os culpo. A mi también me lo da. Así era yo. Así de podrida estaba mi alma. Es un asco, ¿verdad?" les preguntó, con un profundo pesar. "Lo sé. Y lo reconozco. Era... soy... una persona terrible. Fétida. Impura. Me doy asco a mi misma. Y ni siquiera sé por qué sigo viva. Tal vez debería haber muerto aquel fatídico día... En aquel momento en el que Harald Ballad utilizó su arma contra mí... y contra el mismo NOVA."
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"¡NO HAY DIOSA MEJOR QUE YO!"

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~//PV: 777 ATQ: 77 PM: 107//~
~Armas~: Guantes Garra/Garras naturales. Sistro mágico (instrumento musical). Hari: la Administradora de Corazones (llave espada).
~Debilidades~: El fuego. La Magia de La Sombra.
~Características~:
~Fuerza~: Notable
~Destreza~: Excepcional
~Agilidad~: Notable
~Constitución~: Mala
~Resistencia~: Notable
~Carisma~: Excepcional
~Sabiduría~: Notable
~Espíritu~: Sobrenatural
~Raciocinio~: Malo

Harald Ballad · Publicado: 25 May 2014 2:23 am

... Pero en fin, ya va siendo hora de tocar el tema sensible de verdad. Todo lo que he narrado hasta ahora ha sido triunfo tras triunfo, y si mi vida hubiese sido solo eso, ¿Por que estaría hoy escribiendo esto? Sin embargo, esto no significa que reniegue, o que rechace lo ocurrido. Al contrario. Lo respeto. Sucedió lo que tuvo que pasar. Y por mas que a mi, un Rey Dorado, hijo de Dioses, le moleste... no hay nada que hacer al respecto. Subí a lo mas alto, a los limites que muy pocos mortales pueden aspirar, y tras eso, sentí el amargo sabor del sufrimiento. Siendo la única cosa que me consuela... ... Que no caí yo solo.

Hmf... Describir lo ocurrido tras tales circunstancias se me hace difícil. Bajé hasta Enkidu, charlamos lo ocurrido, y cuando ya estábamos descansando... ese imbécil malnacido apareció. Seth, se hizo llamar. Un Dios del que yo no tenia constancia alguna, pero de la que Enkidu al parecer si, y tal y como si de un instinto natural se tratase, le ataco. Hm... En un principio no entendí el porque, de ahí que ni interviniese. ... Lamentablemente, pronto me daría cuenta... Demasiado pronto.
Ambos lucharon durante un corto rato, usando mi compañero todas las bazas que se conocía, y no era para menos, pues nada parecía dar efecto en ese... Monstruo. Tsk... O al menos esa es la imagen que tuve de él en ese momento, y su voz distorsionada, como si hablase en mitad de una Tormenta no es que ayudase mucho. Hm. En cualquier caso, Seth, termino cansándose, y sin pestañear si quiera... ... Atravesó el pecho de Enkidu. Delante de mis ojos. Justo... delante... de mi... .......
... Enkidu murió en el acto. No sufrió. Ni sintió dolor. Es lo único que le puedo agradecer. ... Pero como ya imaginaras, no es algo que yo fuese a tragarme sin mas. No... por supuesto que no... ... Completamente enrabiado, imbuido por un sentimiento de furia que nunca antes había sentido, arroje la Cadena de los cielos contra él, enroscandole el cuello, y tirandole el suelo, no tardando demasiado en apuntar con esa Arma Destructora a la cabeza del Dios. ... Y si, si... Si. Le habría matado sin dudar. Habría desatado todo el poder de esa espada otra vez si era necesario. Me daba lo mismo. .... Aunque eso no ocurrió. Y no ocurrió por el sencillo hecho... ... De que supo soltar lo que debía...

''¡Ha ha haha...HA HA HA HA! ¿Me odias, Rey de Reyes? ¡¿Quieres matarme a mí?!'' Soltó entre risas, usando esa voz tormentosa que mas que intimidarme me provocaba a disparar el arma. ''Tal vez deberías reenfocar tu odio en otra persona... la persona que me ha suplicado que hiciera el trabajo sucio por ella...''
''... ¿Por ella?...'' Tsk... ¡TSK! Incluso con mi cabeza a punto de estallar, los hechos no tardaron demasiado en reordenarse, conformando una imagen mental que quedo completamente confirmada ante las ultimas palabras del hombre...

''Bastet. La que rechazaste.''

''..............''

''... Y lo más divertido... Es que mientras tú pierdes el tiempo conmigo, ella está allí, en su templo, a punto de hacer realidad su divertido capricho... A punto de pedirle al cometa NOVA que os haga marido y mujer...''

............................

.............

..... Es obvio lo que ocurrió tras esa 'conversación'. Es lógico y bien seguro el resultado que tuvo... Y lo fue tanto, que ni siquiera fui consciente realmente de lo que estaba haciendo. Simplemente, retire el arma, la cadena... y me marche de allí. Rumbo a donde Seth dijo. Rumbo a donde estaba... ...... Esa furcia ramera de Babylonia.

Claro... del mismo modo que ella no tuvo piedad con nadie, ni siquiera con la ciudad que supuestamente cuidaba, yo tampoco la tuve con lo suyo. Entré en su templo, y con arma en mano, mate a todos los que se cruzaron en medio. Hombres, mujeres, niños, animales... me daba igual. Me daba absolutamente igual. Paso tras paso que daba hacia delante. Piso tras piso que se hundía tras de mi. Pues... no. No había ido allí únicamente a vengarme. Había ido allí, a borrarla por completo de la existencia.
Lo recuerdo perfectamente, no te haces idea de cuanto. La cantidad de pensamientos horribles que cruzaban mi mente. La cantidad de castigos y torturas que deseaba poder hacerle. La cantidad insana de meras maldiciones que querían emerger de mi boca... Y todo, por no ser capaz de expresar esa tristeza. No sabia como hacerlo. No... entendía la forma. Y si bien durante mi existencia, la respuesta a todo se marco con violencia, esta no seria una excepción. No iba a llorar. No iba a echarme a gritar. No, hasta ver los restos destrozados de Bastet bañando el suelo. Y luego de ella, iría a por sus Sacerdotisas. Y luego de ella, iría a por sus futuras reencarnaciones. Y luego de ella, la acosaría hasta arrastrarla a las mismísimas Sombras. Para que así se pudriese por toda la eternidad. ¡PARA QUE ASÍ ENTIENDE DE UNA VEZ, A QUIEN DEMONIOS HABÍA DESAFIADO!

Y al final llegue. Al final. La ultima sala. El enorme portón de piedra lo marcaba así, y yo, indique mi llegada reventando la puerta y pasando a su interior, encontrándome delante... esa estúpida escena que Seth menciono.

''¿No has tenido suficiente aun, Bastet?'' Pregunté, cosa que puso a la Diosa aun mas nerviosa, y sin mirarme si quiera, se giro al gigantesco Sol Dorado, dispuesta a soltar su deseo. Dispuesta a cumplir otro capricho. ... Acto que yo no iba a tolerar esta vez.
Las espadas de la Puerta de Babylonia, y las Cadenas aun sanguinolentas, hicieron acto de presencia, interrumpiendo la ceremonia. Las cadenas se enroscaron alrededor de NOVA, apretándolo. Mientras que las espadas, golpearon y cortaron a Bastet, impidiéndole continuar. Sin embargo eso no iba a ser suficiente. Daba igual cuantas espadas atravesasen su carne inmortal. Debía cercenarlo todo de raíz... y en mis manos, tenia el método ideal.
''Se ha acabado, Diosa de la Armonía. Tus desviaros acaban aquí. Tu egoísta vida sin limites ha llegado a su final.'' Pronuncie, prácticamente forzándome a mi mismo por no estallar. ''No debiste haber pisado nunca mi Palacio. ¡No debiste haberte atrevido si quiera a dirigir tu apestosa mirada de animal en celo hacia mi! ¡¿ME OYES?!'' Le chille, arrojandole otra oleada de espadas. Y si, ella... seguía arrastrándose, intentando pronunciarle unas palabras inaudibles al apresado Dios del Sol. ''Me arrepiento si quiera el haberme planteado aceptar tu propuesta por las buenas... Me arrepiento muchísimo haberme tragado esa fachada la primera vez... ... Pero ya puedo verlo. Puedo verlo en tus ojos y en tu expresión.''

''Pues tu, Bastet-Sejmet, eres igual a todas esas alimañas que habitan entre las Sombras''
''... Así que permiteme que te devuelva a donde te corresponde...''
''¡Por hoy y por siempre!''

Los segmentos del Arma comenzaron a girar... y a girar... y a girar... creando a su alrededor ya no solo chispas rojas, si no un autentico torbellino de energía mágica, tan imponente, que la tierra bajo nosotros tembló. Pero a mi... me importaba poco. El techo podría caerseme encima, y yo iba a continuar. Me llevaría conmigo a esos dos desgraciados que tenia delante. Daba igual el precio a pagar. Pues sin Enkidu... Sin mi compañero... ¿Que sentido tenia vivir? ... Por eso... Por eso me aproxime a NOVA. Por eso... clave la Espada entre sus ojos. ... Y por eso... mientras mi armadura estallaba por la presion... Mi piel se abría... y el templo entero comenzaba a hundir... Pronuncie las palabras. El punto y final.

''¡¡POR MI VIDA...!! ¡¡... POR MI AMIGO!!''
''¡¡LA ESTRELLA QUE DIVIDE EL CIELO, EL MAR Y LA TIERRA!!''

''¡¡ENUMA!!''
''¡¡EEEEEELIIIIIIIIIIISHH!!''

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//PV: 247 (170 + 77) / PM: 49 (42 + 7) / ATQ: 29//

-Fuerza: Notable / Excepcional / Pésima
-Destreza: Normal / Normal / Normal
-Agilidad: Normal / Normal / Normal
-Constitución: Normal / Normal / Mala
-Resistencia: Normal / Notable / Normal
-Carisma: Excepcional / Normal / Notable
-Sabiduría: Pésimo / Pésimo / Notable
-Espíritu: Notable / Notable / Normal
-Raciocinio: Malo / Malo / Excepcional

·Debilidades Físicas: Golpes Físicos. / Ataques Perforantes. [Armadura] / Hechizos o Ataques de Luz. Luz Solar. Daños en la cicatriz del cuello.

·Armas/Objetos:
-Ea - Espada de la Ruptura
-Enkidu - Cadenas del Cielo
-Cuchillos

·Guardian Force:
-Fuerza: Excepcional
-Destreza: Notable
-Agilidad: Notable
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Malo
-Espíritu: Pésimo
-Sabiduría: Normal
-Raciocinio: Normal

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-Bastet- · Publicado: 25 May 2014 4:21 am

"Y este es el fin de la historia." le dijo a los niños. "Ahi, arrastrandome por el suelo, llena de espadas clavadas, llena de sangre, y de lágrimas, ví como Harald se lanzaba hasta el mismísimo cometa NOVA. Cómo lloraba. En aquellos últimos momentos, ni siquiera pensé en mí. Sí, es cierto que los gatos tenemos siete vidas, y que yo disponía de siete posibles avatares en los que poder reencarnarme. Pero aun asi, no fue eso lo que se me pasó por la cabeza cuando le vi perforar el cometa. No fue eso, sino... que Harald Ballad estaba a punto de morir ahí.

Había alcanzado el núcleo de NOVA, y éste estaba desestabilizándose. En otras palabras, iba a explotar. En su cara. Quedaban poco menos de unos minutos para que estallara en mil pedazos, ¡enfrente suya! Si la explosión lo alcanzaba, sería una muerte segura para él, y le habría condenado a una muerte segura. Podría haber aprovechado para gritarle a NOVA que Harald me amara... ¿Pero de qué habría servido si se moría? No. En aquel instante, en el que casi podía ver cómo se lanzaba desesperado a la muerte... Lo comprendí. Comprendí que la villana era yo, y no él. Que le había arrebatado a su único amor y su única amiga. Que yo jamás podría ocupar el lugar de ella, y que no había hecho más que hacer infeliz a alguien a quien se suponía que amaba.

"No...va..." murmuré. La voz casi no me salía. Tuve que toser, y vomitar algo de sangre. Me arrastré hasta ellos. "...No... no dejes... que muera... Cof cof... ¡No dejes que Harald muera aquí!" grité a pleno pulmón. La idea de perderlo... No, yo ya lo había perdido para siempre. Sabía que ya nunca podría lograr que me quisiera, sabía que le había hecho el hombre más infeliz de la tierra, pero... pero aún así... Me di cuenta de que... Si de verdad le amaba... Tenía que dejarle ir. Tenía que respetarle. Tenía que dejar de pensar tanto en mi misma y empezar a pensar en los demás. En él. Y me di cuenta demasiado tarde...

Y así fue como morí yo en su lugar. El deseo que pedí a NOVA se cumplió, siendo él teletransportado al exterior del templo, y siendo yo transportada a donde estaba NOVA. Los terremotos y temblores cada vez se hacian más fuertes. Y la luz que emanaba de NOVA... empezó a hacerse más y más brillante... Cerré los ojos. Y todo se puso blanco.

...Y me morí.

Se supone que los dioses no pueden morir, al igual que la energía ni se crea ni se destruye. Si algo o alguien consigue destruir nuestro avatar en la tierra, nuestra energía estelar se dispersa, para luego, años después, resurgir. De hecho, en mi caso, como disponía de siete avatares preparados de antemano, me habría reencarnado en alguno de ellos. De hecho, la reencarnación empezó automáticamente, pero, de alguna manera, se interrumpió. La energía de NOVA era capaz de alterar las leyes mismas de la física y la energía. La energía de NOVA se mezcló con la mía. Y como le ocurriera al gato de Schrödinger... no acabé de morir del todo. Y como soy una diosa... aunque morí, no puedo morir. En fin, es difícil de explicar porque se trata sencillamente de una paradoja. Resucité. Pero con algunos poderes de NOVA. Supongo que por eso sigo viva, aunque ya nadie crea en mí..."
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"¡NO HAY DIOSA MEJOR QUE YO!"

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~Armas~: Guantes Garra/Garras naturales. Sistro mágico (instrumento musical). Hari: la Administradora de Corazones (llave espada).
~Debilidades~: El fuego. La Magia de La Sombra.
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Harald Ballad · Publicado: 26 May 2014 7:20 pm

Enuma Elish... La historia Sumeria que narra el origen de nuestro mundo, cuando ni los cielos, ni los mares, ni la tierra habían sido creados, y todo consistía en un infierno de llamas sin nada nombrado. Ese fue el titulo que le di. El nombre que le di a la habilidad monstruosa que poseía el arma. Y sin duda... fue el mas acertado, pues por segunda vez, cuando el torbellino de energía se desato, comenzando a devorar el exterior de NOVA y parte del templo que nos rodeaba... Volví a ver lo mismo. Ese clímax. En donde cada trozo de la realidad se desvanecía en la Nada mas absoluta, dejando al final, una escena del pasado lejano. ... ... Solo que... Esta vez no fue el Infierno Primordial lo que vi.

Un ojo de llamas, en mitad del espacio sideral, rodeado ya no de estrellas o planetas, si no de mas fuego. Casi daba la impresión de que eso era lo único que había. Ridiculizando completamente el mundo ardiente que vi la primera vez. No obstante, tuve una idea similar... pues no parecía un 'Final'.
Si, era caótico. La escena mas caótica y agresiva que he visto nunca. ... Pero era... bonito a su vez. Como ver a un niño nacer entre sangre y llantos. O un volcán estallar en mitad del océano. ... Se que parecerá estúpido, y aun así, esa fue la señal que me dio. Que ese 'ojo'... Es el origen de todo.
... No obstante, esto no se limito a una misera sensación. Literalmente, mi mirada quedo marcada al ver esa escena. Y seguramente ya sepas a lo que me refiero. Pues no, no nací así, los ojos enrojecidos que yo tengo, junto a esas pupilas rasgadas, quedaron grabadas a fuego en el momento en que vi el Ojo, sellándome para el resto de mi existencia. Y créeme... dolió. Casi parecía que las llamas que estaba viendo, intentaban meterse dentro de mis ojos, en un empeño de que pasase lo que pasase, no lo olvidase. ... Aunque... si eso en verdad era así, menuda idea mas estúpida. Yo iba a morir allí. No había forma humana de salvarme. El templo se derrumbaría, NOVA estallaría... y ahora estando técnicamente ciego, ¿Que oportunidad tendría de escapar? Ademas, ni siquiera tenia intención de hacerlo en primer lugar. Mi plan era morir. Pues hasta yo, en mi rabia y depresión, supe entender que todo lo ocurrido era en parte culpa mía...

Si no hubiese dejado a Enkidu pelear solo...
Si no hubiese insultado a la Diosa de los Gatos...
Si no hubiese desafiado a los Dioses en primer lugar...
Si no hubiese... encontrado a Enkidu...
Si no hubiese... asesinado a mi tío... ...
... Si no hubiese... siquiera nacido...

Los eventos no ocurren por ocurrir, todos los hechos son importantes. Y mi mera presencia en el mundo, trajo mas sufrimiento que alegría. Siendo yo, uno de los principales perjudicados. Por eso mismo... lo mejor era dejar que mi cuerpo se consumiese...

....... ... Pero fue ahí cuando escuche una voz. Una voz femenina. Lejana y débil. La cual, fui incapaz de reconocer. Y como encima no veía nada mas que fuego en mis ojos, llegue a creer que se trataría de una mera ilusión. Alguno de esos... recuerdos que se te vienen a la cabeza en tus últimos instantes.

... ¿Aunque desde cuando un recuerdo te salva la vida?

Tarde dos días y dos noches en despertar. Tirado justo donde Seth y el Toro se mostraron... Tirado justo al lado del sitio donde Enkidu murió.
Al principio pensé que todo lo ocurrido hasta ahora había sido un sueño. ... Pero ni mucho menos. Aunque tenia visibilidad, seguía viendo un leve fondo rojizo al enfocar, por lo que era obvio que esa marca seguía en mirada. Ademas, cuando fui a comprobar si Enkidu estaba allí... pude ver que no. Su ropa, y su preciado amuleto en forma de cuerda estaban ahí, si. Pero su cuerpo... su cadáver... había retornado a su forma original: Mera arcilla
Hmf... Fuese quien fuese el Dios que creo a Enkidu, estaba claro que lo reclamo. Así que, estaba en las mismas. ... O incluso peor.

En fin... Siendo claros, pese a que esto pueda parecer muy abrupto... mi historia termina aquí. ... Por supuesto, seguí vivo un tiempo después de lo ocurrido. Pero... no me atrevería llamar a eso 'vida'. Ni para mi, ni para mi Reino.
Harald Paddra Ballad, el Rey de Héroes, cayo junto a Bastet. Siendo lo único que quedo de él, un Hombre vacío, que llevo a Drezed a la aniquilación mas absoluta. No ansió ni ambiciono nada. Simplemente... lucho en una Guerra sin sentido, sirviendo como un trozo de leña mas, que en ultima instancia, consumió medio mundo. No obstante... incluso mi cuerpo hallo su final en circunstancias poco agraciadas, cuando un Guerrero vestido de Rojo, igual de confuso y frustrado que yo, me enfrento. Ambos nos dimos muerte mutuamente. Y esta vez si, yo desaparecí de ese mundo en ruinas, para no volver jamas.

... Pero esta claro que no es así. Yo regrese a la vida muchos siglos después de aquella muerte. ... Sin embargo, esa no es una historia que merezca la pena charlar ahora. Es otro tema. Para otro momento. Ademas... esa etapa que viví en mi renacimiento, fue muy distinta a la que yo quería narrar aquí. Son dos versiones muy diferentes del mismo hombre. Un hombre que pese a que lucho y perdió. Pese a que vivió y murió. Pese a que amo y odio. ... No se arrepiente de nada. Absolutamente de nada. Se que hice muchísimo daño a aquellos que me rodearon. Y se que fue mi culpa el destino que sufrió mi Reino. Pero nada mas. Los actos que me llevaron a la tumba fueron míos propios. Y de eso me siento orgulloso. Si hice mal o hice bien, fue todo bajo mi mano. Y no hay responsabilidad mayor que debe tener un Rey, que aceptar ese hecho.

Que esto te sirva para juzgar al hombre con el que estas. Y que te sirva de ejemplo. Pues del mismo modo que Enkidu fue mi amigo. Tu, Ahina, Princesa del Mar y de mi corazón, eres mi amada. Y nadie, ni en esta vida ni en la siguiente, podrá superar eso. Ni siquiera si mi propia existencia estuviese en juego.

- Así lo declaro -
- Por hoy y por siempre -

... Y justo cuando Bastet termino de contar la historia, una serie de fuertes aplausos comenzaron a sonar. Lógico, uno pensaría que se trataban de los niños. Pero también era muy obvio que tras el final estos se habían quedado demasiado absortos y tristes como para ponerse a aplaudir ahora. Ademas, si uno prestaba atención, podría darse cuenta de que tales sonidos provenían de mas al fondo, justo en la esquina del callejón de detrás.
''¡Bravo!'' Exclamo una voz masculina y adulta, aplaudiendo mas fuerte. ''¡Sinceramente, sin palabras! ¡Has conseguido hacer de una historia aburrida como esa, algo que merezca la pena escuchar! ¡Sin duda, se te da bien!'' Acabo añadiendo el misterioso individuo, que ahora, se podía vislumbrar ligeramente entre las sombras, en una silueta alta y bien formada.

Estaba claro que su interrupción había dejado a todos en silencio, pero tampoco fue algo que le molestara, por eso, aprovechándose, el hombre misterioso empezó a andar un par de pasos, aproximándose hacia la plaza.
''Y fíjate tu que coincidencia, que yo también me decante hoy por escribir esa anécdota. Aunque, sigo teniendo la impresión de que ser el protagonista me impidió narrarla como se merece. ¡¿Aunque que mas da?! Lo importante es que se sepa. ¡Que se sepa la historia que el Rey de Héroes vivió! ... ¿No estas de acuerdo, Diosa de los Gatos?''

Y dejando que los rayos de luz iluminasen su esplendida figura, resaltada con una lujosa ropa de marca, el hombre misterioso se planto justo delante de todos, mirando a la Diosa de la Armonía y al resto de niños con un rostro orgulloso y dorado... dejando bien claro, de quien se trataba.
''Ademas, gracias a tu historia he entendido por fin quien fue el causante de que sobreviviese dos veces a la muerte. Algo interesante, que me viene bien saber.''

''Sobretodo ahora que volvemos a vernos.''
''Bastet-Sejmet''

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·Debilidades Físicas: Golpes Físicos. / Ataques Perforantes. [Armadura] / Hechizos o Ataques de Luz. Luz Solar. Daños en la cicatriz del cuello.

·Armas/Objetos:
-Ea - Espada de la Ruptura
-Enkidu - Cadenas del Cielo
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-Bastet- · Publicado: 26 May 2014 8:44 pm

{LOOOOOOOOOOOOOOOOOOL}

Se quedó boquiabierta cuando vio aquel fantasma aparecer frente a ella, y sus brazos cayeron en peso muerto. "Ha...Ha-Ha-Ha-Harald! ¡E-...estás vivo! Yo-yo... Han pa-pa-pasado cuatromil años desde que... que..."

Vio cómo se acercaba lentamente hacia ella y hacia los niños. Bastet, aún parpadeando del shock, se obligó a reaccionar. "¡Shuu! ¡Shuu! ¡Hissss!" les gritó, obligándolos a desperdigarse y 'abandonar' el lugar. Y digo abandonar, porque en realidad se quedaron mirando todos en corro pegados a las esquinas.

Bastet se puso en pie, y tuvo que levantar ligeramente la mirada hasta él, en vez de bajarla tanto como cuando le miró por primera vez, cuando era una diosa mucho más poderosa que ahora, pues con la falta de creyentes su cuerpo se había hecho algo más bajo y pequeño desde la última vez, como el de una chica humana en lugar de como el de una diosa gigante y altísima. Y aunque podía cambiarlo... había preferido no hacerlo.

"Has...has venido a ma-ma-matarme, ¿verdad? Y-yo... es...estoy dispuesta a aceptarlo. Lo... lo que hice fue horrible y... Ci-cielos, de verdad que no puedo creer que estés vivo." se le escapó. "Qui-qui-quiero decir, no es que te prefiera ver muerto ni nada de eso, es que han pasado ¡cuatro mil años!"

"N-no-no puedo morir realmente, pero... No me quedan ya avatares ni creyentes así que tardaré unos años en resucitar. Me-me fusioné con NOVA y por eso puedo existir sin creyentes. Si-si lo prefieres, puedo tomar la forma que tenía antes para que puedas vengarte en condiciones y..."
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"¡NO HAY DIOSA MEJOR QUE YO!"

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~Armas~: Guantes Garra/Garras naturales. Sistro mágico (instrumento musical). Hari: la Administradora de Corazones (llave espada).
~Debilidades~: El fuego. La Magia de La Sombra.
~Características~:
~Fuerza~: Notable
~Destreza~: Excepcional
~Agilidad~: Notable
~Constitución~: Mala
~Resistencia~: Notable
~Carisma~: Excepcional
~Sabiduría~: Notable
~Espíritu~: Sobrenatural
~Raciocinio~: Malo

-Ahina- · Publicado: 26 May 2014 8:50 pm

Cerró el libro por fin, y se abrazó a un cojín. Estaba supercolorada, tanto de vergüenza como de embelesamiento. Dios ¡y encima Lilith estaba ahí en la cocina! Le invadió la risa tonta. -Ahora se reirá de mi, ¡ja ja...!- pensó, y empezó a dar vueltas en el colchón del sofá alrededor del cojín. {dios xDDDD}

Se llevó la mano a la cara, soltó el cojín, y fue directa al baño a echarse agua fría a la cara, una y otra vez, hasta que se le pasara. Cielos, realmente, Harald Ballad era el Príncipe Azul que tanto quería. ¿Cómo podía haber dudado de ~~mama~~ Lilith?
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~//PV: 800 ATQ: 70 PM: 100//~
~Armas~: Tridente
~Debilidades~: La electricidad. La Magia de La Sombra. La Magia Estelar concentrada.
~Características~:
~Fuerza~: Normal ~Destreza~: Excepcional ~Agilidad~: Notable ~Constitución~: Mala ~Resistencia~: Normal ~Carisma~: Excepcional ~Sabiduría~: Notable ~Espíritu~: Sobrenatural ~Raciocinio~: Notable

"¿De verdad creíais que así ibais a destruirme?"

Harald Ballad · Publicado: 26 May 2014 9:25 pm

Harald se quedo en silencio, completamente quieto, mientras la miraba fijamente, sin perderla ni por un segundo de vista. Ni siquiera cuando Bastet le dijo a los niños que se marchasen, ni siquiera cuando comenzó a acercarse a él, y ni siquiera cuando soltó lo que soltó. Harald permaneció igual, y visto lo que pensaba Bastet, seguramente imaginaria que la estaría juzgando con la mirada. ... No obstante, cuando la chica comenzó a tartamudear mas nerviosamente, incapaz de hablar correctamente por la vergüenza y miedo que sentía... Harald suspiro, girando entonces la mirada hacia una de las esquinas, donde estaban los niños.

''¡Vosotros!'' Les llamo, provocando que saliesen a la vista, y sin pensarlo demasiado, el hombre se saco del bolsillo... unas cuantas esferas estelares. ''¡Id a compararnos un par de helados! ¡Para mi, uno de chocolate! ¡Y para la señorita...! Eh...'' Harald incluso la miro confusamente, pero como Bastet estaba aun mas sorprendida que antes, el Rey de Héroes se limito a sacudir la cabeza. ''¡Y yo que se! ¡Alguno que sea verde! ¡Como de limón! ... Aunque el de limón casi siempre es amarillo o blanco. ... ¡Bah, da igual! ¡Traedle ese!'' Y tal cual, cuando los niños se acercaron a tomar el dinero, Harald les fulmino con su mirada rojiza. ''Y como se os ocurra largaros con el dinero, ¡Os crujo! ¡¿Me oís?! Podéis quedaros con el cambio. ¡Pero traed esos helados!'' Les entrego el dinero, y les dio un suave empujón para que se marchasen de ahí. Tras eso... volvió a mirar a Bastet, aunque muy poco tiempo, pues no tardo demasiado en echar a andar hasta alcanzar uno de los bancos, en donde se sentó de golpe. No obstante, si que le hizo un gesto con la mano para que se acercase y se sentase junto a él. Completamente tranquilo.

''Soy el Rey de Héroes, Bastet. ¿Te esperabas que cuatro milenios iban a servir para borrarme? ¡Pues te equivocas!'' Le soltó, sonriendo triunfalmente, tal y como si hablase de lo mas normal del mundo. ''Incluso en la muerte, me gane el derecho a la vida. ¡Así que aquí estoy! ¡Vivo y sublime, como siempre! Tal y como... ...'' ... Harald se quedo entonces mirando a Bastet embobado. ... Aunque ella no tardo demasiado en darse cuenta de que no la estaba mirando en general, si no a...
''... ¿Te has quedado un poco plana con los años, no es así?''
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//PV: 247 (170 + 77) / PM: 49 (42 + 7) / ATQ: 29//

-Fuerza: Notable / Excepcional / Pésima
-Destreza: Normal / Normal / Normal
-Agilidad: Normal / Normal / Normal
-Constitución: Normal / Normal / Mala
-Resistencia: Normal / Notable / Normal
-Carisma: Excepcional / Normal / Notable
-Sabiduría: Pésimo / Pésimo / Notable
-Espíritu: Notable / Notable / Normal
-Raciocinio: Malo / Malo / Excepcional

·Debilidades Físicas: Golpes Físicos. / Ataques Perforantes. [Armadura] / Hechizos o Ataques de Luz. Luz Solar. Daños en la cicatriz del cuello.

·Armas/Objetos:
-Ea - Espada de la Ruptura
-Enkidu - Cadenas del Cielo
-Cuchillos

·Guardian Force:
-Fuerza: Excepcional
-Destreza: Notable
-Agilidad: Notable
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Malo
-Espíritu: Pésimo
-Sabiduría: Normal
-Raciocinio: Normal

Link a la Ficha: http://comandopopstar.foros.ws/t512/harald-ballad/

Lilith · Publicado: 26 May 2014 9:40 pm

Y la susodicha mujer no tardo demasiado en salir de la cocina, trayendo en sus manos dos platos con carne y pasta, ademas de dos vasos con agua. ''Esto es lo único que le gusta comer a mi marido. ¡Así que ya tengo la costumbre de preparárselo!'' Soltó ella nada mas pasar al salón, viendo de golpe a Ahina, ahí, completamente emocionada, y con un rostro que irradiaba felicidad por doquier. Verla así la hizo sonreír, tal y como si realmente ella fuese su hijita. Ademas, ya hasta podía imaginarse a que se debía.

''¡Ay, ay, ay! ¡Si es que te lo dije!'' Lilith tranquilamente se acerco a la mesa del salón, dejando los platos y la bebida ahí, junto a todos los cubiertos. {Diosh, que paralelismo con el otro tema} ''Harald esta loquito por ti. Tanto como tu por él. ¡Y es normal! ¡Estáis hechos el uno para el otro! Tanto en lo buenooo... como en lo malo'' Y con sumo cuidado, sus tiras sujetaron los cubiertos por ella, cortando tanto la carne de su plato como la del de Ahina. ''Diría que me dais envidia, pero eso seria desprestigiar a mi marido. ¡Y hasta los dioses saben que él también me quiere tanto como yo a él! ¡Jijiji!''
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//PV: 50 - PM: 12 - ATK: 5//

-Fuerza: Pésima
-Destreza: Normal
-Agilidad: Normal
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Notable
-Sabiduría: Excepcional
-Espíritu: Notable
-Raciocinio: Malo

·Debilidades Físicas: Luz

Armas/Objetos:
-Tela Negra

Link a la Ficha: http://comandopopstar.foros.ws/t872/lilith/

-Ahina- · Publicado: 26 May 2014 10:26 pm

"¡Oh, tenías taaaanta razón, Lilith!" exclamó Ahina, abrazándola. "¡Siento haber dudado de ti! Pero es que Harald es tan precioso para mí, que no podría soportar que quisiera a otra más que a mi..." ~~{ajajajaj pero si igual}~~

"¡Huele de maravilla!" exclamó, sentándose, no sin antes haberle empujado educadamente la silla a Lilith ~~para que se cayera al suelo~~ para que pudiera sentarse. Después de todo, ella era la anfitriona. Descorchó una botella y sirvió las dos copas de vino.

"¡Brindemos! ¡Por Harald y yo!" exclamó. "¡Y por tu inestimable ayuda y sabios consejos!"
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~//PV: 800 ATQ: 70 PM: 100//~
~Armas~: Tridente
~Debilidades~: La electricidad. La Magia de La Sombra. La Magia Estelar concentrada.
~Características~:
~Fuerza~: Normal ~Destreza~: Excepcional ~Agilidad~: Notable ~Constitución~: Mala ~Resistencia~: Normal ~Carisma~: Excepcional ~Sabiduría~: Notable ~Espíritu~: Sobrenatural ~Raciocinio~: Notable

"¿De verdad creíais que así ibais a destruirme?"

-Bastet- · Publicado: 26 May 2014 10:50 pm

"... "

Quedó sin palabras, sin entender absolutamente nada de lo que estaba pasando. Pero nada de nada. Osea. ¿Qué? ¿Estaba soñando, o Harald Paddra Ballad la acababa de invitar a un helado? Osea... ¿QUE?

Mientras Bastet se frotaba los ojos, anonadada por completo, los niños aceptaron encantados el encargo de Harald Ballad. Les había dado la nada despreciable cantidad de cien esferas {donadas a Aldeano Cappy XDD}. Considerando que cada helado costaba unas tres esferas, aquello era un negocio seguro. Y como no querían perderse la acción, hasta se dividieron en grupos. Uno se quedaría cotilleando, y el otro ~~huiría por las montañas al centro urbano~~ saldría corriendo a por los helados.

Harald se sentó en un banco y le dijo a Bastet que se sentara junto a él. Con la cabeza gacha, se acercó. Luego escuchó el ácido comentario de Harald. "E...es que desperté así, y así me he quedado... pero puedo cambiarlo si quieres." murmuró, antes de sentarse, en la otra punta del banco.

Sí. Toda la grandeza y perfección de la que siempre había presumido ella, así como de su físico, habían quedado en la nada. Sin duda por eso Harald lo recalcó. Suposo que simplemente quería otorgarle a ella antes de matarla lo que ella no le otorgó a él ni a Enkidu. Unos últimos momentos para tomar un helado, y despedirse, antes de morir. Así de grande era el Rey de Héroes. A diferencia de ella, que no había sido más que una cruel asesina...

"...Me odias ¿verdad?" preguntó, sin atreverse a mirarle a los ojos. "Por... por lo que te hice y... por lo que le hice a Enkidu. Yo... también me odio a mi misma por eso. Y me arrepiento por ello, pe-pero..."
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"¡NO HAY DIOSA MEJOR QUE YO!"

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~//PV: 777 ATQ: 77 PM: 107//~
~Armas~: Guantes Garra/Garras naturales. Sistro mágico (instrumento musical). Hari: la Administradora de Corazones (llave espada).
~Debilidades~: El fuego. La Magia de La Sombra.
~Características~:
~Fuerza~: Notable
~Destreza~: Excepcional
~Agilidad~: Notable
~Constitución~: Mala
~Resistencia~: Notable
~Carisma~: Excepcional
~Sabiduría~: Notable
~Espíritu~: Sobrenatural
~Raciocinio~: Malo