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Actualizado el avatar y la primera imagen de la firma de Bastet, ahora las dos imagenes tienen mejor calidad y el avatar es más grande. ¿Que esto no es una noticia realmente? Eeh... uh... bueno...
¡Así es! ¡Las nuevas criaturitas más tiernas de la galaxia ahora están disponibles en la Tiendita de Mascotas de los Horrores!
¿Curioso nombre no? Que no os engañe, este pequeñín no es un horror para nada. Un animalito de lo más mono y cariñoso, un energético compañero que alegra a tanto niños como ancianos.
Por ahora han tenido un especial impacto en los habitantes de la Isla del Helado, que adoran sus nuevas mascotas. ¡Pero no faltará mucho para que estén por todo Pop'Star!
¿Qué esperas para conseguirte el tuyo propio? ¡Al escribir esto tengo el mío dando vueltas en mi pierna y lamiendo mis pies, es tan juguetón! ¡Pasaos cuando queráis por la galería de los Edificios Mantequilla, y no se arrepentirán!
Evento Actual
Crucero Star Ship
¡Sean todos bienvenidos al Star Ship! Disfruta de un relajante viaje paradisíaco a bordo del más exótico crucero de Dreamland, a través de las hermosas aguas del Océano Naranja. ¡Dado que es la innauguración, las entradas cuestan la mitad de su precio normal!
El General Drake de los Shadow Riders ha sido un misterio durante años. Generalmente pasivo, encerrado en su habitación de la base con sus propios asuntos, se ha vuelto más activo en los últimos tiempos.
Tomando una participación en la odisea en la Fábrica, dándole traumas a Luminary Knight que definitivamente aumentaron su carácter para ser Luminary Umbrae o incluso organizando su propia investigación oceánica con la ayuda de la mismísima Princesa del Mar, por "motivos académicos" y con un nombre falso...
Pocas veces se ha visto a este hombre actuar, y muy pocos saben qué se trae entre manos y cómo reacciona ante las diversas situaciones. Sin embargo ese misterio es el que nos mantiene aún interesados en este personaje y los secretos que puede guardar. Por el momento, le daremos este pequeño homenaje acompañándonos durante todo marzo. ¡Felicidades Drake! Y que lo que tengas en mente no acabe con demasiados muertos...
Publicado: 14 May 2014 4:59 amTítulo del mensaje: La Muerte del Rey de Heroes.
Un silencio sepulcral invadió la habitación en donde se hallaba sentada Lilith, un silencio en donde ni siquiera su respiración encontraba un lugar, y es que tras la tormenta que diez minutos antes comenzó, ahora solo quedaba una fría sensación en el ambiente. Ni rastro había ya de aquella atmósfera cargada, tan furiosa y depresiva. Siendo solo vacío y truenos lo que acompañaba a la dama de negro...
Tenia una copa de agua delante, aun llena, pues ni siquiera durante todo ese rato que permaneció cavilando lo sucedido, se digno a sujetarla. Sin embargo... Estaba sedienta... Con la boca sequisima de tanto hablar. Pero aun así... No se atrevía. No se atrevía a mover su brazo. Pues incluso desde su posición, con todas las luces apagadas, podía ver los cristales rotos de la copa en la que bebió Harald... Justo encima de un pequeño charco de sangre. Tsk... ¿Y que decir aparte de eso? Cada vez que le echaba un vistazo al resultado de la discusión... Tan solo podía suspirar con profundidad, resignada por no entender como demonios había acabado todo así...
No obstante, diez minutos es un tiempo muy largo. Pronto amanecería, y sabia que para entonces tendría que haberse ido de la casa. Según lo que le dijo Harald, Ahina y Bastet seguían dormidas. Si se quedaba mas tiempo y ellas la encontraban ahí, junto al panorama que la rodeaba... ¿Que reacción iban a tener? Daría igual si les intentaba explicar lo ocurrido. No la escucharían. ... Y no le apetecía ver llorar a su pequeña ahora mismo...
''Maldita sea...'' Murmuro, por primera vez en mucho rato. ''¿Por que demonios esto ha terminado así...?...'' Sus brazos no tardaron mucho en sujetarse la cabeza, la cual, agacho un poco, haciéndose un ovillo. ''Si lo hubiese sabido no le habría dicho nada... No habría abierto la boca... ... Aunque... ... Tenia que hacerlo. Era la única opción que me quedaba...'' Y es que no había parado de recordar cada palabra que soltó. Cada frase. Cada explicación. ... Cada... Verdad. Si... En el fondo, que Harald reaccionase como reacciono era su culpa. Suya y de nadie mas. Pero de nuevo, ¿Que mas podía hacer? Ya había engañado muchísimo a esos dos... Y ahora que no le quedaban motivos. Ahora que solo quería apoyarles... ... Sucedió esto... ''Tsk... Es que es hasta irónico... Me dedico años enteros tratando de buscar una forma de acabar con él... De eliminarle... Pasando miedo día y noche... ¿Y todo para que? ¿Para acabar arrepintiéndome? ¡Ni siquiera cambiando de idea logre hacer algún bien! ¡Hmf...!'' Hacer algún bien... Tampoco es que esa fuese su única obsesión. No obstante, en Harald había visto algo... Algo interesante. Que tan solo otra persona en toda su vida le había demostrado. Por ello quiso darle ayuda. Ayuda para que su relación con las dos jóvenes siguiese adelante. ... Pero ella, a fin de cuentas, era Angra Mainyu, el mal personificado. Y aunque fuese consciente de lo que le narro era una cuchillada en toda regla, su mala mente le impidió detenerse, golpeando a Harald donde mas le dolía. Llevándole a... a... ...... ''En fin...''
Cuando sus ojos se desviaron y vieron los primeros rayos de sol asomar entre las nubes, Lilith resoplo, retomando la posición y levantándose del sofá.
''... Lamentablemente, no puedo hundirme ahora. Si ese hombre decidió esto... Lo respeto. Pues en parte tiene razón. Bastante, de hecho. Y viéndolo por el lado egoísta... ... Hasta me viene bien. Puede que Ahina y Bastet se hundan... ¿Pero que mas da? Él me pidió que cuidara de ellas, y eso haré... Total... Dentro de un mes, cuando el juego comience... Estoy segura de que todo se habrá arreglado... ... Incluso sin él.''
Lilith avanzo a paso lento hacia el balcón, esquivando el charco de sangre, y las demás muestras de la explosión que Harald tuvo anteriormente. Muebles rotos, paredes abolladas, espejos destrozados... Tsk... Pensar que ninguna de sus Princesas se despertó ante todo ese jaleo, decía bastante.
''Hacia tiempo que no me sentía como me siento ahora. Así de... Dolida porque lo que he visto.'' Comenzó a decir ella, mirando al horizonte del Océano Naranja, en pura y completa solemnidad. ''He aprendido y reflexionado bastante... Y todo gracias a ti, Rey de Héroes. Jamas imagine que llegaría a decir esto del hombre que arruino mi mas preciado entretenimiento... Y que casi acaba con mi vida... ... Pero... Así es. Por ello... No tienes que preocuparte por tus tesoros. Las protegeré. Y cuidare. Y querré hasta que el momento adecuado llegue... Ten confianza en ello... De que tu muerte no habrá sido en vano.''
Su mano se elevo entonces un poco, tocándose la mejilla... Para así quitar en una suave caricia, esa pequeña lagrima que le había caído anteriormente... Una vez así, su rostro se apaciguo... Ensombreciendo su mirada por completo.
''El Universo camina a su desintegración ¿Eh?... Puede que sea cierto... ... Pero no tolerare que eso suceda. Ni en mi mundo, ni en este. Así que estate tranquilo, Rey. Plantare también aquí ese paraíso que tu tanto ansias. Un paraíso sin Dioses. Ni Semidioses. Ni la Sombra. Ni mestizos... El mundo perfecto para el Rey Perfecto... Y ese sera mi regalo. Mi homenaje hacia tu persona. Ya que incluso una mujer como yo... Sabe apreciar a aquellos que lo merecen.''
''Prepárate, Oh cruel mundo... Pues el verdadero terror esta a punto de comenzar...''
''Nadie os salvara en esta ocasión... Nada evitara que mi Urna os devore a todos...''
''Pues esta es la decimotercera vez ya...''
''... Y la ultima.''
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//PV: 50 - PM: 12 - ATK: 5//
-Fuerza: Pésima
-Destreza: Normal
-Agilidad: Normal
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Notable
-Sabiduría: Excepcional
-Espíritu: Notable
-Raciocinio: Malo
~//PV: 800 ATQ: 70 PM: 100//~ ~Armas~:Tridente ~Debilidades~:La electricidad. La Magia de La Sombra. La Magia Estelar concentrada. ~Características~: ~Fuerza~: Normal ~Destreza~: Excepcional ~Agilidad~: Notable ~Constitución~: Mala ~Resistencia~: Normal ~Carisma~: Excepcional ~Sabiduría~: Notable ~Espíritu~:Sobrenatural~Raciocinio~: Notable
Una espectacular tormenta se estaba celebrando ahí fuera, con sus rayos, su lluvia intensa, y su fuerte oleaje... Al parecer había llegado de golpe, sin avisar, en mitad de la profunda noche, pudiendo oírse perfectamente sus efectos por toda la casa. ... Sin embargo, Harald no se despertó a causa de eso. ¿Por que iba a hacerlo? Estaba mas que acostumbrado a tormentas de ese tipo, y en cierto sentido le agradaban. Ademas, Ahina y Bastet estaban con él en la cama, por lo que incluso si sintiese un poco de intranquilidad a causa de los rayos, al menos sabia que las tenia como compañía... Pero claro... Entonces la duda seria, ¿Por que se despertó? Tenia los ojos bien abiertos, a diferencia de sus dos princesas que dormían tranquilamente a cada lado suyo. Y no es que llevase así poco rato... No... Aquello que le intranquilizo había estado rondando por su cabeza durante una media hora. Tiempo mas que suficiente para entender que no eran simples imaginaciones suyas... Y que sin duda, ese zumbido en sus oídos, era real. -... Tsk... ¿En serio...? ¿Tan temprano? ... En fin...-
No tardo mucho mas en levantarse, frotándose los ojos a causa del cansancio. Tenia hambre, sed y algo de jaqueca... Por eso, casi como una reacción automática, Harald miro a Ahina, concretamente a su cuello... Tocándolo por encima con los dedos, buscando obviamente la arteria... ... Y sin duda le habría metido un mordisco... Si no fuese porque justo cuando ya tenia la boca pegada a su piel... ... Recordó que ni estaba convertido en Vampiro. ''...'' La cara de Harald en ese momento fue un poema, llegando a relamerse los colmillos para comprobarlo. ''... Aiins...'' Si es que... Estaba tan acostumbrado a los efectos de la Mascara de Piedra, que no estar transformado en ese monstruo bebe sangre le sorprendía. Por ello, para evitar mas confusiones innecesarias, Harald decidió levantarse, soltando un fuerte suspiro, y acariciando la cabeza de sus dos princesas con cuidado, aprovechando para colocarles bien la almohada. Seguidamente, salio de la cama en sumo silencio, colocándose la camisa, y poniendo rumbo al salón... Allí donde estaría la causa de su molestar.
''Llegas tarde, Rey de Héroes.'' Dijo una sombría voz proveniente del balcón, nada mas abrir él la puerta. ''Ya hasta pensaba que ibas a seguir durmiendo... Estaba por entrar en la habitación y sacarte a rastras''
Harald suspiro profundamente al oírla, tal y como si con simplemente escucharla su dolor de cabeza se incrementase. ''Son las 4 de la mañana... ¿Que esperabas? ¿Que te recibiese con música y flores? No me seas necia, Lilith. Sabes que no soy esa clase de hombre.'' Y de un golpe con el puño, el hombre encendió el interruptor, viendo en el fondo de la habitación a la susodicha mujer, envuelta en sombras, con sus tiras agitándose como serpientes, y llevando una mirada que no sabría decir si era de enfado o tranquilidad. No obstante, a él esos detalles le daban igual, pues los tenia mas que vistos. Es por ello que aprovechando el silencio, Harald cerro la puerta tras de si, con la intención clara de que ni Bastet ni Ahina se despertasen por los ruidos.
''Soy una mujer que suele tener muchas horas libres... ... Pero se me están acabando. Así que agradece que haya encontrado tiempo para hablar contigo. Sobretodo a esta hora, donde nadie puede intervenir.''
Cuando el Rey de Héroes escucho eso, prácticamente se hecho a reír de la sorpresa. ''¿Tiempo para hablar conmigo? ¿Desde cuando te importo tanto para que cambies tu agenda por MI? ¡Jaja!'' Se hallaba tranquilo pese a todas las molestias, pues en el fondo tenia curiosidad. Curiosidad por saber que le traía esta vez la mujer de cabellos plateados. Es por eso que incluso se acerco al mueble de las bebidas, sacando dos copas y una botella de vino. El mas caro que tenia. ''¡Pues celebremoslo, maldita sea! Que no se diga luego que en esta casa no somos hospitalarios con las visitas.''
... Sin embargo, antes de que Harald pudiese si quiera abrir la botella, uno de los enormes látigos de Lilith se la quito, rodeándola y levantándola en el aire. ''Prefiero que no te emociones mucho. Este... No es momento para fiestas.'' Y nada mas decir eso, otro látigo agarro el frasco de agua que había sobre el mueble, colocándoselo justo enfrente a Harald. ''Ademas, yo no bebo. El placer de la bebida no es mi estilo.''
''Tsk...'' Harald chasqueo los dientes al ver su botella de vino flotar en el aire, inaccesible para sus manos. No obstante, no renegó de las palabras de Lilith, asintiendo con resignación. ''Muy bien, muy bien. Tu te lo pierdes, supongo.'' Y mostrando una mueca de disgusto, Harald relleno dos copas con la simple agua, para luego sujetarlas con cuidado y llevarlas hasta la mesa central del salón, frente a unos sofás. ''Toma asiento, ¿O es que vas a quedarte junto al balcón todo el tiempo? Porque odio eso.'' Dejándose caer se medio tumbo en el sofá, acomodándose. ''Si en verdad tienes algo que decirme, prefiero que me lo digas a la cara... Y no oculta entre una fugaz penumbra...'' Tal vez no fuese nada mas que agua, pero incluso un liquido como ese Harald lo bebía con elegancia, mostrando en un simple movimiento todo el estilo que solo el Rey de Babylonia podía tener. -... Aunque esto lo aprendí de aquel Mirzel, pero en fin-
Lilith, por otro lado, no exhibió ese mismo entusiasmo, pues ni siquiera toco la copa, echándole simplemente un vistazo por encima antes de volver a dirigir su mirada a Harald. ''Se te ve muy tranquilo pese a tenerme aquí delante...'' Contesto ella, aunque haciéndole caso y sentándose en el sofá de enfrente. ''¿Acaso te he dejado de molestar?'
''¿Molestar? ¡Por supuesto que me sigues molestando! ¡Como un grano en el culo, por cierto! ¿Pero que quieres que le haga? Eres la Madrina. Lo menos que puedo hacer es ser hospitalario contigo.'' Respondió sonriente, dándole un fino sorbo al agua.
''... ... Si... Es cierto... Ya casi me había olvidado de ese detalle...'' Fue... poco menos que extraño, pues nada mas oírle decir a Harald ese titulo, una fina sonrisa se le comenzó a dibujar en la boca. Y no una sonrisa maternal de las suyas... No... Si no una autentica y sombría mueca que prácticamente paso inadvertida por Harald. {(EVIL)}
''... En realidad... Me alegra de que sacases ese tema... Pues precisamente había venido a hablar de ti, de ellas... De vosotros... Y vuestra relación...'' Explico bajando el rostro, a la vez que entrecruzaba sus manos entre si. ''¿Como os va? La vida en compromiso suele ser complicada.. Y en vuestro caso... Considerando que son DOS mujeres y UN solo hombre, debe ser aun mas difícil de llevar, ¿O no?''
Harald tardo un poco en contestar, aunque si que soltó un primer suspiro a modo de respuesta inicial, dándole un largo trago a la copa. ''Bueno... Es cierto que suele ser difícil de llevar algunas veces, sobretodo por los celos que hay entre ellas dos. Pero no creo que estemos tan mal. Después de prometernos empezamos mas o menos a acostumbrarnos. ¡La monotonía del comprometido, supongo! Ja. La verdad es que no tengo ni idea, pues siempre he estado soltero.'' Y con una risilla orgullosa, volvió a beberse otro sorbo, con la mirada siempre dirigida al techo, ignorando completamente la terrible sonrisa de Lilith.
''Oh, claro... Matrimonio... Si, es lo que tiene... Uno no se acostumbra porque todo es tan nuevooo para él... La rutina, el día a día, y el simple hecho de estar atada a esa persona amada por un contrato... ... Supongo que por eso a los que ya han Estado Casados con anterioridad... Les va mejor.'' ... Casi se le escaparon varias risas mientras soltaba todo eso, llevándola incluso a taparse la boca para impedirlo. ''Pero en fiiin... Mientras haya amor, el resto no importa, ¿Cierto, Harald?''
Atentamente escucho a todo lo que Lilith dijo, pero al estar tan absorto en su propio gozo personal, ni se dio cuenta de la cantidad de corte entre frase y frase que hubo en su discurso. ''Si... Supongo que es así. ¡Pero lo dicho! Jamas antes había querido comprometerme. Y siendo sinceros, siempre vi esa ceremonia como algo estúpido. Una mera excusa para intentar vivir 'la gran felicidad'. Tsk... Y te lo dice alguien que presidio innumerables casamientos. Día tras día, semana tras semana... En fin. Por eso al final impartí la ley de que toda aquella mujer que quisiese casarse, tendría que pasar por MI primero.'' Y tal cual dijo eso, tal cual río fuertemente. ''... Y ya te puedes imaginar a lo que me refiero con eso. ¡JAJA!''
Harald estaba feliz, se notaba con solo oírle hablar. Pues incluso si lo que decía eran las mismas... Capulleces de siempre, su voz irradiaba un fuerte sentimiento de tranquilidad, y no de mero orgullo, como anteriormente solía ocurrir. Estaba en su salsa, en su territorio... En su paraíso personal. Es por eso, que incluso con una mujer como Lilith, a la que había odiado durante años, se comportaba así.
''Ah... Si... Pero eso es el pasado. El presente es otra historia. Y el futuro, una pagina en blanco. Del mismo modo que jamas pensé en casarme, jamas imagine que encontraría a la mujer ideal... Y mucho menos que esa mujer fuesen dos maravillas vivientes. ¡Unas Reinas dignas para mi, sin duda! ¡JA!''
... Pero pese a todo, Lilith conservaba su tranquila vileza, manteniendo la sonrisa y los ojos entrecerrados, mientras que sus tiras se agitaban por si solas, chasqueando de vez en cuando, como sustituto a las risas de su dueña. ''Claro... Reinas dignas para ti... Por supuesto que si...'' Esa frase la repitió con un tono que rozaba la ironía, pero tan falseado que ni se noto. Es por eso, que tras elevar la cabeza y mirar a Harald directamente, todo siguió como si nada. ''Pero en fin... Ya hemos dado bastantes rodeos al tema... ¿No te parece? Así que mejor sera aclarar las cosas una vez. Seguro que estas ansioso de volver a la cama...''
El Rey de Héroes miro a Lilith cuando la oyó decir eso, reaccionando. ''Como gustes. Aunque tampoco me has dicho de que tema quieres hablarme.'' Contesto mientras se levantaba un poco, sentándose en el sillón, sujetando ahora la copa con ambas manos. ''Por tanto, explícame, Lilith. ¿Que es eso tan urgente? Tengo curiosidad.'' {Pobre idiota o.o}
''... ... Jiji...
''... ¿Hm?'' No fue solo la risilla lo que alerto a Harald, si no el ambiente. La temperatura cayo de golpe varios grados, y esa neblina negra que siempre solía acompañar a Lilith, se había extendido ahora por toda la habitación, llegando incluso hasta él, enfriandole aun mas los pies. ... No obstante, Harald se mantuvo firme en su sitio, pues se conocía de primera mano los trucos de esa mujer. Si realmente había llegado al extremo de emocionarse tanto por una conversación... ... Es que lo que iba a decir era importante. ''Déjate de trucos barato... Te recuerdo que es al Rey de Héroes al que te estas dirigiendo... Si tienes algo que contarme, ¡Adelante! No vas a impresionarme solo por hacer estas tonterías.''
... Sin embargo, a Lilith ni le importo lo que él dijo, pues lentamente comenzó a levantarse, quedándose de pie frente a la mesa. ''Eso lo se, querido. Pero me encanta darle al ambiente un toque de mi propia cosecha... Pues lo que te voy a decir, es fruto de ella.'' Sus manos entrecruzadas empezaron a separarse, estirando los brazos a ambos lados de si misma, realizando una pose... Bastante extraña y llamativa, como si estuviese en una obra de teatro.
''¡Yo también he de recordarte con quien hablas, Harald! Yo no soy una mera mujer que suelta palabrería sin sentido. ¡No! ¡Por supuesto que no! Lo que yo digo tiene su sentido. ¡Su lógica! ¡Y su verdad! Pues a fin de cuentas, soy Angra Mainyu. ¡El mal eterno que siempre prevalece! ¡Jiji! ¡Es por eso que yo he visto todo lo que hay que ver sobre este mundo, y sobre la historia que circula en él! Pues ese mal que nutre mi cuerpo... Se ha alimentado docenas de veces del suelo que pisas, y el aire que respiras...'' Y de golpe, su brazo izquierdo se agito, dando una fuerte sacudida en la que apunto a la puerta, amplificando la sonrisa de su rostro. ''Y eso incluye a tus pequeñas Princesas, Harald... ¡Ellas no son menos! ... Por ello... Deberías agradecerme que este a punto de contarte lo que te voy a contar. Ya que si tanto las quieres... ¡Tanto las amas! ... No creo que te moleste oír un poco de... VERDAD.''
''...'' La cara irradiada de Harald se desvaneció en ese instante, cambiando a una mas seria y tosca. No obstante, conservo su copa agarrada, dándole incluso un ultimo sorbo, en la que agoto toda el agua que quedaba. ''Hm... Tu siempre sabes demasiado... Eso es un hecho.'' Soltó él, entrecerrando la mirada. ''¿Pero que tiene que ver eso con Ahina y Bastet? Ellas y yo nos contamos todo. Absolutamente todo. Del mismo modo que yo se lo que Ahina fue en un pasado, ella ya sabe lo que yo fui en el mio. Al igual que con Bastet y nuestra antigua relación... ... ¡Si en verdad me estas diciendo que hay algo ahí que yo no sepa! ¡Habla y deja de soltar humo!'' Ahora fue él quien agito su brazo, señalando a Lilith con el dedo indice, exigiéndole una respuesta.
Y Lilith por supuesto reacciono ... Ampliando aun mas esa sonrisa, como si estuviese viendo a un niño pequeño tratando de decir algo que claramente no entendía. Y así, señalada por Harald, la mujer comenzó a andar. Paso por paso. Lentamente. Añadiéndole al ambiente una presión tan importante, que el Rey de Héroes tuvo que acabar bajando el brazo, confuso por lo que ocurría. De ahí, que Lilith aprovechase, rodeando el sofá de Harald, para acabar apoyando sus brazos encima, justo detrás de él. Y una vez llegados a ese extremo, la mujer fue aun mas lejos, bajando la cabeza hasta dejar sus labios cerca del oído de Harald dándole un mordisco que le arranco la oreja para que escuchase lo que tenia que decir... Con toda claridad.
''... Ahina...''
''...''
''... Esta con otro hombre...''
''.....''
Un profundo silencio se hizo en ese momento. Ni Harald ni Lilith dijeron nada, tan solo... Permanecieron callados, durante medio minuto exactamente... Medio minuto en donde la mujer conservo la sonrisa, y en donde el hombre, se quedo con un rostro estático y frío, como una estatua recién pulida. ... No obstante, tras esos treinta segundos de pausa, la boca de Harald comenzo a moverse, preparandose para decir algo... Algo que...
''.......... Ja... Jaja... ¡Jajaja...! ¡¡AJAJAAJAJAJAJAJAAAAAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAAJAJAJAJAJAAA!!'' ... Una risa. Una risa tan histerica y apasionada que hasta le hizo mover la cabeza varias veces, sacudiendo sus manos. ''¡¡AJAJAJAJAJAJA!! ¡AY DIOSES! ¡JA JAJAJAJAJAJAJAA! ¡¡AJAJAAJAA AAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAA!! ¡NO ME HABÍA REÍDO TANTO EN MUCHO TIEMPO!'' Soltó. Y no, no había ignorado a Lilith, ni fallo en escucharla. Eso era algo imposible considerando a la distancia que estaba ella... ... Menos mal, que tan pronto como le entro ese ataque de risa, tan pronto se le fue, soltando alguna que otra carcajada, mientras limpiaba las lagrimas que se le escaparon, tomando aire.
''¡Ahh...! ¡Maldita sea Lilith! ¿Y tu te haces llamar Diosa Sabia? ¡Venga ya! ¡JAJAJAJA!'' Exclamo, tratando de evitar que se le cayese la copa por sus bruscos movimientos. ''¡Es que en serio! ¡Es como si fueses a un restaurante y le dijeses al dueño! ¡OYE, EL PRÓXIMO CLIENTE QUE VENGA TE PEDIRÁ LA CUENTA AL FINALIZAR! ¡AJAJAAJAJAJAJAJAAAA!'' Al final, la risa pudo con él, manteniéndose otros veinte segundos a base de carcajada pura. ''¡Si es que...! ¡SI ES QUE ES DEMASIADO! ¡AJ AJ! ¡Ayyyy! ... ... ¿O de verdad me estas diciendo que me crees tan inocente como para no darme cuenta de lo que hace Ahina cuando yo no miro? ¡O peor! ¡Incluso cuando yo miro! ¡JA JA!'' Varias veces tuvo que limpiarse esas lagrimas alegres que se le saltaban, por lo que finalmente, tras toser por falta de aire, Harald se acomodo en el sofá, levantando su copa.
''Que Ahina tiene amantes es algo que yo ya me conocía desde nuestros primeros días de relación. Lo mismo que con Bastet. Así que tenlo claro, ¡No es una sorpresa! ¡Para nada! ¡JA! Pero si la cuestión es que si me molesta, pues... Supongo que si. No obstante, es una de esas molestias que he aprendido a superar. Igual que ellas tienen que lidiar conmigo y mi actitud. ¡Pues yo no soy muy diferente! ¡JAJA! ¡Ja! ¡Je...! ... Hm... ... Aunque no te niego que a veces me gustaría serlo...'' ... Por un instante Harald se quedo absorto en sus pensamientos, rebajando el tono de su voz... Pero nada mas que fue eso, un instante. En seguida volvió a abrir los ojos, sonriendo otra vez. ''Aunque en fiiiin... ¿Alguna otra NOVEDAD que quieras decirme y de la que no me haya enterado? ¡Porque estas en racha! ¡JA!''
... Pero Lilith si que se mantuvo exactamente igual que cuando se lo dijo, nada en las palabras del Rey, ni en sus risas, le hicieron mover un solo ápice de su rostro. La sonrisa, la mirada... Incluso su posición cercana respecto a Harald... Todo permanecía idéntico a como estaba antes. Y es que... Tal y como pensó hacia un momento... Era como tratar a un niño pequeño que se creía inteligente. ''Ayyy, Harald, Harald... ¿Por que a veces eres tan cabezahueca?'' Le murmuro al oído, de nuevo con ese tono siniestro y desconsiderado. ''La que debería decir que me tomas por idiota, tendría ser yo... Pues... No me estaba refiriendo precisamente a esa clase de hombres... Ni a esa clase de relaciones, por supuesto...''
''... ¿Que?'' Esa fue la única cosa que Harald pudo decir, y es que tras haber agotado gran parte de sus energías en una risa como aquella, que ahora Lilith le viniese con esas le confundió por completo.
''En verdad si que eres muy inocente, Harald. ¡Bastante, de hecho!'' Las tiras de su vestido comenzaron a arrastrarse por el sofa, acercándose al cuerpo de Harald, mientras que Lilith continuaba hablando. ''Pues... ¿En que sano juicio queda pensar lo que tu has dicho? ¡Jijiji! ¿Ahina y Bastet contándotelo todo? ¿Tal y como tu hiciste! ¡Menuda chorrada! ¿Por que iban a decírtelo TODO? ¿Por quee te quiereeeen? ¿Por que te amaaaaaaaaaaaan? ¡Jajajaa! ¡Ni que fuese la primera vez que le dicen esas palabras a alguien!'' Esas cintas, como serpientes, acabaron enrocándose alrededor de los brazos de Harald, no con mucha fuerza... Pues su intención, era simplemente tocar los anillos de compromiso que él llevaba puestos.
Y claro... Ante esas palabras tan profundas, Harald quedo completamente inmovilizado, aplastado por sus propios pensamientos, que como una llama iniciada por Lilith, comenzaron a hacerle arder cada una de sus seguridades... Cada trozo brillante su ego real. ''....''
''Ahina y Bastet, están, a fin de cuentas, a un nivel muchísimo mayor que el tuyo... ¿Por que iban a molestarse en decirte lo que hicieron anteriormente con sus vidas? Pues... Esa es otra verdad que estoy segura de que jamas has aceptado. Y es que... Comparado con ellas... No eres mas que una hormiga... ... ¡Y ningún humano tiene que darle explicaciones a una HORMIGA! ¡Es obvio! ... ¿A que si?'' Aquella frase la termino con una sonrisa de oreja a oreja, que mantuvo el tiempo suficiente para que Harald la viese. Solo después, continuó. ''Pues ellas son unas encantadoras, adorables, y atractivas Diosas, que han tenido mas tiempo y oportunidad que tu para encontrar el amor verdadero. Jeje... Ya que el karma y el destino son bobadas. ¡Chorradas inventadas para justificar el Mal que uno mismo siente! Y es por eso que tu no te encontraste con Ahina y os 'enamorasteis' por que estabais destinados. ¡NO! ¡OS ENCONTRASTEIS Y ENAMORASTEIS, PORQUE YO PREPARE TODO PARA QUE ASÍ SUCEDIESE!'' Y de un tirón, sin que Harald fuese capaz de evitarlo, las cintas de Lilith le quitaron los anillos, enroscandolos a toda velocidad. ''¡VUESTRO AMOR ES UNA ESTÚPIDA FARSA QUE YO ESCRIBÍ PARA PODER ELIMINAROS A LOS DOS! ¡YA QUE TU ERES UN IMBÉCIL SIN CORAZÓN! ¡Y AHINA...! ... ¡Je! ... ¡AHINA YA ESTABA CASADA CON OTRO! ¡CON ALGUIEN MUCHISIIIIIIIIIIIMO MAS INTERESANTE, PODEROSO, SUBLIME, DE LO QUE TU, ESTÚPIDO REY DE HÉROES, LLEGARAS A SER JAMAS!''
''....................''
El chasquido proveniente de las cintas lo dejo todo claro... Y mientras que Lilith sonreía, llevándose las manos al rostro, los restos aplastados de los anillos cayeron al suelo, como si fuesen poco mas que basura.
''Y no te emociones, mi querido Harald... Bastet seguramente esta en una situación parecida. No puedo decirlo con certeza, pues mi Sabiduría solo alcanza a saber sobre Ahina y su perfecto futuro. ¡Jiiji! ¡Ah si! ¿Te he mencionado que su AUTENTICO marido es un SemiDios también? ¡Aunque es obvio! ¿De quien se iba a enamorar ella si no? ¡JAJAJAJAJAAJAJA!''
Sus dedos comenzaron a acariciarse sus propias mejillas, sonriendo y sonriendo como si la escena que tuviese delante fuese un bonito cuadro recién pintado por ella.
''Si es que... Estar casado es una autentica bendición...''
''¿No piensas igual? ¿Haraaaaaaaald?''
''¡Jiijijiji!''
-Fuerza: Notable / Excepcional / Pésima
-Destreza: Normal / Normal / Normal
-Agilidad: Normal / Normal / Normal
-Constitución: Normal / Normal / Mala
-Resistencia: Normal / Notable / Normal
-Carisma: Excepcional / Normal / Notable
-Sabiduría: Pésimo / Pésimo / Notable
-Espíritu: Notable / Notable / Normal
-Raciocinio: Malo / Malo / Excepcional
·Debilidades Físicas:Golpes Físicos. / Ataques Perforantes. [Armadura] / Hechizos o Ataques de Luz. Luz Solar. Daños en la cicatriz del cuello.
·Armas/Objetos:
-Ea - Espada de la Ruptura
-Enkidu - Cadenas del Cielo
-Cuchillos
·Guardian Force:
-Fuerza: Excepcional
-Destreza: Notable
-Agilidad: Notable
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Malo
-Espíritu: Pésimo -Sabiduría: Normal
-Raciocinio: Normal
Eres la Madrina. Lo menos que puedo hacer es ser hospitalario contigo.'' Respondió sonriente, dándole un fino sorbo al agua.
Cita:
''¡Y AHINA...! ... ¡Je! ... ¡AHINA YA ESTABA CASADA CON OTRO! ¡CON ALGUIEN MUCHISIIIIIIIIIIIMO MAS INTERESANTE, PODEROSO, SUBLIME, DE LO QUE TU, ESTÚPIDO REY DE HÉROES, LLEGARAS A SER JAMAS!''
Cita:
¡Ah si! ¿Te he mencionado que su AUTENTICO marido es un SemiDios también? ¡Aunque es obvio! ¿De quien se iba a enamorar ella si no? ¡JAJAJAJAJAAJAJA!''
{Semidios:
Bueno, casada casada no está, está prometida...
Also, la proxima vez, mantendré mi boquita de xat Semidios x Ahina cerrada. Dios, esto no debería haberse sabido tan pronto. XDDD}
Cita:
El chasquido proveniente de las cintas lo dejo todo claro... Y mientras que Lilith sonreía, llevándose las manos al rostro, los restos aplastados de los anillos cayeron al suelo, como si fuesen poco mas que basura.
{....D: Pero será puta. D: Maldita Lilith, no puedo odiarla porque yo amo a los malos, siempre. XDDDD}
{El titulo de la imagen for the win. Lilith Gasai}
{Bueno de momento no pasa nada, no es para tanto, esto era algo que yo ya tenía previsto, solo que Lilith se ha atribuido el mérito (?)} _________________ PV: Más de lo que te imaginas
PM: ¿Qué es eso?
ATQ: MÁS DE OCHOMIIIL
Grupo de Rol: KFS. Kinder la Fuerza de los Sugus.
"Nadie es lo suficentemente bueno como para considerarse especial." -Steel_Knight
"El Osito lo ha logrado, lo ha logrado tan bien que lo arrojé por la ventana." -Kablo
"La madera no crece en los árboles. Es como decir que los peces nadan y las aves vuelan." -SGK-Sugita
"Su firma es muy larga." -Foro
"No puede publicar otro tema tan rápido después del último. Intente nuevamente en unos momentos." -Tagboard
"Gritaré, gritaré y a tu hermana enfadaré" -722Dark-Mind
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""¡JA! ¿Qué me dices a eso? ¿¡EH!? ¡Ahora tragarás insecticida!......... ¡AGH! ¡ME LO HE DEJADO EN EL SEGUNDO PISO!" -Kirbyans.
"Postea mucho en muchos temas con muchos personajes." -Bombermans
"¿aTTISU ES AMDSTER BERDAD?" -Kablo
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"Aspira a mantener el flujo adecuado. Mantenerse relajado y elegante. Ese es el lema de los Tohsaka" -Rojo (Tokiomi Tohsaka)
Raiden: WHY WONT YOU DIE?
"Nanomachines, son." -Senador Armstrong
La lluvia y los truenos acompañaron a los dos conversadores durante toda su charla, disimulando parcialmente muchos de los ruidos que hacían, algo necesario, pues la conversación entre ellos dos poco a poco fue alcanzando tonos mayores. Tanto era así, que la tormenta no tardo demasiado en aumentar su violencia, pudiendo ahora verse los fulminantes rayos caer en el horizonte, tal y como si reaccionasen... A las ácidas palabras de Lilith. Sin embargo, eso era solo en el exterior... Dentro de la habitación, un silencio sepulcral se creo, tan vació y profundo, que ni siquiera daba la sensación de que ahí hubiesen dos personas vivas. Ni Lilith, de pie junto a la mesa. Ni Harald, sentado aun en su sofá. Se movían. Ni se decían nada. Tan solo... Se miraban. La mujer, con unos ojos irónicos y vacilones. Y el Rey, con una mirada abierta de par en par, como si estuviese en un extraño sueño del que no podía despertar.
... No obstante, al cabo de un tiempo, Harald comenzó a reaccionar, bajando lentamente la cabeza hasta mirar al suelo, aunque conservando sus ojos bien abiertos. El resto de su cuerpo permaneció estático, a excepción de su mano, que temblaba, agitando la copa. También... Varias veces pareció que iba a decir algo... Pero por alguna extraña razón, aunque sus labios trataron de abrirse... Nada salia... Soltando únicamente una respiración seca, a modo de suspiro. Hm... Si... Semejantes síntomas, tan únicos, dejaban claro lo que estaba sucediendo dentro de la cabeza del Rey de Héroes. Y es que Lilith le había golpeado justo donde mas le dolía. Ya no el ego, ya no sus títulos, ya no... Él mismo... ... Si no a sus posesiones mas preciadas.
''... ¿Oh?'' Diversos crujidos se escucharon provenir de él, cosa que llamo la atención de Lilith, observándole mas abiertamente. Solo entonces, para su sorpresa... La copa de Harald estallo, justo en su mano, provocando que decenas de cristales pequeños y afilados se le clavasen en la piel, cayendo el resto al suelo... Obvio, eso causo que su mano comenzase a sangrar casi al instante, de forma muy horripilante de hecho. Pero... Apenas lo parecía, ya que Harald contuvo su rostro igual, exactamente igual de seco, mostrando únicamente una pequeña arruga en la frente, de la que tampoco se podría decir que era por culpa del dolor...
... Pero eso solo había sido el principio, pues Lilith pronto tuvo que dirigir su cabeza en varias direcciones, asombrada por la cantidad de chasquidos y ruidos simultáneos que comenzaron a oírse por toda la habitación, algo inexplicable, ya que Harald seguía sentado. ''... ¿Así que hasta eso ha perdido la calma?...'' Murmuro, observando como la silueta de unos puñetazos empezaban a vislumbrarse en las paredes, o en los cristales, o incluso en el techo... Quedando pronto la sala hecha un desastre, sobreviviendo únicamente la mesa de invitados y los sofás.
¿Quien era el responsable de todo aquello? Simple... Pues aunque estaba invisible, sus gestos le delataban... ''¡No sabia que The World fuese tan susceptible a los cambios de humor de su dueño!'' Exclamo ella con una sonrisa, viendo como incluso las botellas de vino eran lanzadas y reventadas, manchandolo todo a su paso. ''¡¿O es que ha perdido el control como tu?! ¡JAJA!'' Lo único que se veía del Stand era un poco de su contorno, y eso bastaba para darse cuenta de que estaba incompleto, a medio hacer, como si le faltase energía o concentración para poder manifestarse del todo. No obstante, incluso en ese estado era peligroso, y perfectamente podría haber atacado a Lilith, sobretodo con la actitud que estaba teniendo hacia su dueño. ... Pero eso no ocurrió. Si no que al contrario, cuando la mujer soltó su risa, un potente trueno retumbo los cielos, provocando que el Stand se desactivase por completo... Dejando a Harald solo otra vez, ahora cansado por el esfuerzo de desatar su Guardian Force en esas condiciones...
Su respiración se escuchaba perfectamente, angustiada y tensa, costandole muchísimo hasta tomar aire... Lamentablemente, eso no evito que Lilith siguiese mirándole, sonriendo y sonriendo... Cosa que al final llevo a Harald a bajar la cabeza, ocultando la cara entre las sombras de sus propias manos.
''¡Je! ¿Ahora si que te molesta mirarme, eh? ¡Que adorable!'' Soltó, acercándose al sofá en donde se sentó originalmente, para dejarse caer en él. ''Pero esto es lo que TU te has buscado. TU y solo TU. ¡Pues te lo repetiré por si se te ha olvidado! ¡YA QUE FUI YO LA QUE TE DIO LA FELICIDAD QUE TIENES AHORA!'' Y ante semejante grito, Harald apretó aun mas esa mano herida, sangrando. ''¡Incluso si hiciste todo lo que me hiciste! ¡Incluso si debí haberte matado en cuanto te volví a ver! ¡Te di esta vida que tienes ahora! ¡¿No crees que merezco al menos un mínimo de respeto?! ¡MALDITA SEA! ¡DEBERÍAS ESTAR BESÁNDOME LOS PIES AHORA MISMO POR ESO!'' Cada grito desgarrador que soltaba causaba un agitamiento en sus tiras, haciendo formas en el aire, al compás de su dueña. ''¡Tsk! ¡Sois mi creación! ¡MI OBRA MAESTRA! ... ... ¡Y es por eso que no me gustaría que manchases mi ARTE con tus tonterías egolatras, Rey de Heroes!''
El tono de Lilith... cambio bruscamente en ese momento, pasando de ser burlón y furioso, a... Uno mas profundo, incluso si seguía gritando, ya no era lo mismo. Aun así, Harald conservo su estado, mientras que la sangre de sus heridas continuaba saliendo, cayendo lentamente al suelo, formando un pequeño charco rojo.
''¡Hm! Lo que dije antes es la verdad. LA PURA Y ABSOLUTA VERDAD. Ahina acabara junto a ese Semidiós, y no contigo. Siendo esta relación que tenéis ahora, algo creado por mi para poder quitaros de en medio. ¿Y por que, te preguntas? ¡Pues es obvio, cacho idiota! ¿Que son los Semidioses? ¿Y que eres tu? ¡¿Si no las únicas malditas cosas que mi Urna no puede tragarse de una sentada?!'' Lilith dramatizo aun mas lo que decía, moviendo sus brazos y subiendo el tono a cada momento, en un intento claro de que Harald le prestase atención, algo que creía que no estaba haciendo. No obstante, no se permitió ni una sola pausa, continuando con su explicación instantáneamente. ''¡Dioses, mortales... Héroes, villanos...! ¡Todo puede ser absorbido por Angra Mainyu! ¡Incluso el propio mundo! ... Y esto es algo obvio, pues Angra Mainyu es un complejo sistema compuesto de dos mitades: ¡La Primera! Una parte física que tiene registrados todos los conceptos imaginados en este planeta. Esto le permite corromper con suma facilidad cualquier cosa. Pues su registro le da la información para hacerlo; ¡Y la segunda! Una parte espiritual, invisible para la mayoría, que se podría decir que es la verdadera cara de Angra Mainyu. En ella se amontona la maldición de 'Todo el Mal del Mundo'. Y cualquier cosa que entre en el adjetivo de 'Malo', formara parte de la maldición.''
''Esto convierte a Angra Mainyu en algo absoluto, de lo que nada ni nadie puede escapar. ... Excepto, como ya he dicho... Los Semidioses, y tu. Hum... En el caso de los Semidioses, se debe a un pequeño 'fallo' que tiene la parte física: la Urna. Y es que... Al necesitar de un registro para corromper lo que toca, si algo no esta en ese registro, la Urna automáticamente lo rechaza, impidiendo su absorción. Ains... Este es el problema. Pues al ser los Semidioses distintos al concepto de 'Dioses' o 'Mortales', y al tener un numero tan escaso de miembros, no quedaron registrados en el momento en que la Urna fue creada. Y yo, aunque sea la dueña, no tengo el conocimiento necesario para cambiar los complejos códigos que la conforman.
... Por otro lado, en tu caso, el problema viene de la parte espiritual, de la maldición en si misma. ... Pero de esto estoy segura de que ya eres consciente. ¿O no, Harald? Pues... ¿Que ocurrió hace 200 años? ¿Cuando te tire la Urna encima?... Jiji... Saliste indemne, ¿Cierto? El único efecto que tuvo ese licor sobre ti, fue el de materializarte por completo. De resto, no te corrompió, ni te volvió loco. Algo... Que en ese entonces creí imposible. Absurdo. E ilógico... ... O al menos así fue hasta que se me ocurrió cierta posibilidad... Posibilidad, que incluso si es mínima... Es posible. Pues... Tu aceptaste ese mal. ¿A que si? Lo viste. Sufriste la maldición. Y sentiste como intentaba devorar tu cuerpo y tu mente. Pero en vez de luchar contra eso, como harían todos en semejante situacion... ¡Lo toleraste! ¡No dejaste que la Urna utilizase tu propio miedo para acabar contigo! Y por eso... La parte espiritual te reconoció como un 'objeto extraño', que literalmente escupió fuera de si...''
Hablar tan rápido y tan seguido le dejo la boca seca, aun así, incluso si varias veces le echo un vistazo a la copa de agua que tenia delante, Lilith no la toco, limitándose a recuperar el aliento. En ese momento también aprovecho parar mirar a Harald, que tal y como era obvio, seguía sin dar señales de vida. ''... En fin... ... Como iba diciendo. Si mi Urna no puede absorberos, sois un problema muy difícil de tratar. Lo cual me obliga a eliminaros personalmente. Cosa que... ... Es una soberana estupidez. Y créeme, hablo con la experiencia. Tanto tu como esos idiotas sois muy difíciles de matar. Tanto, que estaría arriesgándome a MORIR YO. ¿Comprendes? ¡Y YO NO PUEDO MORIR! Aun soy joven para eso. ¡Jaja!'' Tras esa risa, Lilith se levanto del sofá, dirigiéndose tal y como indicaba su vista, a donde quedaron los anillos aplastados de Harald. Y con sumo cuidado, la mujer los tomo entre sus dedos, echándoles un profundo vistazo. ''¡Pero como bien dice el dicho! La mejor forma de solucionar algunos problemas, es juntandolos entre si. ¡Y eso es lo que hice! ¡Por eso os acerque el uno al otro!'' Soltó, levantando el anillo azulado que correspondía a Ahina. ''¡Y por eso, ademas, os hice uniros al nuevo Another Heaven! ¡El ultimo de todos! Pues... ¿Que mejor sitio que ese para hacer crecer una relación y luego destruirla? Total... Por mas amor que pudieseis sentir, ambos sois unos cobardes en lo referente a morir. ¡Haríais lo que fuese con tal de no hacerlo! ... Incluyendo, mataros el uno al otro.'''' ... Fue decir eso, y Lilith oculto el anillo en su puño, apretándolo un poco. ''... Como ya sabrás, Ahina me debe un favor. Uno de esos... Que no se pueden ignorar ni dejar de lado. Y mucho menos rechazar. Por ello... Me reserve mi deseo para mas adelante, ¡Y pretendía guardarlo hasta el final del Another Heaven! ... Pues... Es lo que ya he dicho. Mi plan era que os matarais el uno al otro. ¿Y como crees que iba a provocar ese enfrentamiento? ¿Eh, Harald?''
Aunque Harald no dijo nada, si que movió un poco la cabeza, mirando de reojo a Lilith, con unos ojos difíciles de interpretar, pues seguían cubiertos por sus propias sombras...
''Hmm... Si le pedía que te matase delante tuya, tu te pondrías en seguida a la defensiva... Puede que incluso obligases a Ahina a defenderse también... Y eso, al final, provocaría un enfrentamiento por el mero hecho de seguir vivos. ¡Y claro! ¿Cual seria mi justificación, pensaras? También es bastante obvia... ... Solo uno puede ganar el Another Heaven. No dos. Si o si tendríais que pelear. ¡Y si o si! En el camino hasta la final, habríais quitado de en medio a mis demás enemigos. No por nada, me asegure de que los otros dos Semidioses participasen en este juego también.'' Lilith se estiro, realzando su propia figura de manera imponente, queriendo dejar claro su superioridad en esa situación, y de que lo que estaba diciendo, era sin duda la pura verdad. ''Je... Si es que... Era el plan perfecto. ¡El plan ideal para completar mi misión! ¡Todos los Semidioses morirían! ¡Y el Rey de Héroes caería ante su propia fantasía amorosa! ... ¡E incluso si por algún casual, tu o Ahina salíais victoriosos de vuestra contienda! ¿En que estaos crees que estaríais? ¡Seria muy fácil para mi... Ahogaros en vuestra propia sangre...! ¿No crees?... Jeje... Je... ... Ay... Pero en fin. Como ya he dicho, y recalco en eso, ERA el plan perfecto. ... ... Y lo seguiría siendo, si no fuese por un pequeño fallo... Un error, que ni siquiera el Caleidoscopio de Kaspar habría sabido adivinar...'' ... Algo entonces cambio. Algo... En el ambiente. Esa presión y tensión desaparecieron. E incluso la humareda negra que ya tanto se había expandido, termino disolviéndose por si sola. Dejando completamente a la vista a Lilith... Dejando... Completamente a la vista... ... Su sonrisa maternal.
''... Yo...''
''... Termine encariñandome con Ahina de verdad...''
''...''
''... Tal y como si fuese... ... Mi propia hija...''
... Aquello había sido demasiado para ella, por lo que no es de extrañar que fuese incapaz de contenerse, y que unas cuantas lagrimas se le escapasen de los ojos, llorando y llorando, mientras que sus tiras trataban de limpiarle las mejillas, a la vez que ella intentaba con todas sus fuerzas recuperar la compostura. A fin de cuentas... Estaba hablando en serio. Totalmente en serio. Le dolía admitirlo, pero era la verdad. Actualmente... Ahina era su pequeña niñita desprotegida, a la que quería cuidar y mimar. Una idea muy diferente, a la que tenia en mente cuando se conocieron por primera vez...
''Al principio... Al principio no entendía como era posible... Como... Yo... Angra Mainyu... Podía querer a alguien como ella... ... Pero... Pero con el tiempo... Mis actuaciones fueron volviéndose mas personales... Mis consejos mas profundos... Y... Y mi cariño... ... Mas... real...'' Sus propias manos terminaron por taparse los ojos, frotándolos, mientras sollozaba tristemente al pensar en todo eso... ''Intente negarlo... Intente ocultarlo y olvidarlo... ... Sin embargo, me veía incapaz... Cada minuto que pasaba a su lado me hacia quererla mas y mas... ... Y... Para alguien que no puede tener hijos... Sentir esa clase de amor hacia otra persona... ... es... demasiado bonito para tratar de rechazarlo...'' Pero lo mas sorprendente, sin ninguna duda, fue el gesto que hizo tras estar medio minuto llorando... Elevo su brazo, lo miro, y sin pensárselo dos veces... Lo agito hacia Harald, arrojandole a un lado su anillo azulado aplastado.
''... Pero fuiste tu el que me termino de confirmar esta sensación... ... O mas bien dicho... Vuestra relación juntos...'' Le soltó tras esa acción, mirándole de reojo entre sus dedos. ''Ya que... Vosotros dos me demostrasteis que me equivocaba... Que en verdad os amabais... Y que precisamente era ese miedo a la muerte lo que quedaba empequeñecido por vuestro amor... Y no al revés, como yo tanto creía...'' Y al igual que antes, Lilith agito su otro brazo, devolviendole el segundo anillo. ''Hm... E incluso si Bastet apareció en tu vida, no renegaste de Ahina en ningún momento... Y ella tampoco de ti... ... Pero eso no fue todo... Si no que de verdad demostrasteis un autentico cariño y cuidado hacia el otro... Incluso en las situaciones mas exageradas... ... Un ejemplo seria cuando te pusiste la Mascara de Piedra por primera vez. Ella no dudo en darte su sangre para que te recuperases. Y tu tampoco te contuviste con tal de permanecer a su lado. Pese a que por un momento casi pierdes la cabeza... ... Luego, otro caso seria lo que sucedió hace unas semanas en la Isla flotante... Ni tu ni ella apartasteis el ojo del otro en ningún momento... Cuidándoos, y protegiéndoos a toda costa... ... Tsk, ¡¿Y que decir decir del perfecto espectáculo que montaste tu solo?! Pues si, no me he olvidado. ... Y tampoco de que casi me eche a llorar de la risa y emoción al verlo. ¡Jaja...! Ja... Ains...''
De nuevo, un profundo silencio inundo la habitación. La lluvia golpeaba las ventanas, y como algunas estaban rotas, el agua directamente entraba en el salón, mojandolo todo a su paso. No obstante, pese a esto y al aire frío que corría hacia dentro, Harald continuaba igual. Nada de lo que Lilith le dijo le hizo moverse ni un ápice, y la mujer se había dado cuenta... Es por eso, que tras suspirar, Lilith avanzo a paso lento hacia él, con un rostro serio, pero que conservaba los retazos de su emocional llanto anterior.
''Todo esto que te he dicho... De principio a fin... No ha sido por lo que tu te crees que es... ... Mi intención no es que te separes de Ahina, y tampoco de Bastet. Se que las amas con locura, y se que ellas a ti también... Sin embargo... Si he mencionado a ese Semidiós es por algo. Y al ser yo una Diosa que se conoce como funciona el paso del tiempo... Tenia que contártelo, y que así... Actúes.''
... ... Sorprendentemente eso si que hizo que Harald reaccionase, y estando Lilith quieta frente a él, el Rey de Héroes emitió un fuerte bufido, pero sin mover mucho su rostro. ''¿Actuar?... ¿Actuar en que?...'' Pregunto con voz ronca y débil, como si le hasta costase utilizar sus cuerdas vocales.
''¿No es obvio? ¿No es obvio a lo que me estoy refiriendo?''
Aunque por un momento los ojos rojizos de Harald quedaron visibles, en seguida volvieron a bajar, recubriéndose el rostro entero con las manos. Aun así, había escuchado la pregunta de Lilith, y por supuesto, había entendido de lo que estaba hablando. Por eso, sus manos volvieron a apretarse, cosa que a la mujer le basto como respuesta, dándose ella la vuelta y volviendo a andar otro poco.
''El destino y el karma son invenciones, como ya te dije...'' Comenzó a explicar otra vez, rodeando la mesa. ''... Pero eso no es algo malo... O al menos, no en este caso. Pues... Siendo sincera... Ahina aun no esta casada con ese Semidiós... Esta comprometida, si, como contigo. Hum... Y aunque este Universo trate inevitablemente de que ambos acaben juntos, en un intento de repetir lo sucedido en otras lineas... No es... Algo... ... Definitivo. ... ¡Puede parecerlo! Pero ya te digo yo que no lo es. Y créeme, se de lo que estoy hablando.''
Lilith hizo chasquear las tiras de su vestido justo antes de dirigir la mirada al balcón, observando esa magnifica escena que a lo lejos, en el profundo océano, estaba aconteciendo. ''... Yo ya conocía a Ahina de antes. Nos vimos las caras una vez. ... En mi mundo original. ... Si, no fue en las mismas circunstancias. Por supuesto que no... Ya que yo quería matarla a ella, y ella a mi. Ademas, no estaba contigo, aunque tampoco sola... ... Jeje... Si es que... Cada vez que lo recuerdo me da hasta risa...''
La sensación peligrosa de antes no regreso, pero si su sublimidad, aumentando con creces la imagen que daba, sobretodo, teniendo ese fondo de nubes negras y rayos violentos justo delante. Por eso, la sonrisa de Lilith se amplifico, reviviendo en el interior de su cabeza la escena de la que estaba hablando.
''Devore este mundo una vez... Y no exagero a la hora de decir que fue glorioso. Mi Urna, rellena del mal puro salido de la peor de las Guerras, se desato. Y su fresco licor corrupto se expandió por todooooo el planeta... Nada ni nadie se libro de ella. Y nada ni nadie hizo nada para contenerla. Pues... Hacia ya tiempo que los últimos héroes cayeron, fuese por sus heridas, o por sus malas decisiones... Hmm... Por haber, no había ni luz solar. Todo el cielo era como el de esta tormenta. Y puede que incluso peor, pues ni siquiera la fuerza lunar tenia presencia en ese mundo Oscuro... Ay si... ¿Y a que no adivinas quienes fueron los insensatos que me desafiaron al final de la historia? Jeje... Por supuesto. ¿Quienes si no? Tal vez estarían débiles tras la Guerra, y sin apenas fuerzas, pues en un mundo así, ¿De donde iban a sacar energías? Pero aun así... Fueron lo suficientemente valientes como para venir juntos a por mi.
Un esfuerzo... Que claramente fue en vano.
Me costo sudor y lagrimas quitar a los Semidioses de en medio, pero lo hice. Sin contemplaciones. Pues, incluso estando en el estado en el que estaban, fueron un problema muy grande. Mas de una vez casi acaban conmigo. ... ... Aunque, diré a mi defensa que por aquellos años yo no tenia control real sobre mi poder. Siendo tan solo una niña deprimida y enfadada... De ahí, que la muerte que les di, no es que fuese muy bonita que digamos... Hm... Aun recuerdo la cara de mi marido cuando me vio cubierta de sangre, y los restos de esos tres idiotas en el suelo... Tsk... Casi le entraron ganas de llorar...''
Lilith no pudo evitar permanecer en silencio unos segundos mas, inmersa en esa escena, en cada sentimiento que recordaba de ella... Y solo cuando el fuerte temblor de los truenos la saco de sus pensamientos, reacciono, girándose rápidamente a Harald. ''... Entre esos tres Semidioses estaba obviamente Ahina. Y también su prometido. ... Y recalco en eso ultimo. Pues te puedo confirmar que aun no se habían casado cuando los asesine. Hum... Es decir, si yo, con mi violencia y locura pude evitar ese acto. Esa... Escena. ¿Quien me dice que tu no puedas hacer lo mismo...? Por otros medios... Que no sean los que yo use.''
La mujer aguardo, esperando a que Harald respondiese a todo lo que le había contado. Y es que ese era su motivo principal. Que reaccionase. Que aceptase el problema que tenia encima, y que seguidamente, le pusiese una solución. Al fin y al cabo, el amor que él sentía por Ahina debía permitirle hacer cualquier cosa por ella. Incluso...
''... Lo que quieres es que me cargue a su prometido...'' ... Soltó bruscamente Harald, junto a un ruido que recordaba tanto a una risa como a un chasquido de dientes. ''... Y también al otro Semidiós que queda... ¿Verdad... Lilith?''
''... ... Si.'' No se le ocurrió otra respuesta, y sinceramente, oír a Harald con esa voz la incapacito de pensar mejor. ''Incluso... Si es un poco exagerado... ... Es la única forma real de que el dilema se acabe. Quitandolo a él de en medio, solo tu podrías casarte con Ahina. Y así... Estaríais los dos felices. Que es el final que yo tanto ansió ahora mismo.'' Lilith incluso sonrió un poco, agitando el brazo en gesto de poca importancia. ''¡Y siii... Vaaale! También te pido esto por mi. Confió en Ahina. Pero solo en ella. Tanto su prometido como el otro, estoy segura de que se interpondrían en mi camino cuando el momento llegase... Por eso, NECESITO que estén muertos. Al fin y al cabo, solo existen tres Semidioses. ... Hum... Bueno, CUATRO, si contamos al Cazador. ... Pero meh... Él no es realmente alguien que me pueda traer problemas. Mas bien al revés. No obstante, no voy a ir a pedirle ayuda a alguien así. ¡Tu, en cambio, eres perfecto para la tarea! Tienes un motivo, una necesidad, y la voluntad suficiente para hacerla. ¿Quien te lo va a impedir? Tan solo tienes que esperar a que llegue el Another Heaven, y entonc-''
''Entonces no cambiara absolutamente nada''
''...''
El profundo silencio de Lilith, confusa por esas palabras, permitió a Harald mostrarse de una vez... Y lentamente, sus manos se apartaron... Y lentamente, su rostro se elevo... Y lentamente... Sus enrojecidos y ya secos ojos, se clavaron en la mujer, que al ver eso, tuvo que retroceder un paso hacia atrás.
''Nada de lo que yo pueda hacer cambiara nada... Nada de nada... Nada de nada...'' Murmuro... ''Esa... Es la autentica verdad... La verdad... Que debí haber aceptado cuando esto comenzó...''
''¿... Que... demonios...?...'' Nunca en su vida había visto algo así, y mucho menos viniendo de alguien como él. Para empezar, sus ojos estaban totalmente rojos. Y no solo su iris, si no completamente. Se notaba que... Había estado llorando... Llorando unas lagrimas que aun permanecían secas sobre su rostro, causando una imagen horrible, pues estas lagrimas... Eran negras, y viscosas... Como el alquitrán. ''......'' Y por si eso no fuese suficiente, cuando Harald elevo del todo la cabeza, Lilith observo que la herida de su cuello estaba abierta otra vez. Sangrando ese mismo liquido negro... Que gota por gota, caía al suelo. ... Pero sin duda, lo peor de todo no era verlo, si no reconocerlo. Pues ella supo en seguida lo que era ese fluido.... Y muy bien de hecho...
''... Se suponía... Que la Urna te rechazo... ¿Como es que...? ... ¡¿Como es que estas soltando el licor por tu piel?!''
Pero Harald no respondió... Levantándose del sillón en completo silencio, a excepción de algunos tosidos y quejidos que se le escaparon, dejando claro todo el dolor físico que sentía. Poco a poco se puso de pie, aunque encorvado, agarrándose el pecho con la mano derecha, e intensificando su mirada hasta un punto inhumano.
''¡Me han arrebatado todo...! ¡Tantas veces...! ¡TANTAS MALDITAS VECES!'' Empezó a gritar... Dando un paso hacia delante. ''¡NO VOY A ACEPTARLO OTRA VEZ! ¡¡NO DEJARE QUE ME LO ARREBATEN!! ¡¡NO OTRA VEZ!!'' Y sin que Lilith pudiese evitarlo, Harald la alcanzo, agarrándola por los hombros, para así mirarla frente a frente a los ojos.
Obvio... Lilith se quedo totalmente paralizada, con el rostro pálido, incapaz de comprender como Harald, el Rey de Héroes, había acabado así. No obstante, en ningún momento se sintió atacada o en peligro... Y ahí residía el problema... Pues cuando la mujer le devolvió la mirada, y empezó a observar en el interior de sus ojos, en el interior de su corazón... Solo podía ver roturas y mas roturas... Dándole a entender... Que todas sus emociones, habían estallado...
''¡¡ELLAS SON LO ÚNICO QUE TIENE SENTIDO EN MI VIDA, LILITH!!''
''¡¡LO ÚNICO QUE ME MANTIENE!!''
''¡NO PUEDO PERDERLAS! ¡¡NO PIENSO PERMITIRLO!!''
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//PV: 50 - PM: 12 - ATK: 5//
-Fuerza: Pésima
-Destreza: Normal
-Agilidad: Normal
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Notable
-Sabiduría: Excepcional
-Espíritu: Notable
-Raciocinio: Malo
Ni la fuerte lluvia que golpeaba los cristales, ni los tremendos truenos que se oían de fondo, lograron sacar a Lilith esta vez de su confusión, estando completamente paralizada, pálida, mientras miraba fijamente a los ojos enrojecidos del Rey de Héroes. ... Si es que se le podía seguir llamando asi... Cosa que... Dudaba.
''... Harald...'' Le llamo, llevando su mano a la de él, que la tenia agarrada de uno de los hombros. ''Escúchame... Nadie va a arrebatarte a tus Princesas... Nadie. Ni yo, ni ningún otro. Por eso he venido... Por eso estoy aquí...'' Lilith trato de poner el tono mas calmado que pudo, sujetándole la mano, e intentando apartarla de si misma. Por supuesto, sus ojos seguían mirando a los de él, comprobando segundo a segundo como nuevas grietas iban apareciendo. Fuese lo que fuese lo que le estaba sucediendo... estaba ocurriendo demasiado rapido. ''Pero primero tienes que calmarte... Si no te calmas, no podre ayudarte... Y lo que te pasa ahora e-''
... Pero Harald no la dejo continuar, pues él mismo, con un grito ahogado, se aparto de ella, cayendo de rodillas al suelo. Se seguía agarrando el pecho, apretando con fuerza, tal y como si tuviese miedo de que en cualquier momento se le fuese a salir el corazón. Y tampoco era una reacción muy exagerada, pues ese liquido negro continuaba emergiendo de sus ojos, junto a unas lagrimas de agua naturales. Hm... Mas que un hombre, parecía un animal herido. O algo peor...
''... Tsk...'' La mujer se le quedo mirando en ese entonces, aun quieta en su posición, pensando y pensando una explicación para lo que le pasaba. Por eso, aprovechando que Harald había caído al suelo, Lilith avanzo un par de pasos, acercándose con cuidado a esos pequeños charcos que dejo el liquido viscoso. ''Esto es el licor de la Urna... No hay ninguna duda...'' Se murmuro a si misma, llegando a agacharse para tomar un poco entre sus dedos y palparlo. ''... ¿Pero como? Cuando vertí el licor sobre ti, fuiste rechazado. Me habría dado cuenta si algo hubiese quedado dentro tuyo. ... Ademas, incluso si ese fuera el caso, ningún mortal es capaz de sobrevivir tanto tiempo con eso. ¡Ya habrías sido devorado si fuese así!'' Lilith estaba cada vez mas desconcertada, pues aquello la involucraba a ella, a su Urna... Y no quería volver a lidiar con un enigma tan oscuro como el de la ultima vez. Necesitaba respuestas, de ahí que volviese a mirar a Harald, esperando una explicación por su parte.
El hombre la oyó, y por eso trato de levantarse otra vez, aunque por desgracia, sus fuertes tosidos terminaban quitándole todas las energías, llegando ya a soltar el liquido negro por la boca.
''... ... Dijiste... Que Angra Mainyu utiliza... tus miedos en tu contra... ¿Verdad?...'' Pregunto, retorciéndose un poco del dolor que sentía adentro suyo. ''Si encuentra una grieta... Una sola grieta... empieza a abrirla... y devorarte desde dentro... ... Argh...'' Y literalmente eso era lo que sentía. Ese licor negro, extendiéndose y extendiéndose, como si le quisiese ahogar desde el interior.
Lilith escucho lo que él dijo en silencio, y cuando acabo de hablar, asintió fríamente. ''Así es. La maldición de Angra Mainyu se abre paso hasta consumirlo todo. De dentro a fuera. Empezando por las emociones... Sentimientos... Recuerdos... ... Ese es su alimento. Y como todas las personas tienen al menos un miedo... El licor lo aprovecha para expandirse mas rápido todavía.''
''... Pues ahí tienes tu respuesta...''
''... ¿Que?''
Y haciendo un esfuerzo que ni Lilith creía posible, Harald comenzó a levantarse, apoyando todo su peso en las dos piernas, colocándose poco a poco de pie. Esto provoco que las venas se le marcasen muchísimo, y es que, toda su piel se había ido volviendo mas y mas pálida, similar a la de la mujer.
''A mi... Me da igual todo... Este mundo... Sus habitantes... ¡TODO!'' Fue gritar eso, y su mano se estiro, agarrándose a la mesa. ''Ser un Rey... cuidar de tu reino... ... ¡CHORRADAS! ¡Ninguno de esos... de esos... súbditos que tuve...! ¡MERECÍAN MI RESPETO! ¡MI ATENCIÓN! ... Pues ninguno de ellos... fue capaz de comprenderme...'' Estaba furioso, pero también triste, y esto podía saberse fácilmente por su voz, cada vez mas ronca y ahogada. ''... Pero... Al mismo tiempo... Al mismo tiempo debía ser el Rey que ellos querían... porque si no lo era... ... me rechazarían... me apartarían... y se olvidarían de mi...'' Harald... parecía estar queriendo moverse, pues nada mas recupero un poco de su equilibrio, comenzó a avanzar paso por paso hacia un mueble del salón... Que extrañamente, había quedado intacto. ''Yo solo quería ser feliz... Yo solo... quería vivir la vida... que cualquiera de mis súbditos podía lograr... ... Y en vez de eso... Por puro... ¡MIEDO! Me hice a mismo... de esta manera...''
Lilith escucho y escucho, viéndole avanzar, pues no se le ocurría otra forma mejor de hacer las cosas. Al fin y al cabo, ella fue allí con la intención de que Harald obtuviese el corazón de sus Princesas por completo. Y si, tal vez había sido un poco dura con él al principio... ¡Pero fue una dureza necesaria! ... Aun así, nada de lo que estaba ocurriendo pudo habersele ocurrido anteriormente.
''... ... Creí... Creí que si era así... Alguien... quien fuese... me daría lo que yo tanto deseaba... ... pero, o era rechazado... o era confundido por ese ego que todos creían ver en mi...'' Cada paso que daba era muy pesado, oyéndose el suelo crujir, a la vez que el licor negro continuaba filtrándose, dejando un fino rastro por el piso. ''Fui un tirano... y desafié a los dioses... en un intento de que... se diesen cuenta de lo que quería... ... de que... viesen... que lo único que poseo, es una burda armadura...'' Y finalmente, como si le hubiese llevado kilómetros llegar hasta ahí, Harad se agarro al mueble, viendo de cerca cierta foto que allí había. Una foto... Donde salia él, con Ahina y Bastet, en unos de esos días entretenidos que solían pasar fuera de casa. Y con cuidado, tratando de evitar el temblor de manos, sujeto la foto, mirándola fijamente. ''... Y mis actos al final llamaron la atención... Así... así fue como conocí a Enkidu... Él... fue el único que percibió como era yo... el único... que no se dejo cegar por mi actitud... y que sin miedo... miro aun mas dentro de mi... ... Luego vino Bastet... pero... ella no lo entendió... No comprendió... que el Rey que ella tanto decía amar... ... No era mas que una estúpida ficción''
''...'' ... Cuando Harald dijo esa ultima frase, una bombilla se le encendió a Lilith en la cabeza, iluminándosele los ojos. ''... Espera... ... Entonces... ¡¿Entonces todo el rollo de Rey de Héroes es mentira?!'' La mujer incluso dio un par de pasos hacia delante, sorprendida por semejante realidad. ''Eso... ¡Eso es una estupidez! ¡¿Como va a ser una ficción TODA tu identidad?! ¡Eres Harald, el Rey de Héroes, el Rey de Babylonia! ¡Alguien amado y temido hasta por tus propios súbditos! ¡Alguie...! ... .......'' ... Y entonces lo entendió. Lo entendió del todo. Lo que Harald quería decir con esas palabras... Todo ese monologo sin sentido... ... E incluso... El motivo de que ese licor estuviese emergiendo de él. Y es que... No hacia falta ser muy inteligente para comprenderlo. Simplemente... Tener memoria.
Irónicamente... Harald pareció notar el descubrimiento de Lilith, por eso, aun con la foto en mano, sus ojos se dirigieron a ella. ''¿Lo entiendes... Lilith? ¿Lo ves ahora?...'' Le pregunto, empezando a acercársele otra vez, hasta quedar de nuevo frente a frente.
Lilith trago saliva, y tal y como si con eso le diese una respuesta, le miro a los ojos... Solo que en esta ocasión, ya tenia claro lo que tenia que ver. Si, habían grietas, grietas por todos lados. Pero ente todas ellas... En el espacio que quedaba vacío... Una fina luz dorada podía vislumbrarse. Muy leve... Aunque lo suficiente como para poder darle una forma.
''... ... Así que... ... Es cierto...''
''... Tu...''
''... No eres mas que un crío...''
Harald aguanto de pie lo suficiente, por eso, nada mas decir Lilith lo que dijo, el Rey de Héroes volvió a dejarse caer, sin soltar en ningún momento la foto. Respiraba con dificultad, con tanta fuerza, que perfectamente podría escucharse en la otra habitación si no fuese porque la puerta estaba cerrada, cosa que sin duda Harald agradecía haber hecho...
''Si... hubiese admitido eso... en vez de seguir y seguir... con esta estúpida fantasía... ... Ya no tenia necesidad de continuarla... podría haber empezado de cero... sin miedos... sin pánico... y sin nada que me causase problemas...''
''... Pero en vez de eso preferiste seguir siendo 'El rey de Babylonia'. Incluso con ellas dos... Sin decirles jamas nada de la verdad... ... Maldito imbécil...'' Una enorme frustración invadió a Lilith en ese instante, llevándose las manos a la cara tratando de recapacitar, aunque fuese un poco. ''Todos los Ballad sois iguales... ¡Igual de estúpidos! ¡¿Por que demonios os empeñáis en vivir la vida de un Rey, si esta claro que no podéis?! ¡¿Por que interponéis todo en deseos vacíos?! ¡¿Por que?! ¡¿Eh?! ¡¿Por que Gaia y las otras dos os marcaron?! ¡¿O por que sois retrasados y ya?!'' Le grito, mirándole de reojo. ''¡Debería largarme y dejarte agonizando ahí! ¡PORQUE ES LO QUE TE MERECES! ¡POR IDIOTA!'' Y aunque no hizo precisamente eso, si que se aparto de Harald, caminando hacia la mesa del centro, mientras sacudía su propia cabeza con violencia, como si le costase pensar tantos datos juntos.
''... Aunque... ¡Tsk! ¡Yo también tendría que haberme dado cuenta de esto antes! ¡ERA TAN OBVIO! ¡Pero si hasta lo ponía en la biografía que escribiste! ¡LO PONÍA AHÍ! ¡Bien claro! ¡En letras grandes! ¡Joder!'' Estaba claro que Ahina no se dio cuenta, pues si fuese así, tal y como dijo Harald, las cosas habrían sido diferentes. Aunque eso, en vez de tranquilizarla, le fastidiaba aun mas. ''... Agh... Dime que al menos la Diosa de los Gatos lo averiguo... ¡Dime que al menos ella se entero de que toda la payasada de Rey de Héroes la sacaste de tu tío!''
''... Si se hubiese dado cuenta... ¿Crees que habría hecho lo que hizo con Enkidu?... ... No... Peor... ¿Crees si quiera que habría seguido enamorada de mi?'' Respondió él, arrodillado en el suelo, con su ojo derecho cerrado por la presión de la cabeza. ''Por supuesto que no... ... Tanto para sus ojos... como para los de Ahina... yo soy simplemente un Rey... Un Rey que lo ansia todo... y que reúne tesoros, esta con mujeres, y proclama leyes absurdas por puro orgullo... Jamas... sospecharon de nada... Pues si lo hubiesen hecho... me habrían dejado...''
Del puro agotamiento psicológico, Lilith acabo sentándose por tercera vez en el sofá, observando a Harald desde ahí. No obstante, no lo hizo con odio, ni con rabia... Si no con pena. Pues ese era realmente el sentimiento que sentía. Pura lastima.''Tsk... Eras un crío, al que obligaron a reinar el Reino de Drezed. ¡Y tu lo intentaste! Pero pese a todo, tus consejeros, tus súbditos, y el reino en general, acabo prefiriendo a tu tío. Pues por mas que fuese un autentico capullo egocéntrico, que no dudo ni por un instante en quitártelo todo para quedárselo él, transmitía respeto y carisma. Mucha mas que tu. Hm... Tendrías un corazón puro, pero tu mayor miedo en aquel entonces era quedarte solo y fallar al legado de tu padre. Por eso... Renunciaste a tu identidad, y comprendiste que si todos amaban a tu tío, la mejor forma de recuperar el Reino, era ser como él. ... O peor. MAS QUE ÉL. ... Fue en esa parte de la historia cuando lo asesinaste, y mandaste a ejecutar a su familia entera. Sin miramientos ni piedad. Convirtiéndote oficialmente en el hombre del que las leyendas hablan. Un Rey déspota que solo pensaba en si mismo, pero que sin embargo, irradiaba la mas absoluta gracia divina... ... Te pusiste por encima de todo y de todos. Pues creías que de esa forma, no te ignorarían. Pasaste de ser un opresor, a un demonio, porque deseabas hasta llamar la atención de los dioses. ... Hiciste todo lo que hiciste... Por miedo a quedarte solo otra vez... Incluso si eso suponía vivir una vida que tu no deseabas.'' Relato ella, usando un tono solemne, como si le hubiese estado leyendo una historia a un niño. ''Por ello... Enkidu fue tan importante para ti, pues fue la única persona que no se dejo intimidar por tu fachada. Ella se preocupo por Harald Ballad, y no por el Rey de Héroes. De ahí, que pelease contigo y que tu, posteriormente, la aceptases como un igual. Como tu única amistad. ... Algo que con Bastet no ocurrió, ya que para ti, la Diosa de los Gatos estaba enamorada de tu Armadura, y no del hombre que había detrás. ... Aun así, jamas pudiste culparla. Pues tu jamas se lo pusiste fácil a esas personas que querían mirar mas allá de tus títulos. Hm... Y tu poco interés hacia el mundo en general, quedo demostrado cuando perdiste a Enkidu... Luchando en una Guerra sin sentido, y llevándote a ti, y a tu reino, a morir en ella. Todo por... nada.'' Lilith suspiro profundamente, dando un rápido chasquido de dedos, que como si fuese una orden provoco que todo el licor negro empezase a moverse, arrastrándose lentamente hacia ella, incluyendo el que seguía saliendo de Harald. ''... Pero los Mirzel te usaron como Servant en el Another Heaven de hace 200 años. Una época muy lejana a la que tu conociste, y donde la historia prácticamente se había olvidado de ti. Pero eso... en vez de ser un problema, para ti fue una bendición. Y en esas semanas que duro el conflicto, tu, Harald Ballad, comenzaste a aceptar lentamente tus miedos. La perdida de Enkidu. Y tu nueva encarnación. ... Hum... Y ahí esta el motivo. Perdiste tus miedos. Los dominaste. Pues ya no tenias ninguna presión encima que te obligase a ser o no ser de una manera. Tu Master te apreciaba como un buen compañero, vivías cómodamente en su mansión, y todo iba mas o menos bien. ... ... Por eso, cuando la Urna te intento devorar, al no sentir nada malo dentro tuyo, se asusto. Sintió que eras un Ballad, y eso, junto a lo anterior, la hizo confundirte con el 'Counter Guardian'. Tsk... Así que, no es que la Urna te rechazase. Es que en ese momento no encontró forma de consumirte.''
Cada gota de ese licor termino alcanzando los pies descubiertos de Lilith, y sin que ella tuviese si quiera que moverse, su piel comenzó a absorberlo, lentamente, como una esponja pegada al agua.
''La maldición quedo sellada y dormida. Esperando a que su huésped decayese en el estado en el que estas tu ahora, para intentar devorarlo. ... Y supongo que todo esto se debe a que vuelves a tener miedo. Pues... ¡En tu estupidez! decidiste retomar el titulo de Rey de Héroes, cargando en tu cabeza una presión innecesaria... Si no lo hubieses hecho... Si fueses tu mismo de una vez... La maldición seguiría estancada dentro, incapaz de emerger.''
''...'' Harald se quedo en silencio escuchando todo lo que Lilith le dijo, sin poner ni una sola pega, o una mala cara. E incluso cuando el liquido negro que salia de él empezó a ir directo a la mujer, el hombre siguió sin responder, aunque... Si que le hecho un par de vistazos de vez en cuando a esa foto... Como, si mas bien, quisiese decirse algo a si mismo...
''Ser el Rey de Héroes... o ser Harald... ... Conservar a mis Princesas... O sobrevivir solo otra vez... ... No... Eso ni siquiera sirve como contradicción a estas alturas...'' Dijo él, comenzando a levantarse una vez mas. ''Pues... Mi amor por ellas no es una actuación... sin ellas... no podría vivir... ... Así que da lo mismo... He de ser el Rey de Héroes por ellas. ¡He de soportar... Esto... por ellas...!''
Lilith también acabo levantándose, andando hacia Harald, mientras que sus pies continuaban con la labor de absorber el licor corrupto. ''Siempre has tratado de ponerte por encima del resto. Estar a un nivel mucho mayor que el de los demás. De esa forma te sentías seguro... Y fuese lo que fuese que obtuvieses, tendrías la seguridad de que jamas te abandonaría. ... Mas o menos, ese fue tu motivo ¿Verdad?'' Usando sus tiras, la mujer ayudo a levantarle, hasta dejarle a su misma altura. ''Te enamoraste de Ahina, y tuviste miedo de que te apartaría si no eras lo suficientemente 'Grandioso' para ella. Lo mismo que con Bastet. Así que volviste a utilizar ese titulo, y exageraste del todo tu orgullo. Repitiendo la misma historia otra vez... Para no quedarte solo.'' Con un profundo suspiro le soltó, alejándose otro par de pasos. ''... ¿Pero quien te dice que te vayas a quedar solo si les cuentas la verdad? Tu no eres simplemente el Rey de Héroes. ¡Eres Harald! Y ellas dos han demostrado mucho mas que simple 'atracción' por la figura de un Rey sin corona. ¡Diles lo que eres! ¡Explícate ante ellas! La maldición dejara de supurar si lo haces.'' La mujer agito con fuerza su brazo al terminar de hablar, otorgándole mas ímpetu a sus propias palabras, y es que se sentía mojada por la situación. La entendía perfectamente. Y en ese instante, realmente se veía como la Madrina de Harald.
... Lamentablemente, aunque el hombre quedo por fin de pie durante un rato, continuó con la cabeza gacha, lo que quería decir que seguía en la misma situación, confuso por sus propios pensamientos, ademas de dolorido por la propia maldición. ''... ¿Es que no entiendes lo que te digo...?'' Le cuestiono, mirándose las manos, manchadas tanto de sangre como de licor negro. ''¡¿No entiendes... que eso... es imposible...?! ¡Ahina... y Bastet... merecen lo mas grande que pueda haber...! ¡No se conformarían... con un simple niñato... que fue incapaz de madurar cuando tuvo la oportunidad...!'' Y nervioso, ambas palmas volvieron a cubrirle el rostro, soltando otro fuerte quejido, ademas del sollozo seco tan repetido ya. ''... Siendo el Rey de Héroes... he logrado hacerlas felices durante todo este tiempo... ... ......... Pero ahora... incluso eso se queda corto... ¡Ahora... incluso eso!''
''¡NO SIRVE DE NADA!''
''¡DE NADA! ¡DE NADA! ¡DE NADA!''
''¡¡¡ABSOLUTAMENTE DE NADA!!!''
''...'' Lilith observo en silencio como Harald se clavaba las uñas en el rostro, arañándose su propia piel, en un gesto tan violento y atormentado, que la mujer se vio obligada a apartar la mirada, dirigiéndola a los anillos rotos que aun estaban en el sofá.
''¡¡Soy un mero mortal!! ¡Piense lo que piense... ponga las excusas que ponga...! ¡Sigo siendo menos que ellas dos! ... ... Y tu misma lo dijiste... ¡TU MISMA LO DIJISTE!'' Chillo, apuntando con su dedo indice a Lilith, volviendo a mirarla. Densos hilillos rojos le caían por las mejillas, con un rostro tenso y destrozado. Y eso, unido a sus ojos coléricos, inyectados en sangre, daban una imagen totalmente contraria a la del hombre que normalmente solio ser. ''¡¡INCLUSO ASÍ!! ¡SOY BASURA COMPARADO CON MIS PRINCESAS! ¡¡INCLUSO ASÍ!! ¡¿CUANTO TARDARAN EN BUSCAR UN SUSTITUTO MEJOR?! ¡¡¿CUANTO TARDARAN EN ENCONTRAR A ALGUIEN QUE SUPERE TODO LO QUE YO PODRÍA DARLES?!!'' Sus gritos eran mas desgarradores, dejándose la garganta en cada uno de ellos. Ya ni tosía, ya ni recobraba el aliento. Tan solo soltaba y soltaba lo primero que se le pasaba por la cabeza. Agitando su cuerpo, y cubriéndose medio rostro con la mano. ''¡¡CON LA CANTIDAD DE HOMBRES CON LOS QUE ESTÁN!! ¡¡CON LA CANTIDAD DE HISTORIAS QUE OIRÁN!! ¡¡¿CUANTO TIEMPO PASARA HASTA QUE YO SEA SIMPLEMENTE APARTADO, Y SUSTITUIDO POR ALGUIEN MEJOR?!! ¡¡ALGUIEN QUE SI ESTE A LA ALTURA DE SUS EXPECTATIVAS!!''
''Hmph...'' No se le ocurría que mas decir, pues en parte él tenia razón. Fue su culpa por decirle lo que le dijo, y ahora estaba pagando las consecuencias viéndole así. Y sin duda, como Ahina o Bastet se despertasen y viesen ese espectáculo, ya seria el colmo. ¿Pero que podía hacer? ¿Callarle? ¿Calmarlo? ¡¿Como?! Había perdido completamente la cabeza, y encima la corrupción de Angra Mainyu continuaba manifestándose a través de él. Por mas que ella absorbiese lo que salia, en un intento de limpiarlo todo... La maldición seguiría tomando su rabia y miedo hasta no poder mas.
''¡¡PERO AUN SABIENDO ESO...!! ¡AUN SABIENDO ESE DESTINO INEVITABLE! ¡YO...! ¡Yo...! ....... No puedo dejarlo... ¡NO PUEDO! ... Tal vez me estoy enfrentando a alguien del nivel de Ahina... ... Un Semidiós... ... Pero... ... Pero ...... .......'' ... Y aunque por un instante Harald pareció que iba a arañarse la cara otra vez, tan solo la cubrió, manteniendola oscurecida durante un pequeño rato, en donde ni un solo sonido vino de él. Ni respiración, ni sollozo, ni murmuro... Nada. Algo extraño, pues sin duda dio la impresión de que iba a continuar hablando.
Y fue eso lo que extraño a Lilith, que no temiendo nada bueno, volvió a mirar a Harald, con una cara entre miedo y disgusto. ''... ¿Pero que?... Si no puedes dejarlo... pero ser un Rey de Héroes no es suficiente... ¿Entonces que piensas hacer?'' Pregunto ella, en un claro intento de que las cosas volviesen a su cauce. ... Solo que sin tener ni idea de como iba a desembocar. Por eso, cuando el hombre aparto las manos, y mostró su rostro, a Lilith eso le basto para abrir los ojos como platos, incrédula por lo que estaba viendo.
La cara de Harald estaba cambiada, y no por un par de detalles escasos, si no completamente. Sus ojos ya no lloraban. Su piel ya no estaba pálida. Sus marcas de expresión habían desaparecido. Y mas importante... Tanto la cicatriz del cuello, como las heridas que se hizo al arañarse, habían sanado, volviendo a su estado original. Del mismo modo, su semblante no era el mismo. Ya no se veía esa furia, ni esa tristeza desgarradora, siendo ahora mas bien un rostro de sorpresa, de asombro, como si acabase de presenciar algo que le dio la respuesta que necesitaba.
''... Si ser el Rey de Héroes no basta para ganarme el corazón de mis Princesas... Entonces... ... He de superar a los Semidioses... Y a todas las divinidades que hay en este mundo'' Soltó bruscamente, aplicando una voz neutral y lejana, pero que Lilith oyó perfectamente. ''... ... No, mas aun. No basta solo con eso... ... He de estar por encima de cualquiera que suponga un peligro. Vigilar. Actuar. Y ejecutar. ... Incluso si eso supone, que nadie mas pueda tocarlas excepto yo.''
Lilith contemplo ese cambio de actitud con desconfianza, pues, había sido demasiado imprevisto. Ademas, no solo se trataba de él, si no del licor. Había parado de salir, y todo el que aun estaba en su piel cuando se cubrió el rostro, desapareció. Y era imposible que ella lo hubiese absorbido, se habría dado cuenta de ser así. ... Pero sin duda, lo que remato mas su sospecha, fueron las palabras de Harald, que si bien ya no estaban cortadas o doloridas, transmitían una sensación que no le agradaba demasiado.
''... ... Espera, ¿Que? ¿No dejar que nadie las toque? ... ¿Y superar a los Dioses y Semidioses? ... ... En serio, ¿QUE?'' Había perdido completamente el hilo de la conversación, como si de golpe nada de lo dicho tuviese ningún sentido. Y eso que intento buscárselo, pero...
... No obstante, antes de que Lilith pudiese terminar de pensar, el rostro de Harald se giro hacia ella, mirándola fijamente. ''... Si para gobernar Drezed me supere a mi mismo, a mi tío, y quite de en medio a todos los posibles herederos del trono. Entonces... ... Aquí he de hacer lo mismo. ... Eliminar a ese Semidiós, no cambiara nada. Para asegurar mi lugar. Para asegurar mi amor. He de eliminar toda posible amenaza. Externa e interna.'' Explico, empleando un tono cada vez mas neutro, como si en vez de un hombre, fuese una maquina que estaba ejecutando sus próximas obligaciones. {Harald.exe se ha reseteado} ''... Impedir que Ahina o Bastet estén con ningún otro hombre que no sea yo. Y eliminar a todos aquellos que sean demasiado cercanos de por si. ... Sean aliados, o amigos. Da igual.''
''....'' Una gota de sudor se le escapo entonces a Lilith, y ya no solo por las palabras que estaba escuchando... Si no por el ambiente mismo. Si bien antes la temperatura bajo por su culpa, ahora, incluso con varias ventanas rotas, comenzó a subir, provocando que ella se sintiese cada vez mas insegura.
''... Pero... ... Ahina es como es... Y Bastet... ¡Bastet es la diosa del amor! ¡Lo que tu estas diciendo seria contraproducente para ell-''
''En ese caso, eliminare el sistema Divino''
''.............''
''Y si hace falta, los Panteones de Dioses también''
''Egipcios, Mesopotamicos, Griegos, Precursor... Uno tras otro''
''Hasta dejarla solo a ella''
.. Eso ultimo... Esa ultima declaración... ... Había rozado el borde de la completa absurdez. Y Lilith lo sabia perfectamente, pues incluso ella, alguien que presumía de haber devorado Dioses, tampoco es que tomara muy a la ligera un tema así. ... No obstante, el problema no era ese. Si no que Harald estaba hablando completamente en serio. Por eso se vio incapaz de responder. Pues tanto sus palabras, como la mirada que le hecho, impidieron que se le ocurriese algo minimamente razonable. Aunque eso si, le habría encantado decir la verdad, y es que incluso si Harald llevase a cabo semejante locura, no iba a poder lograrlo. Una cosa es un Semidiós. Otra muy distinta... ¡UN DIOS!
No obstante, aunque el rostro de Lilith hablaba por si solo, Harald no le presto ni la mas mínima atención, y demostrando a que punto había llegado ese cambio de actitud, movió sus manos hasta la camisa... Rasgándola de un solo tirón, para así dejar a la vista su desnuda espalda...
''Este cuerpo que tengo aun puede llegar mas lejos...'' Comento él, posando la palma derecha justo en el hombro, donde estaba su marca de nacimiento. ''Mi Vampirismo, y mi Stand, dan Fe de ello. Por eso estoy seguro, de que no solo me pondré a la altura de un Semidiós. ... Si no que incluso lo superare.'' Apretando encima de la estrella, Harald estiro su cuerpo entero, y este, poco a poco, comenzó a reaccionar... Aumentando en volumen y tamaño, ganando mas masa muscular, expandiendo su cabello, y empalideciendo su piel. Y aunque no estuviese ahora mismo a la vista... era obvio, que sus colmillos se habían alargado también.
''Cuando bebí por primera vez la sangre de mi amada, ocurrió algo extraño... Algo único e inexplicable. Pues mi cuerpo desarrollo, por si solo, una nueva habilidad.'' Explico, mientras que con suma normalidad empezó a palpar el resto de su cuerpo, como si comprobase que todo estaba en su sitio, ahora que se había transformado... sin usar la Mascara de Piedra. ''Un don como ese, tan especial e identificable, era imposible que hubiese surgido únicamente de mi. ¿Pero entonces? ¿Fue ella la que me la otorgo? Imposible. No fue su intención. Por tanto, la única solución que se me ocurre... Es que fue algo natural. Una especie de... Reacción Evolutiva, por tener la sangre de Ahina corriendo por mis venas. ... O siendo mas específicos. La de un Semidiós.''
''...''
Harald soltó un fino suspiro nada mas terminar, para así, continuar tanto con su exposición como con sus actos, moviéndose ahora hacia su sofá, allí donde seguían los anillos...
''... Algo similar a esto me volvió a ocurrir, pero con Bastet. Y ademas, no fue algo que me afectase directamente a mi, si no a mi Stand. Hm... The World fue bendecido con un insólito poder, que debido a sus características tan inusuales, me dejo claro que tenían que ver con ella. ... No obstante, a la hora de preguntarle, Bastet misma me dijo que no tenia ni idea. Y que de haberlo provocado, me lo habría dicho.'' Con cuidado, el hombre se agacho un poco, tomando los destrozados anillos con los dedos, echandoles un profundo vistazo. ''... Pero supongo que no hace falta que siga poniendo ejemplos, ¿Verdad Lilith? Es obvio lo que estoy intentando decir con esto. Y lo que implica, sabiendo que es verdad.''
... Si... En efecto, Lilith entendía perfectamente lo que eso significaba, y bastante bien. Por eso tuvo que tragar saliva, desviando la mirada para tratar de pensar con claridad, algo que ahora mismo no estaba consiguiendo.
''Hm. La mascara de piedra fue echa por la Sombra, en un intento de contrarrestar a los Semidioses. ... Por otro lado, como tu bien dijiste, Angra Mainyu es capaz de devorar a los Dioses. Dicho de otra manera... Yo, Harald Ballad, reúno en mi interior las capacidades ideales para oponerme a los dos grupos. Y sin duda... Para superarlos.'' Y de un solo movimiento, Harald guardo los dos anillos en el bolsillo de su pantalón, para seguidamente, girarse hacia Lilith. ''Si existiese en verdad un destino, me atrevería a decir que yo soy un afortunado. Lamentablemente, no es así. Aun me queda mucho por batallar, y mucho que preparar. Tal vez me lleve semanas o incluso meses ... Pero, ten esto claro, Lilith...''
''Al final de la historia, solo yo me alzare en la cima''
''Sin miedos. Sin temores. Y sin enemigos.''
''Y mis dos princesas, estarán junto a mi. En lo alto del mundo.''
Esas fueron sus palabras finales, el mazazo que puso fin a la conversación, pues nada mas decirlas, Harald comenzó a andar otra vez... Pero ahora, hacia la puerta principal, dispuesto no solo a marcharse de la habitación, si no también de la casa. Y claro... Lilith no podía hacer nada para impedir que se fuese, pues simplemente, no tenia idea de lo que hacer o decir, es por eso, que agotada, se dejo caer en su sofá original, sentándose y resoplando con fuerza, mientras pensaba y pensaba como diablos acabo todo así.
''... ... ... ¡... Espera un momento!'' Chillo de golpe Lilith, contra todo pronostico, provocando que incluso sus tiras se moviesen directas a Harald, agarrandole del brazo. ''¡Hmf...! ¡¿A donde piensas ir?! ¡Con todo lo que ha ocurrido aqui, Ahina y Bastet no es que vayan a reaccionar de manera agradable! ... Seguramente se piensen lo peor... ... ¡Eres su Príncipe, Harald! ¡Su Rey de Heroe-!''
... Pero sin ni siquiera esforzarse, y dando tan solo un único movimiento de brazos, Harald rompió la tela, terminando de dar el paso hacia ya la abierta puerta. ... No obstante, giro el rostro, mirando por ultima vez... a la asustada mujer.
''El Rey de Héroes ha muerto, Lilith''
''Alguien así de débil... No podría soportar la carga y fidelidad de amarlas eternamente''
''Y nadie se va a interponer en el camino de Harald ahora... ... Ni siquiera un falso titulo como ese.''
-Fuerza: Notable / Excepcional / Pésima
-Destreza: Normal / Normal / Normal
-Agilidad: Normal / Normal / Normal
-Constitución: Normal / Normal / Mala
-Resistencia: Normal / Notable / Normal
-Carisma: Excepcional / Normal / Notable
-Sabiduría: Pésimo / Pésimo / Notable
-Espíritu: Notable / Notable / Normal
-Raciocinio: Malo / Malo / Excepcional
·Debilidades Físicas:Golpes Físicos. / Ataques Perforantes. [Armadura] / Hechizos o Ataques de Luz. Luz Solar. Daños en la cicatriz del cuello.
·Armas/Objetos:
-Ea - Espada de la Ruptura
-Enkidu - Cadenas del Cielo
-Cuchillos
·Guardian Force:
-Fuerza: Excepcional
-Destreza: Notable
-Agilidad: Notable
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Malo
-Espíritu: Pésimo -Sabiduría: Normal
-Raciocinio: Normal
{Hehe... Hehe Hehe Hehe. Parece que me ha salido un competidor igualito que yo... En vez de Dark Matters, urnas matters. La imitación es la forma más alta de adulación...
A ver quien los mata a los tres antes. Hehe... Hehe. Hehe hehe.} _________________
†//PV: 100 ATQ: 70 PM: 50//† † Armas †:Pistolas, colmillos. † Debilidades †:La Luz. El Vacio. La Magia de La Sombra. † Características †: † Fuerza †: Notable † Destreza †: Notable † Agilidad †: Normal † Constitución †: Normal
† Resistencia †:Sobrenatural† Carisma †: Excepcional † Sabiduría †: Normal
† Espíritu †: Excepcional † Raciocinio †: Normal
En realidad, Bastet, como tenía los sentidos de un felino, sí que se despertó. Pero dejó en paz a Harald, lo mismo iba al cuarto de baño, o a tomar el aire, o a hacer lo que le diera la gana. No era tan posesiva como Ahina... bueno, sí. Pero aun estaba mediodormida y además estaba muy agustito, asi que intentó seguir durmiendo. Y estuvo a punto de conseguirlo, hasta que... escuchó la risa y los gritos de Harald a todo volumen.
"Nnnggh..." levantó la cabeza y el tronco, quedando medio sentada. Se frotó los ojos y parpadeó. "¿Pero qué hora es?" murmuró. Miró a Ahina. Seguía durmiendo como una marmota. Profundamente. Hasta la oyó roncar un poquito. Negó con la cabeza, y miró el reloj de la chica. Las 4:14 de la madrugada.
"Ok." dijo, dejándose caer otra vez en la cama. Fuera lo que fuera que le hacía tanta gracia a Harald a esas horas, no quería saberlo. Tal vez el chico era sonámbulo o algo. A saber.
¿Y por qué ahora tenía tanto frio? Sería porque no habían Haralds, supuso. Quedaba Ahina, pero Bastet no iba a pegarse a ella en su lugar. Especialmente, no si tenía una linda manta ahi a sus pies. La cogió y se abrigó, pero no sirvió de nada. -Jolin-. Se abrigó con el edredon, y nada. ¿Estaba enferma o algo? Al menos algo de calorcito tendría que tener... Levantó todas las sábanas y tocó con cuidado con un dedo la mano de Ahina. Estaba fría también. Vale, entonces no era solo ella. Miró el espejo del fondo. Estaba empañado del frio. Se levantó y fue a cerrar la ventana, pero resultaba que estaba cerrada a cal y canto. Y el aire acondicionado: apagado. Entonces... ¿Por qué hacía tanto frío? Que si, que eran las cuatro de la madrugada, y que sí, que ella iba descalza y ligerita de ropa, pero... Pero es que aquello no era normal. No era... natural.
Inmediatamente abrió los ojos con intensidad. ¡Harald! ¿¡Y si estaba en peligro!? Luego recordó que su chico se convertía en demonio vampiro. ¿Tal vez el frio glacial era cosa suya? No le extrañaría nada, de hecho, que ella recordase ¿no había conseguido una habilidad parecida al morder a Ahina? O tal vez habia quedado con Aqualord, que también podía hacer algo parecido y...
...Vale, ¿qué diantres? Se acercó a la puerta con sigilo y miró a través del ojo de la cerradura. Y escuchó el resto de la conversación.
[...]
Pasaron los minutos. Bastet acabó sentada en el suelo, mordiéndose las uñas, mientras continuaba escuchando. Aquello que había oído. Aquello que estaba oyendo. La desesperación de Harald, las risas de su acompañante. Las mentiras, verdades y medias verdades que ambos decían. Los gritos. Las roturas de muebles. Tuvo que poner una barrera mágica para que el ruido no llegara hasta Ahina porque realmente no quería que escuchara todo aquello, que se despertase y añadiese un mayor drama a todo aquello. N...no, estaba seguroa de que podría solucionarse, DEBÍA poder solucionarse. No queria que Harald... cayese al abismo que estaba cayendo. ¡E...ella lo agarraría!
Durante toda su vida, no había hecho más que hacer infelices a las personas. Especialmente a Harald. A Harald le llenó de infelicidad. ¿Una vez más, iba a ser causa de infortunio y desdicha para él? ¡No, no y no! ¡No había necesidad de nada de eso!
Pero la conversación cada vez fue a peor y a peor, hasta el punto de que Bastet tuvo que agarrar un peluche. Tenía todo el pelo erizado, la cola y también las orejas. Era prácticamente como vivir una pesadilla, pero sabiendo que era real. ¿¡Que sólo existía una vía!? ¿¡Que la única forma de solucionar todo aquello era matando a los demás Semidioses!? ¿¡Pero qué estupidez estaban diciendo!? ¿¡Pero hasta dónde iban a llegar!? ¡¡No tenia nadie por qué perder nada!!
[...]
Mucho más lejos, por supuesto. Dios, ¿pero qué demonios le estaba pasando a Harald? ¡Ella no se enamoró de un villano así! ¿¡Qué estaba pasando!? ¿¡Por qué!? Bastet tenía la boca seca, y ni siquiera podía llorar del acongojamiento que sentía. Hasta el punto de querer no ya asesinar a los Semidioses... sino también a todos los Dioses. Aquello no es que rozara la locura, ni FUERA una locura. ¡Es que directamente era imposible! ¡E inaceptable! ¿¡Cómo iba a permitir eso!? Si Harald seguía por ese camino... ¡acabaría muerto de verdad!
[...]
Harald se fue. La conversación terminó. Y Bastet se quedó ahi, en el suelo, sin atreverse a moverse siquiera. Pero tenía que hacerlo. Miró hacia Ahina y negó con la cabeza. ¿Por qué esta chiquilla tenía que dar tantos problemas? Luego sonrió, recordando que ella era igual de problematica también. Y Harald. Los tres para cual. Estuvo un rato escribiendo una nota para Ahina, resumiendole más o menos lo que había ocurrido, para que no se le pasaran ideas raras por la cabeza y pensara que ella y Harald se habían fugado o algo. Nunca le gustó compartir a Harald con Ahina, al igual que a ella tampoco le hacía gracia. Pero había aprendido a respetarla, y sabía que era igual de importante para Harald que ella. No tuvo problema en escribir la nota y dejarsela en la mesilla... El problema lo tuvo cuando... supo que era la hora de actuar. Estuvo un rato más largo ahi, sentada en el suelo, asustada y sin saber cómo abordar la situación.
[...]
-Vale, Sejmet. Hemos tenido muchas diferencias a lo largo de nuestra vida. Me has tratado mal unas veces, yo te he tratado mal otras muchas. Has tenido unas prioridades y yo he tenido otras. Nos hemos dejado llevar por la avaricia, la lujuria y la ira. Pero es hora de unir fuerzas. Pues es ahora cuando te necesito más que nunca. Y te necesito con la cabeza bien fria. Dame el valor y la fuerza para afrontar esto. Dame tu apoyo... para que recuperemos a Harald. Juntas. Como hijas de Ra. Del calor del Sol. De la Armonía. Como los dos ojos de Ra, y no como uno solo...-
Un brillo verde y dorado empezó a emanar de Bastet, muy tenuemente, para no despertar a Ahina. Envolvió el cuerpo de la chiquilla y éste cambió, transformandose, por primera vez en mucho tiempo, concretamente, cuatromil años, en el aspecto que tenía Bastet-Sejmet antaño, mucho más alta, con un traje sobrio pero elegante, muy parecido al que usó cuando tuvo la Audiencia con Harald, pero modernizado y listo para la batalla, con un guanteletes y grebas oscuras y verdes.
"Ya estoy aqui, Harald. Ya voy. No volveré a hacerte daño. No dejaré que te lo hagas."
Con la volutad y energías renovadas, con el valor y la decisión de detener la locura de Harald, Bastet-Sejmet levantó la barrera mágica, abrió la puerta con fuerza, salió y la cerró de un portazo. Ahí seguía Lilith, Angra Mainyu, quien decían que era todo el mal de este mundo, con expresión siniestra en el rostro. Bastet no la conocía, pues apareció mucho después de que ella misma desapareciera, tras explotar NOVA. Aún así, con todo lo que había oído, se hacía a la idea.
Andando con fuerza y velocidad, dando taconazos con las botas, se acercó a Lilith abiertamente, con gesto enfadado y decidido en el rostro, pero no iracundo. Agarró a Lilith del cuello, y la levantó del suelo con su notable fuerza por encima de la barandilla del balcón, con cuidado de no ahogarla en ningún momento. Lilith permaneció impasible, pero las tiras de su ropa apuntaron a Bastet instintivamente.
"Uno: No vas a destruir el mundo, por mucho que quieras. Porque el propio mundo no va a permitirlo. Empezando por mí. Dos: Lo he oido todo, y he dejado una nota para Ahina. Con todo este ruido se levantará seguro, así que prepárate para recibirla. Tres: ¿Dónde está Harald? No puedo sentir su presencia. Tú sí. Así que dime dónde está."
Lilith empezó a rebatirla, a contestarle otras cosas que a Bastet-Sejmet no le interesaban ahora en absoluto. "¡HISSS!" rugió, interrumpiéndola y enseñándole los dientes, mientras apretaba la mano con la que la sostenía. "¡No tengo tiempo para discutir contigo! Dón-de-es-tá-Ha-rald.¡AHORA!"
Una vez le sacase la información, la soltaría sin delicadeza en el suelo, y se tiraría por el balcón. Así de claro. Luego volaría, volaría hacia donde fuera que estuviera Harald, y hablaría con él. Temía que la conversación iría para largo. Pero estaba dispuesta. _________________
"¡NO HAY DIOSA MEJOR QUE YO!"
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~//PV: 777 ATQ: 77 PM: 107//~ ~Armas~: Guantes Garra/Garras naturales. Sistro mágico (instrumento musical). Hari: la Administradora de Corazones (llave espada).
~Debilidades~: El fuego. La Magia de La Sombra.
~Características~: ~Fuerza~: Notable
~Destreza~: Excepcional
~Agilidad~: Notable
~Constitución~: Mala
~Resistencia~: Notable
~Carisma~: Excepcional
~Sabiduría~: Notable
~Espíritu~:Sobrenatural ~Raciocinio~: Malo
Despertó inmediatamente después del portazo, del susto que le había dado. Miró su reloj y vio que eran casi las cuatro y media de la madrugada. Había Tormenta y hacía frio. Ni Harald ni Bastet estaban en el cuarto.
A Ahina le gustaban las tormentas. Le recordaban a los viejos tiempos de Atlantis. E incluso le traian buenos recuerdos de cuando era el Terrible Torbellino. Las noches de Tormenta había pescado para todos, y era mucho más fácil derribar y hundir barcos, cuyos tesoros y objetos luego le traerían los Duendes. Una de las pocas diversiones que tenía por aquel entonces. Además, el sonido de la lluvia siempre era agradable para ello. No era un secreto: le gustaba la lluvia, el mar, y cualquier cosa que tuviera que ver con el agua.
La pobre Ahina no había escuchado nada de la conversación, asi que al leer la nota sintió todo puñetazo en el estómago, que le cambió la expresión de la cara por completo, borrando todo rastro del buen humor que tenía antes.
Suspiró. Fue a vestirse. Y abrió la puerta una vez más.
"Lilith." le dijo, mirándola con frialdad. Le enseñó el papel que Bastet le había escrito, y dejó que lo leyese. Miró el charco de sangre de Harald. Suspiró una vez más. Tomó otra copa y la llenó de agua. Acercó la otra copa, que Harald había servido, a Lilith.
"Tenemos que hablar." dijo.
El silencio se hizo en la sala. Ninguna de las dos sabía cómo comenzar la conversación. Había tanto por hablar, y a la vez tan poco... Lilith decía conocer todo sobre Ahina. Y hasta el momento, había ido acertando, detalle tras detalle. Siempre había estado ayudándola, pero jamás había provocado una situación negativa, y menos tan crítica como esta.
Suspiró, por tercera vez. Y la Semidiosa de Atlantis habló.
"...A decir verdad, aquel dia en las Montañas Iceberg, cuando me entregaste Harald y me dijiste que te debería un favor, intuí que tal vez me pedirías que lo matara. No soy una niña estúpida, aunque todos me tomen por tonta. Supuse que sería algo así, como en los grandes cuentos: aparece el demonio o el duende, le hace firmar un trato, y el trato se vuelve contra el protagonista. Lo sabía, lo esperaba, y aún así firmé. "
"Siempre he manipulado a los hombres. Despreciado, utilizado, como vulgares objetos. Utilicé a Aqualord así. Pensaba utilizar a Harald así. Aproveché la oportunidad que me diste para seducirlo, y enmarañarlo en mi red. Pero poco a poco, conforme lo iba conociendo más y más, empezó a gustarme de verdad. La persona que había dentro de ese juguete, esa fachada. Y poco a poco, sin que me diera cuenta, sin que pudiera hacer nada para evitarlo, él me sedujo a mí. No podía dejar de disfrutar de su compañía, de sus palabras e incluso de sus bárbaros comportamientos respecto a los 'mestizos', o los negocios de estos. Me encantaba ayudarle y acompañarle a todas partes, hacerle saber que no sólo estaba él para mi, sino también yo para él. Me apunté a la cacería contra los vampiros, y cuando Harald estuvo a punto de morir por la maldición de la Máscara... No dudé ni un segundo en darle mi sangre. Demonios, casi estuve a punto de morir aquel día. Pero la seguridad de Harald... era más importante para mí.
Lo que comenzó como un amor ficticio se convirtió en un amor de verdad.
Y eso me aterraba. Porque yo ya estaba enamorada de dos. Comprometida con uno. Pero aún así, aún así, no quería dejar a Harald. No podía dejarlo. Porque no quería hacerle sufrir.
Porque lo amaba.
Con Aqualord me pasó algo parecido, pero por entonces no lo sabía. Cuando creí que había muerto, un gran pesar se adentró en mí. Como si me hubieran arrancado una extremidad, o un hermano. Así me siento ahora mismo, Lilith. Has arrancado a Harald de mi. A mi prometido. No era tu intención, pero lo has hecho."
Suspiró por cuarta vez y se reclinó en su asiento. "Debería estar enfadada, pero... entiendo tus motivaciones. Aunque no las comparto, Lilith. Mi vida es mi vida. Ya te lo dije una vez. Yo. Decido. Por mi. Futuro. Agradezco y aprecio tu ayuda, me parece muy bien que quieras que Harald y yo estemos juntos pero entre eso y pedirle, OBLIGARLE a asesinar a mis hermanos Semidioses hay una linea muy grande que no puedes cruzar. Si le haces daño a Harald, me lo haces a mí. Si le haces daño a Yami, o a Seth, me lo haces a mí. Lo entiendes ¿verdad? ¿Es eso lo que pretendes realmente? ¿Hacerme daño? ¿Vas a decirme que tu deseo es que mate a Harald, y obligarme a cumplirlo? ¿Que mate a Yami, o que mate a Seth?" la expresión en la cara de Ahina era seria, muy seria.
"Dímelo si te atreves, Lilith. Inténtalo."
"Porque no pienso hacerlo. Ya no. Ni con Harald, ni con Yami, ni con Seth. No pienso hacer nada que pueda hacerles daño a los tres. Ni pienso permitir que les hagas daño."
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~//PV: 800 ATQ: 70 PM: 100//~ ~Armas~:Tridente ~Debilidades~:La electricidad. La Magia de La Sombra. La Magia Estelar concentrada. ~Características~: ~Fuerza~: Normal ~Destreza~: Excepcional ~Agilidad~: Notable ~Constitución~: Mala ~Resistencia~: Normal ~Carisma~: Excepcional ~Sabiduría~: Notable ~Espíritu~:Sobrenatural~Raciocinio~: Notable
El portazo que dio Bastet la saco de sus pensamientos, provocando que Lilith se girase bruscamente hacia ella, no obstante... la Diosa de los Gatos fue mucho mas rápida, y antes de que pudiese si quiera reaccionar, termino agarrada del cuello, a un palmo del suelo, como si de una muñeca de trapo se tratase. ''...'' Aun así, Lilith no hizo ningún gesto para defenderse, a excepción de sus telas, que instintivamente apuntaron a Bastet. De resto... ni en su rostro había signo de enfado o miedo, simplemente se quedo mirando directamente a los ojos de la chica, como si la estuviese analizando.
''Ya veo... Así que estas tan desesperada que has recurrido a Sejmet...'' Murmuro, sonriendo ligeramente y entrecerrando los ojos. Le costaba respirar, y las garras de Bastet se le estaban clavando en la piel, provocando que unos pequeños hilillos de sangre negra y viscosa cayesen por su cuello. ''... Lastima... Ja... Ja...''
Había escuchado los tres puntos que Bastet le soltó, y sin duda, si la situación fuese otra, se habría echado a reír delante de su cara. Pero estando como estaba... se limito a amplificar la sonrisa. ''¿Y que va a hacer este mundo para detenerme, Bastet-Sejmet? ¿Enfrentarme? ¿A mi? ¡JA! Permíteme que lo dude. Y en cuanto a Ahina... ¿Que mas da?... ¿Desde cuando a ti te importa lo que ella hag-'' ... Lamentablemente, Bastet estaba demasiado enfadada e impaciente como para escuchar sus ironías, por lo que le enseño los dientes, rugiendo.
-Maldita sea... Ya hasta me arrepiento de haberle soltado a ese idiota la verdad... Debí haber dejado que se diese cuenta él solo. Eso habría sido la solución mas inteligente...- Pensó Lilith, cerrando por completo los ojos durante unos instantes. -... Pero lo hecho, hecho esta... Si esta idiota cree que tiene la voluntad necesaria para desafiar a la Urna, y salvar así a Harald... ... Que así sea-
Y de golpe, los ojos de la mujer se abrieron... mostrando una mirada gravemente distinta. Sus ojos ya no eran rojos, si no negros. Absolutamente negros. Como pozos sin fondo. ... Pero lo peor no era eso, si no la forma en la que inicio su respuesta.
''Hay cosas en este mundo que ni siquiera tu querrías ver, Bastet... Cosas que te superan por mucho... Cosas... que hay dentro de ti y de las que no tienes ni idea...'' Le murmuro, agarrándole el brazo a Bastet, para así... comenzar a acariciarselo. Gesto que repitieron sus telas, rodeando a la Diosa de la Armonía, y rozando su cuerpo por encima. ''Si vas a salvar a Harald... Si intentas sacar la maldición de su interior... Puede que te condenes a ti misma...'' Su sonrisa se mantuvo, estirándose y estirándose, hasta un punto en el que su mueca ya ni parecía humana.
''Mucho mas de lo que ya estas ahora...''
... Por suerte, esta situación duro muy poco, y tras pestañear, tanto sus ojos como el resto de su rostro volvió a la normalidad. Luego, sus tiras señalaron por fuera del balcón, a lo lejos, en donde se podía ver un imponente acantilado. ''Yo que tu me daría prisa... Tal vez tu Rey este tan desquiciado que hasta trate de suicidarse... Jijiji...''
Bastet no tardo mucho mas en soltarla bruscamente y saltar del balcón, dirigiéndose a toda prisa hacia donde ella le dijo. Algo sorprendente, pues con toda facilidad podría haber mentido y aprovechado para irse. ... Cosa que no hizo. Ni lo uno, ni lo otro. Al fin y al cabo, a ella le interesaba que Harald siguiese con vida. Y del mismo modo... ... Hm... Ahora le tocaba a Ahina intervenir.
De hecho... su intervención tampoco se demoro demasiado, pudiendo oír sus pasos y su llamada nada mas entrar en el salón, a lo que Lilith respondió con una mirada neutral, quieta en su sitio. No la saludo si quiera, pues bien sabia que la situación no estaba para su comportamiento tranquilo. Aun así... tampoco podía verla como a la Ahina que ella misma empalo una y otra vez con su Oscuridad... Es decir, no se sentía segura, pero tampoco amenazada.
A toda velocidad Lilith se leyó la carta, suspirando para sus adentros. En parte se sentía decepcionada, pues todo aquello podría habérselo contado ella misma sin tener que llegar a estos extremos. Aun así... agradecía que Bastet no hubiese incluido la parte de su futuro. Eso si que habría sido muy violento de tratar.
Accediendo al gesto de Ahina, la madrina se sentó una vez mas en el sofá, agarrando la copa de agua entre sus manos, aunque de nuevo... sin echarle ni un solo trago. Ninguna de las dos hizo gesto alguno, ni dijo absolutamente nada. Simplemente se miraron, en una tensa calma, similar a la que hubo entre ella y Harald. No obstante... Tal y como paso minutos antes, Ahina inicio la tormenta, soltando una declaración en la que no solo le dejo claro que ya sospechaba de su petición, si no en la que ademas, le confirmo sus ideas respecto a ella.
''Entiendo...'' Respondió ante las ultimas palabras de la Princesa del Mar, dándole entonces un sorbo al vaso de agua, como si por fin se decidiese a aclarar su garganta. Solo entonces, su mirada volvió a dirigirse a Ahina, y tal cual hizo aquella vez cuando hablaron, su rostro se afilo, imitando el semblante serio de la Semidiosa, dejando bien claro una cosa:
Ella no estaba allí como su Madrina
''... Lamentablemente... Tu vida no es tu vida. Ni tu futuro, tuyo. ... Podría serlo, si. Si te esforzases. Y dejases de pensar que tienes el poder para hacerlo tu sola.'' Le soltó bruscamente, mientras que sus tiras comenzaron a enroscarse directamente en su propio cuerpo. ''Te lo dije una vez... Yo no soy simplemente tu madrina. Si no también una esposa, una amiga, una madre, y sobretodo, compañera del resto de mis familiares. Por ende, puedo entender tu situación hacia los otros dos Semidioses... No somos tan diferentes... hasta nos parecemos en ciertos aspectos. ... Pero hay algo que por mas que trates de ocultar, a ti te falta. Y eso es madurez. Pura y dura madurez.'' Lilith entonces se levanto del asiento, dejando el vaso en la mesa, para así, andar nuevamente hacia el balcón, mirando justo al acantilado, en donde debería estar Harald.
''Tu has vivido mucho, Ahina... Pero yo mas. Muchísimo mas. He visto, contemplado, y observado realidades que te harían llorar si tan solo te las contase. Pues por mas imponente que seas, sigues siendo tan frágil como un cristal. ¿O no es por eso por lo que necesitas de Caballeros que te protejan? Tsk... Tu sola no lograrías nunca nada. Y lo sabes perfectamente. Pues en el fondo... no eres mas que una niña pequeña. Igual que Harald. ... Supongo que esa es la razón por la que me encariñe de ti. Porque me recuerdas a mi, cuando no tenia absolutamente idea de como funcionaban las cosas en este mundo.''
Lilith volvió a girarse hacia Ahina en ese instante, clavandole sus ojos. ''¿Sabes la cantidad de problemas que he tenido que pasar para que tu estés con Harald? O peor, ¡¿Para que sigas con vida?! ... Me amenazas, cuando he puesto hasta a mi propio Marido en mi contra por ese hecho. ... Y aun así... ¡AUN ASÍ! He hecho todo lo posible para convencerlo de que os dejase en paz. De que yo misma lo solucionaría sin tener que matar a nadie... ... Aprovechar todas las posibilidades que se presenten... Ese es el método que 0Z-One usa. Y es lo que yo trate de utilizar. Tratar de mantenerte a ti, a Harald y a Bastet con vida, a cambio de los otros dos. ... ... Pero esta claro que Harald ha perdido por completo la cabeza. Ende... esta posibilidad... no es mas que un error...'' Y tal y como le ocurrió momentos antes con Harald, su mirada comenzó a cambiar, decayendo en una profunda tristeza. Por eso, tuvo que apoyarse en el sofá, suspirando profundamente por la angustia que sentía. ''... Mi marido os quiere muertos, porque para él sois un peligro importante... No obstante, aunque yo le quiera mucho, puedo ver cuando su Orgullo le ciega. Le dan igual los métodos. Los sacrificios a hacer... pues yo ya se, que si fuese por él... este mundo habría muerto hace bastante... ... Yo a ti te quiero también mucho, Ahina. Te quiero como a la hija que nunca podre tener. Es por eso... que estoy dispuesta a discutir con él una vez mas... Para convencerlo de que no solo te deje en paz a ti. Si no también a Yami y a Seth... ... Pero a cambio, tendrás que cumplir el favor que me debes. Si o si. Sin pegas. ... No hace falta que sea a corto plazo. Ni siquiera a medio plazo... Pero lo harás. ... Pues esa es la única manera de que toda esta locura se termine.''
La mujer continuo mirando a la Princesa, sin querer perderla de vista ni por un instante, observando cualquier cambio de expresión que ella pudiese tener, pues estaba hablando en serio, y bastantes dificultades había pasado por hoy como para que Ahina explotase tal y como lo hizo Harald.
''No voy a decirte de que se trata... No ahora. Lo haré cuando Harald vuelva a la calma... ... Aun así, si que te diré, que no es para que mates a nadie. Ni para que le hagas daño a nadie. Al contrario... ... Si aceptas lo que te ofrezco, no solo me comprometeré a convencer a mi marido. Si no también... a darte la forma de salvar a tu Príncipe Azul. Por hoy por siempre. Ains... ¿De acuerdo?''
Esa era su ultima posibilidad, si fallaba, todo acabaría de una forma no muy bonita. Por eso trato de no sonar demasiado dura, pero a la vez, no muy blanda. Ambas dejaron claros sus puntos. Y ella respetaba bastante los de Ahina. Tan solo esperaba... que la Princesa hiciese lo mismo, y entendiese la situación en la que se encontraba. _________________
//PV: 50 - PM: 12 - ATK: 5//
-Fuerza: Pésima
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-Agilidad: Normal
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Notable
-Sabiduría: Excepcional
-Espíritu: Notable
-Raciocinio: Malo
Una fuerte lluvia torrencial... Truenos y rayos que caían sin cesar... y un oleaje tan violento, que incluso estando a metros de distancia, el agua marina alcanzaba a Bastet. Ademas, que el terreno fuese tan abrupto y desolador no ayudaba en nada, sobretodo a sabiendas que ni había luz por la que guiarse. No obstante... la Diosa de los Gatos encontró un recurso bastante fiable con el que guiarse: Los destrozos provocados por Harald. Estos seguían un camino bien marcado, en donde los agujeros del suelo, las espadas clavadas por todos lados, y los meros rastros de sangre, indicaron a Bastet que ruta seguir. Por fortuna... no hallo victimas. Esa zona estaba despoblada. Aunque estaba claro que si Harald se hubiese topado con alguien, estando como estaba, ese alguien no habría salido muy bien parado...
De todas formas, lo importante es que al final Bastet logro verle, allí, al fondo, justo al borde del acantilado, sentado sobre las rocas, y con un montón de espadas y otras armas afiladas rodeandole. The World también estaba con él, justo a su lado, flotando. Ademas, fue precisamente el Stand quien primero sintió la presencia de la chica, girando su cabeza, y mirándola con unos ojos... muy distintos a los que ella estaba acostumbrada a ver.
''¿Que quieres, Bastet?'' Pregunto de golpe la voz de Harald, manteniendo su posición, sin mirarla. ''¿Que has venido a hacer aquí? Te enfermaras si coges mucho frío. ... Vuelve a tu cuarto.'' The World continuaba observándola, entrecerrando sus propios ojos... en una mirada enrojecida y colérica, dando a entender el estado en el que estaba su dueño. Pues ahí estaba lo importante... la conexión que Harald y su Stand tenían. Una conexión muy sensible, que fácilmente podía dislocarse, como bien vio Bastet en la habitación.
Las gotas de lluvia golpeaban incesantemente el torso desnudo de Harald, marcando ese cuerpo musculado y pálido que tenia, ahora, incluso mas notorio de lo habitual. Era fácil de comprender... Eso no era cosa de ser un Vampiro, si no algo muy diferente.
''No me obligues a llevarte yo mismo al apartamento. Estoy ocupado. Muy ocupado. Así que regresa por donde has venido. Aquí no hay nada que ver.'' _________________
-Fuerza: Notable / Excepcional / Pésima
-Destreza: Normal / Normal / Normal
-Agilidad: Normal / Normal / Normal
-Constitución: Normal / Normal / Mala
-Resistencia: Normal / Notable / Normal
-Carisma: Excepcional / Normal / Notable
-Sabiduría: Pésimo / Pésimo / Notable
-Espíritu: Notable / Notable / Normal
-Raciocinio: Malo / Malo / Excepcional
·Debilidades Físicas:Golpes Físicos. / Ataques Perforantes. [Armadura] / Hechizos o Ataques de Luz. Luz Solar. Daños en la cicatriz del cuello.
·Armas/Objetos:
-Ea - Espada de la Ruptura
-Enkidu - Cadenas del Cielo
-Cuchillos
·Guardian Force:
-Fuerza: Excepcional
-Destreza: Notable
-Agilidad: Notable
-Constitución: Normal
-Resistencia: Normal
-Carisma: Malo
-Espíritu: Pésimo -Sabiduría: Normal
-Raciocinio: Normal
La lluvia era intensa, y Bastet ya se había empapado por completo. Y la ropa era nueva... Por no hablar del pelo, las orejas y la cola mojadas... Y el frío, brrrrr.
Menos mal que tenía los sentidos de un gato, porque no había más luz que la de la luna decreciente. El rastro de Harald era bastante fácil de seguir... Espadas por el suelo, agujeros, hasta su propia sangre... Harald debía estar sintiendose tan mal... tan frustrado... tan confuso que hasta se hacía daño a sí mismo.
"¡Hola!" saludó. "No, no te preocupes por el frío... En el desierto de noche las temperaturas descienden bastante también..."
"¿Estás ocupado?" preguntó, acercándose a pasitos, con una sonrisa confusa. "¿En qué? Yo solo veo que estás mirando el mar, y la tormenta..." siguió acercándose, eschándose un poco hacia atrás cuando pasó por al lado de The World, con cuidado de no rozarle y dejarle espacio. De pie, quedó mirando el horizonte detrás de Harald.
"...Oye pues las vistas son bastante impresionantes... ...¿Me haces un sitio?" _________________
"¡NO HAY DIOSA MEJOR QUE YO!"
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Escuchó las palabras de Lilith con toda la paciencia que pudiera tener. De hecho, se le hinchó un poco la vena de algunas cosas que Lilith decía, mayormente ataques a su persona, que testimoniaba como verdades absolutas. Pero decidió pasarlo por alto, transigir y no mencionar algunas cosas, aunque no estuviese de acuerdo, ni las creyera justas, razonables ni verdaderas. Pues su objetivo era acabar con el problema, acabar con la diferencia. Resolver el conflicto y no engordarlo más. Inspiró y espiró fuertemente. Solucionarían las cosas como personas adultas.
Aun así, la actitud en aquellos momentos de Lilith no le gustaba nada en absoluto, y creyó necesario señalizarlo. "Oh, por favor, Lilith. No me hables de determinismos. Si realmente creyeras que el curso de la historia es inmutable no estaríamos teniendo esta conversación, ni habrías tenido la que tuviste con Harald." puntualizó con el dedo. "Y no me sienta bien que me menosprecies así, Lilith. Decirle a una persona que es incapaz de lograr algo por sí sola es grosero y desconsiderado. Y por supuesto, no es cierto. Hablas como si todo en mi vida hubiera venido ya dado por otros, pero nada más lejos de la realidad. Cuando era soldado, yo me forjé a mi misma. No me dieron nada que no me hubiera ganado."
Agitó los brazos, antes de que Lilith se viera obligada a clarificar. "Sí, sí, lo sé. Sé te refieres a que soy una persona muy dependiente de los demás." sacudió la cabeza y levantó las manos. "Eso te lo concedo. Es cierto. Es verdad. Y a menudo me odio a mi misma por ser tan zopenca." se inclinó hacia delante, y sacudió la mano. "Pero eso no significa que no pueda hacer nada por mi misma, Lilith. Y no me gusta que pienses así de mí. Te lo dije antes y te lo repito: no soy una niña estúpida, aunque todos me tomen por tonta." se volvió a echar hacia atrás sobre el asiento.
"Me ofende que pienses así de mí. Pensaba que me conocías, Lilith. Tal vez deberías olvidar lo que sea que sepas de las otras Ahinas, y empezar a intentar conocerme a mí. Al individuo. No soy una niña estúpida. Bueno, a veces lo soy. No soy solo una niña estúpida, ni la Semidiosa de Atlantis, ni el Terrible Torbellino. También soy una persona, de carne y hueso. Ahina. Soy Ahina. Conóceme a mi, Lilith. Olvídate de mis versiones alternativas. Cada persona es un mundo. Tal vez lo has olvidado."
"Tratar de mantener a Harald, a Bastet y a mi vivos a cambio de los otros dos Semidioses... Estás hablando de asesinar a personas muy importantes para mi como si nada. Puede que no lo sean para ti, Lilith. Pero sí que lo son para mi. Y uno de los principales pilares de la amistad es respetar la familia de tus amigos, Lilith. No puedes ir por ahi diciendole a nadie que los asesine, ni hablar de sus vidas como si fueran dispensables."
"Tu marido me quiere muerta. Tú quieres ver morir al mundo entero." Ahina cruzo los dedos, y cerró los ojos por unos momentos, meditando la mejor forma de abordar este asunto, pues era el más delicado de todos. "Pero yo no quiero nada de eso, Lilith. No quiero ver arder el mundo en cenizas, ni que lo que sea que sea tu urna nos devore a todos. No quiero formar parte del elenco exclusivo que se salve. Quiero que todos se salven.
No, Lilith. Dudo mucho que lo que dices sea la unica manera de resolver todo esto. Y no, Lilith, no necesito que me hagas otro favor. No necesito que me des la clave para salvar a Harald. No necesito que hables con tu marido. No necesito más favores, Lilith. A veces, los problemas lo ha de solucionar uno mismo. Sé que te debo un favor. Pero no puedo aceptarlo si no me dices qué es. No voy a aceptarlo para después dejarte tirada. No quiero hacerte daño, porque realmente te aprecio. Aprecio que me llevaras hasta Harald. Aprecio que fueras mi confidente y me guiaras. Pero no puedo aceptar algo sin saber qué estoy aceptando. Y no quiero aceptarlo para después retractarme, dejarte tirada y acerte daño. Tengo la impresión de que si es algo tan serio, voy a acabar rechazandolo. Mejor ahora que nunca." _________________
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Ahina hablo con toda la diplomacia que solo una autentica Reina podría tener, algo que sin duda impresiono a Lilith, que no solo no la corto en ningún momento, si no que la escucho atentamente, apoyada en el sofá, con un rostro serio. Y si, Ahina dijo varias cosas que a ella no le agradaron demasiado, sobretodo la parte del final. Pero aun así... se mantuvo en su sitio, relajada. Hasta que finalmente llego su turno... La hora de explicarlo todo.
Lilith tomo aire, y lentamente se aproximo al asiento otra vez, sentándose. Luego, cerro los ojos por un momento, dándole otro sorbo de agua a la copa. Y así... con todo bien aclarado y puesto en su sitio, la mujer conocida popularmente como Angra Mainyu... Inicio su discurso.
''Me impresionas, Ahina. Me impresionas tanto... que simplemente no se que contestar sin que parecer estúpida.'' Confeso ella, mostrando una leve sonrisa. ''¿Pero que se le va a hacer?. Al igual que yo, has dicho varias cosas que no son verdad. Aunque es comprensible. Bastante de hecho... Ains.'' Lilith se llevo los dedos a los cabellos, peinandolos en una suave caricia, como si intentase mantener el hilo de sus pensamientos. ''Mis palabras... Mis gestos... Mi sola apariencia... Han provocado siempre una imagen que tampoco es la que a mi me gustaría, ¿Sabes? Pues... yo ni siquiera era... ... malvada. Ni cruel. Ni nada de eso. Simplemente era una niña que vivía en un pueblo del bosque. Y que un día conoció a dos chicos y a una mujer con los que se hizo muy amiga, y empezó a vivir aventuras por el mundo. Tratando de ser... esos héroes que el mundo necesitaba.'' La mujer tuvo que desviar la mirada, tratando de no perderse en esas imágenes del pasado, gesto al que las tiras apoyaron, apretándose contra su piel. ''Hm... Los Sin Nombre... Los Shadow Riders... La Sombra... y finalmente, los Oradores del Vacío... Uno tras otro... uno tras otro fueron cayendo, mientras que nosotros crecíamos y crecíamos. ... ... Hasta que llego el punto, en el que simplemente nos toco a nosotros caer.'' Lilith incluso gesturizo eso, moviendo sus manos a la par que sus palabras, creando el ambiente necesario para su narración. ''Yo... Mi marido... Su Aprendiz... y mi Maestra... Cuatro personas que en el final de la guerra solo sufrieron. Cayendo en una espiral de la que fueron incapaces de salir. ... Sobretodo, yo. ... ... Tal vez no lo parezca, Ahina, pero aquí donde me ves, debería estar muerta. ¡Pero no lo estoy! Sigo viva. Incluso si mi corazón se paro, y cuerpo simplemente se perdió. Sobrevivió mi espíritu, y eso fue suficiente para mi marido, 0Z-One, que... uso la Urna para traerme de vuelta. ... Es decir, la maldición de Angra Mainyu, por primera vez en la historia, sirvió para hacer un Bien. El de revivir a la esposa de un hombre desesperado y traicionado...'' Varias veces tuvo que ir pausando, bebiendo agua, pues a diferencia de las anteriores veces, ya no era su lado 'Maldito' el que hablaba. Si no el Humano. Y habían varios aspectos muy diferentes, aparte de la simple personalidad. ''... ¿Pero sabes de que sirvió eso, Ahina? ¿Lo sabes? Tsk... Para terminar de hundirlo. A él y al resto de sus compañeros. Pues la mujer a la que ellos habían considerado una amiga, una mujer, y una aprendiz, se convirtió automáticamente en el foco de todo lo que ellos normalmente combatieron. Se convirtio... en la fuente de Todo el Mal del Mundo. ... ... ¿Que decisión crees que tomo mi marido en ese entonces, Ahina? ¿Que camino crees que tomaron el resto de mis compañeros? ... Hum... En vez de rechazarme. En vez de acabar conmigo, como hicieron con todos los demás males... ... Me protegieron. Me protegieron de todos aquellos que también luchaban en el nombre de la Justicia. En el nombre del Bien. En el nombre de lo Correcto... Es decir. Para sobrevivir. Para poder ser minimamente felices. Tuvimos que ponernos en contra del mundo entero... Y... ... Ganamos. No se si para bien o para mal... Pero ganamos. El mundo se fue al infierno, y solo quedo un paraje desolador con nosotros en medio. Hmf... ¿Que clase de lugar era ese? ¿Que clase de hogar era ese?... Nosotros jamas buscamos el mal, pero por ironías de la vida, acabamos provocando un caos que ninguno antes había causado. Ni siquiera vosotros, los Semidioses. Ni siquiera Nanako. Ni siquiera el Gato Doraemon de Schrödinger. Ni siquiera Ansem... Ni siquiera Nightmare... ... Ni siquiera los malditos Dark Matters...''
La mujer hizo un pausa por unos instantes, pues entendió que todo lo que había dicho era difícil de digerir, incluso si eso a Ahina no le interesaba para nada. No obstante, lo soltó, y tras soltarlo, se encontró mas a gusto, llegando a reclinarse en el sofá, bebiendo de la copa.
''Y ahora que he mencionado todo ese lado oscuro de mi pasado... Dime, Ahina... ... ¿De verdad te piensas que quiero repetir lo mismo otra vez? ¿Que quiero... sumir a este mundo, a ti, y a sus habitantes en la misma Oscuridad que yo experimente? ... No. Por supuesto que no. Y eso queda demostrado especialmente en ti. Una mujer a la que yo misma asesine a sangre fría, odiándola hasta limites insospechados. Y de la que ahora... ... Es mi mejor amiga.'' Claramente, su mirada actual contrastaba muchísimo con la que tuvo anteriormente. Ya no se la veía enfadada, ni triste, ni nerviosa. Pero tampoco era una calma peligrosa. Tampoco era nada... que Ahina hubiese visto anteriormente en ella. ''Al contrario... Se lo que soy, y se que este mundo esta mejor sin mi. A fin de cuentas, a diferencia de ti, yo no puedo coexistir naturalmente con el Planeta. Es él o yo. Yo o él. Uno de los dos terminara devorando al otro. Y encima, sera inconscientemente... ... Por eso mismo, ni yo, ni mi familia, hemos planeado nunca asentarnos aquí. Y mucho menos, convertir a este planeta en el mismo desierto árido. Simplemente... queremos alejarnos. Crear nuestro propio paraíso. Uno en el que nadie se sienta mal por nuestra presencia. Uno en el que... podamos ser felices de una vez... Hmm... ... Pero todo paraíso necesita de ingredientes. Y ahí es donde entra el conflicto... Pues para crear ese Mundo ideal, requerimos de energía. Muchísima energía. Y de una persona, un cuerpo, que pueda darle forma...''
Lilith básicamente estaba explicando absolutamente todo, pues lo creía necesario. Ahina le pidió la verdad, y eso haría. Desde el puro principio. Ya hasta le importaban poco las consecuencias. Y si su marido tenia algo que decir... Siempre podía dejarle claro que se trataba de Ahina, y no de una cualquiera.
''... Mi marido y su leal aprendiz opinan que la mejor forma de reunir esa energía es consumiendo este Mundo entero. No dejar nada. Absolutamente nada. Y meter todo el contenido dentro de... El niño que elegimos para asumir ese papel. ... Yo, y la que antaño fue mi maestra, opinamos de manera muy distinta. Creemos que la mejor solución es aprovechar pequeñas piezas que contengan muchísima energía. Y así, llenar la Copa, que ese niño beberá, creando para nosotros ese paraíso. Hm... ¿Pero que piezas encajan con esa descripción, Ahina? Sencillo... Héroes de gran Fama, Hechiceros Poderosos, Dioses... En resumen. Personas y Seres que equivalen por millones. Y que encima, ya estaban muertos originalmente. ... Jeje... ¿Te suena de lo que estoy hablando, verdad? Pues en el fondo, incluso mis entretenimientos están hechos para sacar partido de la situación. ¿Y que mayor entretenimiento es para mi, si no el Another Heaven?'' Explico y explico Lilith, terminando incluso por beberse la copa entera, dejándola al final sobre la mesa, en un suspiro.
''Es por eso por lo que he celebrado muchos Another Heaven... Llenando y llenando la Copa. Queriendo hacer rebosar la Urna. ... Pero mi Marido esta harto. Cansado. Aburrido de esperar. Pues tal vez para este mundo llevemos aquí... 4000, o 5000 años... Sin embargo, en la realidad, llevaremos vivos miles y miles de años. Viajando en el tiempo, de linea en linea... de posibilidad de posibilidad... Cuando aun buscábamos ese lugar donde asentarnos. ... ... Ains... No tengo ni idea de lo que vio 0Z-One en esos viajes y de lo que yo no fui consciente, pero sin duda le afecto muchísimo. ... Su visión de las cosas se torno materialista y temporal. Como si la realidad dejase de tener sentido para él. Viviendo únicamente una linea de puro Orgullo... ... Para mi tu importas, Ahina. Y también comprendo tu sentido de la familia. Lo respeto, pues yo lo he vivido. ... Pero a mi marido nada de eso tiene valor. Os quiere muertos, pues sois un excelente ingrediente para la Urna. ... ... Y siendo sincera, Yo opinaba igual que él, hasta que te conocí a ti. Hm... Por eso... pensé... que si al menos dejaba que la Urna devorase a Yami y a Seth... ... podríamos irnos de aquí... y dejaros tranquilos de una vez... ... Hmf...'' ... Y de nuevo, ese nerviosismo invadió a Lilith, llevándola a sujetarse la frente y apoyarse firmemente en el sillón, dolorida internamente por tales emociones. ''¿Que otra opción puedo elegir? ¿Eh, Ahina? ¿Que otra opción me queda?... Yo... realmente quiero que seas feliz... Pero si mi marido me pone esa condición... ... ¿Que demonios debo hacer?... ¿Eh?... ... Si tu estuvieses en mi situación... ¿Cual seria la decisión correcta? ... ... No, ... no es eso... Mas bien... ¿Cual seria la decisión menos egoísta?'' _________________
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